Figura 37.1
El notocordio de las lampreas sirve para ilustrar la relación entre los elementos óseos de la columna que crecen segmentalmente por encima del notocordio, con la médula espinal que corre sobre el notocordio y al interior de los segmentos de la columna.
Figura 37.2
Haikouella lanceolata.
Figura 37.3
Haikouichthys ercaicunensis.
Figura 37.4
En la imagen anterior de Haikouichthys sp se pueden notar más fácilmente los elementos de la columna, específicamente en la imagen (e) y en la imagen (g). Aun así, la morfología general de estos organismos es muy semejante a la de los cefalocordados como amfioxus.
Figura 37.5
Primordios precartilaginosos del embrión humano.
Figura 37.6
En el modelo anterior podemos apreciar con mayor claridad el esqueleto axial de un vertebrado con mandíbula primitivo generalizado, se representan los segmentos dorsales, ventrales, los centros, el notocordio y el canal sanguíneo. Las líneas punteadas representan los puntos de anclaje de los miotomos/mioceptos, los cuales son segmentos musculares.
Figura 37.7
Esqueleto axial de un cocodrilo.
Figura 37.8
La vértebra de un salmón nos muestra la estructura básica de una vértebra. Esta crece alrededor del notocordio para rodear dorsalmente a la médula y ventralmente a vasos sanguíneos importantes. Esta vértebra básica puede experimentar diversificaciones, por ejemplo, la pérdida de arcos o la pérdida de partes del notocordio.
Figura 37.9
El intercentro es grande y el pleurocentro es pequeño, ambos se encuentran por duplicado, mientras que un arco neural separado se encuentra asociado a la médula.
Figura 37.10
En la imagen anterior tenemos una vértebra holospondilia con tres canales (Figura 37.8).
Figura 37.11
Vértebras anficélicas típicas de los mamíferos.
Figura 37.12
Las vértebras anficélicas son típicas de los peces óseos y de los ictiosaurios.
Figura 37.13
Vértebras procélicas.
Figura 37.14
Vértebras opistocélicas
Figura 37.15
Les vertebras anficélicas y acélicas son rígidas, mientras que las demás son articuladas y permiten libertad de movimientos.
Figura 37.16
Vista frontal de una vértebra anficélica con tres canales. Uno de los canales, el que se forma por el arco hemal puede separarse para formar las costillas ventrales.
Figura 37.17
Esternón de una salamadra (a), una rana (b) y un lagarto (c).
Figura 37.18
La forma del esternón está fuertemente influenciada por las necesidades de movimiento de la cintura pectoral y las extremidades superiores. En azul se muestra la carina o quilla que aloja a los músculos del vuelo autónomo.
Figura 37.19
El esternón de los gatos nos muestra que esta estructura puede variar mucho, aun al interior de los mamíferos. En los humanos se muestra que el esternón consta de dos o tres huesos, pero en los gatos el esternón posee más segmentos, los cuales amplifican su capacidad de movimiento.
Figura 37.20
Gastralias de dinosaurio.
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