domingo, 19 de marzo de 2023

El sistema endocrino

Índice

|| Principal || Cursos ||

||1|| Introducción

||2|| Generalidades de la función endocrina

||3|| Función exocrina

||4|| Funciones autocrinas, paracrinas y otras

||5|| Clasificación de las hormonas

||6|| Concentración hormonal

||7|| Receptores hormonales

||8|| La homeostasis y la señalización hormonal

||9|| Modos de comunicación y señalización celular

||10|| Evolución y control hormonal

||11|| Función endocrina en bacterias

||12|| Hormonas de los Hongos

||13|| Hormonas de las Plantas

||14|| Hormonas de los invertebrados

||15|| Sistema endocrino y evolución en vertebrados

||16|| El hipotálamo humano

||17|| Anatomía comparada del hipotálamo

||18|| La pituitaria o hipófisis humana

||19|| Anatomía comparada de la pituitaria

||20|| La tiroides humana

||21|| Anatomía comparada de la tiroides

||22|| La paratiroides humana

||23|| Anatomía comparada de la paratiroides

||24|| Glándulas adrenales humanas

||25|| Anatomía comparada de las glándulas adrenales

||26|| Páncreas endocrino humano

||27|| Anatomía comparada del páncreas endocrino

||28|| La glándula pineal

||29|| Otras glándulas

||30|| Glándulas autocrinas y paracrinas

||31|| Fisiología reproductiva-endocrina en vertebrados

||32|| La metamorfosis

||33|| Fundamentos del control hormonal

||34|| Las hormonas y la sociedad

||35|| La castración y sus consecuencias

||R|| Referencias bibliográficas

 

Portada

1. Introducción

|| Regresar al Índice ||

Existen dos sistemas que permiten el control de muchas células a la vez para que realicen labores de forma coordinada, el sistema nervioso y el sistema endocrino. Ambas se encargan de coordinar los esfuerzos de un grupo de células para un objetivo común, o para responder a estímulos comunes.

  1.1 ¿Qué es la función endocrina?

La palabra endocrino significa secreción interna (Harper, 2016) y viene de las raíces “crinos” que significa secreción y “endos” que significa interno. En los animales hace referencia a un sistema de control interno mediado por sustancias químicas a las cuales llamamos hormonas (Brusca, Brusca, & Haver, 2003; Kardong, 2011). Al igual que sucede con el sistema nervioso, la función de control químico interno o endocrina parece asociarse exclusivamente con los animales, sin embargo, el control químico tisular los antecede y por mucho.

En esta serie de artículos trabajaremos la función de control químico de los seres vivos desde una perspectiva más general, buscando analogías u homologías en otros linajes de seres vivos a parte de los animales, para luego enfocarnos en las glándulas y hormonas más importantes.

Hay que destacar que la función de control químico está relacionada con la vida en comunidad de las células, de forma tal que estas puedan comunicarse entre sí y realizar trabajos comunitarios que no podría realizar una sola célula individual, es por esta razón que estudiaremos dicha función de forma externa a los animales.

  1.2 Arnold Adolph Berthold

(26 de febrero de 1803, en Soest - 3 de enero de 1861, en Gotinga) fue un científico alemán, sobre todo fisiólogo y zoólogo. Es más conocido en la ciencia moderna por sus experimentos pioneros en el campo de la endocrinología. Publicó trabajos sobre herpetología, ornitología, entomología y química.

Berthold era el segundo más joven de seis hermanos. Su padre era carpintero y su familia no era rica. Fue al gimnasio local (equivalente a una escuela primaria) donde estudió los clásicos, pero estaba más interesado en la historia natural. Siguió el ejemplo de su hermano mayor para estudiar medicina en la Universidad de Gotinga en agosto de 1819. Su tesis estuvo bajo la dirección de Johann Friedrich Blumenbach (1752-1840) y se graduó el 10 de septiembre de 1823.

Permaneció en Göttingen durante un año antes de hacer una gira por otras universidades y clínicas, que incluyó conocer a Johann Lukas Schönlein. En 1825, Berthold decidió ejercer la medicina en Berlín y comenzó a experimentar los efectos del gas de carbón y el mercurio en el cuerpo. Inquieto, continuó de gira por Alemania y Franc, asistiendo a las conferencias de otras luminarias contemporáneas como Georges Cuvier, Étienne Geoffroy Saint-Hilaire y André Marie Constant Duméril. Renunció a la idea de la práctica médica privada y escribió un artículo sobre la glándula tiroides del loro. Regresó a su alma mater como privatdozent en medicina y comenzó a enseñar fisiología; pasó el resto de su carrera allí. Fue nombrado profesor extraordinario en 1835 y profesor titular en 1836. En 1840, fue nombrado director zoológico del museo.

Publicó sobre los temas de la duración del embarazo, crecimiento del cabello, miopía y hermafroditismo. En 1829, publicó Lehrbuch der Physiologie des Menschen und der Thiere (Libro de texto sobre fisiología de humanos y animales) que se reimprimió varias veces. Colaboró ​​con Robert Bunsen en 1834 para desarrollar el uso de óxido de hierro hidratado como antídoto para el envenenamiento por arsénico. Berthold y K.J.M. Langenbeck [de] asumió, esencialmente, el liderazgo de la enseñanza de anatomía y fisiología sobre el anciano Blumenbach. En 1840, Blumenbach murió y su papel fue asumido por Rudolf Wagner (Berthold escribió una sección de 20 páginas sobre el tema de la fisiología sexual en un diccionario de fisiología que editó Wagner). Berthold enseñó y animó al joven Carl Bergmann (anatomista), quien se hizo conocido por sus experimentos sobre termorregulación y quien acuñó los términos poiquilotermo y homeotermo.

 

2. Generalidades de la función endocrina

|| Regresar al Índice ||

  2.1 Las hormonas

Un pecado que tendemos a cometer al separar tanto la instrucción de los sistemas de órganos en el nivel de secundaria, es la de pasar por alto la naturaleza integral de los diferentes procesos y sistemas de órganos para funcionar de forma orquestada en un individuo que debe adaptarse a su medio ambiente. Dos sistemas de órganos en los animales son difíciles de entender aislados de sus efectos en otros sistemas, y son los sistemas de control, nervioso y endocrino.

Figura 2.1. Tejidos glandulares. Todo tejido glandular está formado por una invaginación del epitelio el cual forma un conducto en cuyo fondo se desarrolla el tejido especializado en la producción de sustancias químicas especiales. Dependiendo del tipo de glándula, el tejido del fondo puede experimentar diversos cambios de forma, pero más importante, especialización en las sustancias que produce.

El sistema endocrino ejerce su función de control por medio de la comunicación entre células, tejidos y órganos por medio de mensajes químicos.  Una categoría especial de coordinadores químicos son las hormonas, y este término hace referencia a cualquier químico producido y segregado por un órgano o tejido al fluido general interno del organismo. Sin embargo, es conveniente examinar cierta terminología para tener una mayor claridad del asunto.

  2.2 Las glándulas

Las glándulas son sitios de fabricación especializada de mensajeros químicos y otras sustancias importantes en procesos fisiológicos. También se las puede distinguir en tejido glandular y órgano glandular.

  2.3 Tejido glandular

Un tejido glandular es generalmente un epitelio que forma un pliegue interno en el tapiz epitelial, este pliegue permite la acumulación y emisión de la sustancia química que produce. Los tejidos glandulares se ubican en órganos que no necesariamente denominamos glándulas, como el estómago, y dicho tejido no es endocrino, es decir, sus productos no están relacionados con un control químico. Los tejidos glandulares también son glándulas exocrinas.

  2.4 Órgano glandular

Los órganos glandulares son los que si reciben el epitome de glándulas, y su función basal es la de producir mensajeros químicos, dichos órganos están formados por epitelio glandular fuertemente apretujado y su única labor es segregar los mensajeros químicos. Por lo general los órganos glandulares son endócrinos, pero existen excepciones.

Figura 2.2. Endocrino vs exocrino. Las dos funciones secreción más conocidas son la exocrina “secreción hacia afuera” y la endocrina “secreción hacia la sangre”.

Figura 2.3. Otras funciones de secreción. La secreción hormonal no solo implica segregar sustancias (B merocrino), muchas glándulas segregan células completas (A holocrino), fragmentos grandes de células o vesículas (C apocrino).

Figura 2.4. Autocrino. Las células autocrinas se estimulan a sí mismas, por una ruta externa a la célula.


3. Función exocrina

|| Regresar al Índice ||

En una glándula exocrina siempre hay un ducto que conduce al exterior del organismo, ya sea su superficie o su conducto gastrointestinal, recuerde que el lumen gastrointestinal se considera externo a los tejidos aun cuando se encuentre en el interior del animal. Las glándulas exocrinas pueden clasificarse en:

  3.1 Glándulas apocrinas

Estas pierden parte de las células glandulares durante la secreción, como las glándulas mamarias, sudoríparas, púbicas, labiales y de los pezones.

  3.2 Glándulas holocrinas

La célula se autodestruye para poder segregar la sustancia que fabrica, por ejemplo, las glándulas sebáceas.

  3.3 Glándulas merocrinas

Las sustancias son emitidas al medio externo por exocitosis, algo muy común que también ocurre en la función endocrina.

Dependiendo de la sustancia base generada, las glándulas exocrinas pueden ser clasificadas como

  3.4 Glándulas cerosas

Producen sustancias con consistencia acuosa como el sudor.

  3.5 Glándulas mucosas

Producen sustancias viscosas ricas en carbohidratos como las del epitelio gastrointestinal.

  3.6 Glándulas sebáceas

Producen sustancias lipídicas, es decir ricas en grasas.

De todas las glándulas exocrinas, existen unas que, si están relacionadas con el control, y son las productoras de feromonas. Las feromonas permiten la comunicación entre diferentes individuos, pero a diferencia de las hormonas estas se transmiten por el aire o el agua al exterior del organismo. Las feromonas son producidas por glándulas exocrinas obligatoriamente, de lo contrario la sustancia mensajera no podría salir del cuerpo.


4. Funciones autocrinas, paracrinas y otras

|| Regresar al Índice ||

Las funciones crinales o de secreción no son necesariamente internas, y a un de las internas “endocrinas” existe una serie de matices que es conveniente tener en cuenta.

  4.1 Función autocrina

Figura 4.1. Intracrino. Otra forma de estimulación autocrina es la intracrina, en este caso la célula se estimula a si misma por una señal que viaja en su interior.

En la función autocrina la sustancia emitida se une a receptores de la célula que los produce, es como darse una bofetada a uno mismo para dejar claro un mensaje a uno mismo.  Las sustancias autocrinas también pueden ser percibidas por células del mismo tipo o que posean el mismo receptor siempre y cuando la sustancia pueda difundirse al fluido interno, ya sea la matriz extracelular o la sangre, por esta razón las sustancias mensajeras autocrinas también reciben el nombre de hormonas, sin embargo, si el tejido involucrado es el nervioso también pueden ser llamadas neurotransmisores.

  4.2 Función intracrina

La función intracrina también indica una secreción interna, pero en este caso al interior de una única célula, y hace referencia a los mecanismos que permiten la transmisión de señales intracelulares para mantener los equilibrios, como por ejemplo la transmisión de una señal externa hacia el núcleo para que este responda fabricando sustancias acordes al estímulo. Debido a que estos mensajeros químicos actúan por difusión en el medio interno de la célula también se las llama hormonas, aunque lo más común es denominarlas como parte del sistema de transducción o transferencia de la información celular.

  4.3 Función paracrina

Relacionada con la función autocrina, son mensajeros químicos que envían señales a células muy cercanas, y los neurotransmisores caen perfectamente en esta definición. Por lo general solo se los llama neurotransmisores si la sustancia involucrada es producida y recibida por neuronas, de lo contrario se la llama hormona, pero hay situaciones en que esta diferenciación es artificial.

  4.4 Función endocrina

Estrictamente hablando, la función endocrina hace referencia a un efecto del mensajero químico a largas distancias, gracias a su transporte a través del medio interno que fluye por todas las partes del cuerpo, en ese sentido la hormona verdadera debe salir de la matriz extracelular y llegar a la hemolinfa o a la sangre, para ser distribuida a todo el cuerpo.


5. Clasificación de las hormonas

|| Regresar al Índice ||

Existen muchísimos criterios para clasificar a las hormonas, sin embargo, una categoría conveniente se ha sido la estructura química, debido a que, en muchos casos, las hormonas con estructuras similares son producidas por mecanismos semejantes, además, órganos que producen hormonas estructuralmente semejantes también poseen un origen embriológico y evolutivo “evo-devo” común. Existen tres clases básicas de hormonas: (1) derivadas de aminoácido, (2) derivadas de péptido y (3) derivadas de lípidos (Rhoades & Bell, 2013).

  5.1 Derivadas e aminoácido

Las hormonas derivadas de aminoácidos son las más simples, y se fabrican modificando uno o dos aminoácidos. Los aminoácidos empleados generalmente son comunes como la tirosina, de la cual se puede obtener norepinefrina y tiroxina. Cada una de estas hormonas es producida por una secuencia de reacciones controladas enzimáticamente. Muchos factores ambientales y farmacológicos pueden influenciar la síntesis de estas hormonas (Rhoades & Bell, 2013). Generalmente las hormonas derivadas de aminoácidos “incluyendo las derivadas de péptidos” son hidrosolubles y se acoplan a receptores transmembranales.

  5.2 Derivadas de peptidos

Las hormonas derivadas de péptidos pueden ser tan ligeras como tres aminoácidos o tan pesadas como una estructura cuaternaria proteínica. Un ejemplo de una proteína de tres aminoácidos es la hormona de liberación de tirotropina y un ejemplo de una hormona pesada es la gonadotropina coriónica humana (Rhoades & Bell, 2013).

Debido a que estas proteínas derivan su función de las proteínas, o visto de otro modo, se las puede concebir como proteínas hormonales, su función es diversa ya que esta depende de la secuencia. Al mismo tiempo la secuencia de aminoácidos permite agrupar a estas hormonas en familias evolutivas y taxonómicas. Otro factor que fundamenta la afirmación evolutiva es que los receptores específicos también comparten una secuencia homóloga común, lo cual implica el fenómeno de coevolución molecular de efector-receptor (Rhoades & Bell, 2013).

  5.3 Derivadas de lípidos

Las más importantes son aquellas derivadas del colesterol, con lo cual se denominan en su conjunto como hormonas esteroides o esteroidales. Ejemplos incluyen la aldosterona, el cortisol, la testosterona, el estrógeno, la progesterona y el estradiol. Estas primeras derivaciones se caracterizan por mantener el anillo esteroidal intacto. Otros derivados reciben mayores modificaciones como la vitamina D y sus metabolitos (Rhoades & Bell, 2013).

  5.4 Fabricación hormonal

Las hormonas derivadas de los aminoácidos y esto también incluye a los péptidos largos, se producen en el retículo endoplasmático en forma de cadenas repetitivas muy largas llamadas preprohormonas, allí mismo son clivadas para formar las cadenas individuales de las prohormonas, que son transportadas por medio de transporte vesicular al aparato de Golgi para su modificación. En ocasiones una sola prehormona puede dar lugar a diferentes hormonas, gracias a mecanismos de señalización interna hacia el aparato de Golgi, y a puntos en la secuencia del péptido que le permite ser clivado de formas diferenciales, algo semejante al esplicing alternativo, pero ya en un péptido (Rhoades & Bell, 2013).

La maduración alternativa de la prehormona también obedece al tejido en el que se produce, de forma tal que las enzimas del aparato de Golgi ubicadas en un órgano son distintas a las de otro órgano, lo cual permite generar diferentes hormonas a partir de un solo gen hormonal. A medida que la prehormona va siendo clivada en la hormona, ya se activa o inactiva, y simultáneamente esta se va transfiriendo a vesículas de transporte.

Figura 5.1. Transporte vesicular. En la imagen anterior podemos ver varios procesos, nos enfocaremos en la fabricación de hormonas, que radica en la comunicación entre el retículo endoplasmático rugoso (1) por medio de vesículas de transición (2) que transportan las pre-hormonas al aparato de Golgi, donde son modificadas a sus formas activas o activables (4), una vez modificadas estas hormonas son exportadas al exterior de la célula (5).

La exocitosis no solo sirve para eliminar desechos, en caso de que la vesícula se origine desde el aparato de Golgi su contenido son materiales químicos de importancia, como por ejemplo las hormonas. El punto es que a nivel celular los procesos fisiológicos se reciclan para realizar diferentes funciones como la excreción o la comunicación.

  5.5 Transporte hormonal

Las hormonas con base en péptidos se disuelven fácilmente en el plasma o fluido interno del organismo, pero las hormonas derivadas de los lípidos serian excluidas del flujo y acumuladas en las paredes de los vasos sanguíneos o del hemoceloma. Para evitar esto, el fluido lleva proteínas solubles afines a las hormonas liposolubles, las hormonas liposolubles se acoplan a estas proteínas por equilibrio químico, haciendo que exista una cantidad unida al transportador y otra cantidad libre en el plasma o hemolinfa (Rhoades & Bell, 2013).


6. Concentración hormonal

|| Regresar al Índice ||

La actividad hormonal está determinada por varios fenómenos interrelacionados: la cantidad de la hormona libre activa, la cantidad de la hormona transportada por otras moléculas, la cantidad de la hormona en su forma inactiva, la velocidad de degradación a formas inactivas en su excreción; aunque todas ellas afectan un solo factor, la concentración de la hormona libre cerca al tejido donde actúa, a mayor concentración más será el efecto fisiológico, por lo que dicha cantidad debe mantenerse bajo un control muy preciso (Rhoades & Bell, 2013).. Como norma General, la glándula o tejido de origen secreta hormonas en sus formas activas, sin embargo existen algunas excepciones notables (Rhoades & Bell, 2013).

  6.1 Transformación periférica

Una de las transformaciones hormonalesmejor conocidas es la conversión de testosterona a la dihidrotestosterona, así como la conversión de tiroxina a triyodotiroxina. En este sentido, las transformaciones implican un cambio conformacional de la estructura de la hormona una vez que esta se aproximaba al tejido dónde va realizar sus efectos.

  6.2 Degradación hormonal y excreción

Como cualquier sistema de regulación y control, la señal hormonal debe disiparse o desaparecer una vez que se ha realizado el estímulo apropiado, de lo contrario el tejido receptor sería sobreestimulado, lo cual acarrearía problemas de índole fisiológico como la destrucción del tejido mismo o la disminución de la cantidad de receptores. Para el caso de las hormonas, el principal mecanismo de control parece ser la alteración de la tasa de fabricación y secreción de la hormona respectiva.

El control de la cantidad producida se realiza por medio del mecanismo de retroalimentación o feedback (Rhoades & Bell, 2013). El tejido efector envía una hormona A, cuando el tejido receptor hace su estímulo fisiológico produce una hormona B al órgano efector indicando que ya tiene suficiente de la hormona A y que puede disminuir la cantidad. Este mecanismo de retroalimentación permite mantener la homeostasis hormonal y puede ser alterado fácilmente por estados de ánimo, hábitos alimenticos o ingesta de medicamentos legales o ilegales, sintéticos o “naturistas”.

Para la mayoría las hormonas en los mamíferos, el hígado es el sitio más importante del degradación aunque existen otros importantes en algunas hormonas son relevantes como los riñones. En consecuencia, enfermedades renales y hepáticas pueden alterar drásticamente el equilibrio hormonal de un individuo. Algunos medicamentos también pueden alterar la tasa de degradación de muchas hormonas y en consecuencia existe una seria posibilidad de anomalías endocrinas generadas por medicamentos como parte de sus efectos secundarios.

  6.3 Concentración mínima

El mecanismo por el cual las hormonas se realizan sus efectos es mediante el acoplamiento llave cerradura, en el cual la hormona es una llave que se une a un receptor específico en la membrana de la célula que actúa como la cerradura. Una sola hormona que se acopla a un solo receptor no va a generar una respuesta, por lo general se necesita cierta cantidad de moléculas hormonales acopladas a una cantidad mínima de receptores para generar la respuesta fisiológica requerida.

Algunas veces la acumulación de la concentración mínima puede ser rápida, pero en otros casos puede tomar años, como en el caso de las hormonas sexuales durante la pubertad (Rhoades & Bell, 2013).

Esa cantidad mínima depende del equilibrio químico de la hormona en su forma activa en sus formas inactivas o acoplarse a transportadores. En consecuencia, existen concentraciones activas e inactivas de una hormona. Según la hormona se presenta por debajo del límite activo no va haber una respuesta fisiológica. También existen límites del sobre estimulación hormonal, en la cual la hormona se presenta en tanta concentración que se estimulan demasiado el receptor es específicos para ella, lo cual genera el efecto de degradación del receptor.


7. Receptores hormonales

|| Regresar al Índice ||

Las células se comunican entre sí por muchos mecanismos complejos. Incluso los organismos unicelulares, como las células de levadura, usan pequeños péptidos llamados feromonas para coordinar los eventos de apareamiento que eventualmente resultan en células haploides con nuevos surtidos de genes. El estudio de la comunicación intercelular ha llevado a la identificación de muchos sistemas complejos de señalización que el cuerpo utiliza para establecer redes y coordinar funciones. Estos estudios también han demostrado que estas vías de señalización deben estar estrictamente reguladas para mantener la homeostasis celular. La desregulación de estas vías de señalización puede transformar el crecimiento celular normal en proliferación celular no controlada o cáncer.

Un receptor hormonal es una molécula que se acopla específicamente a una hormona. Los receptores hormonales solo una amplia familia de proteínas relacionadas filogenéticamente y que han coevolucionado (Rhoades & Bell, 2013). Existen dos tipos básicos de receptores hormonales, los receptores de superficie y los receptores internos, los cuales se relacionan a los dos tipos de hormonas más básicos, las hormonas hidrosolubles y las hormonas liposolubles.

El acoplamiento hormone a receptor es idéntico al acoplamiento enzimático, en este sentido el receptor tiene una estructura específica que le ayudas para acoplarse a la hormona por medio de interacciones moleculares débiles como las fuerzas de London o de van der Waals, así como la propia forma tridimensional de la molécula, lo cual hace que la mayoría de los modelos del funcionamiento a hormonal se dibujen como un acoplamiento de legos.

  7.1 Receptores transmembranales y la transducción de la información

Los receptores tansmembranales son proteínas integrales de la membrana, las cuales tienen tres dominios como mínimo. El primer dominio se encuentra por fuera de la membrana y es el dominio de recepción de la hormona, esta es la parte que se encarga de acoplarse específicamente con la hormona. El segundo dominio es soluble en grasas y se encuentra atravesando la membrana celular lipídica, este es el dominio que impide que el receptor se salga de la célula o ingrese a ella al citoplasma. El tercer dominio es el dominio efector, este dominio se encarga de generar mensajeros secundarios al interior del citoplasma, lo cual provoca el transporte de la señal a otras proteínas, ya sean estas proteínas de la membrana, proteínas de otros organelo celulares o el transporte de la señal directamente hacia el núcleo donde se genera la alteración de la lectura del material genético.

Figura 7.1.  Planos de transducción de señales comunes a los sistemas de segundo mensajero. Una proteína o hormona peptídica se une a un receptor de membrana plasmática, que estimula o inhibe una enzima efectora unida a la membrana a través de una proteína G. El efector cataliza la producción de muchas moléculas mensajeras secundarias dentro de la célula a partir de un precursor fosforilado (por ejemplo, la conversión de ATP a AMP cíclico). Los segundos mensajeros, a su vez, activan las proteínas quinasas (objetivos) o causan otros cambios intracelulares que finalmente conducen a la respuesta celular.

La transducción de señales se refiere a los mecanismos por los cuales los primeros mensajeros de las células transmisoras pueden convertir su información en un segundo mensajero dentro de las células receptoras. Los sistemas de señalización consisten en receptores que residen en la membrana plasmática o dentro de las células y se activan mediante una variedad de señales extracelulares o primeros mensajeros, incluidos péptidos, hormonas proteicas y factores de crecimiento, esteroides, iones, productos metabólicos, gases y diversos productos químicos o agentes físicos (p. ej., luz). Los sistemas de señalización también incluyen transductores y efectores, que participan en la conversión de la señal en una respuesta fisiológica. La vía puede incluir mensajeros intracelulares adicionales, llamados segundos mensajeros. Ejemplos de segundos mensajeros son los nucleótidos cíclicos como el monofosfato de adenosina cíclico (cAMP) y cGMP, lípidos como el inositol 1,4,5-trifosfato (IP3) y el diacilglicerol (DAG), iones como el calcio y gases como el NO y el monóxido de carbono (CO). Un esquema general para una cascada de señales es el siguiente: la señalización se inicia mediante la unión de un primer mensajero a su sitio de unión a ligando apropiado en el dominio de la superficie externa de su receptor de membrana relevante.

Esto da como resultado la activación del receptor. Al estar acoplado con su ligando, el receptor se activa, generando una cascada de reacciones químicas al interior de la célula que amplifican la señal y generan respuestas específicas. El resultado de la cascada de transducción de señales es una respuesta fisiológica, como secreción, movimiento, crecimiento, división o muerte. Es importante recordar que estas respuestas fisiológicas son el resultado colectivo de una multitud de mensajeros de señalización que transmiten señales a las células en varios tejidos.

  7.2 Receptores acoplados a proteínas G

Muchos receptores tienen como dominio efector a una proteína G. Uno de los temas más comunes cuando se estudian los mecanismos de transferencia y percepción de señales desde el exterior de una célula es el hecho de que mucho de la maquinaria molecular parece reciclarse para distintas funciones.

Uno de esos mecanismos moleculares son las proteínas G, las cuales están compuestas por una serie de dominios transmembranales. Uno de los dominios es externo, y es un receptor específico para el tipo de señal que va a activar a la proteína G. El otro dominio importante se encuentra al interior de la célula y es un efector. Cuando el receptor es activado por una señal física o la unión a un agente químico específico, la proteína altera su forma y hace que el efector al interior de la célula se active, iniciando una reacción en cascada que puede generar otras reacciones al exterior de la célula, o por el contrario puede transducir una señal al genoma donde este será activado o desactivado epigenéticamente.

Figura 7.2. Receptores transmembrana. Los receptores endocrinos son semejantes a los nerviosos, y en general se los divide como: (a) acoplados a canales iónicos; (b) acoplados a proteínas G; (c) con capacidad enzimática propia; (d) acoplados a enzimas.

Los receptores acoplados a proteínas G, GPCR, son la familia más grande de receptores de superficie celular, con más de 1,000 miembros. Estos receptores regulan indirectamente sus objetivos efectores, que pueden ser canales iónicos o enzimas efectoras unidas a la membrana plasmática, a través de la actividad intermedia de un complejo de proteínas adaptadoras unidas a la membrana llamado trifosfato de guanosina trimérico (GTP) o proteína reguladora de unión trímera (Figura 7.3). Los GPCR median las respuestas celulares a numerosos tipos de moléculas de señalización del primer mensajero, incluidas proteínas, péptidos pequeños, aminoácidos y derivados de ácidos grasos. Muchos ligandos de primer mensajero pueden activar varios GPCR diferentes. Por ejemplo, la serotonina puede activar al menos 15 GPCR diferentes.

Figura 7.3. Receptores acoplados a proteínas G. La activación de un receptor acoplado a proteínas G y la producción de monofosfato de adenosina cíclico (cAMP). Cuando se unen al guanosina difosfato (GDP), las proteínas G están en un estado inactivo y no están asociadas con un receptor. La unión de una hormona al receptor da como resultado la asociación con la proteína G trimérica inactiva, unida al PIB. La interacción de la proteína G trimérica unida a GDP con el receptor activado da como resultado la activación de la proteína G mediante el intercambio de GDP por trifosfato de guanosina (GTP) por la subunidad α. Las subunidades α y βγ de la proteína G unida a GTP activada se disocian. La subunidad α activada, unida a GTP de la proteína G trimérica puede interactuar y activar la proteína efectora de membrana adenilil ciclasa para catalizar la conversión de adenosina trifosfato (ATP) en AMPc. La actividad intrínseca de la GTPasa en la subunidad α de la proteína G hidroliza la GTP unida al PIB. La subunidad α unida a GDP se vuelve a asociar con la subunidad βγ para formar un complejo de proteína G trimérico inactivo, unido a membrana. En resumen, cuando la proteína G se activa por la asociación de su receptor externo, se asocia a un complejo interno que se corta, y una de las partes activa a un receptor interno que realiza una racción química, cuyo producto a su vez es un mensajero químico intracelular, el AMP cíclico. (YouTube)(YouTube).

Los GPCR son moléculas estructural y funcionalmente similares. Tienen un dominio extracelular de unión a ligando en un extremo de la molécula, separado por una región de siete bucles que atraviesan la membrana hasta llegar al dominio regulador citosólico en el otro extremo al interior de la célula. La unión de ligando u hormona al dominio extracelular da como resultado un cambio conformacional en el receptor que se transmite al dominio regulador citosólico. Este cambio conformacional permite una asociación del receptor activado unido al ligando con una proteína G trimérica asociada con la filtración interna de la membrana plasmática. La interacción entre el receptor activado por ligando y la proteína G, a su vez, activa la proteína G, que se disocia del receptor y transmite la señal a su enzima efectora (por ejemplo, adenilil ciclasa [AC]) o canal de iones.

La mejor analogía es el proceso llave cerradura y encendido, la cerradura es el receptor, la cual está asociada a un mecanismo que transmite la señal, que sería la proteína G, hasta el fusible de encendido, que sería el AMPc, cuando la llave específica se acopla a la cerradura, que sería la hormona o señal física, se produce un cambio en la forma de la cerradura y transmite la señal hasta lograr un efecto, encender un motor.

  7.3 Receptores acoplados a canales iónicos

Los canales iónicos, que se encuentran en todas las células, son proteínas transmembrana que cruzan la membrana plasmática y están involucradas en la regulación del paso de iones específicos dentro y fuera de las células. Aunque se los dibuja como canales literales, en realidad la mayoría funciona por cambios de estructura mecánica, como si fueran puertas giratorias o ascensores. Los canales iónicos pueden abrirse o cerrarse cambiando el potencial de membrana o uniendo ligandos, como neurotransmisores u hormonas, a los receptores de membrana. En algunos casos, el receptor y el canal iónico son una y la misma molécula. Por ejemplo, en la unión neuromuscular, el neurotransmisor acetilcolina se une a un receptor colinérgico nicotínico de membrana muscular que también es un canal iónico, esto se debe a que muchas proteínas son tan grandes, que tienen varias regiones funcionales diferentes, y una región es la llave de encendido de las demás.

En otros casos, el receptor y un canal iónico están unidos a través de una proteína G, segundos mensajeros y otras moléculas efectoras dentro de la célula, como en el receptor colinérgico muscarínico en las células inervadas por fibras nerviosas posganglionares parasimpáticas. Otra posibilidad es que el canal iónico sea activado directamente por un nucleótido cíclico, como cGMP o cAMP, producido como consecuencia de la activación del receptor. Este modo de control del canal iónico se encuentra predominantemente en los tejidos sensoriales para la vista, el olfato y la audición, así como en otros, como el músculo liso que rodea los vasos sanguíneos. La apertura o cierre de canales iónicos juega un papel clave en la señalización entre células excitables eléctricamente, como nervios y músculos.

Figura 7.4.  Efectores de tirosina quinasa. El dominio de tirosina quinasa están unidos a la parte intramembranal de un receptor, cuando el receptor se acopla a su ligando externamente, el dominio tirosina quinasa se activa, generando una señal interna.

  7.4 Receptores intramembranales

Los receptores intramembranales se encuentran al interior de la membrana celular, dichos receptores pueden estar flotando en el citoplasma celular o estar acoplados a las membranas internas de los organelos. Las hormonas específicas para estos receptores son liposolubles, y en consecuencia son capaces de atravesar la membrana celular por transporte pasivo. Las más importantes hormonas de este tipo, son las esteroidales como la testosterona y los estrógenos (Rhoades & Bell, 2013).

  7.5 Transducción de la señal

A menos que estemos tratando con un canal iónico, muchas de las hormonas para acoplarse a su receptor generan una reacción en cascada. Dicha reacción finaliza con la producción de proteínas conocidas como factores de transcripción. Los factores de transcripción se acoplan específicamente a regiones del ADN, estimulando o reprimiendo la lectura de los genes y por lo tanto afectando la producción de proteínas, enzimas, receptores y en general cualquier molécula fabricada a partir de la información genética.

La transferencia la señal hormonal también está involucrada con el efecto de destrucción del receptor por sobreexposición hormonal. Cuando se acoplan más receptores de los necesarios, ya sea por una producción excesiva de la hormona, por errores en su degradación o excreción, o por la ingesta externa en forma de medicamentos, el sistema de transferencia de la información activa genes suicidas o que bloquean la producción de los receptores (Rhoades & Bell, 2013).

Esto trae como consecuencia que el tejido afectado se hace menos sensible a la concentración hormonal, por lo que la cantidad fisiológica de la hormona ya no genera el mismo efecto. Esta es la base de lo que se conoce como síndrome de abstinencia, la cual es muy importante en el sistema nervioso y las adicciones a sustancias negro trópicas, pero que también puede afectar al sistema endocrino como en la adicción a la testosterona.

  7.6 Receptores de membrana y balsas de lípidos

Como se mencionó anteriormente, las moléculas que produce una célula para actuar sobre sí misma (señalización autocrina) u otras células (señalización paracrina, neural o endocrina) son ligandos o primeros mensajeros. Muchos de estos ligandos se unen directamente a las proteínas receptoras que residen dentro y se extienden tanto fuera como dentro de la membrana plasmática. Otros ligandos cruzan la membrana plasmática e interactúan con los receptores celulares que residen en el citoplasma o el núcleo. Por ejemplo, los receptores celulares se dividen en dos tipos generales: receptores de superficie celular y receptores intracelulares. Se han identificado clases generales de árbol de receptores de superficie celular: receptores acoplados a proteínas G (GPCR), receptores unidos a canales iónicos y receptores unidos a enzimas. Algunos, pero no todos, de estos receptores de la superficie celular pueden encontrarse en estructuras organizadas que forman "microdominios" dentro de la membrana plasmática.

Estos microdominios especializados se conocen como balsas de lípidos y son distintos del resto de la membrana plasmática, ya que están altamente enriquecidos en colesterol y esfingolípidos como la esfingomielina y tienen niveles más bajos de fosfatidilcolina que la bicapa circundante. Las balsas de lípidos pueden actuar para compartimentar y organizar el ensamblaje de complejos de señalización. Su fluidez reducida y su empaquetamiento apretado les permite "flotar" libremente en la bicapa de membrana. Los ejemplos de receptores de membrana que pueden requerir balsas de lípidos para la transducción de señales efectiva incluyen el receptor de EGF, el receptor de insulina, el receptor de antígeno de células B y el receptor de antígeno de células T. Además de los receptores de membrana, varios canales

  7.7 Efectores de tirosina quinasa

Muchas hormonas y factores de crecimiento (mitógenos) señalan sus células objetivo al unirse a una clase de receptores que tienen actividad de tirosina quinasa y dan como resultado la fosforilación de residuos de tirosina en el receptor y otras proteínas objetivo. Muchos de los receptores de esta clase de receptores de membrana plasmática tienen un dominio intrínseco de tirosina quinasa que forma parte de la región citoplasmática del receptor. Otro grupo de receptores relacionados carece de una tirosina quinasa intrínseca pero, cuando se activa, se asocia con una tirosina quinasa citoplasmática. Ambas familias de receptores de tirosina quinasa utilizan vías de transducción de señal similares, y se discutirán juntas.

Estructuralmente, los receptores de tirosina quinasa consisten en una región de unión a hormonas que está expuesta al espacio extracelular, una región transmembrana y un dominio de cola citoplasmático. Los ejemplos de agonistas (moléculas que se unen y activan receptores o ligandos) para estos receptores incluyen hormonas (p. Ej., Insulina) o factores de crecimiento (p. Ej., Factores de crecimiento epidérmicos, fbroblastos y derivados de plaquetas). Las cascadas de señalización generadas por la activación de los receptores de tirosina quinasa pueden dar como resultado la amplificación de la transcripción genética y la transcripción de novo de genes involucrados en el crecimiento, la diferenciación celular y movimientos como el rastreo o los cambios de forma.

Receptores de hormonas esteroides y epigenética

Los receptores hormonales residen en la superficie celular o dentro de la célula. Hay dos tipos generales de hormonas que activan estos receptores: las hormonas peptídicas y las hormonas esteroides. Los receptores de hormonas peptídicas son generalmente proteínas de membrana plasmática que pertenecen a la familia de GPCR y afectan su señalización mediante la generación de segundos mensajeros como cAMP e IP3 y mediante la liberación de calcio desde sus compartimentos de almacenamiento. La señalización GPCR ya se ha descrito y no se discutirá más aquí.

El segundo grupo principal de hormonas, las hormonas esteroides, se une a las proteínas receptoras solubles ubicadas en el citosol o al núcleo (tipo I) o a los receptores ya unidos a los elementos de respuesta genética (promotor) de los genes objetivo (tipo II). ¿Por qué las hormonas esteroides no se unen a receptores externos?, pues porque estas atraviesan libremente la membrana celular al ser de naturaleza grasa. Los ejemplos de receptores de hormonas esteroides citoplasmáticos o nucleares de tipo I incluyen los receptores de hormonas sexuales (andrógenos, estrógenos y progesterona), receptores de glucocorticoides (cortisol) y receptores de mineralocorticoides (aldosterona). Los ejemplos de receptores de hormonas esteroides unidas al ADN de tipo II incluyen vitamina A, vitamina D, retinoides y receptores de hormona tiroidea.

Figura 7.5.  El mecanismo general de acción de las hormonas esteroides. Las hormonas esteroides (S) son solubles en lípidos y pasan a través de la membrana plasmática, donde se unen a un receptor afín en el citoplasma. El complejo hormona esteroide-receptor luego se mueve al núcleo y se une a un HRE en la región reguladora del promotor de genes específicos sensibles a las hormonas. La unión del complejo hormona esteroidea-receptor al elemento de respuesta inicia la transcripción del gen para formar ARN mensajero (ARNm). El ARNm se mueve al citoplasma, donde se traduce en una proteína que participa en una respuesta celular. Se cree que las hormonas tiroideas actúan por un mecanismo similar, aunque sus receptores ya están unidos a un HRE, reprimiendo la expresión génica. El complejo receptor de hormona tiroidea se forma directamente en el núcleo y da como resultado la activación de la transcripción del gen sensible a la hormona tiroidea.

En general, los receptores de hormonas esteroides tienen cuatro dominios reconocidos, que incluyen dominios variables, de unión al ADN, de bisagra y de unión a hormonas y dimerización. El dominio variable N-terminal es una región con poca similitud entre estos receptores. Un dominio de unión al ADN ubicado en el centro consta de dos motivos globulares donde el zinc se coordina con los residuos de cisteína (dedo de zinc). Este es el dominio que controla el gen objetivo que se activará y también puede tener sitios para la fosforilación de las proteínas quinasas que participan en la modificación de la actividad transcripcional del receptor. Entre los dominios centrales de unión al ADN y de unión a la hormona C-terminal se encuentra un dominio bisagra, que controla el movimiento del receptor al núcleo.

El dominio de dimerización y unión a la hormona carboxilo terminal une la hormona y luego permite que el receptor se dimerice, un paso necesario para la unión al ADN. Cuando las hormonas esteroides se unen a su receptor, el complejo hormona-receptor se mueve al núcleo, donde se une a una secuencia de ADN específica en la región reguladora del gen (promotor) de un gen sensible a las hormonas. La secuencia de ADN dirigida en el promotor se denomina elemento de respuesta hormonal (HRE). La unión del complejo hormona-receptor al HRE puede activar o reprimir la transcripción de genes, y por ende la función de un grupo de células. Aunque la mayoría de los efectos implican una mayor producción de proteínas específicas, también puede producirse una producción reprimida de ciertas proteínas por las hormonas esteroides. El resultado de la estimulación por las hormonas esteroides es un cambio en la lectura o transcripción del genoma.

Estas proteínas y / o enzimas recién sintetizadas afectarán el metabolismo celular con respuestas atribuibles a esa hormona esteroidea particular. La unión del complejo hormona-receptor activado a la cromatina da como resultado alteraciones en la actividad de la ARN polimerasa que conducen a una transcripción aumentada o disminuida de porciones específicas del genoma. Como resultado, se produce ARNm, que conduce a la producción de nuevas proteínas celulares o cambios en las tasas de síntesis de proteínas preexistentes. También se sabe que los receptores de hormonas esteroides sufren reacciones de fosforilación / desfosforilación. El efecto de esta modificación covalente es también un área de investigación activa. El modelo de acción de la hormona esteroide que se muestra en la Figura 1.13 es generalmente aplicable a todas las hormonas esteroides.

A diferencia de las hormonas esteroides, las hormonas tiroideas y el ácido retinoico se unen a receptores que ya están asociados con los elementos de respuesta al ADN de los genes objetivo. Los ejemplos de estas hormonas receptoras de tipo II incluyen las hormonas tiroideas, los retinoides, la vitamina A y la vitamina D. Los receptores desocupados están inactivos hasta que la hormona se une y sirven como represores en ausencia de hormonas.

Este tipo de control genético no solo afecta al individuo inmediato, se ha demostrado que estos mecanismos pueden encender o apagar genes en generaciones sucesivas de la línea de células germinales en respuesta a factores ambientales, lo que se conoce en general como mecanismos epigenéticos.


8. La homeostasis y la señalización hormonal

|| Regresar al Índice ||

La fisiología es el estudio de procesos y funciones en organismos vivos, abarca muchas disciplinas, con fuertes raíces en el campo de la física, la química y las matemáticas. Los fisiólogos suponen que las mismas leyes químicas y físicas que se aplican al mundo inanimado rigen los procesos en el cuerpo vivo, intentando describir funciones en términos químicos, físicos y biológicos. Por ejemplo, la distribución de iones a través de las membranas celulares se describe en términos termodinámicos, la contracción muscular se analiza en términos de fuerzas y velocidades, y la regulación en el cuerpo se describe en términos de la teoría de sistemas de control. Debido a que las funciones de un sistema vivo son llevadas a cabo por sus estructuras componentes, una comprensión de su estructura desde su anatomía general hasta el nivel molecular es relevante para la comprensión de la fisiología.

Figura 8.1. Un océano propio. Las células vivas de nuestro cuerpo, rodeadas por un entorno interno (líquido extracelular), se comunican con el mundo externo a través de este medio. Los intercambios de materia y energía entre el cuerpo y el entorno externo (indicado por flechas) se producen a través del tracto gastrointestinal, los riñones, los pulmones y la piel (incluidos los órganos sensoriales especializados).

El alcance de la fisiología abarca desde las actividades o funciones de las moléculas y células individuales hasta la interacción de nuestros cuerpos con el mundo externo. En los últimos años, hemos visto muchos avances en nuestra comprensión de los procesos fisiológicos a nivel molecular y celular. En organismos superiores, los cambios en la función celular ocurren en el contexto de todo el organismo, y diferentes tejidos y órganos pueden afectarse entre sí. La actividad independiente de un organismo requiere la coordinación de la función en todos los niveles, desde el molecular y el celular hasta el individuo completo. Una parte importante de la fisiología es comprender cómo se controlan las diferentes poblaciones de células que forman los tejidos, cómo interactúan y cómo se adaptan a las condiciones cambiantes. Para que una persona se mantenga saludable, las condiciones fisiológicas en el cuerpo deben ser óptimas y estar estrechamente reguladas. La regulación requiere una comunicación eficiente entre células y tejidos.

Nuestros cuerpos están hechos de materiales increíblemente complejos y delicados, y estamos constantemente sujetos a todo tipo de perturbaciones, sin embargo, seguimos adelante durante toda la vida. Está claro que las condiciones y los procesos en el cuerpo deben controlarse y regularse estrechamente, es decir, mantenerse dentro de los valores apropiados. A continuación, consideramos, en términos generales, la regulación fisiológica en el cuerpo.

Los ingenieros han reconocido por mucho tiempo que se pueden lograr condiciones estables mediante sistemas de control de retroalimentación negativa. La retroalimentación es un flujo de información a lo largo de un circuito cerrado. Los componentes de un sistema de control de retroalimentación negativa simple incluyen una variable regulada, un sensor (o detector), un controlador (o comparador) y un efector. Cada componente controla el siguiente componente. Varias perturbaciones pueden surgir dentro o fuera del sistema y causar cambios no deseados en la variable regulada. Con la retroalimentación negativa, se detecta una variable regulada, la información se retroalimenta al controlador y el efector actúa para oponerse al cambio (de ahí el término negativo).

Un ejemplo familiar de un sistema de control de retroalimentación negativa es el control termostático de la temperatura ambiente. La temperatura ambiente (variable regulada) está sujeta a perturbaciones. Por ejemplo, en un día frío, la temperatura ambiente cae. Un termómetro (sensor) en el termostato (controlador) detecta la temperatura ambiente. El termostato está configurado para una determinada temperatura (punto de ajuste). El controlador compara la temperatura real (señal de retroalimentación) con la temperatura del punto de ajuste, y se genera una señal de error si la temperatura ambiente cae por debajo de la temperatura establecida. La señal de error activa el horno (efector). El cambio resultante en la temperatura ambiente es monitoreado, y cuando la temperatura sube lo suficiente, el horno se apaga. Tal sistema de retroalimentación negativa permite cierta fluctuación en la temperatura ambiente, pero los componentes actúan juntos para mantener la temperatura establecida. La comunicación efectiva entre el sensor y el efector es importante para mantener estas oscilaciones al mínimo.

Existen sistemas similares de retroalimentación negativa para mantener la homeostasis en el cuerpo. Por ejemplo, el mantenimiento del agua y las sales en el cuerpo se conoce como osmorregulación o equilibrio de líquidos. Durante el ejercicio, el equilibrio de líquidos puede verse alterado como resultado de la pérdida de agua por la sudoración. La pérdida de agua produce un aumento de la concentración de sales en la sangre y los líquidos tisulares, que las células del cerebro perciben como una retroalimentación negativa. El cerebro responde diciéndole a los riñones que reduzcan la secreción de agua y también aumentando la sensación de sed. En conjunto, la reducción de la pérdida de agua en los riñones y el aumento de la ingesta de agua devuelven los fluidos sanguíneos y tisulares a la concentración osmótica correcta. Este sistema de retroalimentación negativa permite fluctuaciones menores en las concentraciones de agua y sal en el cuerpo, pero actúa rápidamente para compensar las perturbaciones y restaurar las condiciones osmóticas fisiológicamente aceptables.

  8.1 El medio interno

El entorno interno estable es esencial para la función celular normal. El fisiólogo francés del siglo XIX Claude Bernard fue el primero en formular el concepto del ambiente interno (milieu intérieur). Señaló que un ambiente externo rodea a los organismos multicelulares (aire o agua) y un ambiente interno líquido (fluido extracelular) rodea las células que forman el organismo. Estas células no están expuestas directamente al mundo externo, sino que interactúan con él a través de su entorno circundante, que es continuamente renovado por la sangre circulante.

Para una función óptima de células, tejidos y órganos en animales, se deben mantener varias facetas del entorno interno dentro de límites estrechos. Estos incluyen, entre otros,

👉          tensiones de oxígeno y dióxido de carbono;

👉          concentraciones de glucosa y otros metabolitos;

👉          presión osmótica;

👉          concentraciones de iones de hidrógeno, potasio, calcio y magnesio; y

👉          temperatura.

Las desviaciones de las condiciones óptimas pueden provocar disfunción, enfermedad o muerte. Bernard declaró: "La estabilidad del ambiente interno es la condición principal para una existencia libre e independiente". Reconoció que la independencia de un animal de las condiciones externas cambiantes está relacionada con su capacidad para mantener un ambiente interno relativamente constante. Un buen ejemplo es la capacidad de los animales de sangre caliente de vivir en climas diferentes. En un amplio rango de temperaturas externas, la temperatura central en los mamíferos se mantiene constante tanto por mecanismos fisiológicos como conductuales. Esta estabilidad ofrece una gran flexibilidad y tiene un evidente valor de supervivencia.

  8.2 La homeostasis

La homeostasis es el mantenimiento de estados estacionarios en el cuerpo mediante mecanismos fisiológicos coordinados. La clave para mantener la estabilidad del entorno interno del cuerpo es la coordinación magistral de los mecanismos reguladores importantes en el cuerpo. El reconocido fisiólogo Walter B. Cannon capturó el espíritu de la capacidad del cuerpo para la autorregulación al definir el término homeostasis como el mantenimiento de estados estables en el cuerpo mediante mecanismos fisiológicos coordinados.

Comprender el concepto de homeostasis es importante para comprender y analizar las condiciones normales y patológicas en el cuerpo. Para funcionar de manera óptima en una variedad de condiciones, el cuerpo debe detectar desviaciones de lo normal y luego ser capaz de activar mecanismos para restaurar las condiciones fisiológicas a la normalidad. Las desviaciones de las condiciones normales pueden variar entre demasiado alto y demasiado bajo, por lo que existen mecanismos para oponerse a los cambios en cualquier dirección. Por ejemplo, si la concentración de glucosa en sangre es demasiado baja, la hormona glucagón se libera de las células alfa del páncreas y la epinefrina se libera de la médula suprarrenal para aumentarla. Si la concentración de glucosa en sangre es demasiado alta, las células beta del páncreas liberan insulina para disminuirla al mejorar la captación, el almacenamiento y el metabolismo celular de la glucosa. Las respuestas conductuales también contribuyen al mantenimiento de la homeostasis. Por ejemplo, una concentración baja de glucosa en la sangre estimula los centros de alimentación en el cerebro, impulsando al animal a buscar comida.

La regulación homeostática de una variable fisiológica a menudo implica varios mecanismos cooperantes activados al mismo tiempo o en sucesión. Cuanto más importante es una variable, más numerosos y complicados son los mecanismos que operan para mantenerla en el valor deseado. Cuando el cuerpo no puede restaurar las variables fisiológicas, puede producirse la enfermedad o la muerte. La capacidad de mantener los mecanismos homeostáticos varía a lo largo de la vida de una persona, con algunos mecanismos homeostáticos que no se desarrollan completamente al nacer y otros que disminuyen con la edad. Por ejemplo, un recién nacido no puede concentrar la orina tan bien como un adulto y, por lo tanto, es menos capaz de tolerar la privación de agua. Los adultos mayores son menos capaces de tolerar el estrés, como el ejercicio o el clima cambiante, que los adultos más jóvenes.

  8.3 Homeostasis intracelular

El término homeostasis se refiere tradicionalmente al fluido extracelular que baña nuestros tejidos, pero también se puede aplicar a afecciones dentro de las células. De hecho, el objetivo final de mantener un ambiente interno constante es promover la homeostasis intracelular, y hacia este fin, las condiciones en el citosol de las células están estrechamente reguladas. La multitud de reacciones bioquímicas características de una célula debe estar estrictamente regulada para proporcionar energía metabólica y tasas adecuadas de síntesis y descomposición de los componentes celulares. Las reacciones metabólicas dentro de las células son catalizadas por enzimas y, por lo tanto, están sujetas a varios factores que regulan o influyen en la actividad enzimática:

👉          el producto final de las reacciones puede inhibir la actividad catalítica de las enzimas, un proceso llamado inhibición del producto final, relacionado con el equilibrio químico y el principio de Le-Chatelier. La inhibición del producto final es un ejemplo de control de retroalimentación negativa.

👉          las proteínas reguladoras intracelulares como la proteína de unión al calcio calmodulina pueden asociarse con enzimas para controlar su actividad.

👉          las enzimas pueden controlarse mediante la modificación covalente, como la fosforilación o la desfosforilación.

👉          las enzimas receptoras pueden controlarse por secuestración en vesículas y degradación, mecanismo involucrado en la enfermedad del control fisiológico conocida como la adicción.

👉          el entorno iónico dentro de las células, incluida la concentración de iones de hidrógeno ([H+]), la fuerza iónica y la concentración de iones de calcio, influye en la estructura y actividad de las enzimas.

Figura 8.2. El eje Hipotálamo-Pituitaria-Tiroides. El hipotálamo no solo produce hormonas, también es un detector de hormonas como la tiroxina, que compara la concentración de la hormona por medio de la unión con receptores en su membrana, si muchos receptores se acoplan a la tiroxina, este detiene la producción de la hormona hipotalámica y su efecto cascada disminuye la cantidad de tiroxina en la tiroides.

La concentración de iones de hidrógeno [H+] o pH “o simplemente nivel de acidez” afecta la carga eléctrica de los aminoácidos que comprenden una proteína, y esto contribuye a su configuración estructural y propiedades de unión, que en últimas controlan su función, total o parcialmente. Como una medida de acidez o alcalinidad, el pH afecta las reacciones químicas en las células y la organización de las proteínas estructurales. Las células pueden regular su pH a través de mecanismos que generan o que destierran iones de hidrógeno intracelulares.

La estructura y la actividad de las proteínas celulares también se ven afectadas por la concentración de sal o la fuerza iónica. La fuerza iónica citosólica depende del número total y la carga de iones por unidad de volumen de agua dentro de las células. Las células pueden regular su fuerza iónica manteniendo la mezcla adecuada de iones y moléculas agrupadas (por ejemplo, osmolitos orgánicos como el sorbitol). Muchas células usan calcio como señal intracelular o "mensajera" para la activación enzimática y, por lo tanto, deben poseer mecanismos para regular el citosólico [Ca2+]. Actividades fundamentales como la contracción muscular; la secreción de neurotransmisores, hormonas y enzimas digestivas; y la apertura o cierre de los canales iónicos están mediados por cambios transitorios la concentración de [Ca2+] citosólico.  El [Ca2+] citosólico en las células en reposo es bajo, aproximadamente 1 x 10-7 M, y muy por debajo de la concentración de [Ca2+] en el líquido extracelular (aproximadamente 2.5 x 10-3 M).

El [Ca2+] citosólico está regulado por la unión del calcio a las proteínas intracelulares, el transporte está regulado por las bombas de calcio dependientes de trifosfato de adenosina (ATP) en las mitocondrias y otros orgánulos (p. Ej., Retículo sarcoplásmico en el músculo), y la extrusión de calcio está regulada a través de intercambiadores de [Na+/Ca2+] de membrana celular y bombas de calcio. Las toxinas o la producción disminuida de ATP pueden conducir a una concentración citosólica de [Ca2+] anormalmente elevada. El [Ca2+] citosólico anormal puede conducir a la hiperactivación de las vías enzimáticas dependientes de calcio, y los niveles citosólicos altos [Ca2+] pueden abrumar los mecanismos reguladores del calcio, lo que lleva a la muerte celular.

  8.4 Control de avance

El control de avance generalmente actúa en combinación con sistemas de retroalimentación negativa. Un ejemplo es tomar un lápiz. Los movimientos del brazo, la mano y los dedos están dirigidos por la corteza cerebral (controlador de avance); los movimientos son suaves y las fuerzas son apropiadas solo en parte debido a la retroalimentación de la información visual y la información sensorial de los receptores en las articulaciones y los músculos. Otro ejemplo de esta combinación ocurre durante el ejercicio. Los ajustes respiratorios y cardiovasculares coinciden estrechamente con la actividad muscular, de modo que las tensiones de oxígeno en la sangre arterial y dióxido de carbono (la presión parcial de un gas en un líquido) apenas cambian durante todo el ejercicio. Una explicación para este comportamiento notable es que el ejercicio produce simultáneamente una señal de alimentación hacia delante generada centralmente para los músculos activos y los sistemas respiratorio y cardiovascular; El control de avance, junto con la información de retroalimentación generada como consecuencia del aumento del movimiento y la actividad muscular, ajusta el corazón, los vasos sanguíneos y los músculos respiratorios. Además, la función del sistema de control puede adaptarse durante un período de tiempo. La experiencia y el aprendizaje pasados ​​pueden cambiar la producción del sistema de control para que se comporte de manera más eficiente o apropiada.

Aunque los mecanismos de control homeostáticos generalmente actúan para el bien del cuerpo, a veces son engañosos, inapropiados o excesivos. Muchas enfermedades, como el cáncer, la diabetes, la adicción y la hipertensión, se desarrollan debido a defectos en estos mecanismos de control. Alternativamente, los mecanismos homeostáticos dañados también pueden provocar enfermedades autoinmunes, en las que el sistema inmunitario ataca el propio tejido del cuerpo. La formación de una cicatriz es un ejemplo de un mecanismo homeostático importante para la curación de heridas, pero en muchas enfermedades crónicas, como la fibrosis pulmonar, la cirrosis hepática y la enfermedad renal intersticial, la formación de cicatrices sale mal y se vuelve excesiva.

  8.5 Regulación positiva

La retroalimentación positiva promueve un cambio en una dirección. Con la retroalimentación positiva, se detecta una variable y se toman medidas para reforzar un cambio de la variable. El término positivo se refiere a que la respuesta está en la misma dirección, lo que lleva a un efecto acumulativo o amplificado. La retroalimentación positiva no conduce a la estabilidad o la regulación, sino a lo contrario: un cambio progresivo en una dirección. Un ejemplo de retroalimentación positiva en un proceso fisiológico es la sensación de necesidad de orinar. A medida que se llena la vejiga, se estimulan los mecanosensores de la vejiga y el músculo liso de la pared de la vejiga comienza a contraerse. A medida que la vejiga continúa llenándose y distendiéndose, las contracciones aumentan y la necesidad de orinar se vuelve más urgente. En este ejemplo, responder a la necesidad de orinar resulta en una sensación de alivio inmediato al vaciar la vejiga, y esto es una retroalimentación positiva.

Otro ejemplo de retroalimentación positiva ocurre durante la fase folicular del ciclo menstrual. El estrógeno de la hormona sexual femenina estimula la liberación de la hormona luteinizante, que a su vez provoca una mayor síntesis de estrógenos por parte de los ovarios. Esta retroalimentación positiva culmina en la ovulación.

Un tercer ejemplo es la liberación de calcio inducida por calcio en las células musculares cardíacas que ocurre con cada latido cardíaco. La despolarización de la membrana plasmática del músculo cardíaco conduce a un pequeño flujo de calcio a través de los canales de calcio de la membrana. Esto conduce a una liberación explosiva de calcio desde los orgánulos intracelulares, un aumento rápido en el nivel de calcio citosólico y la activación de la maquinaria contráctil.

La retroalimentación positiva, si no se controla, puede conducir a un círculo vicioso y situaciones peligrosas. Por ejemplo, un corazón puede estar tan debilitado por una enfermedad que no puede proporcionar un flujo sanguíneo adecuado al tejido muscular del corazón. Esto conduce a una mayor reducción de la capacidad de bombeo cardíaco, incluso menos flujo sanguíneo coronario, y un mayor deterioro de la función cardíaca. La tarea del médico a veces es interrumpir los ciclos de retroalimentación positiva cíclica perjudiciales.

Figura 8.3. Frecuencia porcentual en masa del cuerpo humano. Los fluidos corporales, que comprenden aproximadamente el 60% del peso corporal total, se pueden dividir en dos compartimentos principales: el compartimento intracelular y el compartimento extracelular. El compartimento intracelular, que representa aproximadamente el 40% del peso del cuerpo, es principalmente una solución de potasio, otros iones y proteínas. El compartimento extracelular, que representa aproximadamente el 20% del peso corporal, que comprende los fluidos intersticiales, el plasma y otros fluidos, como el moco y los jugos digestivos, está compuesto principalmente de NaCl y NaHCO3.

  8.6 El equilibrio

La fisiología a menudo implica el estudio de intercambios de materia o energía entre diferentes espacios o compartimentos definidos, separados por algún tipo de estructura limitante o membrana. Simplísticamente, todo el cuerpo se puede dividir en dos compartimentos principales: líquido intracelular y líquido extracelular, que están separados por las membranas plasmáticas celulares. El componente fluido del cuerpo comprende aproximadamente el 60% del peso corporal total. El compartimento de líquido intracelular comprende aproximadamente dos tercios del agua del cuerpo y está compuesto principalmente de potasio y otros iones, así como proteínas. El compartimento de líquido extracelular es el tercio restante del agua del cuerpo (aproximadamente el 20% de su peso), consiste en todos los líquidos corporales fuera de las células e incluye el líquido intersticial que baña las células, la linfa, el plasma sanguíneo y los líquidos especializados. como el líquido cefalorraquídeo. Es principalmente una solución de cloruro de sodio (NaCl) y carbonato de sodio (NaHCO3) que se puede dividir en tres subcompartimentos: el líquido intersticial (linfa y plasma); plasma que circula como componente extracelular de la sangre; y líquido transcelular, que es un conjunto de líquidos que están fuera de los compartimentos normales, como el líquido cefalorraquídeo, los líquidos digestivos y la mucosidad.

Cuando dos compartimentos están en equilibrio, las fuerzas opuestas están equilibradas, y no hay transferencia neta de una sustancia o energía particular de un compartimento al otro. El equilibrio se produce si se ha permitido un tiempo suficiente para el intercambio y si ninguna fuerza impulsora física o química favorecería el movimiento neto en una dirección u otra. Por ejemplo, en el pulmón, el oxígeno en los espacios alveolares se disipa en la sangre capilar pulmonar hasta que se alcanza la misma tensión de oxígeno en ambos compartimientos. El equilibrio osmótico entre las células y el fluido extracelular normalmente está presente en el cuerpo debido a la alta permeabilidad al agua de la mayoría de las membranas celulares. Una condición de equilibrio, si no se altera, permanece estable. No se requiere gasto de energía para mantener un estado de equilibrio.

El equilibrio y el estado estacionario a veces se confunden entre sí. Un estado estacionario es simplemente una condición que no cambia con el tiempo. Indica que la cantidad o concentración de una sustancia en un compartimento es constante. En un estado estable, no hay ganancia o pérdida neta de una sustancia en un compartimento. Tanto el estado estable como el equilibrio sugieren condiciones estables, pero un estado estable no necesariamente indica una condición de equilibrio, y puede ser necesario un gasto de energía para mantener un estado estable. Por ejemplo, en la mayoría de las células del cuerpo, hay un estado estable para los iones Na+; Las cantidades de Na+ que entran y salen de las celulas por unidad de tiempo son iguales. Pero las concentraciones de iones  intracelulares y extracelulares están lejos del equilibrio. El [Na+] extracelular es mucho más alto que el [Na+] intracelular, y el Na+ tiende a moverse hacia las células por la concentración y los gradientes eléctricos. La célula usa continuamente energía metabólica para bombear Na+ fuera de la célula para mantener la célula en un estado estable con respecto a los iones Na+. En los sistemas vivos, las condiciones a menudo son desplazadas del equilibrio por el gasto constante de energía metabólica, pues de no lograrse esto, las fuerzas del universo conducen a la muerte.

  8.7 Coordinación entre sistemas

(YouTube) Las funciones corporales se pueden analizar en términos de varios sistemas, como los sistemas nervioso, muscular, cardiovascular, respiratorio, renal, gastrointestinal y endocrino. Sin embargo, estas divisiones son bastante arbitrarias, y todos los sistemas interactúan y dependen unos de otros. Por ejemplo, caminar implica la actividad de muchos sistemas además de los sistemas muscular y esquelético. El sistema nervioso coordina los movimientos de las extremidades y el cuerpo, estimula la contracción de los músculos y detecta la tensión muscular y la posición de las extremidades. El sistema cardiovascular suministra sangre a los músculos, proporcionando nutrición y la eliminación de desechos metabólicos y calor. El sistema respiratorio suministra oxígeno y elimina el dióxido de carbono. El sistema renal mantiene una composición sanguínea óptima. El sistema gastrointestinal suministra metabolitos que producen energía. El sistema endocrino ayuda a ajustar el flujo sanguíneo y el suministro de varios sustratos metabólicos a los músculos activos. La actividad corporal coordinada exige la integración de muchos sistemas.

Investigaciones recientes demuestran que muchas enfermedades pueden explicarse sobre la base de una función anormal a nivel molecular. Estas investigaciones han llevado a avances increíbles en nuestro conocimiento de las funciones celulares normales y anormales. Sin embargo, las enfermedades ocurren dentro del contexto de un organismo completo y es importante comprender cómo todas las células, tejidos, órganos y sistemas de órganos responden a una alteración (proceso de la enfermedad) e interactúan. El decir: "El todo es más que la suma de sus partes", ciertamente se aplica a lo que sucede en los organismos vivos. La ciencia de la fisiología tiene el desafío único de tratar de dar sentido a las complejas interacciones que ocurren en el cuerpo. Comprender los procesos y funciones del cuerpo es claramente fundamental tanto para la investigación biomédica como para la medicina.


9. Modos de comunicación y señalización celular

|| Regresar al Índice ||

El cuerpo humano tiene varios medios para transmitir información entre las células. Estos mecanismos incluyen la comunicación directa entre las células adyacentes a través de uniones vacías, señalización autocrina y paracrina, y la liberación de neurotransmisores y hormonas (sustancias químicas con funciones reguladoras) producidas por las células endocrinas y nerviosas (Figura 9.1).

Figura 9.1. Modos de señalización celular. Las células pueden comunicarse entre sí directamente a través de uniones huecas o mensajeros químicos. Con la señalización autocrina y paracrina, un mensajero químico difunde a corta distancia a través del líquido extracelular y se une a un receptor en la misma célula o en una célula cercana. La señalización nerviosa implica la transmisión rápida de potenciales de acción, a menudo a largas distancias, y la liberación de un neurotransmisor en una sinapsis. La señalización endocrina implica la liberación de una hormona en el torrente sanguíneo y la unión de la hormona a receptores específicos de células diana. La señalización neuroendocrina implica la liberación de una hormona de una célula nerviosa y el transporte de la hormona por la sangre a una célula objetivo distante.

  9.1 Uniones de brecha

La membrana plasmática de las células que están formadas por la proteína conexina (Figura 9.2). Seis conexinas se ensamblan en la membrana plasmática de una célula para formar un medio canal (hemicanal), llamado conexón. Dos conexiones alineadas entre dos células vecinas se unen de extremo a extremo para formar un canal intercelular entre las membranas plasmáticas de las células adyacentes. Las uniones huecas permiten el flujo de iones (por lo tanto, corriente eléctrica) y pequeñas moléculas entre el citosol de las células vecinas. Las uniones de brechas son críticas para la función de muchos tejidos y permiten la transmisión rápida de señales eléctricas entre las células vecinas del corazón, las células del músculo liso y algunas células nerviosas. También pueden acoplar funcionalmente células epiteliales adyacentes. Se cree que las uniones de brecha juegan un papel en el control del crecimiento y la diferenciación celular, al permitir que las células adyacentes compartan un entorno intracelular común. A menudo, cuando una célula se lesiona, se cierran las uniones, separando una célula dañada de sus vecinos. Este proceso de aislamiento puede ser el resultado de un aumento de calcio o una disminución del pH en el citosol de la célula dañada.

  9.2 Comunicación paracrina

Consiste en enviar señales a cortas distancias, pero sin que existan canales, es decir, las células no se tocan, y la señal enviada debe viajar por difusión simple en el fluido intercelular hasta las células vecinas. Este medio de comunicación no depende de un sistema vascular. Los factores de señalización paracrina afectan solo al entorno inmediato y se unen con alta especificidad a los receptores celulares en la membrana plasmática de la célula receptora.

Figura 9.2. Uniones de brecha. El canal conecta el citosol de las células adyacentes. Seis moléculas de la proteína conexina forman un canal mediador llamado conexión. Los iones y las moléculas pequeñas como los nucleótidos pueden fluir a través del poro formado por la unión de los conexones de las células adyacentes.

También se destruyen rápidamente por las enzimas extracelulares o se unen a la matriz extracelular, evitando así su difusión generalizada. El óxido nítrico (NO), originalmente llamado factor relajante derivado del endotelio (EDRF), es un ejemplo de una molécula de señalización paracrina porque tiene una vida media intrínsecamente corta y, por lo tanto, puede afectar a las células ubicadas directamente al lado de la célula productora de NO. Aunque la mayoría de las células pueden producir NO, este tiene un papel importante en la mediación del tono del músculo liso vascular, facilitando las actividades de neurotransmisión del sistema nervioso central (SNC) y modulando las respuestas inmunes.

Por el contrario, durante la señalización autocrina, la célula libera un mensajero químico en el fluido extracelular que se une a un receptor en la superficie de la célula que lo. Los eicosanoides (por ejemplo, las prostaglandinas) son ejemplos de moléculas de señalización que pueden actuar de manera autocrina. Estas moléculas actúan como hormonas locales para influir en una variedad de procesos fisiológicos, como la contracción del músculo liso uterino durante el embarazo.

  9.3 Comuniación neurocrina

El sistema nervioso central SNC incluye el cerebro y la médula espinal, que une el SNC con el sistema nervioso periférico (SNP), que está compuesto por nervios o haces de neuronas. Juntos, el SNC y el SNP integran y coordinan una gran cantidad de procesos sensoriales y respuestas motoras. Las funciones básicas del sistema nervioso son adquirir información sensorial del entorno interno y externo, integrar la información y luego activar una respuesta a los estímulos. La entrada sensorial al sistema nervioso puede ocurrir en muchas formas, como el sabor, el sonido, el pH de la sangre, las hormonas, el equilibrio u orientación, la presión o la temperatura, y estas entradas se convierten en señales que se envían al cerebro o la médula espinal. En los centros sensoriales del cerebro y la médula espinal, las señales de entrada se integran rápidamente y luego se genera una respuesta.

La respuesta generalmente es una salida motora y es una señal que se transmite a los órganos y tejidos, donde se convierte en una acción como un cambio en la frecuencia cardíaca, sensación de sed, liberación de hormonas o un movimiento físico. El sistema nervioso también está organizado para actividades discretas; tiene una enorme cantidad de "líneas privadas" para enviar mensajes de un lugar distinto a otro. La conducción de la información a lo largo de los nervios se produce a través de señales eléctricas, llamadas potenciales de acción, y la transmisión de la señal entre los nervios o entre los nervios y las estructuras efectoras no neuronales se lleva a cabo en una sinapsis. La transmisión sináptica casi siempre está mediada por la liberación de químicos específicos o neurotransmisores desde los terminales nerviosos.

Las células inervadas tienen moléculas proteicas especializadas (receptores) en sus membranas celulares que se unen selectivamente a los neurotransmisores. Se producen graves consecuencias cuando la transmisión nerviosa está deteriorada o es defectuosa. Por ejemplo, en la enfermedad de Parkinson, hay una deficiencia en el neurotransmisor dopamina, causada por una pérdida progresiva de neuronas secretoras de dopamina, lo que resulta tanto en el deterioro cognitivo (por ejemplo, tiempos de reacción lentos) como en el comportamiento (por ejemplo, temblores).

La adicción es otro ejemplo de la alteración en los receptores específicos en tejidos efectores, que pueden ser en el cerebro, que desemboca en adicciones a sustancias y a alteraciones notables de comportamiento, como en otros órganos, siendo el ejemplo más notable en la diabetes, donde se van eliminando los receptores que activan los canales de absorción del azúcar glucosa.

  9.4 Comunicación endocrina

El sistema endocrino produce hormonas en respuesta a una variedad de estímulos, y estas hormonas son fundamentales para establecer y mantener la homeostasis en el cuerpo. A diferencia de los efectos rápidos y dirigidos que resultan de la estimulación neuronal, las respuestas a las hormonas son mucho más lentas (segundos a horas) y los efectos a menudo duran más. Las hormonas son segregadas por las glándulas y los tejidos endocrinos y son transmitidas a todas las partes del cuerpo por el torrente sanguíneo. Una célula en particular solo puede responder a una hormona si posee el receptor apropiado para la hormona. Los efectos hormonales también pueden enfocarse. Por ejemplo, la arginina vasopresina aumenta específicamente la permeabilidad al agua de las células del conducto colector renal pero no altera la permeabilidad al agua de otras células. Los efectos hormonales también pueden ser difusos, ya que influyen en prácticamente todas las células del cuerpo. Por ejemplo, la tiroxina tiene un efecto estimulante general en el metabolismo, pues la mayoría de las células poseen receptores para la tiroxina. Las hormonas juegan un papel crítico en el control de funciones corporales como el crecimiento, el metabolismo y la reproducción.

Las células que no son células endocrinas tradicionales producen una categoría especial de mensajeros químicos llamados factores de crecimiento tisular. Estos factores de crecimiento son moléculas de proteínas que influyen en la división celular, la diferenciación y la supervivencia celular. Pueden ejercer efectos de forma autocrina, paracrina o endocrina. Se han identificado muchos factores de crecimiento, y probablemente se reconocerán muchos más en los próximos años. El factor de crecimiento nervioso mejora el desarrollo de las células nerviosas y estimula el crecimiento de los axones. El factor de crecimiento epidérmico (EGF) estimula el crecimiento de células epiteliales en la piel y otros órganos. El factor de crecimiento derivado de plaquetas estimula la proliferación del músculo liso vascular y las células endoteliales. Los factores de crecimiento similares a la insulina estimulan la proliferación de una amplia variedad de células y median muchos de los efectos de la hormona del crecimiento. Los factores de crecimiento parecen ser importantes en el desarrollo de organismos multicelulares y en la regeneración y reparación de tejidos dañados.

  9.5 Sobrelapamiento endocrino y nervioso

La distinción entre los sistemas de control nervioso y endocrino no siempre es clara. Esto se debe a que el sistema nervioso ejerce control sobre la función de las glándulas endocrinas, la mayoría de las glándulas endocrinas, si no todas, están inervadas por el SNP, y estos nervios pueden controlar directamente la función endocrina de las glándulas. Además, la inervación de los tejidos endocrinos también puede regular el flujo sanguíneo dentro de la glándula, lo que puede afectar la distribución y, por lo tanto, la función de las hormonas. Por otro lado, las hormonas pueden afectar el SNC para alterar el comportamiento y el estado de ánimo.

A esta relación altamente integrada se agrega la presencia de células nerviosas especializadas, llamadas células neuroendocrinas o neurosecretoras, que convierten directamente una señal neural en una señal hormonal. Por lo tanto, estas células convierten directamente la energía eléctrica en energía química, y la activación de una célula neurosecretora produce secreción hormonal. Ejemplos son las neuronas hipotalámicas, que liberan factores liberadores que controlan la secreción de la glándula pituitaria anterior, y las neuronas hipotalámicas, que segregan arginina, vasopresina y oxitocina en la circulación. Además, muchos neurotransmisores probados o potenciales que se encuentran en las terminales nerviosas también son hormonas bien conocidas, que incluyen arginina, vasopresina, colecistoquinina, encefalinas, noradrenalina, secretina y péptido intestinal vasoactivo. Por lo tanto, a veces es difícil clasificar una molécula particular como hormona o neurotransmisor.


10. Evolución y control hormonal

|| Regresar al Índice ||

Puede considerarse que la evolución biológica exitosa, en gran parte, fue el resultado de la comunicación química que usa mensajeros como señales de alimentos y toxinas; Estos pueden considerarse como los principales conductos de información en la biosfera. La aparición de organismos multicelulares, como los vertebrados, requiere la diferenciación y especialización de múltiples sistemas de señalización química organizados en una red para transportar la señal difusible de una célula a otra (Figura 10.1) entre o dentro de varios compartimentos.

Figura 10.1.  Interacciones entre sistemas de señalización química y sus respectivos entornos. Los bioreguladores que viajan a través de ambientes internos (flujo sanguíneo, hemolinfa) o externos (agua, aire) se denominan hormonas (o neurotransmisores, etc.) y feromonas, respectivamente. En algunos casos, un biorregulador actúa simultáneamente como hormona y feromona como ocurre en la interacción entre el huésped y el parásito.

La existencia de un sistema endocrino como tal exige conceptualmente la multicelularidad, pero las acciones de los biorreguladores no se limitan al concepto clásico de las hormonas como señales endocrinas. De hecho, muchos biorreguladores como las feromonas, las sustancias paracrinas y los factores de crecimiento no se originan a partir de estructuras glandulares o nerviosas definidas y se envían a sus sitios de acción de muchas maneras. La comunicación química es central en la historia evolutiva; Muchos tipos de moléculas de información, incluyendo biorreguladores, receptores, transductores, efectores y segundos mensajeros, están casi universalmente presentes. Es probable que los organismos unicelulares y multicelulares compartan mecanismos biosintéticos y funcionales en términos de su comunicación química.

El uso de perspectivas filogenéticas para reconstruir la historia evolutiva se ha vuelto cada vez más importante y proporciona soluciones a preguntas básicas en el área de las comunicaciones químicas. Los biorreguladores, las células secretoras y los tejidos diana no han dejado ningún registro paleontológico, pero la evolución de la comunicación química se puede extrapolar a partir de análisis comparativos de organismos existentes. Además, el registro de vida es, por supuesto, mucho más rico y extenso que el fósil, porque las células hoy retienen información importante sobre su pasado en términos de secuencias de aminoácidos de sus proteínas y en la composición de ácidos nucleicos (ARN, ADN). Una clave para este tipo de reconstrucción nos la da Cristhian de Duve en su obra Polvo Vital, cuando construyes una autopista, normalmente no puedes hacerlo en una ruta arbitraria, lo más fácil es seguir la ruta preestablecida por caminos antiguos. En otras palabras, muchas rutas de control se mantienen en diferentes organismos debido a que son heredadas de ancestros comunes y no pueden ser cambiadas fácilmente, a lo sumo alteradas levemente con desviaciones pequeñas.

  10.1 Comunicación intraespecífica

La ubicuidad de los biorreguladores en toda la biosfera sugiere que estos compuestos son anteriores a los roles verdaderamente hormonales, y la comunicación química tuvo lugar entre los organismos unicelulares antes de la aparición de Metazoa. Se pueden reconocer dos sistemas secretores primarios dependiendo de las rutas que toman después de la liberación. Un tipo implica la síntesis y liberación de materiales que tienen acciones dentro del propio organismo (sistema endocrino contemporáneo). El segundo tipo de secreción incluye sistemas feromonales en los que la secreción abandona el organismo, ya sea en forma líquida o gaseosa, para afectar la función de un segundo organismo (sistema exocrino primordial).

La variedad y ubicuidad de las moléculas de feromonas (nucleótidos cíclicos, aminoácidos, péptidos pequeños, proteínas grandes, alcanos, cetonas, terpenoides, esteroides) hace que sea probable que tales sustancias en organismos unicelulares evolucionen en las hormonas de organismos multicelulares. El primer ejemplo filogenético de comunicación intraespecífica a nivel de organización celular es el proceso de agregación de organismos unicelulares de la misma especie en los que existe una migración dirigida hacia una región de mayor concentración de feromona (señal paracrina). Además, algunas feromonas se producen en la misma célula en la que ejercen sus efectos, denominada señal autocrina; Este tipo de autoestimulación se observa en el protozoo Euplotes raikovi (Stoka, 1999). Hay dos tipos de interacciones feromona-receptor en esta especie:

👉          receptores de feromona autocrina (división celular) y

👉          receptores de feromona paracrina (comportamiento de apareamiento).

En el primer tipo de interacción, las feromonas causan proliferación mitogénica de las mismas células de las que fueron secretadas. En el segundo tipo de interacción, estas células interrumpen su ciclo vegetativo y se desencadenan hacia el comportamiento de apareamiento cuando las feromonas no coespecíficas actúan sobre los receptores de feromona paracrina. Existen amplios paradigmas para la evolución de la comunicación química involucrada en estas respuestas biológicas:

👉          la misma molécula mensajera puede desarrollar más de una función fisiológica;

👉          las funciones autocrina y paracrina aparecieron antes del origen de la función endocrina;

👉          la interacción recíproca entre miembros de la misma especie comenzó en un ambiente asocial (sin colonias y sin interacciones cooperativas) que precedió el desarrollo de organismos multicelulares.

La comunicación química abarca desde los procariotas que responden a una amplia variedad de señales químicas ambientales hasta los complejos procesos reguladores endocrinos en organismos multicelulares. Ciertamente, la ubicuidad de las moléculas mensajeras de vertebrados es un producto de eventos naturales de selección-adaptación. Sin embargo, es importante distinguir entre las características seleccionadas para una función (proceso de adaptación) de aquellas seleccionadas originalmente para una función pero que posteriormente se emplearon por casualidad en un contexto diferente que da como resultado un efecto diferente, aunque molecularmente, el sistema receptor ligando funciona de manera conservada (proceso de exaptación o reclutamiento paralelo de genes).

  10.2 La metamorfosis

Un ejemplo particularmente bueno de esto se observa en las metamorfosis de invertebrados y vertebrados, procesos biológicos espectaculares regulados por una variedad de hormonas. En este proceso, la hormona juvenil sesquiterpenoide (Insecta) y la prolactina (anfibios) actúan como agentes juveniles, aunque también participan en las funciones reproductivas. Los insectos y anfibios ancestrales eran esencialmente acuáticos, la metamorfosis era un proceso de adaptación para permitir estilos de vida acuáticos y terrestres.

La metamorfosis de los insectos está relacionada con la maduración sexual y la función primordial de la hormona juvenil probablemente fue la de regular el ciclo reproductivo de los antepasados ​​ametabólicos (Apterygota) de los insectos alados. Los insectos contemporáneos más primitivos, Apterygota, prácticamente no muestran metamorfosis y la hormona juvenil actúa solo en los tejidos reproductivos. En contraste, la prolactina puede verse como una hormona osmorreguladora en los peces. Por lo tanto, los efectos morfogenéticos y reguladores de la hormona juvenil y los atributos fisiológicos posteriores de la prolactina (secreción de leche en mamíferos, producción de leche de buche en aves, comportamiento de impulsión de agua en anfibios) se desarrollan secundariamente, cuando la hormona juvenil y la prolactina fueron utilizados por otros tejidos o especies

 La adquisición de nuevas funciones ventajosas por un biorregulador determinado podría ser un proceso oportunista en el que nuevas estructuras (receptores, transductores, efectores) y nuevos dominios de un viejo biorregulador desarrollaron nuevas funciones fisiológicas en otros tejidos y / o especies, cambiando únicamente el dominio receptor. Este tipo de oportunismo evolutivo caracteriza la filogenia de la comunicación química (proceso de exaptación).

  10.3 Comunicación interespecífica

Figura 10.2. Leche de buche. La leche de buche es una secreción del revestimiento del buche de las aves progenitoras que se regurgita a las aves jóvenes. Se encuentra entre todas las palomas donde se conoce como leche de paloma. Un análogo a la leche de buche también es segregado por el esófago de los flamencos y el pingüino emperador macho.

El oportunismo evolutivo se ve comúnmente en las interacciones entre huéspedes y parásitos. El examen de estas relaciones revela que, en algunos casos, existen efectos sobre la regulación hormonal del desarrollo. Varios estudios describieron los receptores celulares de las hormonas del huésped en parásitos que pueden responder de manera diferente con respecto a sus anfitriones (efectos heterotróficos). Con respecto al efecto de las hormonas del huésped en parásitos hay evidencia de la hipótesis de que algunos biorreguladores originalmente sirvieron como molécula de defensa:

👉          las hormonas esteroides de tipo vertebrado están presentes en los insectos y los derivados de esteroides se producen en coelenteratos, y actúan como mediadores de defensa hacia otras especies;

👉          los esteroles y esteroides tienen efectos antimicrobianos;

👉          las hormonas del huésped pueden inhibir el crecimiento de parásitos;

👉          varios fitocompuestos interrumpen el desarrollo de insectos.

También se pueden observar ejemplos de etapas de transición en la evolución de las funciones defensivas y hormonales:

👉          una neurotoxina es una feromona atrayente masculina en vertebrados;

👉          las enterotoxinas inducen esteroidogénesis en células adrenocorticales;

👉          la cadena â de la toxina del cólera y las hormonas glicoproteicas vertebradas (hormona estimulante de la tiroides, hormona luteinizante, hormona folículo estimulante) comparten similitudes;

👉          el hallazgo de sistemas de señalización química en plantas que juegan un doble papel como reguladores del crecimiento y como mecanismo de defensa contra los patógenos (Chang et al. 1993, Chen et al. 1993).

Los efectos heterotróficos también pueden verse como

👉          una estrategia adaptativa de parásitos que hace que sea ventajoso coordinar sus funciones fisiológicas con la etapa fisiológica de su huésped. Por ejemplo, la 20-OH-ecdisona actúa como una hormona de ecdisis en los insectos, pero también puede estimular el crecimiento y la diferenciación sexual en el parásito protozoario Trichonympha sp;

👉          un mecanismo para que las hormonas preexistentes evolucionen en otros tejidos o especies objetivo (proceso de exaptación). En los organismos unicelulares, los biorreguladores de tipo vertebrado afectan su crecimiento, mientras que en los organismos multicelulares están involucrados en la actividad sexual y la metamorfosis.

Es probable que los receptores desencadenaran originalmente una respuesta fisiológica después de interactuar con un biorregulador específico, pero los cambios posteriores (por ejemplo, el acoplamiento con diferentes transductores y efectores) permitieron el desarrollo de respuestas fisiológicas adicionales. Esta adquisición adaptativa, con un viejo biorregulador que desempeña una nueva función, es quizás la consecuencia más importante de las etapas de cambio de transición.

De todas estas reacciones cruzadas entre especies, la más importante en la sociedad humana es sin duda, el efecto de bioreguladores vegetales y fúngicos en procesos fisiológicos del cerebro humano, los cuales conllevan a estados alterados de conciencia y a la adicción fisiológica y afectiva a un compuesto químico determinado. En su contexto estas sustancias evolucionaron como venenos que afectan a los herbívoros vegetales, para dañarlos directamente o hacerlos más vulnerables a sus propios depredadores.

  10.4 Relación fundamental entre todos los bioreguladores

La similitud inherente de los mecanismos involucrados en las interacciones biorregulador-receptor revela que los sistemas glandular y nervioso (sistemas endocrinos) pueden tener un origen común de un sistema feromonal (sistema exocrino primordial) de organismos unicelulares.

Esta hipótesis puede explicar muchos fenómenos:

👉          hormonas de tipo vertebrado que actúan en organismos unicelulares como feromonas que causan efectos reguladores;

👉          la presencia de biorreguladores de tipo vertebrado (gastrina, somatostatina, prolactina) en fluidos exocrinos clásicos como la saliva, el jugo gástrico y otras secreciones humorales

👉          la ubicuidad de la insulina en tejidos extrapancreáticos de mamíferos (cerebro, hígado, linfocitos cultivados) y fibroblastos), insectos, anélidos y organismos unicelulares;

👉          la superposición de biorreguladores cerebrales e intestinales en mamíferos e insectos;

👉          la biosíntesis de hormonas gastrointestinales en células neurales, endocrinas y paracrinas;

👉          hormonas esteroides gonadales que actúan como agentes defensivos;

👉          la presencia de unión específica de insulina al alga unicelular Acetabularia mediterranea;

👉          la distribución ubicua de la hormona liberadora de tirotropina en el reino animal y vegetal.

Se ha sugerido que los mecanismos de secreción endocrina (glandular, nervioso) tienen un origen común y son productos de procesos filogenéticos y evolutivos desde organismos unicelulares (biorreguladores exocrinos primordiales) hasta organismos multicelulares (biorreguladores exocrinos y endocrinos contemporáneos). Por otro lado, las actividades de unión al receptor parecen haber surgido como resultado de modificaciones en la estructura de las enzimas. Dentro de esta hipótesis, es posible una evolución divergente ya que la actividad de unión a la enzima no siempre tiene que evolucionar conjuntamente con su actividad catalítica intrínseca. Tal mecanismo evolutivo permite la creación de receptores sin el desarrollo de sitios de unión adicionales. Esto se ve claramente en los receptores acoplados a proteínas G, mientras que el receptor puede variar mucho y activarse con estímulos tan diferentes entre sí, como es la química de la física, la proteína G en sí misma, es una entidad conservada evolutivamente.

No es sorprendente que la evolución del receptor, como con otras características evolutivas, requiera millones de años durante los cuales predominaron algunas etapas de transición (por ejemplo, receptores hormonales con actividad catalítica variable entre poblaciones aisladas). Por lo tanto, las enzimas son la clave para comprender el origen y la evolución de las actividades de unión al receptor. Obviamente se plantean algunas preguntas básicas: ¿qué tan similares son las regiones de unión de receptores y enzimas para un biorregulador particular? ¿Es el origen de las actividades de unión a receptores y enzimas, para un biorregulador particular, un producto de procesos evolutivos convergentes o divergentes?

Aunque la evidencia es escasa, es posible que mediante procesos de selección mutacionales y naturales, una unidad de biorregulador-receptor surgió a través de una evolución divergente inicial seguida de un proceso convergente. La evolución convergente y divergente se ha observado en algunas fosforilasas eucariotas. El desarrollo evolutivo de los sistemas de comunicación química refleja la evolución paralela de todas las moléculas de información (biorreguladores, receptores, transductores, enzimas, segundos mensajeros, cascadas de segundo mensajero, etc.), que a veces son procesos coordinados y esenciales (adaptación) y a veces son oportunistas y eventos aleatorios (exaptación) ¿Qué es lo que diferencia un proceso obligado de uno oportunista? La respuesta es la posibilidad de que un grupo de genes pueda duplicarse o expresarse de manera diferencial en tejidos o en una misma célula, si un mismo circuito de recepción-acción se duplica, el original conservará la función base obligada, y la copia podrá experimentar variación en su dominio receptor. Este mecanismo, aunque simple, explica por qué los receptores son al mismo tiempo muy diversos, pero sus mecanismos de acción son virtualmente numerables con los dedos de una mano: proteínas G, canales iónicos, efectores de tirosina, o proteínas epigenéticas para hormonas esteroides.


11. Función endocrina en bacterias

|| Regresar al Índice ||

Aunque introducimos la función endocrina con respecto a los animales, y en general a los seres vivos multicelulares, los seres vivos unicelulares así como los hongos necesitan que sus células se comuniquen entre sí. En este sentido, el término de unicelularidad es engañoso debido a que los seres vivos unicelulares también se comunican entre sí químicamente. Aunque la secreción de sustancias pueda clasificarse como exocrina, el principio básico de un mensajero químico que se acopla a un receptor específico, la ejecución de una señal cuando la concentración mínima de esta se alcanza, y la emisión de mensajeros como respuesta sigue siendo el mismo que vimos en el apartado anterior.

La función endocrina de las bacterias está relacionada con la formación de biopelículas y el sistema de sensibilidad de densidad poblacional.

  11.1 Sistema de detección de densidad poblacional

Figura 11.1. Detectando la aglomeración. Las bacterias capaces de emplear el sistema de densidad poblacional, producen basalmente una cantidad mínima de una señal química denominada autoinductor o feromona de aglomeración. Estos mensajeros químicos tienen un efecto exocrino y autocrino. Como el mensajero tiene un efecto autocrino, si su cantidad aumenta en el medio donde habita la bacteria, esta se estimula. Si todas bacterias producen la cantidad basal la concentración externa aumenta exponencialmente al tamaño de la colonia e inversamente al espacio libre entre células y en consecuencia el estímulo aumenta en cada bacteria para producir mayor cantidad del mensajero químico, esto es un ejemplo de control positivo. Una vez que las células saben que están aglomeradas activan genes de respuesta al estrés.

También conocido como el sistema de sensibilidad de quórum, se emplea para coordinar ciertos comportamientos como: la formación de biopelículas, la transformación de una forma comensalista a otra virulenta, o la activación de sistemas de resistencia a antibióticos.

El sistema de sensibilidad densidad poblacional puede ocurrir al interior de individuos de una sola especie, o en individuos de diversas especies de bacterias. Como cualquier sistema de control biológico, el sistema de sensibilidad de densidad poblacional se basa en la producción de señales químicas que se acopla a receptores específicos de las membranas de las bacterias.

Cuando la población es pequeña, el mensajero químico es diluido rápidamente y no es capaz de inducir una respuesta fisiológica efectiva, tal como ocurre con las hormonas. Sin embargo, cuando la población aumenta a un límite crítico, el mensajero químico se acumula, generando un cambio en el comportamiento de la población completa aun cuando estemos hablando de especies unicelulares. A esto se lo conoce como el sistema de refuerzo positivo, en el cual la mayor cantidad de población se dé un efecto mayor.

  11.2 Biopelículas

Los mensajeros químicos de las bacterias pueden ser considerados como hormonas y como parte de un verdadero sistema endocrino si se considera el efecto de las biopelículas. En una pío película las bacterias se encuentran aisladas del medio externo por medio de la secreción de una sustancia viscosa y pegajosa que se denomina por Homologías o analogía como matriz extracelular.

Figura 11.2. Biopelículas y coordinación. La matriz extracelular funciona como el fluido interno al interior del cual los mensajeros químicos son segregados para coordinar a las células embebidas, cumpliendo con la definición de la función endocrina. Las bacterias que generan biopelículas generalmente también poseen sistemas de sensibilidad de densidad poblacional, por lo que segregan químicos mensajeros que coordinan sus esfuerzos para colonizar un ambiente, e incluso especializar sus funciones en la etapa de maduración de la colonia.


12. Hormonas de los Hongos

|| Regresar al Índice ||

De cierta forma todo lo que hemos visto hasta este momento aplica también para los hongos, ellos también son capaces de formar biopelículas y poseen mecanismos de sensibilidad de densidad poblacional, por lo que solo hablaremos de algunos de los mensajeros químicos más importantes en este reino.

  12.1 Péptidos y feromonas

Los hongos también producen mensajeros químicos basados en péptidos, en este caso generalmente son empleados como feromonas, las cuales son empleadas como parte del ciclo sexual del hongo. Las feromonas son segregadas con el objeto de crear un gradiente de concentración, de forma tal que exista mayor concentración cerca del hongo que segrega la feromona. Esto le permite a otro grupo del sexo opuesto determinar la dirección del banco emisor para poder realizar los contactos sexuales (Cottier & Mühlschlegel, 2011; Kües & Navarro-González, 2009).

Por norma General, las feromonas de los hongos se acoplan a proteínas G acopladas a receptor es tansmembranales de siete dominios externos, del tipo de receptor casi que universal en los seres vivos. Aduanalmente algunas feromonas son solubles en el aire y pueden transportarse aeróbicamente a través de las cavernas del suelo, lo cual acelera su tasa de difusión y la velocidad con la que el mensaje se transfiere (Cottier & Mühlschlegel, 2011; Kües & Navarro-González, 2009).

  12.2 Alcoholes y el sistema de sensibilidad de quórum

El sistema de sensibilidad de densidad poblacional de los hongos se basa generalmente en la síntesis de alcohol es complejos como el fernasol, y el tirosol, los cuales pueden ser considerados como un metabolito secundario y tienen muy poco que ver con el alcohol es segregado al medio externo por la fermentación. Estos alcoholes controlan los ámbitos celulares de los hongos impidiendo o estimulando el caso de un modo de vida de levadura a un modo de vida de micelio (Cottier & Mühlschlegel, 2011; Kües & Navarro-González, 2009).

  12.3   12.4 Interacciones endocrinas con las plantas

La comunicación planta-hongo se basa en un rico lenguaje químico. Para manipular los mecanismos de defensa de las plantas, los hongos producen y secretan varias clases de biomoléculas, cuyo modo de acción se desconoce en gran medida. Al percibir los hongos, las plantas producen fitohormonas y una batería de metabolitos secundarios que sirven como mecanismo de defensa contra invasores o para promover asociaciones mutualistas. Estas señales químicas mutualistas pueden ser cooptadas por hongos patógenos para su propio beneficio. Entre las moléculas vegetales que regulan la interacción planta-hongo, las fitohormonas juegan un papel crítico ya que modulan varios aspectos del desarrollo de la planta, las defensas y las respuestas al estrés. Curiosamente, los hongos también pueden producir fitohormonas, aunque el papel real de las fitohormonas producidas por hongos en las interacciones planta-hongo es poco conocido (Fonseca, Radhakrishnan, Prasad, & Chini, 2018; Torres Vera, 2017).


13. Hormonas de las Plantas

|| Regresar al Índice ||

Como hemos visto hasta el momento, aparentemente todos los seres vivos poseen un sistema de comunicación químico, y las plantas no son ninguna excepción, más aún debido a que son seres vivos multicelulares y sus tejidos deben comunicarse para estar organizados. Las plantas producen señales químicas que generalmente ocurre en concentraciones extremadamente baja y se las conoce como hormonas vegetales (Arshad & Frankenberger Jr, 1991; Bari & Jones, 2009; Brenner & Cheikh, 1995; Davies, 2010; Kende & Zeevaart, 1997).

  13.1 Hormonas vegetales

Las hormonas vegetales funcionan igual que cualquier mensajero químico, y se mueven a través de los tejidos de las plantas ya sea por difusión a través de los tejidos de forma paracrina o a través del sistema de transporte de sustancias floema y xilema. Las hormonas vegetales determinan la formación de las plantas, los tallos, las hojas, así como su coloración, maduración y marchitamiento.

A diferencia de los animales, las plantas no poseen un órgano especializado en la producción de sus hormonas, es decir no poseen glándulas. Por tal razón cada célula es capaz de producir sus propias hormonas. Las hormonas vegetales le dan forma a la planta afectando el crecimiento de la semilla, la sincronización de florecimiento, el sexo de la flor y el envejecimiento de hojas y frutos. Las hormonas vegetales son vitales para el crecimiento de las plantas, y sin ellas las plantas no serían más que una masa de células indiferenciadas. A pesar de lo anterior, la existencia o reconocimiento de las hormonas vegetales no fue realizado sino hasta 1948.

  13.2 Comunicación con otros seres vivos

Al igual que sucede con las bacterias los hongos y otros protistas, las hormonas vegetales no sólo se emplean para la comunicación de las células de el mismo individuo. La planta puede producir feromonas y otros mensajeros químicos que le permiten interactuar con otras especies, el objetivo de estos mensajeros químicos es atraer a los seres vivos beneficiosos como los hongos que generan micorrizas y alejar los parásitos como bacterias, hongos, otras plantas, y depredadores invertebrados y vertebrados, o hacerlos más vulnerables a sus propios depredadores alterando su comportamiento.

  13.3 Tipos de hormonas vegetales

Existen cinco tipos de hormonas vegetales de importancia:

👉          Ácido abscísico: Es una de los reguladores del crecimiento más importante de las plantas. Se encuentra principalmente en las frutas que han caido recientemente (Feurtado et al., 2004). Funciona como un inductor de estasis por estrés, lo que implica que sus concentraciones aumentan en el momento en que la planta detecta cambios ambientales que no son beneficiosos para su crecimiento o reproducción. Una vez detectan dicho estímulo, el ácido abscisico es producido en los tejidos del crecimiento o meristema, reduciendo la velocidad metabólica y sometiendo al tejido aun estando de descanso, a la espera de que las condiciones ambientales mejoren.

👉          Auxinas: Son inductores el crecimiento celular, la producción de brotes y el inicio del crecimiento de las raíces. También  influyen en la producción de otras hormonas y en conjunto con las citoquininas regulan en el crecimiento de los tallos, las raíces y los frutos, así como la transformación de los brotes de hojas a flores (Yan, Tsuichihara, Etoh, & Iwai, 2007). Las auxinas fueron la primera clase de reguladores del crecimiento descubiertos, y afectan la elongación celular mediante la alteración de la elasticidad de la pared celular. Sin embargo, las auxinas son tóxicas en grandes concentraciones para las plantas, y aparentemente las dicotiledóneas son más sensibles. Por esta razón, compuestos sintéticos que se asemejan estructuralmente a las auxinas han sido desarrollados como herbicidas.

👉          Citoquininas: Solo grupo de químicos que influencia la división celular y la formación de nuevos brotes. Adicionalmente también ayudan a retrasar el envejecimiento en los tejidos. Por lo General sus efectos son más drásticos cuando se mezclan con las auxinas (Sipes & Einset, 1983).

👉          Etileno/eteno: Es un gas que se forma mediante el rompimiento de la metionina, que se encuentran todas las células. El etileno tiene una solubilidad muy limitada en el agua. Adicionalmente tiende a pasar rápidamente a la fase gaseosa y por lo tanto a escaparse de los tejidos vegetales. La efectividad del etileno como hormona depende la cantidad de su producción contra la cantidad que se escapa al aire (Wang et al., 2007). El efecto del etileno se da principalmente en los tallos en crecimiento, pidiendo la formación de hojas, pero estimulando el crecimiento del tallo haciéndolo más grueso y más fuerte. Se produce principalmente en los tallos muy jóvenes, que se encuentran bajo tierra y que requieren crecer sin producir hojas mientras se encuentran debajo del suelo. El etileno también regula la putrefacción de los frutos así como la maduración de la semillas (Wang et al., 2007).

👉          Giberelinas: Inician la movilización de los materiales de reserva en las semillas durante la germinación permitiendo la elongación de los tallos, ya sea del gametofito con el esporofito (Grennan, 2006).

  13.4 Uso médico

Al igual que sucede con los neurotransmisores, las plantas también son capaces de producir sustancias que imitan las hormonas naturales en los animales, específicamente en el ser humano. Algunas hormonas vegetales relacionadas con el estrés a estímulos ambientales negativos son capaces de inhibir el crecimiento de algunos tipos de cáncer en el ser humano (Fingrut & Flescher, 2002). Pero sin duda, las sustancias más empleadas son aquellas que generan estados alterados de conciencia, la purificación de estos agentes activos ha conllevado a graves problemas sociales, debido a que son tremendamente adictivas como la cocaína, o la nicotina.


14. Hormonas de los invertebrados

|| Regresar al Índice ||

A diferencia de otros sistemas de órganos, el sistema endocrino es el que recibe el menor atención por parte de los libros de texto especializados en invertebrados, de hecho al realizar la búsqueda bibliográfica me di cuenta de quizá el sistema no aparece en las descripciones del plan corporal en el texto de (Brusca, Brusca, & Haver, 2003), que es prácticamente la biblia de los invertebrados, por lo que tuve que armar el tema a retazos y no con la profundidad que me hubiera gustado.

  14.1 Sistema endocrino en las esponjas

Las esponjas, debido a su modo de vida sésil no requieren un sistema endocrino complejo, por lo que su funcionamiento recuerda bastante al sistema endocrino de los vegetales en el cual las hormonas que regulan los procesos de crecimiento, nutrición y ciclo sexual son segregadas por varios tipos celulares, pero con la diferencia de que no existe un órgano especializado en su producción, en otras palabras, no hay glándulas.

  14.2 Sistema endocrino en los Cnidarios

Las células endocrinas se encuentran dispersas y no se diferencian realmente, en realidad son células del epitelio y endotelio, así como de la red nerviosa las que se encargan de segregar las hormonas. Los cnidarios presentan todos los tipos de mensajeros químicos como los neurotransmisores, las neurohormonas y las hormonas no neuronales que se encuentra normalmente en  los vertebrados o los artrópodos (Hartenstein, 2006).

  14.3 Sistema endocrino en los platelmintos y nemátodos

El sistema da endocrino de los platelmintos encuentra fusionado a su sistema nervioso, por lo tanto, estamos hablando de un sistema de neurocrino, en el cual los neurotransmisores también tiene una función hormonal. Para más información al respecto hay que leer sobre sistema nervioso de los platelmintos. Sin embargo al igual que muchos gusanos, los platelmintos también poseen la pituitaria que ayuda a la regulación hormonal (Hartenstein, 2006).

  14.4 Sistema endocrino de los anélidos y moluscos

El sistema endocrino es prácticamente indiferenciable del sistema nervioso, muchas hormonas son producidas por el propio sistema nervioso, así como por células del epitelio y el endotelio. Sin embargo, también se observa una creciente en especialización, especialmente en algunos núcleos del cerebro que pueden ser descritas como glándulas endocrinas.

Los núcleos cerebrales endocrinos han sido identificados en todos los linajes de anélidos tanto en sus formas de larvas como adultas. Estos núcleos se encargan principalmente de circuito un regulador de las hormonas del desarrollo sexual, tal como sucede en los vertebrados es el cerebro quien iniciará la secreción de las hormonas liberadora de gonadotropinas, las gonadotropinas luego viajan hacia las gónadas liberando las hormonas sexuales como la testosterona. Finalmente las hormonas sexuales regresan al cerebro para indicarle a los núcleos que se ha iniciado su producción, y estableciendo el típico sistema de retroalimentación de mensajeros químicos hormonales (Hartenstein, 2006).

Adicionalmente, los moluscos también presentan un páncreas con las funciones exocrinas de apoyo al sistema digestivo, y la función endocrina que regulan nutrientes en la hemolinfa.

  14.5 Sistema endocrino de los artrópodos

La organización del sistema endocrino que los artrópodos es similar a la de los vertebrados y otros invertebrados. Tal como sucede en los moluscos y en los vertebrados, el cerebro genera una serie de núcleos que pueden ser considerados como el eje hipotálamo-pituitaria, que se encarga de regular funciones diversas así como el desarrollo sexual (Hartenstein, 2006).

Sin embargo los artrópodos también presentan una serie de glándulas verdaderas como: el cuerpo circadiano en el cerebro, las glándulas protorácicas cerca del cuello, el cuerpo alato en la nuca, las células neurosecretoras en el cerebro y las gónadas (Hartenstein, 2006).


15. Sistema endocrino y evolución en vertebrados

|| Regresar al Índice ||

  15.1 Los amniotas tienden a fusionar sus glándulas

La evolución del sistema endocrino incluye cambios filogenéticos en hormonas, órganos endocrinos y tejidos diana. Como se mencionó en la primera parte de este capítulo, la estructura de los órganos endocrinos es bastante variada. En anamniotes, algunos órganos endocrinos tienden a distribuirse en parches y dispersarse en comparación con una disposición más compacta en amniotes. Por ejemplo, en las anamniotas, los componentes de la glándula suprarrenal aparecen como glándulas separadas, cada una de las cuales contiene tejido adrenocortical o cromafín.

En los amniotes, estos componentes forman la corteza y la médula de una glándula suprarrenal compuesta, respectivamente. La incorporación de células parafoliculares en la tiroides es otro ejemplo de una fusión evolutiva de lo que en las anamniotas son glándulas separadas. La ubicación de los islotes pancreáticos dentro del páncreas es otro ejemplo más de un órgano compuesto en el que se combinan tejidos endocrinos y exocrinos. Poco se sabe sobre el significado funcional de estas fusiones. La combinación de diferentes glándulas les da una influencia inmediata entre sí, y esto parece hacer que la coordinación de actividades sea más conveniente, es decir, que se regulen de manera autocrina y paracrina con menos costo de tiempo. Sin embargo, aún no está claro qué ventajas adaptativas podrían haber favorecido la aparición filogenética de glándulas separadas.

  15.2 Nuevos receptores para viejas hormonas

Los cambios adaptativos en el sistema endocrino a menudo implican cambios en la capacidad de respuesta de los tejidos locales a las hormonas existentes en lugar de cambios en las hormonas mismas. En consecuencia, las similitudes entre las hormonas entre las diferentes clases no implican necesariamente una función similar. Por ejemplo, la prolactina tiene una amplia variedad de roles en diferentes clases de vertebrados, incluida la estimulación de la producción de leche en mamíferos, la inhibición de la metamorfosis y la promoción del crecimiento en anfibios, el desarrollo de pigmentación dérmica en anfibios y reptiles, y la modulación del cuidado parental y el equilibrio hídrico en peces. Incluso dentro de la misma clase, el papel de una hormona puede cambiar. Por ejemplo, en la mayoría de las aves, la prolactina inicia un comportamiento que conduce a la incubación. Además, en algunas especies de aves, el integumento de la parte inferior de la mama desarrolla un parche de cría en respuesta a niveles elevados de prolactina, una adaptación que no implica una nueva hormona, sino simplemente un cambio en la capacidad de respuesta del integumento de la mama a una hormona existente

Otro ejemplo de la evolución de la capacidad de respuesta de los tejidos a una hormona existente se puede encontrar en algunas hormonas del tracto digestivo. La colecistoquinina (CCK) estimula la liberación de enzimas digestivas al menos tan filogenéticamente como los protocordatos; Sin embargo, más tarde en la filogenia, la vesícula biliar también se volvió sensible a esta antigua hormona.

Las interacciones entre las hormonas digestivas y sus tejidos diana han sufrido una secuencia complicada de cambios evolutivos. En los peces óseos, por ejemplo, dos hormonas son especialmente importantes para controlar la secreción de ácido de las paredes del estómago. La bombesina, una hormona transmitida por la sangre, es secretada por las células endocrinas que residen en el estómago. Cuando la comida llega al estómago, hace que estas células secreten bombesina, lo que promueve la liberación de ácido gástrico. A medida que la comida pasa del estómago al intestino delgado, las células CCK del intestino son estimuladas para liberar CCK. Transportado por la sangre al estómago, CCK actúa para inhibir la liberación de ácido gástrico adicional en el estómago vacío.

En los anfibios, las células CCK se encuentran en el estómago y en el intestino. Las células que producen bombesina se encuentran en el estómago, pero en lugar de ingresar al sistema circulatorio como lo hace en los peces, la bombesina estimula directamente las células CCK adyacentes o incluso las células gástricas en la pared del estómago. Las células gástricas responden a CCK o a la estimulación directa de la bombesina secretando ácido en el estómago. En los mamíferos, en las aves y probablemente en los reptiles, las células CCK se producen solo en el intestino. En su lugar en el estómago hay células que producen la hormona gastrina. En la mayoría de los amniotas, la gastrina en lugar de CCK estimula la liberación de ácido de las paredes del estómago, y las células del estómago que secretan bombesina estimulan las células adyacentes que secretan gastrina. En los mamíferos, las células secretoras de bombesina se convierten en neurosecretores, ya que contienen axones cortos que se extienden a las células secretoras de gastrina y las estimulan para producir gastrina.

Varios cambios filogenéticos son evidentes en esta secuencia. Primero, CCK inhibe la secreción de ácido gástrico en peces, mientras que en anfibios CCK promueve la liberación de ácido gástrico. En contraste con estas dos situaciones, la gastrina en los amniotes reemplaza a CCK como la hormona que activa la liberación de ácido estomacal. En segundo lugar, las células secretoras de bombesina que liberan su bombesina en la sangre de los peces se convierten en células neurosecretoras que activan tejidos diana gástricos locales en mamíferos. La bombesina tiene un amplio repertorio de efectos además de su acción sobre el estómago, incluidos los efectos sobre la termorregulación, la actividad hipofisaria y la movilidad del tracto digestivo. La ventaja de este cambio filogenético en las células de bombesina de una función endocrina a neurosecretora probablemente esté relacionada con un suministro de estimulación más localizado y preciso que no interfiera con los otros efectos endocrinos de la bombesina.

El reemplazo de CCK por gastrina como la hormona que controla la secreción gástrica probablemente hizo que la digestión sea más eficiente. La CCK surgió primero como una hormona intestinal importante en el procesamiento de alimentos. Cuando apareció un estómago distinto, las células CCK estaban ubicadas tanto en el intestino como en el estómago y podían ser estimuladas por los alimentos en cualquier sitio. Pero las funciones del estómago y el intestino en el procesamiento de los alimentos son diferentes, especialmente en los vertebrados posteriores, en los cuales los dos órganos se separan funcional y secuencialmente.

Con la restricción de las células CCK al intestino y la aparición de células de gastrina en el estómago, las fases gástricas e intestinales de la digestión podrían controlarse por separado. La CCK de los mamíferos es químicamente similar a la de los peces, por lo que ha habido poca evolución de la hormona. Sin embargo, ha habido alteraciones significativas en el control endocrino de la digestión gástrica e intestinal. Surgió la gastrina y las células secretoras de bombesina cambiaron sus vías de acción desde el suministro a través de la sangre hasta la estimulación neural directa.

  15.3 Las hormonas pueden alterarse

En algunos casos, la evolución ha implicado cambios importantes en la estructura hormonal, o las viejas moléculas han sido cooptadas para nuevos roles hormonales. Por ejemplo, la epinefrina se modifica a partir de un solo aminoácido (tirosina), que, a su vez, es una hormona importante. La epinefrina se pone en servicio como un neurotransmisor que los axones liberan localmente en espacios sinápticos. Extendiendo esto, la glándula suprarrenal despliega epinefrina como hormona, liberándola en la sangre para efectos dispersos en tejidos diana distantes. En el sistema endocrino, los mensajes químicos coordinan actividades internas viajando largas distancias a través del sistema circulatorio. En el sistema nervioso, los mensajes químicos recorren distancias cortas a través de los espacios entre las neuronas y las células que responden. Por lo tanto, el sistema nervioso, como el sistema endocrino, regula las actividades del cuerpo y su base funcional es muy parecida: la liberación de mensajes químicos que afectan las respuestas.

En las siguientes secciones nos enfocaremos más profundamente en la anatomía de las glándulas en el ser humano.


16. El hipotálamo humano

|| Regresar al Índice ||

El hipotálamo es una porción del cerebro que contiene varios núcleos pequeños con una variedad de funciones. Una de las funciones más importantes del hipotálamo es vincular el sistema nervioso al sistema endocrino a través de la glándula pituitaria. El hipotálamo se encuentra debajo del tálamo y es parte del sistema límbico. En la terminología de la neuroanatomía, forma la parte ventral del diencéfalo. Todos los cerebros vertebrados contienen un hipotálamo. En humanos, es del tamaño de una almendra. El hipotálamo es responsable de la regulación de ciertos procesos metabólicos y otras actividades del sistema nervioso autónomo. Sintetiza y secreta ciertas neurohormonas, llamadas hormonas liberadoras u hormonas hipotalámicas, que a su vez estimulan o inhiben la secreción de hormonas de la glándula pituitaria. El hipotálamo controla la temperatura corporal, el hambre, aspectos importantes de los comportamientos de crianza y apego, sed, fatiga, sueño y ritmos circadianos.

Figura 16.1. El hipotálamo en el ser humano. El hipotálamo es un órgano neuroendocrino, siendo el regulador principal de muchas otras glándulas.

  16.1  Anatomía humana

El hipotálamo es una estructura cerebral compuesta de núcleos distintos, así como áreas menos anatómicamente distintas. Se encuentra en todos los sistemas nerviosos de vertebrados. En los mamíferos, las células neurosecretoras magnocelulares en el núcleo paraventricular y el núcleo supraóptico del hipotálamo producen hormonas neuroparatiroideas, oxitocina y vasopresina. Estas hormonas se liberan en la sangre en la pituitaria posterior. Las células neurosecretoras parvocelulares mucho más pequeñas, las neuronas del núcleo paraventricular, liberan hormona liberadora de corticotropina y otras hormonas en el sistema portal hipofisario, donde estas hormonas se difunden a la pituitaria anterior.

  16.2 Relaciones con otros órganos

El hipotálamo está altamente interconectado con otras partes del sistema nervioso central, en particular el tronco encefálico y su formación reticular. Como parte del sistema límbico, tiene conexiones con otras estructuras límbicas, incluida la amígdala y el tabique, y también está conectado con áreas del sistema nervioso autónomo. El hipotálamo recibe muchas entradas del tronco encefálico, el más notable del núcleo del tracto solitario, el locus coeruleus y la médula ventrolateral. La mayoría de las fibras nerviosas dentro del hipotálamo se ejecutan de dos maneras.

👉          Las proyecciones a las áreas caudales del hipotálamo atraviesan el haz del prosencéfalo medial, el tracto mammillotegmental y el fascículo longitudinal dorsal.

👉          Las proyecciones a las áreas rostrales al hipotálamo son transportadas por el tracto mammilotalámico, el fórnix y la estría terminal.

👉          Las proyecciones a las áreas del sistema motor simpático (segmentos espinales laterales del asta T1-L2 / L3) son transportadas por el tracto hipotálamo-espinal y activan la vía motora simpática.

Figura 16.2. Anatomía del hipotálamo. El hipotálamo posee una anatomía nodular con regiones especializadas, además está íntimamente conectada con la glándula pituitaria.

  16.3 Dimorfismo sexual

Varios núcleos hipotalámicos son sexualmente dimórficos; es decir, existen claras diferencias tanto en la estructura como en la función entre hombres y mujeres. Algunas diferencias son aparentes incluso en la neuroanatomía macroscópica: lo más notable es el núcleo sexualmente dimórfico dentro del área preóptica, en el que las diferencias son cambios sutiles en la conectividad y la sensibilidad química de conjuntos particulares de neuronas. La importancia de estos cambios puede reconocerse por las diferencias funcionales entre hombres y mujeres. Por ejemplo, los machos de la mayoría de las especies prefieren el olor y la apariencia de las hembras sobre los machos, lo que es fundamental para estimular el comportamiento sexual masculino. Si se lesiona el núcleo dimorfo sexual, esta preferencia por las hembras sobre los machos disminuye. Además, el patrón de secreción de la hormona del crecimiento es sexualmente dimórfico; esta es la razón por la cual, en muchas especies, los machos adultos se distinguen visiblemente de las hembras.

Otros dimorfismos funcionales llamativos se encuentran en las respuestas conductuales a los esteroides ováricos del adulto. Los hombres y las mujeres responden a los esteroides ováricos de diferentes maneras, en parte porque la expresión de las neuronas sensibles al estrógeno en el hipotálamo es sexualmente dimórfica; es decir, los receptores de estrógenos se expresan en diferentes conjuntos de neuronas. El estrógeno y la progesterona pueden influir en la expresión génica en neuronas particulares o inducir cambios en el potencial de la membrana celular y la activación de dominios quinasa, lo que lleva a diversas funciones celulares no genómicas.  Los cerebros masculinos y femeninos difieren en la distribución de los receptores de estrógenos, y esta diferencia es una consecuencia irreversible de la exposición neonatal a los esteroides. Los receptores de estrógeno (y los receptores de progesterona) se encuentran principalmente en las neuronas del hipotálamo anterior y mediobasal, en particular:

👉          el área preóptica (donde se encuentran las neuronas LHRH, que regulan las respuestas a la dopamina y el comportamiento materno;

👉          el núcleo periventricular donde se encuentran las neuronas de somatostatina, regulando los niveles de estrés;

👉          el hipotálamo ventromedial que regula el hambre y la excitación sexual.

  16.4 Funciones endocrinas

El hipotálamo tiene una función neuroendocrina central, más notablemente por su control de la pituitaria anterior, que a su vez regula varias glándulas y órganos endocrinos. Las hormonas liberadoras (también llamadas factores liberadores) se producen en los núcleos hipotalámicos y luego se transportan a lo largo de los axones a la eminencia media o a la pituitaria posterior, donde se almacenan y liberan según sea necesario. Es por esta razón que, a pesar de ser un órgano maestro del sistema endocrino, no es descrito en los capítulos del sistema endocrino en los libros de texto, dado que su funcionamiento es casi principalmente nervioso, y su descarga de hormonas se realiza en la pituitaria.

Sin embargo, debido a su vínculo es importante resaltar que, los estímulos que este órgano recibe, tendrán como respuesta efectora, la emisión de hormonas maestras, así que nos enfocaremos en los estímulos que lo afectan, y sus hormonas serán discutidas en la sección en la que describiremos a la pituitaria / pituitaria.

  16.5 Estímulos

El hipotálamo coordina muchos ritmos circadianos hormonales y conductuales, patrones complejos de salidas neuroendocrinas, mecanismos homeostáticos complejos y comportamientos importantes. El hipotálamo debe, por lo tanto, responder a muchas señales diferentes, algunas de las cuales se generan externamente y otras internamente. La señalización de la onda delta que surge en el tálamo o en la corteza influye en la secreción de hormonas liberadoras; La GnRH y la prolactina se estimulan mientras que la TRH se inhibe. El hipotálamo responde a:

👉          Luz: duración del día y fotoperíodo para regular los ritmos circadianos del sueño y estacionales de hibernación, por medio de fotoreceptores unidos a proteínas G.

👉          Estímulos olfativos, incluyendo feromonas también por receptores unidos a proteínas G.

👉          Esteroides, incluidos los esteroides gonadales y los corticosteroides, por medio de receptores internos de control epigenético.

👉          Información transmitida neuronalmente que surge en particular del corazón, el sistema nervioso entérico (del tracto gastrointestinal) y el tracto reproductivo.

👉          Entradas autonómicas.

👉          Estímulos transmitidos por la sangre, que incluyen leptina, grelina, angiotensina, insulina, hormonas pituitarias, citocinas, concentraciones plasmáticas de glucosa y osmolaridad, etc.

👉          Estrés por medio de los corticoides y la adrenalina suprarrenal.

👉          Invasión de microorganismos al aumentar la temperatura corporal, restableciendo el termostato del cuerpo hacia arriba.


17. Anatomía comparada del hipotálamo

|| Regresar al Índice ||

Durante la evolución de los vertebrados, también evolucionaron las características estructurales de la pituitaria y el hipotálamo que tal vez optimizaron la comunicación entre estos tejidos a medida que los vertebrados se hicieron más grandes y más complejos en forma; y la distancia entre el hipotálamo y la pituitaria aumentó significativamente. Clásicamente, en los vertebrados, generalmente hay 3 modelos para el control anatómico de la pituitaria: sistema portal a través de la eminencia media (tetrápodos); inervación directa (teleósteos) y difusión (agnatos) (Sower, 2015).

Figura 17.1. Anatomía del hipotálamo 2. La pituitaria / hipófisis y el hipotálamo son casi un órgano único, por lo que la evolución del uno no puede narrarse sin el otro.

En los mamíferos, las hormonas liberadoras son secretadas por los botones terminales en la eminencia media y entran en la red portal vascular a través de los lechos capilares (Figura 17.1). Las hormonas liberadoras actúan posteriormente sobre el tejido glandular de la adenopituitaria, o pituitaria anterior, induciendo la síntesis y liberación de las hormonas pituitarias anteriores. Solo los tetrápodos poseen una conexión directa de vasos sanguíneos capilares con la pituitaria para transferir neurohormonas desde el hipotálamo. La importancia adaptativa de dicho sistema de portal es que hace posible la regulación del sistema nervioso central de procesos vitales como la reproducción por condiciones ambientales externas (e internas) del ciclo (Sower, 2015)

  17.1 Los peces sin mandíbula o agnatos

Como se informa ampliamente en la literatura citada en (Sower, 2015), los teleósteos han resuelto este problema estructural mediante la inervación directa de la parte distal por neuronas neurosecretoras apropiadas del hipotálamo adyacente. Los agnatos (vertebrados basales), sin embargo, no tienen comunicación nerviosa o vascular entre el cerebro y la pituitaria. Esto ha llevado a especular que la regulación nerviosa del pars distalis de los agnatos es por difusión de péptidos cerebrales desde la pituitaria adyacente, a través de la delgada capa de tejido conectivo que separa los tejidos neurales de los tejidos glandulares. Los estudios anatómicos y experimentales proporcionaron evidencia para apoyar el concepto de control hipotalámico de la función pituitaria mediante la difusión de las neurohormonas desde la neuropituitaria a la parte distal de la pituitaria. En la lamprea, las neuronas similares a GnRH identificadas por inmunocitoquímica proyectan sus fibras principalmente en la pituitaria desde la región preóptica. Además, Crim (1981) y King et al (1988) mostraron que las neuronas GnRH se proyectan en el tercer ventrículo. Estos autores propusieron una ruta adicional de GnRH a través de la secreción en el tercer ventrículo y el transporte por tanicitos a la pituitaria (Sower, 2015).

Nozaki et al (1994) concluyeron que, en el sentido evolutivo, se han desarrollado 3 tipos de regulación de la pituitaria en los vertebrados: el tipo difusional agnato, el tipo inervativo-nervioso directo teleósteo y el tipo vascular-sanguíneo observado en todos los demás vertebrados. Según lo declarado por estos autores, quizás la principal ventaja del tipo de control de eminencia media vascular-sanguíneo del cerebro es que permitió el desarrollo de glándulas más grandes y gruesas a medida que los vertebrados se hicieron más grandes y más complicados en su forma y la distancia entre el hipotálamo y la pituitaria aumentó significativamente (Sower, 2015).

  17.2 Más allá de los tres tipos de control hipotalámico

Por lo tanto, durante los últimos 30 a 40 años, estos 3 tipos de regulación han sido el dogma en la regulación hipotalámica de la glándula pituitaria. Golan  (2015) realizaron estudios elegantes que examinaron los aspectos anatómicos de la regulación de la gonadotropina por una GnRH tipo 3 (GnRH3) en el pez cebra Denio rerio. Los estudios se describieron bien y se basan en el uso de un modelo de pez cebra transgénico. Los autores han proporcionado con una claridad sorprendente una visión alternativa del control de la pituitaria en teleósteos que, junto con la inervación directa de las neuronas hipotalámicas a la pituitaria, muestran que puede haber control neurovascular de los gonadotropos en un pez teleósteo a través de GnHR3 (Sower, 2015).

Figura 17.2.  Núcleos hipotalámicos en vertebrados. Vista lateral esquemática del cerebro del pez cebra (A) y del ratón (B) que representa la anatomía 2D proyectada de múltiples planos sagitales. Las áreas de color coincidente representan la presunta homología entre áreas hipotalámicas específicas del pez cebra y el ratón. Arco, núcleo arqueado; CC, crista cerebellaris; CCe, cuerpo cerebelo; Hv: zona ventral del hipotálamo periventricular; Hc, zona caudal del hipotálamo periventricular; NPO, área preóptica neurosecretora; OB, bulbo olfativo; PT, tuberculo posterior; PVN, núcleo paraventricular; HIJO, núcleo supraóptico; TeO, tectum opticum; VMN, núcleo ventromedial (Biran et al., 2015).

Mediante el uso de un modelo de pez cebra transgénico, Golan et al (2015) estudiaron los aspectos funcionales y anatómicos de la regulación de FSH y LH. Mostraron una estrecha asociación entre las células FSH y los botones de GnRH, pero solo una quinta parte de las células LH estaba en contacto directo con los terminales de GnRH. Aunque la mayoría de los terminales GnRH3 no estaban ubicados junto a los gonadotropos, se observó una fuerte asociación entre los terminales GnRH3 y los vasos sanguíneos permeables que ingresan a la pituitaria, lo que sugiere la absorción de péptidos GnRH por la circulación aferente. Estos hallazgos tienen una amplia implicación en la regulación de una pituitaria teleostática por el hipotálamo porque presentan una diferencia significativa entre los modos de regulación de los 2 tipos de gonadotropos y resaltan la circulación como un componente potencialmente importante en la regulación de los gonadotropos (Sower, 2015).

  17.3 Una visión no-lineal del control hormonal

Es importante destacar que, en vertebrados no mamíferos el hipotálamo libera típicamente más de una GnRH, sino hasta 3 GnRH en control de la pituitaria. Aunque GnRH3 se considera la principal hormona hipotalámica de GnRH en el pez cebra, se ha demostrado que GnRH2 también puede inervar la pituitaria del pez cebra y está involucrado en alguna regulación de la pituitaria. Por lo tanto, será necesario realizar más estudios sobre el posible modo de regulación de GnRH2 en el pez cebra. En un vertebrado basal, el mixino, se ha asumido, junto con las lampreas, que tiene un sistema regulador de tipo difusional. Sin embargo, información más reciente, revisada en Nozaki y Sower (2013), sugiere que el mixino puede tener un modelo difusional de regulación de la pituitaria, así como una "eminencia premediana". Esto se basa en parte en estudios que muestran un par de pequeños vasos sanguíneos junto con algunas fibras neuronales de amida Pro-GlnArg-Phe (PQRF) que terminan en los vasos sanguíneos dentro del hipotálamo. Nozaki y Sower (2013) sugirieron que el mixino puede representar una etapa intermedia en las relaciones anatómicas hipotálamo-pituitarias en vertebrados.

De esta manera, la hipótesis clásica de corte ortogenesista y lineal del control hormonal da paso a una interpretación más compleja, en la cual, los vertebrados basales poseen la base para estructuras diferentes y modos de control diferentes vistos en otros vertebrados que emergieron más recientemente en el curso de la evolución.

Por lo tanto, es muy probable que también se pueda encontrar una conexión neurovascular en otros vertebrados no mamíferos evolucionados posteriormente. Por lo tanto, se necesitarán muchos más estudios para examinar completamente el alcance de una conexión neurovascular versus inervación dirigida no solo en esta especie de pez sino también junto con otras especies de peces. Aunque no se ha demostrado un modo de entrega neurovascular en otros peces teleósteos, se espera que este tipo de regulación se pueda encontrar en otros peces con la llegada de modelos transgénicos y técnicas microscópicas más sofisticadas.


18. La pituitaria o hipófisis humana

|| Regresar al Índice ||

La glándula pituitaria es del tamaño de una arveja y está suspendida de la base del cerebro por un tallo corto. El tallo conecta la glándula pituitaria con el hipotálamo, el área del cerebro que regula las respuestas fisiológicas como la temperatura corporal, el sueño, el equilibrio hídrico y las emociones fundamentales como el impulso sexual. La glándula pituitaria consta de dos lóbulos: el lóbulo anterior y el lóbulo posterior. Estos lóbulos difieren en tamaño y en su relación con el hipotálamo. Los dos lóbulos liberan diferentes hormonas.

Figura 18.1. La pituitaria humana. La adenohipófisis también se denomina región anterior de la pituitaria y es endocrina, y la neurohipófisis es la región posterior de la pituitaria y segrega lo que le envía el hipotálamo.

El lóbulo anterior es el más grande. Una red de capilares se extiende desde la base del hipotálamo a través del tallo de la pituitaria. Los capilares se conectan a las venas que conducen a más capilares en el lóbulo anterior de la glándula pituitaria (Figura 18.2). Esta conexión circulatoria permite que las hormonas del hipotálamo controlen la secreción de hormonas desde el lóbulo anterior de la pituitaria. Las neuronas especializadas en el hipotálamo sintetizan y secretan hormonas que viajan a través del torrente sanguíneo hasta el lóbulo anterior. Estas neuronas especializadas se denominan células neurosecretoras porque generan y transmiten impulsos nerviosos y producen y secretan hormonas. En efecto, estas células funcionan como neuronas y como células endocrinas, proporcionando un buen ejemplo de la estrecha relación entre los sistemas nervioso y endocrino. Una vez que estas hormonas del hipotálamo llegan a la pituitaria anterior, estimulan o inhiben la secreción de hormonas.

Figura 18.2. Anatomía de la pituitaria humana. Anatomía de la pituitaria o hipófisis humana, en rosa el lóbulo anterior y en amarillo el lóbulo posterior.

Las sustancias producidas por el hipotálamo que estimulan la secreción de hormonas por la pituitaria anterior se denominan hormonas liberadoras. Los que inhiben la secreción de hormonas por la pituitaria anterior se denominan hormonas inhibidoras. La pituitaria anterior responde a la liberación e inhibición de hormonas del hipotálamo modificando su propia síntesis y secreción de seis hormonas. Estas hormonas son la hormona del crecimiento (GH), la prolactina (PRL), la hormona estimulante de la tiroides (TSH), la hormona adrenocorticotrópica (ACTH), la hormona folículo estimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH).

El lóbulo posterior de la pituitaria es muy pequeño, apenas más grande que la cabeza de un alfiler. Se compone de tejido neural que libera hormonas. En contraste con la conexión circulatoria entre el hipotálamo y el lóbulo anterior, la conexión entre el hipotálamo y el lóbulo posterior es neural. Las células neurosecretoras del hipotálamo se proyectan directamente en el lóbulo posterior. Estas células neurosecretoras producen oxitocina (OT) y hormona antidiurética (ADH). OT y ADH se mueven hacia abajo de los axones a los terminales axonales de estas células, que se encuentran en la pituitaria posterior. OT y ADH se almacenan en la pituitaria posterior hasta su liberación en el torrente sanguíneo.

  18.1 Lóbulo anterior de la pituitaria

Como se señaló, el lóbulo anterior de la pituitaria produce y secreta seis hormonas principales.

Figura 18.3. Gigantismo pituitario. Robert Wadlow, un gigante pituitario, nació en 1918 en un tamaño normal, pero desarrolló un tumor pituitario cuando era niño. El tumor causó una mayor producción de GH. Robert nunca dejó de crecer hasta su muerte a los 22 años, cuando ya había alcanzado una altura de casi 2.5 metros.

👉          Hormona del crecimiento: Comenzamos con la hormona del crecimiento (GH), cuya función principal es estimular el crecimiento mediante aumentos en el tamaño celular y las tasas de división celular. Las células objetivo de GH son bastante diversas. Las células de hueso, músculo y cartílago son más susceptibles a la GH, pero las células de otros tejidos también se ven afectadas. La hormona del crecimiento también juega un papel en la conservación de la glucosa al hacer que las grasas estén más disponibles como fuente de combustible.

Figura 18.4. Enanismo pituitario. El enanismo hipofisario es causado por insuficiencia de GH en la niñez.

Dos hormonas del hipotálamo regulan la síntesis y liberación de GH. La hormona liberadora de la hormona del crecimiento (GHRH) estimula la liberación de GH. La hormona inhibidora de la hormona del crecimiento (GHIH) inhibe la liberación de GH. A través de las acciones de estas dos hormonas, los niveles de GH en el cuerpo normalmente se mantienen dentro de un rango apropiado. Sin embargo, los excesos o deficiencias de la hormona pueden afectar dramáticamente el crecimiento.

Figura 18.5. Gigantismo acromegálico. La secreción excesiva de GH en la edad adulta, cuando los huesos pueden engrosarse, pero no alargarse, provoca acromegalia, un engrosamiento gradual de los huesos de las manos, los pies y la cara. El trastorno no era aparente en esta mujer a los 9 o 16 años, pero se hizo evidente a los 33 años. Los síntomas eran aún más evidentes a los 52 años.

Por ejemplo, la producción anormalmente alta de GH en la infancia, cuando los huesos todavía son capaces de crecer en longitud, resulta en gigantismo, una condición caracterizada por un rápido crecimiento y eventual logro de alturas de hasta dos metros y medio (Figura 18.3). El aumento de la producción de GH en la edad adulta, cuando los huesos pueden engrosarse pero no alargarse, provoca acromegalia (literalmente, "extremidades agrandadas"). La acromegalia se caracteriza por el agrandamiento de la lengua y un engrosamiento gradual de los huesos de las manos, los pies y la cara (Figura 18.5). Ambas condiciones están asociadas con una disminución de la esperanza de vida.

Los excesos de GH que causan afecciones como gigantismo y acromegalia pueden ser causados ​​por un tumor de la pituitaria anterior. Los tumores se pueden tratar con cirugía, radiación o medicamentos que reducen la secreción de GH y el tamaño del tumor. La producción insuficiente de GH en la niñez resulta en enanismo pituitario. Típicamente, los enanos pituitarios son estériles y alcanzan una altura máxima de aproximadamente 4 pies (Figura 18.4). La administración de GH en la infancia puede tratar el enanismo pituitario, pero no otras formas de enanismo.

En el pasado, el uso de GH para el tratamiento de afecciones médicas (como el enanismo pituitario) era extremadamente limitado porque la GH era escasa, dado que la hormona tenía que extraerse de las glándulas pituitarias de los cadáveres. A partir de fines de la década de 1970, sin embargo, la GH podría hacerse en el laboratorio. Con esta mayor disponibilidad, se realizó una investigación sobre sus posibles usos en el tratamiento del envejecimiento en adultos y la altura por debajo del promedio en niños.

👉          La prolactina: La prolactina (PRL), otra hormona secretada por el lóbulo anterior de la glándula pituitaria, estimula las glándulas mamarias para que produzcan leche. La PRL interfiere con las hormonas sexuales femeninas, lo que explica por qué la mayoría de las madres no tienen ciclos menstruales regulares durante la lactancia. Sin embargo, no se debe confiar en la lactancia como un método anticonceptivo, porque la supresión de las hormonas femeninas y la ovulación disminuye a medida que las madres amamantan a sus bebés en crecimiento con menos frecuencia.

El crecimiento de un tumor hipofisario puede causar una secreción excesiva de PRL, lo que puede causar infertilidad en las mujeres, junto con la producción de leche cuando no ha tenido lugar el nacimiento. En los hombres, la PRL parece estar involucrada en la producción de esperma maduro en los testículos, pero su función precisa aún no está clara. Sin embargo, la producción de demasiada PRL, como podría ocurrir con un tumor pituitario, puede causar esterilidad e impotencia en los hombres. Algunas hormonas del hipotálamo estimulan y otras inhiben la producción y secreción de PRL.

👉          Otras hormonas de la pituitaria:

Figura 18.6. Anatomía de la pituitaria 2. Anatomía de la pituitaria humana, señalando las estructuras mencionadas en la anatomía comparada.

Las hormonas restantes producidas por el lóbulo anterior de la glándula pituitaria influyen en otras glándulas endocrinas. Una hormona producida por una glándula u órgano endocrino que influye en otra glándula endocrina se llama hormona trópica. Dos de estas hormonas secretadas por el lóbulo anterior de la pituitaria son la hormona estimulante de la tiroides y la hormona adrenocorticotrópica.

La hormona estimulante de la tiroides (TSH) actúa sobre la glándula tiroides en el cuello para estimular la síntesis y liberación de hormonas tiroideas. La hormona adrenocorticotrópica (ACTH), también llamada corticotropina, controla la síntesis y secreción de hormonas glucocorticoides desde la porción externa (corteza) de las glándulas suprarrenales.

Otras dos hormonas trópicas segregadas por el lóbulo anterior de la glándula pituitaria influyen en las gónadas (ovarios en la mujer y testículos en el hombre). La hormona foliculoestimulante (FSH) promueve el desarrollo de óvulos y la secreción de la hormona estrógeno de los ovarios en las mujeres. La hormona luteinizante (LH) causa la ovulación, la liberación de un futuro óvulo por el ovario en las mujeres. La LH también estimula a los ovarios a secretar estrógenos y progesterona. Estas dos hormonas preparan el útero para la implantación de un óvulo fertilizado y los senos para la producción de leche. En los hombres, la FSH promueve la maduración de los espermatozoides, mientras que la LH estimula las células dentro de los testículos para producir y secretar la hormona testosterona.

  18.2 Lóbulo posterior de la pituitaria

La pituitaria posterior no produce hormonas propias. Sin embargo, las células neurosecretoras del hipotálamo producen hormona antidiurética y oxitocina. Estas hormonas viajan por los axones de las células neurosecretoras hasta los terminales del axón en la pituitaria posterior, donde se almacenan hasta su liberación al torrente sanguíneo.

👉          La vasopresina: La función principal de la hormona antidiurética (ADH) es conservar el agua corporal disminuyendo la producción de orina. La ADH logra esta tarea al hacer que los riñones eliminen el agua del líquido destinado a convertirse en orina. El agua luego regresa a la sangre. El alcohol inhibe temporalmente la secreción de ADH, causando un aumento de la micción después del consumo de alcohol. El aumento de la producción de orina provoca deshidratación y el consiguiente dolor de cabeza y boca seca, típico de muchas resacas. La ADH también se llama vasopresina. Este nombre proviene de su papel en la constricción de los vasos sanguíneos y el aumento de la presión arterial, particularmente en tiempos de pérdida severa de sangre.

Una deficiencia de ADH puede resultar del daño a la pituitaria posterior o al área del hipotálamo responsable de la fabricación de la hormona. Tal deficiencia resulta en diabetes insípida, una condición caracterizada por la producción excesiva de orina y la deshidratación resultante. Los casos leves pueden no requerir tratamiento. Los casos graves pueden causar una pérdida extrema de líquidos, y puede causar la muerte por deshidratación. El tratamiento generalmente incluye la administración de ADH sintética en un aerosol nasal. La diabetes insípida no debe confundirse con la diabetes mellitus (diabetes dulce). Esta última es una condición en la que se pierden grandes cantidades de glucosa en la orina como resultado de una deficiencia de insulina. Ambas condiciones, sin embargo, se caracterizan por una mayor producción de orina.

👉          La oxitocina: La oxitocina (OT) es la segunda hormona producida en el hipotálamo y liberada por la pituitaria posterior. El nombre oxitocina (oxi, rápido; tokos, parto) revela una de sus dos funciones principales: estimular las contracciones uterinas del parto. El control de OT durante el parto es un ejemplo de un mecanismo de retroalimentación positiva. La pitocina es una forma sintética de OT a veces administrada para inducir y acelerar el trabajo de parto.

La segunda función principal de la oxitocina es estimular la eyección de leche desde las glándulas mamarias. La eyección de leche ocurre en respuesta al estímulo de succión de un bebé. Recuerde que la prolactina secretada por la pituitaria anterior estimula a las glándulas mamarias a producir, pero no a expulsar, leche. Los hombres también secretan OT, y existe evidencia de que esta hormona facilita el transporte de esperma en el tracto reproductor masculino.


19. Anatomía comparada de la pituitaria

|| Regresar al Índice ||

  19.1 Estructura

La glándula pituitaria, o hipófisis, se encuentra en todos los vertebrados. El nombre hipófisis es un término reciente inspirado en su posición debajo del cerebro (hipo significa “debajo” y “fisis se refiere al crecimiento”). El nombre pituitario tiene siglos de antigüedad y se refiere a la visión errónea de que esta glándula produce limo o mucosidad viscosa llamada pituita (flema).

Figura 19.1.  Desarrollo de la pituitaria vertebrada. (a) Sección sagital de un embrión joven que muestra la formación de la bolsa de Rathke y el infundíbulo rudimentario. (b – d) Los dos divertículos hacen contacto durante el desarrollo embrionario, y la bolsa de Rathke se libera de su fuente en el estomodeo. (e) Anatomía de la glándula pituitaria adulta. Observe cómo se combinan las dos fuentes embrionarias.

Aunque pequeña, esta glándula tiene efectos dominantes sobre la mayoría de las actividades del cuerpo. La pituitaria tiene dos fuentes embrionarias. Una fuente es el infundíbulo, una excrecencia ventral del diencéfalo del cerebro. La otra es la bolsa de Rathke, un divertículo del estomodeo, que crece dorsalmente y se asocia con el infundíbulo (Figura 19.1 a, b). El infundíbulo retiene su conexión con el cerebro y se convierte en neurohipófisis. La bolsa de Rathke (placode adenohipofisario) se quita de su conexión con el estomodeo y se convierte en la adenohipófisis (Figura 19.1 b – d).

La adenohipófisis y la neurohipófisis a su vez se diferencian en regiones que reconocemos por sus disposiciones tisulares (cordones y grumos), propiedades de tinción (acidófilos, basófilos y cromófobos) o posición anatómica. Tres regiones distintas subdividen la adenohipófisis: la pars distalis, la pars tuberalis y la pars intermedia (Figura 19.1e). En todos los vertebrados, la parte distal es la porción principal de la adenohipófisis y la fuente de una variedad de hormonas. A menudo se diferencia en lóbulos (cefálicos y caudales) o subregiones (proximales y rostrales). La pars tuberalis se encuentra anterior a la pars distalis. Su función no se entiende bien, pero se encuentra solo en los tetrápodos. Al menos en los mamíferos, responde a la melatonina y libera una hormona que a su vez está vinculada al control fotoperiódico de la secreción de prolactina en un ritmo circadiano. La parte intermedia contigua a la neurohipófisis, a menudo asociada con una hendidura (Cleft), un remanente de la luz embrionaria de la bolsa de Rathke.

Tabla 19.1. Divisiones de la glándula pituitaria según el contexto embrionario de origen, de destino, y de descripción anatómica clásica.

Fuente embrionaria

Divisiones embrionarias

Divisiones anatómicas

Bolsa de Rathke

Adenohipófisis

Pars tuberalis

Lóbulo anterior

Pars distalis

Pars intermedia

Lóbulo posterior

Infundíbulo

Neurohipófisis

Pars nerviosa

Tallo infundibular y eminencia media

La neurohipófisis consta de hasta dos subdivisiones: la parte nerviosa y la eminencia mediana anterior. Cada una de estas regiones tiene su propio suministro vascular. Un sistema de portal corto entre ellos coloca la adenohipófisis aguas abajo de la eminencia mediana. La pars nervosa tiene un suministro sanguíneo extenso de la circulación general del cuerpo, que es independiente del suministro a la adenohipófisis de la hipófisis. Los términos descriptivos lóbulos anterior y posterior se evitan en este libro porque no son sinónimos de las divisiones embrionarias de la hipófisis. En cambio, se refieren a divisiones anatómicas. El término lóbulo posterior en realidad incluye partes derivadas de ambas fuentes embrionarias (Tabla 19.1). Los términos preferidos adenohipófisis y neurohipófisis dividen la hipófisis según su origen embrionario de la bolsa de Rathke y el infundíbulo, respectivamente.

  19.2 Peces sin mandíbula

El tamaño y la organización de la pituitaria son bastante variables, incluso entre los vertebrados de la misma clase. En los mixinos, las fuentes embrionarias de la pituitaria difieren de las de otros vertebrados. Como en otros vertebrados, la neurohipófisis del mixino es un saco hueco y alargado que se extiende desde el diencéfalo del cerebro, pero no existe una eminencia media, pero como se mencionó en la sección del hipotálamo, pueden existir vasos sanguíneos poco desarrollados. La adenohipófisis del mixino parece surgir del endodermo y no del ectodermo estomodeal. Consiste en parches de células incrustadas en una densa capa de tejido conectivo pero indiferenciadas en regiones. Por lo tanto, la adenohipófisis del mixino puede no ser homóloga con otras pituitarias vertebradas.

Aunque la eminencia media está ausente en los mixinos y lampreas, en la mayoría de los demás aspectos, su pituitaria se parece mucho a la de otros peces (Figura 19.2). La neurohipófisis de las lampreas se extiende desde la parte ventral del cerebro y contacta con la adenohipófisis. La adenohipófisis surge como una bolsa ectodérmica, pero generalmente conserva su conexión con el órgano olfativo hasta la metamorfosis. Tanto un pars intermedio como un pars distalis están presentes. El pars distalis se subdivide en un rostral y un pars distalis proximal.

Figura 19.2.   Filogenia de la pituitaria vertebrada. Las flechas delgadas y sólidas dentro de las pituitarias designan la conexión del sistema de venas portal desde la eminencia media hasta la parte distal. La parte distal a menudo exhibe regiones anterior y posterior: la parte distal rostral (Rpd) y la parte distal proximal (Ppd) o la parte distal cefálica (Cep) y la parte distal caudal (Cau). En mamíferos, la pars distalis no se subdivide. El lóbulo ventral, una proyección de la adenohipófisis, es exclusivo de los elasmobranquios “tiburones y afines”. En algunos vertebrados inferiores, el saccus vasculosus (SV) está presente y se deriva del hipotálamo del cerebro.

  19.3 Condrictios

En la hipófisis de los condricitios, y los peces pulmonados, al menos dos regiones se reconocen típicamente en la adenohipófisis (pars intermedia y pars distalis) y dos regiones en la neurohipófisis (pars nervosa y eminencia media). La pituitaria de elasmobranquios presenta características adicionales. Exclusivo de los elasmobranquios es una proyección hacia adelante de la parte distal del paréntesis denominada lóbulo ventral, que algunos endocrinólogos llaman la parte ventral del par. Se desconoce la función del lóbulo ventral, aunque debido a que secreta algunas de las mismas hormonas, es probable que solo sea una extensión de la porción distal. El saco vasculo de la hipófisis del elasmobranquio es una especialización estructural derivada del hipotálamo y ubicada por encima de la neurohipófisis, pero su función aún se desconoce. Un sistema portal vascular está presente entre la eminencia media y la pars distalis. Al igual que en las lampreas, la parte distal de los elasmobranquios se subdivide en una parte distal rostral y una parte distal proximal.

  19.4 Osteoictios

En los peces óseos que no sean pulmonados, se reconocen subdivisiones rostrales y proximales dentro del pars distal, el saco vascular está presente y el lóbulo ventral está ausente. En los teleósteos, también se reconocen dos regiones primarias, la adenohipófisis y la neurohipófisis, aunque a diferencia de las de otros peces óseos, carecen de una eminencia mediana. Las neuronas en el hipotálamo teleósteo llegan directamente a la adenohipófisis para activar sus células secretoras.

  19.5 Tetrápodos

La pars tuberalis aparece en los primeros tetrápodos y persiste en la mayoría de los amniotas posteriores. Por lo tanto, la hipófisis de tetrápodos se caracteriza por una adenohipófisis con tres subdivisiones (pars intermedia, pars distalis y pars tuberalis) y una neurohipófisis que retiene dos subdivisiones (pars nervosa y eminencia mediana). En los anfibios, la adenohipófisis establece un patrón básico de tetrápodos de pars tuberalis, pars distalis (sin regionalización) y pars intermedia; La neurohipófisis se compone de una eminencia media y pars nervosa.

Las pituitarias reptilianas generalmente se ajustan al patrón de tetrápodos, pero varían notablemente en tamaño y forma. La adenohipófisis de las serpientes es lobulada y puede haber una hendidura en algunos reptiles. Dentro de los reptiles el pars distalis, se reconocen los lóbulos cefálicos y caudales. La pars tuberalis está bien desarrollada en la mayoría de los reptiles, pero reducida en lagartos y ausente en las serpientes. Tanto el cocodrilo como las pituitarias de las aves son similares a los de otros tetrápodos, aunque la pars intermedia está ausente en ambos. La parte distal nuevamente consiste en lóbulos cefálicos y caudales. La eminencia mediana bien desarrollada a veces se divide en regiones anterior y posterior. Varios mamíferos también carecen de una pars intermedia, y en la mayoría de los monotremas y terianos, el patrón básico es evidente: adenohipófisis con pars tuberalis, pars intermedia y pars distalis y una neurohipófisis con pars nervosa y eminencia media.

Figura 19.3.  Suministro vascular y circulación dentro de la glándula pituitaria. Obsérvese la derivación portal hipofisaria corta entre la eminencia media y la pars distal. Un suministro capilar separado a la parte nerviosa surge de la circulación general. Las neuronas neurosecretoras liberan neurohormonas en ambas redes capilares. Las neurohormonas que ingresan a la eminencia media son transportadas a las células dentro de la pars distalis. Las neurohormonas liberadas en la parte nerviosa entran en la circulación general del cuerpo.

  19.6 Funciones comparadas

Estrictamente hablando, las células dentro de la neurohipófisis no producen hormonas pituitarias. En cambio, los axones de las neuronas neurosecretoras del hipotálamo dorsal a él se proyectan en la neurohipófisis, donde sus secreciones se liberan en los vasos sanguíneos o se almacenan temporalmente. Además de estos axones, se cree que los pituicitos dentro de la neurohipófisis son compatibles con las neuronas neurosecretoras, pero no sintetizan ni secretan hormonas.

A diferencia de las células de la neurohipófisis, las células de la adenohipófisis sintetizan hormonas hipofisarias. En los teleósteos, las neuronas neurosecretoras se proyectan directamente en la adenohipófisis para presidir directamente su actividad. En todos los demás vertebrados con una eminencia media con vasos sanguíneos conectan directo con el hipotálamo, que influye indirectamente en su actividad. Las neuronas neurosecretoras del hipotálamo se proyectan hacia la región de la eminencia media y allí secretan sus neurohormonas en los capilares. A través de un pequeño enlace portal vascular, estas neurohormonas se transportan una corta distancia a través de un plexo capilar y luego se difunden hacia la adenohipófisis (Figura 19.3). Estas neurohormonas son hormonas liberadoras u hormonas inhibidoras de la liberación, dependiendo de si estimulan o inhiben las células de la adenohipófisis.

A partir de los primeros métodos de tinción, se identificaron los tipos de células en función de sus reacciones con los colorantes. Los acidófilos y los basófilos tienen afinidades por los colorantes ácidos y básicos, respectivamente. Los cromófobos no reaccionan con los tintes. Aunque estos términos siguen siendo útiles con fines descriptivos, los nuevos colorantes y mejores técnicas para identificar las hormonas han demostrado que un tipo de célula puede producir varias hormonas diferentes.

  19.7 La neurohipófisis

Se han identificado dos hormonas sintetizadas por las células neurosecretoras del hipotálamo en la pars nervosa de los mamíferos. Una hormona es la vasopresina, que actúa sobre el músculo liso en las paredes de las arteriolas periféricas, haciendo que se contraigan. La resistencia al flujo sanguíneo aumenta y provoca un aumento de la presión arterial. Si un organismo sufre una pérdida considerable de sangre, los sensores de presión en la arteria carótida detectan disminuciones en la presión arterial y estimulan una mayor secreción de vasopresina a través del control reflejo del hipotálamo.

👉          La vasopresina: La vasopresina también se llama hormona antidiurética (ADH) porque promueve la conservación del agua dentro de los riñones. Si un mamífero se deshidrata, las neuronas neurosecretoras del hipotálamo liberan ADH en la neurohipófisis, donde se recoge en la sangre y se transporta a los riñones. ADH actúa en las paredes de los conductos colectores renales, haciéndolos altamente permeables al agua; por lo tanto, el agua fluye desde los túbulos hacia el líquido intersticial hiperosmótico y crea una orina concentrada. En ausencia de ADH, las paredes de los conductos colectores permanecen impermeables al agua. Se reabsorbe menos agua y la orina es abundante y diluida. Bajo condiciones patológicas en las cuales la enfermedad o los tumores evitan la liberación suficiente de ADH, se pasan grandes volúmenes de orina diluida, una condición médica conocida como diabetes insípida. Como resultado, el individuo experimenta sed constante y bebe grandes cantidades de agua para compensar.

👉          La oxitocina: La segunda hormona que se encuentra en la parte nerviosa es la oxitocina. Sus tejidos diana son el miometrio, la capa de músculo liso del útero y las células mioepiteliales contráctiles de la glándula mamaria. Al final del embarazo, el nivel de oxitocina en la sangre aumenta, lo que le da un papel en las contracciones uterinas durante el parto. Un recién nacido que amamanta inicia un reflejo a través de los nervios sensoriales que eventualmente estimula las neuronas neurosecretoras del hipotálamo para liberar oxitocina en su terminal en la parte nerviosa. El torrente sanguíneo transporta la hormona a la glándula mamaria, donde promueve las contracciones de las células mioepiteliales en las paredes de las glándulas exocrinas de la leche. Aproximadamente un minuto después del inicio de la succión, la leche comienza a fluir desde el pezón o la tetina.

El papel de la oxitocina en las contracciones uterinas naturales durante el parto condujo a su uso médico para inducir artificialmente el parto en mujeres. A lo largo de los vertebrados, promueve las contracciones rítmicas de los oviductos durante la ovoposición o el nacimiento, y en los machos, estimula la contracción de los conductos espermáticos. La oxitocina merece nuestra gratitud por sus contracciones rítmicas del músculo liso de los órganos reproductores en hombres y mujeres, que son responsables de la sensación del orgasmo.

  19.8 La adenohipófisis

Seis hormonas principales han sido identificadas dentro de la adenohipófisis.

👉          La hormona del crecimiento: Abreviada como GH puede apuntar al hígado, que responde secretando un factor de crecimiento similar a la insulina que media algunos efectos de la GH en el crecimiento y el metabolismo. La GH también produce efectos en todo el cuerpo, incluida una mayor síntesis de proteínas, una mayor movilización de ácidos grasos y una menor utilización de glucosa. En animales jóvenes, los niveles deficientes de la hormona del crecimiento conducen al enanismo pituitario, y los niveles excesivos conducen al gigantismo pituitario. La acromegalia es una afección que ocurre en adultos en la que una proliferación desproporcionada de cartílago resulta de un exceso de hormona de crecimiento liberada después de la pubertad.

👉          La prolactina: En los mamíferos, la prolactina (PRL) promueve el desarrollo de las glándulas mamarias y la lactancia durante el embarazo. En las aves, la prolactina estimula la síntesis de lípidos durante el engorde premigratorio y apoya el comportamiento de crianza. En algunas especies, la prolactina estimula la aparición de un parche de cría, una región venosa y altamente vascularizada de la piel del seno colocada contra los huevos en incubación para calentarlos. En palomas y aves relacionadas, la prolactina promueve la secreción de la leche del buche, un fluido nutricional producido en el nuche y cuya función es análoga a la leche mamífera, alimentar a las crías. En lagartos, la prolactina afecta la regeneración de la cola, y en los anfibios, afecta el crecimiento y la metamorfosis. En los teleósteos, la prolactina es importante en la osmorregulación, especialmente en los peces migratorios que se mueven del agua salada al agua dulce durante el desove.

👉          La tirotropina: La tirotropina, u hormona estimulante de la tiroides (TSH), estimula la glándula tiroides para que sintetice y libere T3 y T4 en la sangre.

👉          Gonadotropinas: La adenohipófisis libera gonadotropinas, típicamente dos hormonas que afectan las gónadas y los tractos reproductivos. Las principales gonadotropinas producidas por la adenohipófisis son la hormona foliculoestimulante y la hormona luteinizante. Los niveles crecientes de hormona foliculoestimulante (FSH) inducen el desarrollo de folículos ováricos seleccionados. En los hombres, la FSH inicia y ayuda a mantener la espermatogénesis, aunque el término puede parecer ilógico para esta situación. La hormona luteinizante (LH) actúa en las mujeres para finalizar la maduración de los folículos ováricos. Un aumento en el nivel de LH promueve la ovulación. Después de la ovulación, promueve la reorganización de las células del folículo en el cuerpo lúteo. En los hombres, la hormona luteinizante, más apropiadamente llamada hormona estimulante de células intersticiales (ICSH), estimula las células intersticiales de los testículos para secretar testosterona. En general, LH y FSH estimulan la síntesis de andrógenos y estrógenos tanto en hombres como en mujeres. Ocasionalmente, las hembras producen niveles de andrógenos más altos que los machos de la misma especie como en varias especies de hienas; y los machos, como los sementales, producen estrógenos.

👉          Corticotropina: O la hormona adrenocorticotrópica (ACTH), estimula la corteza de la glándula suprarrenal para liberar glucocorticoides.

👉          Hormona estimulante de melanóforos: Abreviada como (MSH) se encuentra en el pars intermedia. Sus objetivos son los melanóforos, células pigmentarias de la piel. En pocos minutos, MSH afecta la distribución de melanina dentro de melanóforos, cambiando la oscuridad de la piel en los vertebrados capaces de cambiar de color de piel rápidamente. La estimulación hace que el pigmento melanina se disperse en seudópodos citoplasmáticos fijos de los melanóforos, lo que oscurece la piel. En ausencia de MSH (o mediante la inhibición de la melatonina producida en la pineal), los gránulos de pigmento se acumulan en el centro de la célula. El efecto general es aclarar la piel. En aves y mamíferos, la pigmentación de la piel resulta de la liberación de gránulos de melanina en la piel, las plumas y el cabello. La MSH puede actuar para aumentar la producción de pigmento a largo plazo o de forma estacional.

Hubo un tiempo en que el término melanocito se usaba para las células pigmentarias en las que la MSH causaba un aumento de la síntesis de melanina, pero ningún movimiento del pigmento dentro de la célula. El Melanoforo designó otro tipo de células en el que la melanina se movía dentro de la célula en respuesta a MSH. Sin embargo, el descubrimiento de melanocitos en los que se producen síntesis y movimiento arroja dudas sobre la utilidad de una distinción tan aguda.

 

20. La tiroides humana

|| Regresar al Índice ||

Las células recubren las paredes de los folículos y producen tiroglobulina, la sustancia de la que se forman la tiroxina (T4) y la triyodotironina (T3). Estas dos hormonas muy similares tienen diferentes números de moléculas de yodo; Como lo indican sus abreviaturas, la tiroxina tiene cuatro moléculas de yodo y la triyodotironina tiene tres. La tiroxina generalmente se produce en mayor cantidad que la triyodotironina, y la mayoría de la tiroxina finalmente se convierte en triyodotironina. Debido a que estas dos hormonas son muy similares, simplemente nos referiremos a ellas como hormona tiroidea (TH). Otras células endocrinas en la tiroides, llamadas células parafoliculares (porque se encuentran cerca de los folículos), secretan la hormona calcitonina.

  20.1 Hormona tiroidea

Casi todas las células del cuerpo son células objetivo para TH. Por lo tanto, no es sorprendente que la hormona tenga efectos amplios. La TH regula la tasa metabólica del cuerpo y la producción de calor. También mantiene la presión arterial y promueve el desarrollo y funcionamiento normal de varios sistemas de órganos. La TH afecta el metabolismo celular al estimular la síntesis de proteínas, la descomposición de los lípidos y el uso de glucosa para la producción de ATP. La glándula pituitaria y el hipotálamo controlan la liberación de TH. Los niveles decrecientes de TH en la sangre provocan que el hipotálamo secrete una hormona liberadora. La hormona liberadora estimula la hipófisis anterior para secretar TSH, lo que, a su vez, hace que la tiroides libere más TH.

Figura 20.1. Anormalidades físicas por alteraciones en la tiroides. (A) Bocio simple; (B) ojos saltones; (C) cretinismo.

El yodo es necesario para la producción de TH. Una dieta deficiente en yodo puede producir un bocio simple, es decir, una glándula tiroides agrandada (Figura 20.1 A). Cuando la ingesta de yodo es inadecuada, el nivel de TH es bajo, y el bajo nivel de TH a su vez desencadena la secreción de TSH. La TSH estimula la glándula tiroides para aumentar la producción de tiroglobulina. La falta de yodo evita la formación de TH a partir de la tiroglobulina acumulada. En respuesta a los bajos niveles continuos de TH, la pituitaria continúa liberando cantidades crecientes de TSH, lo que hace que la tiroides se agrande en un esfuerzo inútil por filtrar más yodo de la sangre. En el pasado, los bocios eran bastante comunes, especialmente en partes del medio oeste de los Estados Unidos (apodado el cinturón de bocio), donde el suelo pobre en yodo y el poco acceso a los mariscos ricos en yodo condujeron a dietas deficientes en yodo. La incidencia de bocio en los Estados Unidos disminuyó drásticamente una vez que se agregó yodo a la mayoría de la sal de mesa a partir de la década de 1920. El bocio simple puede tratarse con suplementos de yodo o la administración de TH.

La subsecreción de TH durante el desarrollo fetal o la infancia causa cretinismo, una condición caracterizada por enanismo y retraso en el desarrollo mental y sexual (Figura 20.1 C). Si una mujer embarazada produce suficiente TH, muchos de los síntomas del cretinismo no aparecen hasta después del nacimiento, cuando el bebé deficiente comienza a depender únicamente de su propia glándula tiroides que funciona mal para suministrar las hormonas necesarias. Las dosis orales de TH pueden prevenir el cretinismo, por lo que a la mayoría de los lactantes en los países industrializados se les realiza un examen de la función tiroidea adecuada poco después del nacimiento. En los Estados Unidos, tales pruebas revelan que el desarrollo incompleto de la glándula tiroides ocurre en aproximadamente 1 de cada 3000 nacimientos. La subsecreción de TH en la edad adulta causa mixedema, una condición en la cual el líquido se acumula en los tejidos faciales. Otros síntomas de la subsecreción de TH incluyen disminuciones en el estado de alerta, la temperatura corporal y la frecuencia cardíaca. La administración oral de TH puede prevenir y tratar estos síntomas.

La sobresecreción de TH causa la enfermedad de Graves, un trastorno autoinmune en el cual el sistema inmunitario de una persona produce proteínas en forma de Y llamadas anticuerpos que en este caso imitan la acción de la TSH. Los anticuerpos estimulan la glándula tiroides, haciendo que se agrande y produzca en exceso sus hormonas. Los síntomas de la enfermedad de Graves incluyen un aumento de la tasa metabólica y la frecuencia cardíaca, acompañados de sudoración, nerviosismo y pérdida de peso. Muchos pacientes con enfermedad de Graves también tienen exoftalmos, ojos sobresalientes causados ​​por la inflamación de los tejidos en las órbitas de los ojos (Figura 20.1 B). La enfermedad de Graves se puede tratar con medicamentos que bloquean la síntesis de hormonas tiroideas. Alternativamente, el tejido tiroideo puede reducirse mediante cirugía o la administración de yodo radioactivo. Debido a que la glándula tiroides acumula yodo, la ingestión de yodo radioactivo (generalmente administrado en cápsulas) destruye selectivamente el tejido tiroideo.

  20.2 La calcitonina humana

La calcitonina (CT) secretada por las células parafoliculares de la tiroides ayuda a regular la concentración de calcio en la sangre para garantizar el correcto funcionamiento de las células musculares y las neuronas. Los iones de calcio se unen a la proteína troponina, lo que conduce a cambios en otras proteínas musculares y finalmente provoca la contracción muscular. Además, el calcio provoca la liberación de neurotransmisores en la hendidura sináptica y, por lo tanto, es fundamental en la transmisión de mensajes de una neurona a la siguiente. Cuando el nivel de calcio en la sangre es alto, la CT estimula la absorción de calcio por el hueso e inhibe la descomposición del hueso, disminuyendo así el nivel de calcio en la sangre. La TC también reduce el calcio en la sangre al estimular un aumento inicial en la excreción de calcio en la orina. Cuando el nivel de calcio en la sangre es bajo, las glándulas paratiroides, que discutiremos a continuación, les indica que liberen su hormona.

Figura 20.2. Ubicación de la tiroides humana. La glándula tiroides es una estructura de color rojo oscuro en forma de escudo en la parte frontal del cuello. (El color proviene de su suministro de sangre excepcional.) Dentro de la tiroides hay pequeñas cámaras esféricas llamadas folículos.


21. Anatomía comparada de la tiroides humana

|| Regresar al Índice ||

La glándula tiroides produce, almacena y libera dos hormonas tiroideas separadas que regulan la tasa metabólica, la metamorfosis, el crecimiento y la reproducción. Se dice que las hormonas tiroideas son permisivas, lo que significa que "permiten" que los tejidos objetivo respondan mejor a la estimulación por otras hormonas, por el sistema nervioso o posiblemente por estímulos ambientales (como la luz o la temperatura).

Figura 21.1.  Glándula tiroides de mamíferos. La glándula tiroides está compuesta de numerosos folículos esféricos. Las células principales en la pared de cada folículo producen hormonas tiroideas y las secretan a demanda en los capilares. (a) Vista ventral de la laringe y la tráquea de un perro que muestra glándulas tiroideas y paratiroideas emparejadas. (b) La sección histológica agrandada de la tiroides ilustra los folículos y el coloide que llena la luz. (c) Vista en corte de un folículo tiroideo único que muestra la disposición de las células principales y las células parafoliculares (células C) que componen la pared folicular. Tenga en cuenta el suministro de nervios y capilares que abarcan las regiones basales de estas células.

La tiroides segrega hormonas que contienen yodo. En 1915, la tiroxina, la primera hormona tiroidea, fue aislada e identificada. Otro nombre para esta hormona es tetrayodotironina, o T4 para abreviar (llamado así porque cada molécula contiene cuatro átomos de yodo). Una segunda hormona tiroidea identificada en 1952 es la triyodotironina, o T3 (tres átomos de yodo). Inicialmente aislado en mamíferos, se sabe que tanto T3 como T4 se sintetizan en todos los vertebrados.

  21.1 Peces sin mandíbula

En los ciclostomas, estas hormonas se almacenan intracelularmente.  En amphioxus y lampreas, el endóstilo es similar en función a una glándula tiroides en que secreta productos ricos en yodo, pero los libera directamente en el tracto digestivo. Durante la metamorfosis de los ammocoetes, el endóstilo se convierte en las células foliculares de la glándula tiroides, que libera sus hormonas en el sistema circulatorio. El endóstilo de los protocordatos, como la glándula tiroides de los vertebrados, recoge yodo, lo que aumenta aún más la idea de que el endóstilo es el predecesor filogenético de la tiroides. Pero el papel que juegan los compuestos yodados en el metabolismo de los protocordatos aún no está claro.

Figura 21.3. Las glándulas tiroides comparada. La forma, e incluso “unidad” de la tiroides es altamente variable al interior de los vertebrados.

  21.2 Vertebrados con mandíbula

Sin embargo, en los gnatóstomos, la tiroides almacena grandes cantidades de hormonas extracelularmente dentro de la luz de cientos de pequeñas esferas irregulares o folículos. Esta condición es única en comparación con todas las demás glándulas endocrinas de vertebrados. Una sola capa de células epiteliales llamadas células principales (células foliculares) forma las paredes de estos folículos (Figura 21.2 a – c). Las células principales producen un coloide gelatinoso en el que estas hormonas se almacenan dentro de los folículos. Las células principales también liberan hormonas tiroideas bajo demanda (Figura 21.2 b). En todos los vertebrados, la tiroides surge como una consecuencia del piso de la faringe. Esta extensión puede ser inicialmente sólida o hueca, pero pronto se libera de la faringe. En los teleósteos, se fragmenta en masas dispersas de folículos. En la mayoría de los otros vertebrados, forma una glándula de lóbulo simple o doble en la garganta encerrada en una cápsula de tejido conectivo (Figura 21.2).

  21.3 Funciones comparadas

Cuando se almacena, la proteína tiroglobulina es secretada por las células principales bajo la influencia de la hormona pituitaria tirotropina u hormona estimulante de la tiroides (TSH), y se almacena en el coloide. Específicamente, el aminoácido tirosina se incorpora a la proteína y se yoda, se usa para formar T4 (se unen dos tirosinas yodadas) y se une a la estructura de la proteína mediante enlaces peptídicos. Cuando se movilizan, las células principales se vuelven más altas y forman extensiones apicales que envuelven la proteína almacenada, permitiendo que estas células fagociten y luego hidrolicen el coloide en los lisosomas.

Específicamente, la tiroglobulina se devuelve a las células principales (nuevamente bajo la influencia de TSH), donde las enzimas hidrolíticas escinden la tiroglobulina para producir T4. Parte de T4 está parcialmente desyodada a T3 antes de su liberación desde la glándula, de modo que parte de T3, pero principalmente T4, ingresa a la circulación. Gran parte de la circulación T4 es degradada o convertida por enzimas hepáticas en la forma más activa de la hormona, T3.

Las hormonas tiroideas están presentes en los ciclostomas, donde inhiben la metamorfosis, pero se desconoce su función en el adulto. Los efectos de las hormonas tiroideas en los tejidos objetivo son más conocidos en mamíferos y aves.

👉          Implicaciones metabólicas: En los endotermos, las hormonas tiroideas elevan el consumo de oxígeno y la producción de calor por los tejidos. Las inyecciones de hormonas tiroideas pueden aumentar la tasa metabólica basal varias veces. Las hormonas tiroideas afectan la actividad metabólica específicamente a través del aumento de las membranas plasmáticas, especialmente en las mitocondrias, y por el aumento de las actividades moleculares de las proteínas de membrana.

Los ectotermos no tienen una tasa metabólica "basal", aunque, por supuesto, tienen una temperatura corporal que depende de las condiciones ambientales y los niveles de actividad. Las hormonas tiroideas en los ectotermos afectan el metabolismo, y este efecto es sensible a la temperatura corporal. Un efecto que la tiroides tiene sobre el metabolismo ectotermo se puede ver en los reptiles cuando su temperatura se eleva ambientalmente. A bajas temperaturas (20 ° C), los tejidos de lagarto no responden a las hormonas tiroideas; sin embargo, a temperaturas preferidas (30 ° C), los tejidos responden a las hormonas tiroideas.

👉          Crecimiento: En aves y mamíferos, el crecimiento normal depende de los niveles normales de hormonas tiroideas. El hipotiroidismo, la subproducción de estas hormonas, produce retraso en el crecimiento y retraso mental en los bebés humanos, un síndrome conocido como cretinismo. En adultos, el hipotiroidismo produce letargo y una capacidad cognitiva deteriorada. El hipertiroidismo, la sobreproducción de hormonas tiroideas, aumenta la actividad, el nerviosismo, los ojos saltones y la pérdida rápida de peso, una afección médica llamada enfermedad de Graves.

👉          Metamorfosis: El crecimiento de reptiles y peces depende de manera similar de las hormonas tiroideas. Por ejemplo, el agrandamiento de la glándula tiroides ocurre cuando un salmón joven (denominado parr) se transforma en un smolt, su etapa migratoria en la que viaja río abajo hacia el mar. Los anfibios difieren de la mayoría de los vertebrados en que sus hormonas tiroideas detienen el crecimiento de las larvas y promueven la metamorfosis.

👉          Muda: Las hormonas tiroideas afectan la pérdida y el reemplazo posterior del cabello o las plumas cuando los mamíferos y las aves mudan. La tiroxina promueve el desprendimiento de la piel, lo que sugiere un efecto general de las hormonas tiroideas en el tegumento de los vertebrados. Si las hormonas tiroideas son deficientes en aves o mamíferos, se altera el crecimiento del cabello o las plumas, se reduce la deposición de pigmento y la piel tiende a adelgazarse. La piel de peces, anfibios y reptiles también se ve afectada negativamente por las deficiencias de la hormona tiroidea.

👉          Reproducción: En la mayoría de los vertebrados, los niveles elevados de hormonas tiroideas se correlacionan con la maduración de las gónadas y la ovogénesis o espermatogénesis. Una vez más, los anfibios parecen ser una excepción porque sus hormonas tiroideas aparentemente detienen los procesos fisiológicos que promueven la reproducción. La extirpación quirúrgica de las glándulas tiroides anfibias es seguida por un desarrollo acelerado gonadal.


22. La paratiroides humana

|| Regresar al Índice ||

Las glándulas paratiroides son cuatro masas pequeñas y redondas en la parte posterior de la glándula tiroides (Figura 22.1).  Estas glándulas segregan hormona paratiroidea (PTH), también llamada parathormona. Como se mencionó anteriormente, la CT de la glándula tiroides reduce el nivel de calcio en la sangre. En contraste, la PTH aumenta los niveles de calcio en la sangre. Los bajos niveles de calcio en la sangre estimulan a las glándulas paratiroides a secretar PTH, lo que hace que aumenten los niveles de calcio en la sangre. La PTH ejerce sus efectos estimulando

Figura 22.2. Hormonas tiroides y paratiroides humanas.

👉          células destructoras de huesos llamadas osteoclastos que liberan calcio del hueso a la sangre,

👉          los riñones para reabsorber más calcio del filtrado (el líquido dentro de las nefronas de los riñones, algunos de los cuales se convertirán en orina) y devolverlo a la sangre, y

👉          la velocidad a la que el calcio se absorbe en la sangre desde el tracto gastrointestinal.

La PTH también inhibe las células formadoras de hueso llamadas osteoblastos y, por lo tanto, reduce la velocidad a la que se deposita el calcio en el hueso. El sistema de retroalimentación mediante el cual CT y PTH regulan juntos los niveles de calcio en la sangre se resume en la Figura 23.2.

La cirugía en el cuello o la glándula tiroides puede dañar las glándulas paratiroides. La disminución resultante de la PTH causa una disminución del calcio en la sangre que a su vez produce nerviosismo e irritabilidad (el bajo nivel de calcio está asociado con la hiperexcitabilidad de las membranas de las neuronas) y espasmos musculares (recuerde que el calcio también es importante en la contracción muscular). En casos severos, la muerte puede ser el resultado de espasmos de la laringe y parálisis del sistema respiratorio. La PTH es difícil de purificar, por lo que las deficiencias generalmente no se tratan mediante la administración de la hormona. En cambio, el calcio se administra en forma de tabletas o mediante una mayor ingesta dietética.

Un tumor de la glándula paratiroides puede causar una secreción excesiva de PTH. La secreción excesiva de PTH extrae el calcio del tejido óseo, causando un aumento del calcio en la sangre y huesos debilitados. Los altos niveles de calcio en la sangre pueden provocar cálculos renales, depósitos de calcio en otros tejidos blandos y una disminución de la actividad del sistema nervioso.


23. Anatomía comparada de la paratiroides

|| Regresar al Índice ||

El cuerpo ultimobranquial y la glándula paratiroides liberan hormonas con efectos opuestos o antagonistas. El cuerpo ultimobranquial secreta calcitonina (tirocalcitonina), que reduce los niveles de calcio en la sangre. La glándula paratiroidea secreta la hormona paratiroidea (= parathormona), que eleva los niveles de calcio en la sangre. Debido a que sus funciones se centran en el metabolismo del calcio, ambas glándulas se tratan juntas en anatomía comparada.

Figura 23.1.  Contribuciones embrionarias de bolsas faríngeas de vertebrados a la tiroides (Thy), paratiroides (PT), timo (TM) y cuerpos ultimobranquiales (UB). El timo reptiliano se desarrolla a partir de las bolsas 2 y 3 en lagartos, las bolsas 3 y 4 en las tortugas y las bolsas 4 y 5 en las serpientes. Los cuerpos ultimobranquiales en los mamíferos se asientan en la glándula tiroides como las células parafoliculares (células C). Las bolsas faríngeas están numeradas, la primera generalmente se reduce en el desarrollo embrionario.

  23.1 Cuerpo ultimobranquial

Los primordios embrionarios de las quintas bolsas faríngeas forman los cuerpos ultimobranquiales (Figura 23.1). Estos cuerpos son masas celulares separadas, generalmente emparejadas, ubicadas en la región de la garganta de peces, anfibios, reptiles y aves. Los ciclostomas no parecen tener cuerpos ultimobranquiales.

En los mamíferos, su distribución es única, ya que los primordios se incorporan directamente a la tiroides para formar una pequeña población dispersa de células parafoliculares (células C) dispersas entre las células principales en las paredes de los folículos tiroideos (Figura 23.1 c).

La cresta neural es la fuente embrionaria de las células ultimobranquiales. Todavía no está claro si las células de la cresta neural ingresan al primordio faríngeo antes de que migre a su sitio de diferenciación o si las células de la cresta neural colonizan el primordio más tarde durante la diferenciación.

  23.2 Glándula paratiroides comparada

Los bordes ventrales de las bolsas faríngeas embrionarias son la fuente de las glándulas paratiroides. Las bolsas que contribuyen varían según la especie (Figura 23.1). El término paratiroides describe la estrecha asociación de esta glándula con la glándula tiroides en mamíferos, que está incrustada en (por ejemplo, ratón, gato, humano Figura 22.1) o cerca (por ejemplo, cabras, conejos) de la glándula tiroides.

Uno o dos pares pueden estar presentes. Sin embargo, en anfibios, reptiles y aves, la paratiroides puede ubicarse en la tiroides o dispersarse a lo largo de las venas principales del cuello. En los peces, la paratiroides está ausente. Debido a que está ausente en los peces y al menos en algunas salamandras neoténicas obligatorias (por ejemplo, Necturus) donde persisten las branquias, se ha sugerido que el papel de la paratiroides es precedido filogenéticamente por las células en las branquias. En otras palabras, sin degeneración branquial para reclutar sus células en las paratiroides, no hay glándulas paratiroides, un ejemplo de cooptación de caracteres evolutivos.

Figura 23.2.  Homeostasis del calcio en los tetrápodos. Las flechas indican las principales rutas por las cuales se extrae o agrega calcio al plasma sanguíneo y al líquido extracelular. El calcio de los alimentos se absorbe en los intestinos. En el riñón ingresa inicialmente al ultrafiltrado que se forma en la cápsula renal del riñón, pero todos los iones de calcio se recuperan y regresan a la sangre. El calcio se mueve pasivamente fuera de la sangre sobresaturada y se cristaliza para formar hueso. La resorción ósea activa, bajo la estimulación de la hormona paratiroidea, devuelve algo de calcio a la sangre.

Dentro de la glándula paratiroides, las células caen en una disposición de cordón y agrupamiento. Las células principales, el tipo celular más abundante, son probablemente la fuente de parathormona. En los humanos y algunas otras especies de mamíferos, también están presentes las células oxifílicas de función desconocida.

El acceso inmediato al calcio es importante en la mayoría de los vertebrados. Cuando las aves secretan cáscaras de huevo calcificadas o los ciervos crecen un nuevo estante de astas, grandes cantidades de calcio deben movilizarse rápidamente y transportarse de un sitio a otro. El mantenimiento de la resistencia ósea normal depende de los niveles de calcio. Si los niveles de calcio en la sangre caen demasiado, los músculos esqueléticos pueden sufrir espasmos incontrolados. Si los niveles en sangre aumentan demasiado, las células osteogénicas no pueden retener el calcio en la matriz ósea para mantener la densidad y la resistencia ósea.

La parathormona secretada por la paratiroides actúa para elevar los niveles de calcio en la sangre al promover la retención renal de calcio, alentando su absorción a través de las paredes del tracto digestivo y afectando la deposición ósea. Los procesos competitivos de deposición y extracción de hueso ocurren simultáneamente y de forma continua, pero generalmente están dinámicamente equilibrados. La parathormona inclina el equilibrio hacia la extracción neta del hueso. Como resultado, se elimina más matriz ósea de la que se deposita; por lo tanto, el calcio se libera de la matriz y es absorbido por la circulación, lo que hace que aumenten los niveles de calcio en la sangre. La calcitonina de las células parafoliculares tiene el efecto contrario. Cambia el equilibrio hacia el depósito neto de hueso. La calcitonina hace que el calcio se extraiga de la sangre y se use para construir una nueva matriz ósea, lo que hace que disminuyan los niveles de calcio en la sangre.

Los detalles del mecanismo que controla los niveles de calcio en los tetrápodos todavía se debaten, pero generalmente están involucrados tres órganos: intestinos, riñones y huesos. La interacción de estos órganos se representa en el diagrama de la Figura 23.2. Los tejidos blandos, como los músculos, también requieren calcio, pero su efecto neto sobre los niveles de calcio en la sangre suele ser mínimo. El calcio en los alimentos es absorbido por los intestinos.

Los riñones pueden recuperar todo el calcio del filtrado glomerular y devolverlo al líquido extracelular. El control de los niveles de calcio en los huesos es más complicado. El calcio se incorpora al hueso en forma cristalina. El nivel de saturación de calcio en el hueso es más bajo que en la sangre, por lo que el flujo neto de calcio es de sangre a hueso. La formación de nuevos cristales de hueso es un proceso pasivo. Aunque los niveles elevados de calcitonina se correlacionan con la caída de los niveles de calcio en la sangre, los detalles de cómo se logra esto aún no están claros.

La parathormona promueve la reacción opuesta, el flujo de salida de calcio hacia la sangre, al promover osteoclastos que reabsorben los huesos. La eliminación de calcio del hueso es un proceso activo. No se sabe si las dos hormonas interactúan directa o indirectamente para inhibir las acciones del otro. Los peces regulan el calcio por diferentes mecanismos. Por ejemplo, los teleósteos secretan somatolactina de la pars intermedia (pituitaria), que influye en la homeostasis del calcio. Los teleósteos generalmente tienen hueso acelular, que por lo tanto no es una buena fuente para movilizar dinámicamente el calcio, por lo que dependen de escamas (y sacos endolinfáticos del oído) como depósitos de calcio.


24. Glándulas adrenales humanas

|| Regresar al Índice ||

Las dos glándulas suprarrenales del cuerpo (ad, sobre; renal, riñón), cada una del tamaño de una almendra, se encuentran en la parte superior de los riñones (Figura 24.1) Cada glándula suprarrenal tiene una región externa e interna. La región externa de la glándula, la corteza suprarrenal, secreta más de 20 hormonas liposolubles (esteroides) diferentes, generalmente divididas en tres grupos: gonadocorticoides, mineralocorticoides y glucocorticoides (Figura 24.1). La región interna, llamada médula suprarrenal, secreta dos hormonas solubles en agua, la epinefrina (también conocida como adrenalina) y la noradrenalina (también conocida como noradrenalina).

  24.1 Cortex adrenal

La corteza adrenal es la región externa y también la parte más grande de una glándula adrenal. Se divide en tres zonas separadas: zona glomerulosa, zona fasciculada y zona reticularis. Cada zona es responsable de producir hormonas específicas. También es un sitio secundario de síntesis de andrógenos.

👉          Gonadocorticoides: Los gonadocorticoides son hormonas sexuales masculinas y femeninas conocidas como andrógenos y estrógenos. Tanto en hombres como en mujeres, la corteza suprarrenal secreta andrógenos y estrógenos. Sin embargo, en varones adultos normales, la secreción de andrógenos por los testículos supera con creces la de la corteza suprarrenal.

Figura 24.1. Glándulas adrenales/suprarenales humanas. Es común que las glándulas adrenales humanas se denominen suprarrenales, dado que se ubican sobre los riñones.

Por lo tanto, los efectos de los andrógenos suprarrenales en varones adultos son probablemente insignificantes. En las mujeres, los ovarios y la placenta también producen estrógeno, aunque durante la menopausia, los ovarios disminuyen la secreción de estrógeno y finalmente dejan de secretarlo. Los gonadocorticoides de la corteza suprarrenal pueden aliviar los efectos de la disminución del estrógeno ovárico en mujeres menopáusicas.

Figura 24.2. Anatomía de la glándula adrenal humana. La glándula adrenal se divide en dos regiones, la región cortical “cáscara” y la región medular “pulpa”, ambas producen diferentes tipos de hormonas.

👉          Mineralcorticoides: Los mineralocorticoides secretados por la corteza suprarrenal afectan la homeostasis mineral y el equilibrio hídrico. El mineralocorticoide primario es la aldosterona, una hormona que actúa sobre las células de los riñones para aumentar la reabsorción de iones de sodio (Na+) en la sangre. Esta reabsorción evita el agotamiento y aumenta la retención de agua. La aldosterona también actúa sobre las células renales para promover la excreción de iones de potasio (K+) en la orina. La enfermedad de Addison es un trastorno causado por la subecreción de aldosterona y el cortisol glucocorticoide.

Esta enfermedad parece ser un trastorno autoinmune en el que el propio sistema inmunitario del cuerpo percibe las células de la corteza suprarrenal como extrañas y las destruye. La deficiencia resultante de las hormonas suprarrenales causa pérdida de peso, fatiga, desequilibrio electrolítico, falta de apetito y poca resistencia al estrés. Un bronceado peculiar de la piel también se asocia con la enfermedad de Addison. Recuerde que la glándula pituitaria secreta ACTH, que estimula la corteza de las glándulas suprarrenales para secretar sus hormonas. Por lo tanto, la enfermedad de Addison también puede ser causada por la secreción inadecuada de ACTH por la pituitaria. Independientemente de su causa, la enfermedad de Addison se puede tratar con tabletas hormonales.

👉          Glucocorticoides: Los glucocorticoides son hormonas secretadas por la corteza suprarrenal que afectan los niveles de glucosa. Los glucocorticoides actúan sobre el hígado para promover la conversión de grasas y proteínas en sustancias intermedias que finalmente se convierten en glucosa. Los glucocorticoides también actúan sobre el tejido adiposo para provocar la descomposición de las grasas en ácidos grasos que se liberan en el torrente sanguíneo, donde están disponibles para su uso por las células del cuerpo. Los glucocorticoides conservan aún más la glucosa al inhibir su absorción por el tejido muscular y graso.

Los glucocorticoides también inhiben la respuesta inflamatoria; Dicha inhibición puede ser beneficiosa cuando el cuerpo se enfrenta a la hinchazón e irritación intensa asociada con erupciones cutáneas como la causada por la hiedra venenosa. Una forma en que los glucocorticoides inhiben la inflamación es disminuyendo el movimiento de los glóbulos blancos al sitio de la lesión. Otra forma es reduciendo la probabilidad de que otras células liberen sustancias químicas que promueven la inflamación. Desafortunadamente, estas actividades de los glucocorticoides inhiben la cicatrización de heridas. Por lo tanto, las cremas con esteroides que contienen glucocorticoides sintéticos están destinadas a aplicarse solo a la superficie de la piel y a usarse solo para erupciones superficiales. Estas cremas no deben aplicarse sobre heridas abiertas. Algunos ejemplos de glucocorticoides son cortisol, corticosterona y cortisona. Otro aspecto importante es que bloquean la regeneración muscular, haciendo más lentos los procesos de recuperación entre sesiones de ejercicio.

El síndrome de Cushing es el resultado de la exposición prolongada a altos niveles de cortisol glucocorticoide. La grasa corporal se redistribuye y el líquido se acumula en la cara. Los síntomas adicionales incluyen fatiga, presión arterial alta y niveles elevados de glucosa. Un tumor en la corteza suprarrenal o en la pituitaria anterior puede causar la secreción excesiva de cortisol que conduce al síndrome de Cushing. (Recuerde que la hipófisis anterior secreta ACTH, que estimula la liberación de hormonas de la corteza suprarrenal). Los tumores se tratan con radiación, medicamentos o cirugía. El síndrome de Cushing también puede ser el resultado del tratamiento con hormona glucocorticoide para el asma, el lupus o la artritis reumatoide. El tratamiento en casos médicamente inducidos del síndrome de Cushing generalmente implica una reducción gradual de la dosis de glucocorticoides, idealmente al nivel más bajo necesario para controlar el trastorno existente sin provocar efectos adversos.

  24.2 Médula adrenal

Como se presentó anteriormente, la médula suprarrenal produce epinefrina y noradrenalina. Estas hormonas son críticas en la respuesta de lucha o huida, la reacción del sistema nervioso simpático del cuerpo ante emergencias. Imagina que caminas solo a casa a altas horas de la noche y un extraño de repente se acerca a ti desde los arbustos. Los impulsos recibidos por su hipotálamo son enviados por las neuronas a su médula suprarrenal. Estos impulsos hacen que las células de la médula suprarrenal aumenten la producción de epinefrina y noradrenalina. En respuesta a estas hormonas, su frecuencia cardíaca, frecuencia respiratoria y niveles de glucosa en sangre aumentan. Los vasos sanguíneos asociados con el tracto digestivo se contraen porque la digestión no es de suma importancia en momentos de estrés extremo. Los vasos asociados con los músculos esqueléticos y cardíacos se dilatan, permitiendo que llegue más sangre, glucosa y oxígeno. Estas sustancias también llegan a su cerebro en mayores cantidades, lo que lleva a un mayor estado de alerta mental necesario para huir o luchar.

En contraste con la respuesta casi instantánea del sistema nervioso simpático a una amenaza percibida, la respuesta hormonal tarda unos 30 segundos en acumularse. Esto se debe a que la médula suprarrenal debe liberar epinefrina y norepinefrina, viajar en el torrente sanguíneo a todas las células, unirse a los receptores en sus células objetivo e iniciar cambios en esas células. Incluso después de que el peligro haya pasado, sentimos los cambios provocados por estas hormonas durante unos minutos adicionales. La epinefrina y la noradrenalina aumentan y prolongan la respuesta del sistema nervioso simpático al estrés. El inicio y la conclusión más lentos de los efectos de la epinefrina y la noradrenalina resaltan las diferencias entre los sistemas neuronales y hormonales de comunicación interna.


25. Anatomía comparada de las glándulas adrenales

|| Regresar al Índice ||

La glándula suprarrenal es una glándula compuesta derivada de dos fuentes filogenéticas separadas. Uno es el tejido adrenocortical (= tejido interrenal, o cuerpos interrrenales), que produce hormonas corticosteroides. Los corticosteroides pertenecen a una clase de compuestos orgánicos llamados esteroides. Hay tres categorías de esteroides: aquellos involucrados en

👉          reabsorción de agua y transporte de sodio por el riñón (mineralocorticoides),

👉          metabolismo de carbohidratos (glucocorticoides) y

👉          reproducción (estrógenos, andrógenos y progestágenos). En adultos, los estrógenos estimulan el desarrollo y la vascularización del tracto reproductor femenino; los andrógenos son agentes masculinizantes que promueven el desarrollo de las características sexuales secundarias masculinas; y los progestágenos (= progestágenos) mantienen el embarazo y la pared uterina durante su fase secretora.

La otra fuente filogenética de la glándula suprarrenal es el tejido cromafín, o cuerpos cromafines, que producen catecolaminas. Las catecolaminas son hormonas cromafines como la epinefrina (adrenalina) y la noradrenalina. Los orígenes embrionarios de estos tejidos, como sus orígenes filogenéticos, son distintos. El tejido adrenocortical surge del mesodermo esplácnico en la región adyacente a la cresta urogenital. El tejido de cromafina surge de las células de la cresta neural.

Figura 25.1.  Órganos y tejidos adrenocorticales 1. (a) Condrictios, tiburones y rayas. (b) Teleostos, peces óseos (c) Anfibios, sus glándulas suprarrenales están en la superficie ventral de los riñones.

Figura 25.2. Órganos y tejidos adrenocorticales 2. (d) Reptiles. (e,f) aves (g) Mamíferos, que muestran la posición de las glándulas suprarrenales (negro sólido) en relación con los riñones. (h) Glándulas adrenales de mamíferos, en sección transversal. Tenga en cuenta que el tejido adrenocortical forma la corteza (negro) y las células cromafines residen en el núcleo, formando la médula distintiva (blanca) de la glándula suprarrenal. El tejido adrenocortical en negro; el tejido de cromafina en blanco; el riñón en gris. Debido a que las células cromafines pueden estar muy dispersas o incrustadas, no siempre se pueden indicar en la anatomía macroscópica del sistema suprarrenal.

  25.1 Peces

En los ciclostomas y teleósteos adultos, el tejido adrenocortical permanece separado de los cuerpos cromafines. En los ciclostomas, el tejido adrenocortical se dispersa a lo largo de las venas cardinales posteriores en las proximidades del pronefros. Las células de cromafina residen en grupos cercanos, pero no en contacto con el tejido adrenocortical. En los teleósteos, el tejido adrenocortical se produce dentro del pronefros en grupos dispersos o en una tira de tejido alrededor de las venas cardinales posteriores. Las glándulas suprarrenales de los teleósteos muestran una variación considerable en la anatomía del tejido cromafín. Generalmente asociadas con el riñón anterior, las células cromafines pueden estar entremezcladas entre el tejido adrenocortical y también pueden formar grupos que están completamente separados, o ambos. En los elasmobranquios, el tejido adrenocortical forma glándulas distintas a lo largo de los bordes de los riñones, pero el tejido cromafín todavía está separado, y consiste en conjuntos de grupos de células entre y anteriores a los riñones (Figura 25.1, b).

  25.2 Anfibios

En los anfibios, los tejidos adrenocorticales y cromafines se mezclan o residen adyacentes entre sí y forman hebras o filas de tejido suprarrenal, que ahora se encuentran sobre o cerca de los riñones (Figura 25.1, c).

  25.3 Amniotas

Los dos tejidos también se mezclan en reptiles y aves, aunque las glándulas suprarrenales en los amniotes tienden a ser estructuras distintas ubicadas en o cerca de los riñones (Figura 25.2, d – f). En los reptiles, por primera vez filogenéticamente, el tejido adrenocortical recibe su propio suministro de sangre arterial y venosa, y no depende del sistema portal renal para la distribución de sus productos secretores. En los mamíferos, por primera vez, los tejidos adrenocorticales y cromafines forman una corteza (del tejido adrenocortical) y una médula (del tejido cromafín) para crear la glándula suprarrenal compuesta (Figura 25.2, g, h).

  25.4 Funciones comparadas

👉          Control de agua: En los mamíferos, la corteza suprarrenal produce corticosteroides. Los estudios histológicos han mostrado tres zonas dentro de la corteza suprarrenal del adulto. Las células de la región de la zona glomerulosa más externa son pequeñas y compactas. El riñón libera la hormona renina, lo que conduce a una serie de eventos que finalmente estimulan a las células de la zona glomerulosa a liberar mineralocorticoides (por ejemplo, aldosterona). Los mineralocorticoides afectan la reabsorción de sodio, incrementándolo en el riñón, produciendo un gradiente de concentración que favorece la retención de agua, reduciendo así el volumen de orina y ayudando a restaurar el volumen de líquido en la sangre y los tejidos.

👉          Corticoides y adrenalina: Las células de la región de la fasciculata de la zona media de la corteza suprarrenal están dispuestas en filas o cordones con senos sanguíneos entre ellas. La hormona adrenocorticotrópica (ACTH) liberada por la hipófisis estimula las células de la zona fasciculada para secretar glucocorticoides, que incluyen cortisol y principalmente corticosterona. Estos ocurren en la mayoría de los anfibios, todos los reptiles y aves, y en algunos mamíferos. Las células de la tercera región cortical más interna, la zona reticular, son pequeñas y compactas. Son controlados por la pituitaria para secretar andrógenos y glucocorticoides adicionales.

En muchos mamíferos (por ejemplo, primates), una extensa zona fetal ocupa la periferia de la corteza suprarrenal antes del nacimiento. Esta zona es responsable de producir esteroides circulantes que son precursores químicos de los estrógenos sintetizados en la placenta. La falla de la zona fetal para funcionar termina la gestación y resulta en un parto prematuro. Normalmente, la zona fetal de la glándula suprarrenal deja de funcionar al nacer y luego disminuye drásticamente su tamaño.

Se han aislado treinta o más corticosteroides de la corteza de los mamíferos, pero la mayoría de estos no se secretan. Los no secretados parecen ser intermedios en la síntesis de hormonas definitivas liberadas en la sangre. En los vertebrados no mamíferos, la zonificación del tejido interrenal es menos conspicua. Se han encontrado regiones histológicas distintas en anuros, reptiles y aves, pero pueden ser estacionales.

En vertebrados que no sean mamíferos, las hormonas corticales regulan principalmente el transporte de sodio y el metabolismo. Además del transporte de sodio a través de las paredes de los túbulos renales, se cree que las hormonas corticales controlan el transporte de sodio a través de las glándulas rectales en los condrictios, las branquias y el tracto digestivo en los teleósteos, la piel y la vejiga urinaria en los anfibios y las glándulas de sal en los reptiles y pájaros.

👉          Respuesta al estrés

👉                          Inmediato, lucha o escape. Una de las funciones más importantes de la glándula suprarrenal es coordinar la respuesta de todo el organismo al estrés. Los factores estresantes ambientales que amenazan la vida, como la aparición repentina de un depredador o un competidor territorial, desencadenan la actualización fisiológica inmediata a una preparación de "lucha o huida" mediante la liberación de catecolaminas suprarrenales y la acción del sistema nervioso simpático.

👉                          Ambiente hostil. Pero distinto de esto es un cambio a un estado de historia de vida de emergencia. A diferencia de luchar o huir, esta respuesta fisiológica a largo plazo tarda de minutos a horas en desarrollarse y puede desencadenarse por factores estresantes ambientales inesperados que no representan necesariamente amenazas inmediatas para la supervivencia, aunque puede ser útil el estado general de la vida. Pueden estar involucradas muchas hormonas, pero principalmente los glucocorticoides suprarrenales (por ejemplo, cortisol, corticosterona) presiden el establecimiento de estados de historia de vida a largo plazo.

 Por ejemplo, los estresores ambientales que no necesariamente ponen en peligro la vida (p. Ej., Pérdida de jóvenes por escasez de alimentos, tormentas o destrucción del hábitat / perder el empleo, tráfico pesado, mala economía) pueden actuar a través del eje cerebro-hipófisis-suprarrenal para promover la fisiología / comportamiento de la historia vital de emergencia en donde el individuo afectado abandona el cuidado parental, migra a climas más favorables o ubica un nuevo hábitat adecuado, cambia de empleo… . Esto permite que el individuo se adapte fisiológicamente a los desafíos inmediatos que no son de supervivencia y esté listo para volver a las actividades normales de la historia de vida cuando estos factores estresantes pasen.

👉          La importancia del estrés y la tristeza: El estrés en sí mismo juega un papel natural en el ajuste fisiológico a las amenazas y traumas ambientales. Moviliza los sistemas endocrino y nervioso para enfrentar desafíos de supervivencia a corto o largo plazo, después de lo cual el organismo vuelve a un estado fisiológico más normal y cómodo. Sin embargo, en humanos y algunos animales cautivos, el estrés puede ser más intenso o prolongado más allá de su utilidad. Esto puede conducir a condiciones patológicas que afectan negativamente el sistema inmunitario, el sistema cardiovascular, el intestino y el metabolismo general, produciendo enfermedades de estrés. En animales cautivos, el alivio del estrés a menudo implica mejorar la cría; En los humanos, como aprecian los estudiantes, el alivio del estrés proviene de terminar el período de exámenes finales.

  25.5 El tejido cromafín

La médula, compuesta de tejido cromafín, forma el núcleo de la glándula suprarrenal de los mamíferos. A diferencia de la corteza, no se reconocen regiones histológicas distintas en la médula suprarrenal. Las catecolaminas producidas en esta región preparan al organismo para enfrentar amenazas o desafíos a corto plazo. El suministro de sangre llega a la corteza a través de la cápsula del tejido conectivo. La sangre se filtra a través de los senos paranasales, bañando cordones de tejido cortical y entra en las venas dentro de la médula. Además, la médula es suministrada por los vasos sanguíneos de la cápsula que pasan sin ramificarse a través de la corteza, pero se rompen en una red capilar rica alrededor de los cordones y grupos de células cromafines en la médula.

Por lo tanto, la médula de los mamíferos recibe un suministro de sangre dual: uno directamente desde la cápsula y otro desde los senos corticales. Este segundo suministro vascular a través de los senos corticales coloca las células dentro de la médula aguas abajo de la corteza; por lo tanto, las hormonas corticales liberadas en los senos sanguíneos se transportan primero a la médula y actúan sobre ella antes de salir de la glándula suprarrenal. Las ventajas de este soporte químico de la función de la célula de cromafina no están del todo claras.

En los amniotes, el tejido adrenocortical produce glucocorticoides que controlan el metabolismo de proteínas, lípidos y carbohidratos. En esta capacidad, el tejido adrenocortical, como el tejido de cromafina, afecta la actividad metabólica, aunque de diferentes maneras. Por lo tanto, la estrecha asociación de los tejidos adrenocorticales y cromafines establecidos por los vasos sanguíneos que sirven a ambos podría ser de alguna ventaja para sincronizar sus actividades.


26. Páncreas endocrino humano

|| Regresar al Índice ||

En esta sección describiremos las funciones del páncreas como órgano endocrino, para la descripción de sus funciones exocrinas, es decir como una glándula asociada al sistema digestivo, diríjase a la sección, sistema digestivo.

Figura 26.1. Islotes pacreáticos. (a) El páncreas está compuesto por una glándula exocrina y una glándula endocrina. (b) Los parches de tejido muy vascularizado llamados islotes pancreáticos constituyen colectivamente el páncreas endocrino. (c) Sección ampliada de un islote pancreático, los vasos sanguíneos son los que absorben las hormonas producidas por las células circundantes.

El páncreas se encuentra en el abdomen, justo detrás del estómago (Figura 26.2); contiene células endocrinas y exocrinas. Las células endocrinas se presentan en pequeños grupos llamados islotes pancreáticos (o islotes de Langerhans). Estos grupos contienen tres tipos de células productoras de hormonas. Un tipo produce la hormona glucagón; un segundo produce la hormona insulina; y un tercero produce la hormona somatostatina. La somatostatina también es secretada por el tracto digestivo, donde inhibe las secreciones del estómago y el intestino delgado, y por el hipotálamo, donde inhibe la secreción de la hormona del crecimiento. La somatostatina secretada por el páncreas puede regular la secreción de glucagón e insulina. Sin embargo, la función precisa de la somatostatina pancreática no se conoce bien, por lo que nos centramos en el glucagón y la insulina.

Figura 26.2. Páncreas humano. Las células exocrinas del páncreas secretan enzimas digestivas en el conducto pancreático, que se une con el conducto biliar común antes de ingresar al intestino delgado. Derecha, sección de tejido pancreático. Las células endocrinas del páncreas se encuentran en grupos llamados islotes pancreáticos. Alrededor de los islotes hay células exocrinas.

Entre comidas, a medida que disminuye el nivel de azúcar en la sangre, el páncreas segrega glucagón. El glucagón aumenta el nivel de azúcar en la sangre. Lo hace al hacer que las células del hígado aumenten la conversión de glucógeno (el polisacárido de almacenamiento en animales) en glucosa (un azúcar simple o monosacárido). El glucagón también estimula al hígado a formar glucosa a partir del ácido láctico y los aminoácidos. El hígado libera las moléculas de glucosa resultantes en el torrente sanguíneo, causando un aumento en el nivel de azúcar en la sangre.

Después de una comida, a medida que el nivel de azúcar en la sangre aumenta con la absorción de azúcares del tracto digestivo, el páncreas segrega insulina. A diferencia del glucagón, la insulina disminuye la glucosa en la sangre; Por lo tanto, la insulina y el glucagón tienen efectos opuestos o antagonistas. La insulina disminuye la glucosa en sangre de varias maneras. Primero, la insulina estimula el transporte de glucosa hacia las células musculares, los glóbulos blancos y las células del tejido conectivo. En segundo lugar, la insulina inhibe la descomposición del glucógeno en glucosa. Tercero, la insulina previene la conversión de aminoácidos y ácidos grasos a glucosa. Como resultado de estas acciones, la insulina promueve la síntesis de proteínas, el almacenamiento de grasas y el uso de glucosa para obtener energía.

La diabetes mellitus es un grupo de trastornos metabólicos caracterizados por un nivel anormalmente alto de glucosa en la sangre. Los altos niveles de glucosa en la sangre son causados ​​por problemas con la producción de insulina o la función de la insulina.


27. Anatomía comparada del páncreas endocrino

|| Regresar al Índice ||

  27.1 Anatomía

El páncreas es una glándula compuesta que consta de porciones exocrinas y endocrinas (Figura 26.1 a). La porción exocrina consiste en acinos que secretan enzimas digestivas en los conductos. La porción endocrina, los islotes pancreáticos (islotes de Langerhans), consiste en masas de células endocrinas incrustadas dentro del páncreas exocrino (Figura 26.1 b, c). En los ciclostomos y en la mayoría de los peces teleósteos, las porciones exocrinas y endocrinas del páncreas son adyacentes, aunque son grupos separados de tejido glandula.

En los mixinos, los islotes se encuentran en la base del conducto biliar común, y en las lampreas, están incrustados dentro de la pared mucosa del intestino e incluso dentro del hígado. En los condrictios y coelacantos (Latimeria), los islotes se encuentran alrededor de los conductos y dentro del páncreas exocrino. En la mayoría de los peces óseos, masas aisladas de tejido de islotes pancreáticos conocidos como cuerpos de Brockmann se encuentran dispersos a lo largo del hígado, la vesícula biliar, los conductos biliares, los vasos sanguíneos abdominales y la superficie de los intestinos. En algunas especies de peces óseos, los islotes se acumulan en el páncreas exocrino, pero en muchos teleósteos, los islotes separados se agrupan en una sola masa llamada islote principal. En la mayoría de los tetrápodos, los islotes endocrinos generalmente se distribuyen uniformemente en pequeños grupos. En muchas aves y en el sapo Bufo, forman lóbulos incrustados dentro de la porción exocrina del páncreas.

Tanto los acinos exocrinos como los islotes endocrinos se diferencian dentro del divertículo pancreático, que crece desde el intestino embrionario y se abre paso a través del mesénquima circundante. Los trasplantes de células de la cresta neural marcadas de codorniz en embriones de pollo tempranos revelan que estas células de la cresta neural trasplantadas dan lugar a ganglios parasimpáticos en el páncreas del pollo, pero aparentemente las células de la cresta neural no contribuyen a los islotes pancreáticos.

  27.2 Funciones

Con tinciones especiales, se pueden distinguir hasta cuatro tipos de células dentro de los islotes pancreáticos de la mayoría de los vertebrados (Tabla 27.1).

Tabla 27.1. Distribución de los tipos de células del páncreas endocrino entre los grupos de vertebrados.

Tipo de vertebrado

Células A

Células B

Células D

Células PP

Sin mandíbula

++++

+

?

Peces cartilaginosos

+++

++++

+

+

Peces óseos

+++

++++

+

+

Anfibios

+++

++++

+

+

Reptiles

     Lagartos

     Cocodrilos

 

++++

+++

 

+

+++

 

+

+

 

+

?

Aves

+++++

+++

+

+

Mamíferos

++

+++++

+

+

👉          La insulina: La insulina es producida por las células B de los islotes. La insulina, en cooperación con otras hormonas, controla el metabolismo general de los carbohidratos, grasas y proteínas. Es especialmente importante cuando estos productos finales de la digestión son abundantes, ya que promueve, a menudo indirectamente, su conversión en formas de almacenamiento.

Una acción de la insulina es inhibir la descomposición de las grasas, promover la síntesis de grasas y, en consecuencia, disminuir los niveles sanguíneos de ácidos grasos. La insulina aumenta el metabolismo intracelular de la glucosa e inhibe la descomposición del glucógeno en el hígado, pero su función más importante es unirse a las membranas celulares y promover la entrada de glucosa en las células, especialmente en las células del músculo esquelético y cardíaco. Por lo tanto, los niveles sanguíneos de glucosa disminuyen, una condición conocida como hipoglicemia, a medida que aumentan los niveles intracelulares de glucosa. Si la producción de insulina es demasiado baja, la glucosa no puede ingresar a las células, se acumula en la sangre y se excreta en la orina. Esta condición se denomina diabetes mellitus, que significa enfermedad de "orina dulce". En eras anteriores, los médicos usaban sus papilas gustativas para diagnosticar este trastorno bebiendo la orina de sus pacientes.

Debido a que los niveles de glucosa en la sangre son altos, la recuperación de glucosa por parte del riñón falla, el equilibrio osmótico se ve alterado y el riñón tiene menos capacidad para recuperar agua. En consecuencia, la orina se produce en gran volumen, lo que lleva al título descriptivo de la Edad Media para la enfermedad, el "mal meado". Otro resultado de la producción inadecuada de insulina es permitir una mayor conversión de grasas almacenadas (triglicéridos) y proteínas en glucosa para reemplazar su pérdida. Como consecuencia, se producen cuerpos cetónicos (una familia de subproductos del metabolismo de los lípidos) y urea (metabolismo de las proteínas), ingresan a la sangre y, durante la filtración renal, estimulan osmóticamente un mayor volumen de producción de orina. En general, la persona afectada por dicha enfermedad diabética enfrenta deshidratación, coma, insuficiencia cardíaca (por pérdida de volumen sanguíneo) y muerte si no se trata.

👉          Glucagón: El glucagón es producido por las células A de los islotes pancreáticos. Moviliza productos almacenados en productos químicos más fácilmente utilizables. En consecuencia, sus acciones principales son opuestas a las de la insulina porque el glucagón produce niveles elevados de glucosa en sangre, denominados hiperglicemia, a través de su estimulación en el hígado de la conversión del glucógeno almacenado en glucosa. El glucagón tiene efectos opuestos sobre el metabolismo de los lípidos, descomponiendo las grasas con el consiguiente aumento de los niveles de ácidos grasos en la sangre. El glucagón es una de varias hormonas hiperglicémicas, aunque es especialmente crítico para la regulación metabólica en herbívoros y en carnívoros en ayunas. En las aves y lagartos, es más importante que la insulina para regular el destino de los productos finales de la digestión.

👉          Somatostatina: La somatostatina es producida por las células D de los islotes. Inhibe la secreción de insulina y glucagón, pero se desconoce su importancia fisiológica. El polipéptido pancreático (PP) es secretado por las células PP en los islotes y generalmente se libera en la sangre después de una comida rica en proteínas o grasas. Aparentemente, esta hormona ayuda a controlar actividades gastrointestinales como promover el flujo de jugo gástrico, especialmente ácido clorhídrico, en el estómago.


28. La glándula pineal

|| Regresar al Índice ||

  28.1 En los vertebrados en general

La glándula pineal no apareada, o epífisis, es una evaginación dorsal del mesencéfalo. Es parte de un complejo de evaginaciones desde el techo del mesencéfalo que encontramos con más detalle en el capítulo del sistema nervioso cuando examinamos los órganos fotorreceptores. En algunos vertebrados, la glándula pineal afecta la percepción de la fotoradiación. Por ejemplo, en algunos vertebrados fósiles, la glándula pineal se insertó en una abertura en el cráneo óseo, conocido como el agujero pineal, y se cubrió solo con una delgada capa de tegumento. Esto puede haber permitido que la pineal responda a los cambios en el fotoperíodo. En algunos vertebrados vivos, esta glándula todavía se encuentra justo debajo de la piel, pero con mayor frecuencia reside debajo del cráneo óseo. Sin embargo, la presencia de células sensibles a la luz dentro de la glándula pineal de los vertebrados inferiores indica que esta glándula puede estar involucrada en la detección de horarios de luz estacionales o diarios. También se ha demostrado que la pineal regula los ciclos reproductivos en una variedad de vertebrados.

Figura 28.1. Los cráneos de tetrápodos primitivos. Cráneos fósiles de algunos tetrápodos en la transición pez-anfibio primitivo, donde se puede ver con claridad el orificio pineal de varias especies.

Los primeros anatomistas griegos especularon que la glándula pineal regulaba el flujo de pensamientos. La ausencia de evidencia no disuadió las especulaciones posteriores acerca de que la pineal era el asiento del alma. El primer indicio experimental de una función endocrina se produjo en 1927 cuando un extracto preparado a partir de la glándula pineal molida se colocó en un acuario con renacuajos de rana. La piel de los renacuajos palideció, lo que sugiere que el extracto afectó a melanóforos. Más tarde, la hormona responsable de este efecto fue aislada y llamada melatonina.

Sin embargo, la investigación posterior ha resultado frustrante. La pineal parece modular las actividades que ya están en progreso en lugar de iniciar actividades. En los vertebrados inferiores, claramente afecta a los melanóforos en la piel, pero en las aves y los mamíferos, este papel es menos importante. Como se mencionó, una investigación considerable sugiere que la glándula pineal regula los patrones reproductivos estacionales. En reptiles y aves, la pineal puede ayudar en la organización de ritmos diarios o circadianos. A medida que la temperatura ambiente se calienta, la pineal media el inicio del comportamiento de cortejo en las serpientes. En mamíferos, los experimentos en los que se eliminó la pineal o se administraron inyecciones de extractos de pineal proporcionan evidencia circunstancial de que la pineal puede estar involucrada en la liberación de ACTH de la adenohipófisis, en la secreción de vasopresina aumentada, en la inhibición de la actividad tiroidea e incluso en la estimulación de componentes del sistema inmune.

  28.2 En el humano

La glándula pineal es una glándula pequeña en el centro del cerebro. Sus células secretoras producen la hormona melatonina. Los niveles de melatonina circulante son mayores durante la noche que durante las horas del día, debido a la información que recibe la glándula pineal de las vías visuales. Las neuronas de la retina, estimuladas por la luz que ingresa al ojo, envían impulsos al hipotálamo y finalmente a la glándula pineal, donde inhiben la secreción de melatonina.

La investigación en las últimas décadas ha sugerido diversos roles para la melatonina. La melatonina puede influir en los ritmos diarios. El sueño y, para algunas personas, los cambios estacionales en el estado de ánimo parecen estar influenciados por la melatonina. La melatonina también puede retrasar el proceso de envejecimiento.

Figura 28.2. La glándula pineal humana. La posición de la glándula pineal parece extraña en el humano, la razón de esto es que el cerebro de los mamíferos como el humano es muy diferente al de peces y anfibios, donde sus glándulas pineales no están tapadas por la neocortoeza, por lo que pueden ser afectadas más fácilmente por la luz.

Un trastorno asociado con demasiada melatonina es el trastorno afectivo estacional (SAD). Esta forma de depresión está asociada con el invierno, cuando la corta duración del día y la disminución de la exposición a la luz provocan una sobreproducción de melatonina. Demasiada melatonina causa síntomas como letargo, largos períodos de sueño, falta de ánimo y ansia de carbohidratos. Los síntomas generalmente aparecen alrededor de octubre y terminan alrededor de abril en el hemisferio norte. Las tres cuartas partes de las personas que sufren de TAE son mujeres. El tratamiento del TAE a menudo incluye la exposición repetida a luz muy brillante durante aproximadamente una hora cada día. La luz intensa inhibe la producción de melatonina.


29. Otras glándulas

|| Regresar al Índice ||

  29.1 El timo

La glándula del timo se encuentra justo detrás del esternón, en la parte superior del corazón (Figura 29.1). Es más prominente en bebés y niños que en adultos porque disminuye de tamaño a medida que envejecemos. Las hormonas que secreta, como la timpopoyetina y la timosina, promueven la maduración de los glóbulos blancos llamados linfocitos T. Las células precursoras de la médula ósea viajan a través del torrente sanguíneo hasta la glándula del timo donde maduran en linfocitos T, también conocidos como células T, para formar parte de los mecanismos de defensa del cuerpo.

Figura 29.1. El timo humano. El timo es más conocido como un órgano inmunitario asociado a los timocitos o linfocitos T.

  29.2 Gónadas

Además de producir gametos, las gónadas producen hormonas que apoyan las características sexuales secundarias. En humanos, estos incluyen vello púbico, vello facial masculino, glándulas mamarias femeninas, preparación de los conductos sexuales para la reproducción y mantenimiento del deseo sexual. En los hombres, las células intersticiales (células de Leydig) que se agrupan entre los túbulos seminíferos producen andrógenos. El andrógeno principal es la testosterona. En las mujeres, los tejidos endocrinos del ovario incluyen los folículos, el cuerpo lúteo y el tejido intersticial. Las principales hormonas producidas son estrógenos (por ejemplo, estradiol) y progestágenos (por ejemplo, progesterona). La coordinación endocrina de la reproducción se analiza con más detalle más adelante en para el hombre y la mujer, así como sus roles endocrinos detallados en el capítulo del sistema reproductivo del ser humano.

  29.3 Glándulas secundarioas

 Algunas glándulas que juegan un papel central en otras actividades además de la regulación endocrina también liberan químicos transportados por el sistema vascular a los tejidos sensibles. Dichas glándulas se unen de forma secundaria en el sistema endocrino. Por lo general, las hormonas que liberan ayudan a estas glándulas endocrinas secundarias a regular sus propias actividades primarias. Dos ejemplos son el tracto digestivo y los riñones.

👉          El tracto alimentario: El canal alimentario funciona principalmente, por supuesto, en la digestión. Las paredes del tracto digestivo producen químicos que estimulan o inhiben los tejidos objetivo en el tracto gastrointestinal u órganos digestivos relacionados (por ejemplo, hígado, páncreas). Estas sustancias químicas se secretan directamente, en lugar de descargarse a través de conductos. Por lo tanto, el tracto digestivo funciona secundariamente como un órgano endocrino.

Cuando los alimentos ingresan al estómago de los amniotas, la mucosa gástrica libera la hormona gastrina. La gastrina ingresa a la sangre y se transporta al estómago, donde estimula la secreción de jugo gástrico. Cuando el estómago vacía la comida agitada y acidificada en el duodeno, la mucosa intestinal libera secretina.

La secretina estimula el páncreas para que libere jugo pancreático altamente alcalino que amortigua el quimo ácido que llega del estómago. La enterogastrona, también liberada por la mucosa intestinal, inhibe la secreción gástrica y la movilidad. Las grasas, las proteínas y los ácidos estimulan la secreción de colecistoquinina (CCK) o colecistoquinina-pancreozima (CCK-PZ), desde la mucosa intestinal. Originalmente, se pensaba que la colecistoquinina era dos hormonas (de ahí su nombre alternativo con guión) porque tiene dos funciones. Estimula la relajación del esfínter en la base del conducto biliar, la contracción de la vesícula biliar y la expulsión de la bilis que fluye hacia el duodeno, donde la bilis actúa sobre las grasas. La colecistoquinina también estimula al páncreas a secretar jugo pancreático que contiene enzimas digestivas.

Desde el descubrimiento de estas hormonas gastrointestinales, se han descubierto otras con acciones más restrictivas. Por ejemplo, la enterocrinina, liberada por la mucosa intestinal, aumenta la producción de jugo intestinal. Examinamos la función endocrina de los órganos digestivos con más detalle cuando consideramos la evolución de la regulación endocrina más adelante en este capítulo.

👉          Riñones: Los riñones excretan desechos nitrogenados y funcionan en la osmorregulación, pero también actúan como un órgano endocrino. Cuando la presión sanguínea baja, las células yuxtaglomerulares envueltas alrededor de las arteriolas renales liberan la hormona renina. La renina pone en marcha una cascada de cambios que eventualmente resultan en elevar la presión sanguínea. Cataliza la transformación del angiotensinógeno en sangre a angiotensina I, que se convierte en angiotensina II en los pulmones y también en otros órganos. La angiotensina II es un vasoconstrictor que también aumenta el volumen sanguíneo al estimular la liberación de aldosterona desde la glándula suprarrenal. La aldosterona hace que los túbulos distales de los riñones reabsorban más sodio, lo que provoca un aumento de la reabsorción de agua y un aumento posterior del volumen sanguíneo. Juntos, la vasoconstricción y el aumento del volumen sanguíneo elevan la presión sanguínea.

Los niveles reducidos de oxígeno en la sangre que pasa a través de los riñones estimulan las células allí para producir eritropoyetina (EOP). La EOP es una hormona que estimula la producción de glóbulos rojos por los tejidos hemopoyéticos en los mamíferos. Ocasionalmente, un atleta humano, especialmente uno en un evento deportivo de resistencia, tomará subrepticia e ilegalmente dosis artificiales de EOP para aumentar la cantidad de células sanguíneas que transportan oxígeno y, por lo tanto, mejorar el rendimiento. Tales tramposos son atrapados por la detección de niveles anormalmente altos de EOP. Pero debido a que la EOP es una hormona natural, tales pruebas pueden ser controvertidas.


30. Glándulas autocrinas y paracrinas

|| Regresar al Índice ||

Ahora que hemos examinado las glándulas endocrinas y sus hormonas, consideremos otro grupo de mensajeros químicos: los que actúan localmente. Una vez secretadas por una célula, estas moléculas de señalización local actúan cerca del sitio de su liberación, en las células objetivo adyacentes, en segundos o milisegundos. La comunicación a través de las moléculas de señalización local ocurre mucho más rápidamente que la comunicación llevada a cabo por las hormonas, que viajan a sitios distantes dentro del cuerpo (recuerde que la respuesta de vuelo o lucha puede tomar 30 segundos para iniciar cambios fisiológicos). Los neurotransmisores, son ejemplos de químicos que transmiten rápidamente mensajes de una célula (una neurona) a una célula vecina (a menudo otra neurona). Las prostaglandinas, los factores de crecimiento y el óxido nítrico (NO) son otros ejemplos de moléculas de señalización locales.

  30.1 Prostaglandinas

Las prostaglandinas son moléculas lipídicas continuamente liberadas por las membranas plasmáticas de la mayoría de las células. Diferentes tipos de células secretan diferentes prostaglandinas. Al menos 16 moléculas de prostaglandinas diferentes funcionan dentro del cuerpo humano. Estas moléculas tienen efectos notablemente diversos, que influyen en la coagulación de la sangre, la regulación de la temperatura corporal, el diámetro de las vías aéreas a los pulmones y la respuesta inflamatoria del cuerpo. Las prostaglandinas también afectan el sistema reproductivo.

Se cree que los calambres menstruales son causados ​​por las prostaglandinas liberadas por las células del revestimiento uterino. Estas prostaglandinas actúan sobre el músculo liso del útero, causando contracciones musculares y calambres. Los medicamentos antiinflamatorios, como la aspirina y el ibuprofeno, inhiben la síntesis de prostaglandinas y, por lo tanto, pueden disminuir la incomodidad de los calambres menstruales. Las prostaglandinas también se encuentran en el semen. Una vez en el tracto reproductivo femenino, las prostaglandinas en el semen hacen que los músculos lisos del útero se contraigan, tal vez ayudando a los espermatozoides a continuar su viaje.

  30.2 Factores de crecimiento

Otras moléculas mensajeras químicas, llamadas factores de crecimiento, son péptidos o proteínas que, cuando están presentes en el líquido fuera de las células objetivo, estimulan el crecimiento, desarrollo y multiplicación de esas células. Por ejemplo, un factor de crecimiento hace que las células precursoras en la médula ósea proliferen y se diferencien en glóbulos blancos particulares. Otro factor de crecimiento hace que las células endoteliales proliferen y se organicen en tubos que eventualmente forman vasos sanguíneos.

  30.3 Monóxido de nitrógeno

El óxido nítrico gaseoso (NO) funciona en la comunicación celular que conduce a la dilatación de los vasos sanguíneos. Básicamente, las células endoteliales del revestimiento interno de los vasos sanguíneos producen y liberan NO, lo que indica que los músculos lisos en la capa circundante (media) se relajan, permitiendo que el vaso se dilate. El NO ayuda en el peristaltismo, las ondas rítmicas de contracción y relajación del músculo liso que empujan los alimentos a lo largo del tracto digestivo. El NO también funciona como neurotransmisor, transportando mensajes de una neurona a la siguiente.


31. Fisiología reproductiva-endocrina en vertebrados

|| Regresar al Índice ||

  31.1 Machos

En los machos, la adenohipófisis o pituitaria libera FSH y LH, que tienen efectos inmediatos en los testículos, debido a la acción de la GnRH liberada por el hipotálamo. La FSH desempeña un papel destacado en el control de la espermatogénesis. La LH actúa sobre las células intersticiales en los testículos para promover la producción de andrógenos, especialmente testosterona. Primero, la testosterona regula el desarrollo y el mantenimiento de las características sexuales secundarias (incluidas las cornamentas y el plumaje de colores brillantes), el impulso sexual y las glándulas sexuales accesorias. En segundo lugar, promueve la espermatogénesis. En tercer lugar, la testosterona tiene un efecto de retroalimentación negativo en la pituitaria para limitar la producción de LH y, por lo tanto, evita la sobreproducción de esta hormona gonadotrópica.

  31.2 El óvulo y sus estructuras accesorias

En las hembras, los ovocitos dentro del ovario cordado están recubiertos con células foliculares derivadas del epitelio ovárico. En la mayoría de los tetrápodos, cada ovario alberga cientos o miles de ovocitos envueltos en células foliculares. Sin embargo, solo unos pocos folículos en realidad se maduran para liberar sus óvulos durante la ovulación, lo que hace posible la fertilización. A medida que avanza la maduración de un óvulo, prolifera la capa interna única y envolvente de células foliculares, convirtiéndose en la granulosa engrosada y multicapa. Más adelante en la maduración, aparecen espacios llenos de líquido dentro de la granulosa y se unen en el antro, un solo espacio lleno de líquido.

Además, las células del tejido conectivo dentro del ovario forman una capa externa, llamada teca, alrededor del folículo. Después de la ovulación, el folículo se convierte en el cuerpo lúteo. La capa externa sigue siendo una cápsula de tejido conectivo, pero la capa interna se vuelve endocrina, una fuente de los andrógenos que necesitan las células de la granulosa para sintetizar estrógenos. Las células de la granulosa se convierten en células de la luteína de la granulosa, que constituyen la mayor parte del cuerpo lúteo, y las células tecales persisten como células de la luteca teca, que forman la cápsula externa del cuerpo lúteo. La regresión eventual del cuerpo lúteo produce los cuerpos albicanos en etapas progresivas de degeneración. La regresión de los folículos antes de la ovulación produce folículos atrésicos o muertos.

  31.3 Maduración del óvulo

Los eventos de maduración del folículo se entienden mejor en mamíferos, especialmente en humanos. Las hormonas promueven la maduración del folículo y al mismo tiempo preparan el útero para recibir un óvulo fertilizado mediante el engrosamiento del endometrio. Hay cuatro pasos principales involucrados.

👉          Los niveles decrecientes de progesterona están acompañados por niveles crecientes de FSH. A medida que aumentan los niveles de FSH, los folículos seleccionados comienzan a madurar. Se desconoce por qué responden algunos y no otros folículos en el ovario. En los que responden, la capa delgada de células del folículo se divide para producir una capa de células engrosada. También aparecen espacios llenos de líquido, los precursores del antro.

👉          A medida que los folículos crecen bajo estimulación continua de FSH, las células de la granulosa interna secretan mayores cantidades de estrógeno. En este punto, el estrógeno tiene dos acciones. Estimula la proliferación del endometrio del útero e indirectamente promueve la secreción de la hormona luteinizante (LH) a través de sus efectos sobre el hipotálamo, que secreta la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) que realmente estimula la liberación de LH.

👉          La liberación de LH causa la ovulación. Un folículo maduro se rompe y libera su óvulo. Posteriormente, la LH promueve la consolidación del folículo roto en el cuerpo lúteo.

👉          El cuerpo lúteo asume la función de secretar estrógenos iniciados por los folículos, aunque ahora la secreción se encuentra en niveles más bajos. Además, el cuerpo lúteo produce progesterona. La progesterona es una hormona "optimista", que promueve las etapas finales de la preparación del útero para un óvulo fertilizado. Además, la progesterona inhibe la secreción de FSH de la pituitaria; por lo tanto, no más folículos maduran en este momento.

  31.4 Muerte del óvulo y estructuras asociadas

En humanos, si el embarazo no ocurre, el soporte hormonal para el crecimiento del cuerpo lúteo cae después de 10 a 12 días y se deteriora. Cuando esto sucede, se degenera, convirtiéndose en un parche de tejido cicatricial, el cuerpo albicans. Con la disminución del cuerpo lúteo, los niveles de estrógeno y progesterona disminuyen, la secreción de FSH y LH aumenta, y el ciclo comienza nuevamente.

  31.5 Embarazo

Si se produce un embarazo, la hormona gonadotropina coriónica (CG) estimula el crecimiento del cuerpo lúteo. La CG es producida por la placenta rudimentaria establecida por el embrión implantado en la pared uterina. La CG funciona para mantener el cuerpo lúteo, que a su vez produce progesterona para mantener el útero que alberga el embrión implantado y su placenta rudimentaria. En humanos, el cuerpo lúteo, la placenta y el embrión en crecimiento se mantienen mutuamente de esta manera recíproca hasta aproximadamente el segundo mes de embarazo. Posteriormente, el cuerpo lúteo sufre una involución lenta. Sin embargo, en este punto del embarazo, la involución del cuerpo lúteo y la consiguiente caída en su producción de progesterona (y estrógeno) no provocan la menstruación y la pérdida del embrión implantado porque, por ahora, la placenta misma está produciendo progesterona (y estrógeno) para mantenerse a sí misma, casi como hacen algunos parásitos para engañar al cuerpo de un anfitrión.

Figura 31.1. El canguro rojo (Megaleia rufa).

El ciclo reproductivo del canguro rojo (Megaleia rufa) ilustra cómo los sistemas endocrino y nervioso coordinan los procesos reproductivos. Como la mayoría de los marsupiales, el canguro rojo tiene un período de gestación corto. El canguro hembra puede soportar hasta tres crías en etapas escalonadas de desarrollo. Su tracto reproductivo está adaptado para acomodar embriones en diferentes etapas de maduración. La ovulación alterna entre los dos ovarios. El blastocisto ingresa al canal vaginal central, donde se desarrolla durante su breve gestación. Los espermatozoides de un apareamiento posterior viajan a lo largo de los canales vaginales laterales sin encontrar el embrión.

Después del nacimiento, el bebé, ahora llamado joey, migra a la bolsa y comienza a mamar de una tetina. A través de los nervios aferentes a la hipófisis, la succión estimula la liberación de prolactina y provoca una disminución de la gonadotropina. Como resultado de estos cambios hormonales, el cuerpo lúteo ovárico se inhibe y su producción de progesterona disminuye. Sin progesterona, el útero ya no promueve el desarrollo del próximo blastocisto. Su desarrollo se detiene temporalmente, y el blastocisto entra en la diapausa embrionaria. Cuando el creciente joey comienza a hacer incursiones tentativas lejos de la bolsa femenina, la intensidad de su estímulo de lactancia disminuye, los niveles de hormona gonadotrópica aumentan, estimulan el cuerpo lúteo y aumentan los niveles de progesterona. La hembra entra en celo y permite la cópula con machos cercanos. El blastocisto en diapausa reanuda su desarrollo y completa la gestación. El recién nacido se mueve hacia la bolsa y se adhiere a una tetina disponible. Nuevamente, el estímulo de la succión detiene el desarrollo del nuevo blastocisto y entra en la diapausa embrionaria. Durante la lactancia, la composición de la leche también cambia. Aumenta el contenido de grasa a medida que crece el joey.

La muerte o la eliminación prematura de un joey produce una disminución de la prolactina y un aumento de la secreción hormonal gonadotrópica por parte de la hipófisis. En consecuencia, el cuerpo lúteo se reactiva, aumenta la secreción de progesterona y se reanuda el desarrollo del blastocisto. La hembra entra en celo y generalmente se aparea. Sin embargo, los eventos ambientales, como los fotoperiodos cortos, pueden tener un efecto similar al de las crías. Si se retira un joey joven en otoño, es posible que el blastocisto no se reanude hasta la primavera.


32. La metamorfosis

|| Regresar al Índice ||

La metamorfosis es un proceso biológico por el cual un animal se desarrolla físicamente, incluida la transformación del nacimiento o la eclosión, que implica un cambio conspicuo y relativamente abrupto en la estructura del cuerpo del animal a través del crecimiento y la diferenciación celular. Algunos insectos, peces, anfibios, moluscos, crustáceos, cnidarios, equinodermos y tunicados sufren metamorfosis, que suele ir acompañada de un cambio en la fuente de nutrición o el comportamiento. Los animales se pueden dividir en especies que experimentan metamorfosis completa ("holometabolismo"), metamorfosis incompleta ("hemimetabolismo") o sin metamorfosis ("ametabolismo").

El uso científico del término es técnicamente preciso y no se aplica a los aspectos generales del crecimiento celular, incluidos los brotes de crecimiento rápido. Generalmente, los organismos con una etapa de larva sufren metamorfosis, y durante la metamorfosis el organismo pierde características larvarias. [4] Las referencias a la "metamorfosis" en los mamíferos son imprecisas y solo coloquiales, pero las ideas históricamente idealistas de transformación y morfología, como en la Metamorfosis de las plantas de Goethe, han influido en el desarrollo de las ideas de evolución.

  32.1 En artrópodos

La muda en los artrópodos está estrictamente programada y controlada con precisión por sus sistemas hormonales. Los tres grupos principales de hormonas de los artrópodos que gobiernan la muda son, respectivamente, los ecdisteroides, los neuropéptidos y los sesquiterpenoides (Cheong, Huang, Bendena, Tobe, & Hui, 2015)..

Los ecdisteroides, como la ecdisona en los insectos, se conocen comúnmente como las hormonas de la muda que controlan el momento de la ecdisis.

Los neuropéptidos, como la hormona desencadenante de la ecdisis en los insectos y la hormona inhibidora de la muda en los crustáceos, actúan como reguladores de la síntesis o liberación de ecdisteroides.

Los sesquiterpenoides (que comprenden tres unidades de isopreno), como la hormona juvenil (JH), el farnesoato de metilo (MF) y el ácido farnesoico (FA) juegan un papel importante en la regulación de la muda y la metamorfosis y se producen en el cuerpo alata de los insectos y el órgano mandibular de los crustáceos. , respectivamente

En resumen, los artrópodos han desarrollado una vía singularmente diferente de la vía del mevalonato ancestral bilateral para la biosíntesis de esquiterpenoides

  32.2 En anuros

La metamorfosis en las ranas es un excelente ejemplo de la coordinación de un proceso fisiológico complejo que involucra respuestas nerviosas, secretoras y vasculares mediadas por el sistema endocrino. El renacuajo de la rana se somete a tres etapas de desarrollo. La primera etapa de premetamorfosis se caracteriza por el crecimiento del tamaño corporal. En la segunda etapa de prometamorfosis, el cambio más notorio es el desarrollo de las extremidades posteriores, aunque aún continúa cierto crecimiento en el tamaño del cuerpo. La tercera etapa es el clímax metamórfico, momento en el que el renacuajo se transforma en la joven rana. Surgen las extremidades anteriores, se pierde el pico, se ensancha la boca y se reabsorbe la cola. Las hormonas, los eventos del desarrollo y el sistema nervioso están involucrados en cada etapa.

Durante la premetamorfosis, la adenohipófisis/pituitaria produce altos niveles de prolactina, que estimula el crecimiento, pero inhibe la metamorfosis. La adenohipófisis también produce pequeñas cantidades de hormona estimulante de la tiroides (TSH) de forma autónoma, sin ninguna provocación del hipotálamo. La TSH estimula la tiroides para secretar tiroxina, pero no en niveles suficientes para iniciar la metamorfosis. Durante esta etapa temprana de desarrollo, la eminencia media de la pituitaria no responde a la tiroxina y permanece sin desarrollar. Por lo tanto, durante la premetamorfosis, el renacuajo crece en tamaño, pero no se producen otros cambios significativos.

Durante la prometamorfosis, la eminencia media se vuelve sensible a la tiroxina y comienza a desarrollarse, estableciendo un sistema portal modesto pero completo que permite transportar neurohormonas desde el hipotálamo a la adenohipófisis. La hormona liberadora de corticotropina (CRH) de neurohormona estimula la secreción de cantidades crecientes de TSH. Los niveles crecientes de TSH estimulan la tiroides para producir más tiroxina. Ahora, la metamorfosis avanza a través de cambios adicionales. La conversión acelerada de tiroxina (T4) a T3, junto con la aparición de receptores en el tejido objetivo que responden a la hormona tiroidea, provoca el desarrollo de las extremidades posteriores. Estos eventos generan un sistema de retroalimentación positiva en el que los niveles crecientes de tiroxina promueven la eminencia media más receptiva para desarrollar una conexión portal venosa más extensa para que se entregue más CRH a la adenohipófisis. La llegada de CRH estimula la secreción de niveles aún más altos de TSH y, a su vez, más tiroxina.

A medida que estos eventos aumentan, los niveles de tiroxina continúan aumentando, lo que lleva al clímax metamórfico. Los corticoides suprarrenales (esteroides) inhiben la metamorfosis temprana, pero a medida que aumentan los niveles de hormonas tiroideas y se desarrollan receptores en los tejidos objetivo, los corticoides suprarrenales también estimulan la metamorfosis acelerada en renacuajos más viejos. Los primeros modelos de control endocrino de la metamorfosis de la rana preveían que los niveles de prolactina disminuyen a medida que aumentan los niveles de tiroxina, pero esto no parece ser cierto. Los niveles de prolactina permanecen altos durante el clímax metamórfico, al menos en las ranas, pero sus efectos inhibitorios sobre la metamorfosis aparentemente son anulados por los niveles crecientes de tiroxina.


33. Fundamentos del control hormonal

|| Regresar al Índice ||

El crecimiento de las ranas y la metamorfosis resaltan algunas características básicas del control hormonal. Primero, las hormonas actúan no solo ejerciendo una influencia positiva en los tejidos objetivo, sino que también controlan los eventos al inhibir los tejidos objetivo. En segundo lugar, un tejido diana, como la eminencia media, responde a las hormonas solo después de que se hayan completado las primeras etapas de desarrollo. Tercero, el control endocrino se ejerce no solo sobre la base de la presencia o ausencia de una hormona sino también sobre los cambios en su nivel y dependiendo de la presencia de receptores a dichas hormonas. Cuarto, el sistema endocrino también responde a las condiciones ambientales y puede, dentro de ciertos límites, extender o acortar la metamorfosis. Si se coloca un renacuajo en un ambiente inusualmente frío o sin suficientes nutrientes, el crecimiento y la metamorfosis se retrasan.

  33.1 Vínculo entre función y estructura

Los sistemas endocrino y nervioso están funcionalmente unidos a través del hipotálamo dentro del cerebro anterior. Esto coloca el sistema endocrino bajo la influencia del sistema nervioso central; así, a través del sistema endocrino, el sistema nervioso extiende indirectamente su control a los tejidos objetivo.

El puente fisiológico entre los sistemas nervioso y endocrino está mediado por neuronas neurosecretoras, llamadas así porque exhiben propiedades de las células nerviosas (transportan impulsos eléctricos) y las células endocrinas (secretan químicos en los vasos sanguíneos). Bajo la influencia de los centros cerebrales superiores, las células neurosecretoras del hipotálamo secretan hormonas en el sistema portal corto que comienza en la eminencia media. Cuando llegan a la porción distal, estas hormonas neurosecretoras estimulan o suprimen la secreción de otras hormonas hipofisarias. Las hormonas secretadas por la pituitaria a su vez pueden afectar directamente los tejidos objetivo, o pueden estimular otro órgano endocrino para producir una tercera hormona que luego se transporta a los tejidos objetivo. Por ejemplo, la neurohormona CRH estimula la liberación de TSH, que estimula la glándula tiroides para liberar tiroxina, que afecta los tejidos diana.

  33.2 Respuestas del tejido objetivo

Las acciones de una hormona en los tejidos suelen ser selectivas, y la capacidad de un tejido para responder a una hormona depende de los receptores celulares que la reconocen específicamente dentro de ciertos rangos de variación o respuestas cruzadas a factores químicos externos. Estos receptores pueden estar ubicados en la membrana celular o en el citoplasma en caso de que la hormona sea liposoluble y atraviese libremente la membrana. Los tejidos que no responden carecen de receptores celulares. Para producir un efecto, una hormona debe unirse a los receptores químicos en o sobre las células que son selectivas para hormonas específicas.

El complejo hormona-receptor ejerce una influencia al promover reacciones sintéticas o catabólicas. Por ejemplo, los niveles de andrógenos aumentan en la pubertad en los machos humanos, pero la respuesta selectiva a estos niveles crecientes depende de la presencia de receptores en los tejidos objetivo que promueven la diferenciación celular de las características sexuales secundarias. Los folículos pilosos en las regiones axilar, púbica, facial y torácica responden con un mayor crecimiento del cabello. En las hembras humanas, las células y los conductos de las glándulas mamarias tienen receptores que les permiten responder a los niveles crecientes de la hormona circulante estradiol, pero las células de las glándulas en otras partes del cuerpo no lo hacen.

En última instancia, las hormonas influyen en los tejidos objetivo al alterar las tasas de división celular o al iniciar o inhibir la síntesis de nuevos productos. Los tipos de células difieren en sus respuestas a una hormona dada. Por ejemplo, un músculo liso puede responder a una hormona contrayéndose, mientras que una glándula puede responder a la misma hormona liberando un producto secretor. Aunque el carácter de las hormonas es importante en el control endocrino del metabolismo, también lo es el carácter del propio tejido diana. La LH en hombres y mujeres es químicamente idéntica, pero inicia diferentes procesos. La LH estimula la ovulación en las mujeres, mientras que la misma hormona en los hombres promueve el crecimiento de células intersticiales dentro de los testículos. Estas diferencias funcionales resultan principalmente de diferencias en los tejidos objetivo, no de diferencias en la hormona desencadenante.

  33.3 El control endocrino y el ambiente

El sistema endocrino regula la fisiología interna, coordina el desarrollo embrionario, equilibra los niveles de minerales y nutrientes para satisfacer las demandas, estimula el crecimiento y el metabolismo y sincroniza las actividades entre partes distantes del organismo. Sin embargo, el sistema endocrino en sí mismo está influenciado por el entorno externo. Muchos eventos fisiológicos como la reproducción, la migración y la hibernación son estacionales. El entorno actúa a través del sistema nervioso para alterar el sistema endocrino, lo que a su vez provoca cambios fisiológicos y / o conductuales específicos. Junto con el sistema nervioso, el sistema endocrino actúa como intermediario entre el medio ambiente y la fisiología interna de un organismo para coordinar los cambios internos con las condiciones externas.

Para los ectotermos, la temperatura ambiental es fundamental para la actividad. Las temperaturas frías del otoño pueden fomentar reducciones en la tasa metabólica y enviar a los reptiles templados a la hibernación. El calentamiento de las temperaturas de primavera puede sacarlos de la hibernación. Del mismo modo, los cambios en la duración de las horas del día afectan el sistema endocrino, aparentemente a través de los ojos o el órgano pineal. Para muchos tetrápodos, alargar los días puede promover el inicio de la reproducción. Los días más cortos a menudo resultan en cambios fisiológicos internos que conducen a la deposición de grasa e hibernación o migración a climas más cálidos. El entorno social también puede afectar el sistema endocrino. Por ejemplo, las lagartijas hembra muestran signos de actividad ovárica acelerada, o degeneración, si están expuestas a un macho que corteja, pero la degeneración se retrasa si la hembra ve manifestaciones territoriales de los machos, ya sea mediante la ostentación sexual visual o mediante feromonas en la orina de la marca territorial. El sistema endocrino, por lo tanto, vincula los cambios fisiológicos, especialmente los basados ​​en un ciclo estacional, con los cambios en el entorno. De esta manera, la fisiología y el comportamiento responden de manera óptima a las condiciones ambientales.


34. Las hormonas y la sociedad

|| Regresar al Índice ||

  34.1 Tratamiento hormonal

👉          Algunos tratamientos comunes: El tratamiento médico que involucra hormonas se llama terapia hormonal. Dependiendo de la hormona particular prescrita, la terapia puede incluir inyecciones, píldoras, parches o cremas. Por ejemplo, las personas con diabetes mellitus tipo 1 no pueden producir la insulina, una hormona pancreática. Por lo tanto, necesitan inyecciones diarias de insulina para sobrevivir. Para tratar otras afecciones médicas, se pueden bloquear o eliminar hormonas particulares. La hormona estrógeno promueve el crecimiento de algunos cánceres de seno. Por lo tanto, bloquear los efectos del estrógeno o reducir los niveles de estrógeno puede ser parte de un plan de tratamiento para reducir el riesgo de que regrese el cáncer de seno. Las drogas, como el tamoxifeno, se pueden usar para bloquear los efectos del estrógeno. El tamoxifeno, tomado diariamente en forma de píldora, bloquea temporalmente los receptores de estrógenos en las células de cáncer de seno. Esta acción evita que el estrógeno se una a las células. En las mujeres jóvenes, los ovarios son la principal fuente de estrógeno. Por lo tanto, los niveles de estrógeno pueden reducirse en mujeres jóvenes con cáncer de seno al extirpar quirúrgicamente los ovarios. Más comúnmente, las drogas u hormonas sintéticas se utilizan para detener la producción de estrógenos por los ovarios.

👉          Uso cosmético: La producción de la hormona del crecimiento por la glándula pituitaria anterior disminuye a medida que envejecemos. Esta disminución ha llevado a algunos adultos sanos a tomar hormona de crecimiento humano sintética para retrasar el envejecimiento. En los Estados Unidos, la hormona del crecimiento humano requiere una receta médica. Sin embargo, se puede comprar en varias formas de fuentes extranjeras o por Internet. Relativamente pocos estudios han monitoreado adultos sanos que toman hormona del crecimiento. Los resultados hasta la fecha indican que las inyecciones de la hormona del crecimiento pueden aumentar la masa muscular y disminuir la grasa corporal. Sin embargo, el aumento de la masa muscular no aumenta la fuerza. De hecho, los investigadores descubrieron que el entrenamiento de fuerza con pesas era más efectivo que la terapia con hormona de crecimiento. Los efectos secundarios de tomar hormona del crecimiento incluyeron dolor muscular, nervioso y articular, e hinchazón de las manos y los pies. También se han informado niveles elevados de glucosa y colesterol en la sangre.

El uso de la hormona de crecimiento sintética para tratar la estatura baja idiopática (ISS) en niños es bastante controvertido. La ISS se define formalmente como baja estatura sin una causa conocida. Se describe informalmente como "corto, pero por lo demás normal". Los estudios que monitorean a niños con ISS a quienes se les administró hormona de crecimiento generalmente encuentran que dicha terapia puede producir una altura adicional de 1,5 a 3 pulgadas de la altura adulta, aunque los resultados para niños individuales varían considerablemente. Hasta ahora, los datos sobre pacientes con ISS tratados con hormona de crecimiento indican que el tratamiento es seguro. Sin embargo, los padres y los pediatras siguen preocupados por los posibles efectos adversos que pueden ocurrir mucho después del uso original de un medicamento. Los opositores al uso de la hormona del crecimiento para tratar la ISS creen que está mal dar una hormona poderosa a niños sanos por una razón esencialmente cosmética. En lugar de administrar la hormona del crecimiento a tales niños, los opositores sugieren trabajar para aumentar la aceptación social de las personas de baja estatura. Los opositores también señalan que la terapia con hormona del crecimiento es invasiva y requiere inyecciones diarias durante varios años. Además, la terapia con hormona de crecimiento para ISS es costosa.

En los Estados Unidos, la hormona del crecimiento está aprobada para tratar ciertas afecciones médicas, como el desgaste muscular que ocurre con el VIH / SIDA. En 2003, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó el uso de la hormona del crecimiento para tratar la EEI en niños cuyas alturas están muy por debajo del promedio para su edad y sexo. Los criterios de elegibilidad establecidos por la FDA hicieron posible el tratamiento con hormona de crecimiento para el 1.2% de los niños más pequeños. La hormona del crecimiento no está aprobada como tratamiento antienvejecimiento.

  34.2 El estrés

El estrés puede definirse en términos generales como tensión mental o física. Rara vez pasa un día en que no experimentemos estrés. Esperar el inicio de un examen, alguna actuación personal o una entrevista puede ser estresante. Nuestros cuerpos generalmente pueden lidiar con el estrés diario y mantener la relativa constancia de nuestro entorno interno. A veces, sin embargo, el estrés es extremo en su intensidad y duración, y nuestros mecanismos de afrontamiento resultan inadecuados. En esos momentos, el estrés provoca que el hipotálamo inicie el síndrome de adaptación general (GAS), una serie de ajustes fisiológicos realizados por nuestros cuerpos en respuesta al estrés extremo.

El GAS tiene tres fases: alarma, resistencia y agotamiento. La fase de alarma se conoce popularmente como la respuesta de lucha o huida. Recuerde que la respuesta de lucha o huida es iniciada por la epinefrina desde la médula suprarrenal. La respuesta canaliza inmediatamente grandes cantidades de glucosa y oxígeno a los órganos más críticos para responder a la crisis.

A veces, los ajustes de la fase de alarma son suficientes para finalizar o escapar de lo que sea que esté causando el estrés. En otras ocasiones, el estrés es tan intenso y duradero que el individuo entra en la fase de resistencia. Los cambios provocados por la fase de resistencia son más a largo plazo que los de la fase de alarma. Además, en lugar de ser estimulado por los impulsos nerviosos del hipotálamo, la fase de resistencia se inicia por la liberación de hormonas del hipotálamo. Las hormonas liberadas estimulan la hipófisis anterior para secretar hormonas. A su vez, algunas de estas hormonas recientemente secretadas estimulan a otras glándulas para que secreten sus hormonas. Los glucocorticoides de la corteza suprarrenal son las principales hormonas de la fase de resistencia. Dos efectos principales de los glucocorticoides son movilizar las reservas de proteínas y grasas del cuerpo y conservar la glucosa para su uso por las células del sistema nervioso.

La fase de resistencia es sostenida por las reservas de grasa del cuerpo. Una vez que se agotan las reservas de lípidos, las proteínas estructurales se descomponen para satisfacer las demandas de energía. Eventualmente, los órganos no pueden cumplir con las grandes demandas de la fase de resistencia, y comienzan a fallar. Esta es la fase de agotamiento. Sin atención inmediata, la muerte puede resultar del colapso de uno o más sistemas de órganos.

El estrés, especialmente cuando es prolongado e incontrolable, puede afectar dramáticamente nuestra salud. Aumenta nuestra susceptibilidad a las infecciones y conduce a trastornos como la hipertensión, el síndrome del intestino irritable y el asma. Algunos estudios han demostrado que el estrés pone a las personas en mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas. En general, el estrés prolongado parece acortar la vida de una persona.

Dada la conexión entre el estrés y la salud, es importante reducir el estrés en nuestras vidas. Los medios comúnmente utilizados para aliviar los efectos del estrés incluyen ejercicio regular y técnicas de relajación. Una técnica de relajación especializada es la biorretroalimentación. Durante una sesión de biorretroalimentación de estrés, un profesional de la salud conecta a un paciente con una máquina que monitorea uno o más indicadores fisiológicos de estrés, como la frecuencia cardíaca o la tensión muscular. El trabajador de la salud luego discute una situación estresante con el paciente. La máquina emite señales cuando la conversación hace que el paciente presente síntomas fisiológicos de estrés. Por ejemplo, el aumento de la tensión en los músculos puede provocar un chasquido de la máquina. El paciente puede usar el sonido de clic como señal de estrés y luego practicar la disminución de la tensión muscular que provocó los clics a través de la respiración profunda y la relajación. Finalmente, los pacientes pueden reconocer y hacer frente a los signos de estrés sin la ayuda de la máquina.


35. La castración y sus consecuencias

|| Regresar al Índice ||

Los gallos son más suculentos, los sementales se calman y los hombres posiblemente son mejores cantantes si son castrados cuando son jóvenes. La castración significa la extracción de las gónadas, los ovarios o los testículos y, por lo tanto, se aplica tanto a las mujeres como a los hombres. Pero al menos en los mamíferos, los testículos que cuelgan externamente, son de fácil acceso para su corte. La eliminación radical extirpa los gametos, dejando al individuo infértil, pero esto también extrae el tejido endocrino íntimamente asociado, privando al individuo de algunas de las hormonas que normalmente controlan la fisiología e implementan el comportamiento sexual y asociados.

Las consecuencias fisiológicas y conductuales de la castración dependen de la edad a la que se realiza. En general, cuanto antes sea la castración, mayores serán las consecuencias posteriores. Ciertamente, la sexualidad fundamental de los individuos surge de su carácter genético básico, pero a medida que maduran, la impronta de su género se extiende a los tejidos somáticos. Las características sexuales secundarias aparecen junto con los comportamientos apropiados para desplegar estas características anatómicas pubescentes.

  35.1 Los gallos capones

En las aves, el acceso a las gónadas se obtiene a través del lado lateral del cuerpo. Se hace una hendidura delgada en la piel, y la gónada se saca de su posición en la pared dorsal de la cavidad corporal. Los gallos castrados jóvenes son capones. La operación, además de producir aves con carne más sabrosa, también elimina su comportamiento agresivo y arrogante y los hace menos molestos alrededor del corral.

  35.2 Los sementales domados a las malas

Un semental completamente dotado puede ser una bestia determinada y obstinada, especialmente alrededor de una hembra en celo. Los criadores de caballos encuentran esto una molestia, especialmente si ya han elegido a un macho mucho mejor como reproductor de la granja. Ocasionalmente, las yeguas segregan progesterona en feromonas para suprimir el esto, reduciendo los coqueteos y disminuir su atracción por los sementales. Pero más a menudo el problema se resuelve castrando al semental cuando es un potro joven, produciendo un caballo castrado. Esto también reduce la beligerancia del macho alrededor de los sementales elegidos, una gran ayuda para aquellos que crían y compiten con caballos de pista. Los caballos castrados pueden tener personalidades más manejables, pero por supuesto son estériles y pierden su valor económico como sementales después de que terminan sus días de carrera. Ocasionalmente, un caballo castrado ganará una gran bolsa de dinero o una carrera prestigiosa, y el propietario, considerando su valor perdido como un semental, solo puede pensar, "¡Uy!".

  35.3 Los cantantes castrati

A lo largo de la historia humana, los accidentes de guerra o de trabajo, o los castigos intencionales de ladrones o traidores, han dejado castrados a los hombres. A veces se castraba a los hombres para producir guardianes del harén, lo que los convertía en lo que se pensaba que eran hombres que no afectarían la castidad de las princesas. Pero la castración deliberada de los niños prepúberes se convirtió en una nueva moda a finales del siglo XVII en Europa. De hecho, a mediados del siglo XVIII, la práctica era tan frecuente que más de 4.000 niños fueron castrados anualmente solo en Italia. Lo que impulsó esta práctica fue el descubrimiento de que los niños castrados a veces desarrollaban voces de canto únicas cuando eran adultos. La demanda de estas voces creció, primero en coros, luego en ópera. Estos eunucos cantores eran los "castrati" (cantante castrado), con voces claramente propias, ni tenor (masculino) ni soprano (femenino). Muchos pueden haber estado entre los mejores artistas vocales de la historia humana. Los pocos que desarrollaron estas voces únicas cantaron ante grandes multitudes de nobles y reyes. Cosecharon generosas recompensas financieras y disfrutaron de una fama de "estrella de rock" en toda Europa.

¿De dónde sacaron sus voces los Castrati? Las cuerdas vocales se componen de dos partes: una porción cartilaginosa firme y una parte membranosa más flexible. Cuanto más corta y delgada es la parte membranosa, más alta y más flexible es la voz de canto resultante. Las cuerdas vocales de los niños pequeños de ambos sexos tienen aproximadamente el mismo tamaño y longitud. Cuando los niños pasan por la pubertad, se producen muchos cambios fisiológicos y anatómicos, impulsados ​​por los cambios endocrinos que los acompañan. Para los niños, los niveles elevados de andrógenos (células intersticiales) en los testículos estimulan el desarrollo de características sexuales secundarias, que incluyen el alargamiento y el engrosamiento de las cuerdas vocales, que profundiza la voz masculina. En las niñas, las cuerdas vocales también se engrosan y alargan, pero no tanto como en los niños, dejando a las mujeres con una voz más alta y natural.

Sin embargo, las cuerdas vocales de un niño castrado se desarrollan de manera muy diferente a las de los niños y niñas normales. La parte membranosa de las cuerdas vocales no se agranda, quedando tan corta como las de un niño. A menudo se describía a los castrati como poseedores de voces de otro mundo. Podrían cantar más alto y más dulce y con mayor agilidad que la mayoría de las sopranos más agudas. No se sabe exactamente cómo estas características anatómicas produjeron una voz de canto única. (La sociedad estaba interesada en el sonido, no en la ciencia). Esto, junto con una intensa formación musical en los conservatorios de Italia, produjo esas voces altas y "angelicales". Las voces eran dulces, pero también muy poderosas, debido, en parte, a las costillas más grandes, la capacidad pulmonar y la resistencia física de los castrati en comparación con la mayoría de las cantantes más pequeñas, lo cual indica que algunas características sexuales secundarias como un mayor tamaño en el macho se generan por la impronta de la testosterona en el útero antes de que sean castrados.

Pero también hubo efectos secundarios de la emasculación. Los castrati tendieron a desarrollar un aumento de grasa subcutánea en áreas más típicas de la forma femenina: caderas, glúteos y senos. El vello púbico se distribuyó en un patrón femenino (parche) en lugar del patrón masculino (disperso). No desarrollaron barbas. Lo más distintivo, los brazos y las piernas eran generalmente bastante largos. En la pubertad, las placas epifisarias normalmente se osifican, los huesos largos ya no se alargan y el crecimiento se detiene. Pero en ausencia de andrógenos, los largos huesos de los castrati continuaron alargándose, dando como resultado la desproporcionadamente alta "apariencia eunucoide" a menudo ridiculizada en caricaturas que aparecían en la prensa del siglo XVII.

No se sabe por qué los niños fueron castrados por primera vez. Una opinión sostiene que a las mujeres se les prohibía cantar en los coros de las iglesias en los estados papales, debido a la frase de San Pablo "Deja que tus mujeres guarden silencio en las iglesias". Pero las mujeres cantaban en algunas iglesias, especialmente en las zonas rurales. La demanda de castrati parece más relacionada con el atractivo de sus voces. A mediados del siglo XV, se desarrolló una forma muy compleja de capella que exigía voces de nivel soprano extremadamente competentes y potentes. Los niños prepúberes a menudo fueron entrenados para cantar esas partes, pero cuando se convirtieron en cantantes expertos, atravesaron la pubertad y sus voces se corrompieron a tenores o se arruinaban totalmente. A medida que este estilo musical se desarrolló aún más durante el siglo siguiente, los castrati comenzaron a reemplazar a los niños cantantes y llegaron a ser muy buscados por sus voces especiales y "espirituales" en honor a Dios en las iglesias de Italia.

Los castrati pronto encontraron mucho favor y mejores recompensas financieras en el mundo secular. La ópera a fines del siglo XVII era un entretenimiento nuevo, en expansión y popular. A medida que aparecían más castrati en las óperas, la música se escribía para presentar sus voces. Una nueva forma de ópera, ópera seria, mostró el poder, la flexibilidad y la emoción de la voz de un castrato. Monteverdi, Scarlatti y Handel escribieron óperas para los castrati. Mozart compuso piezas para castrati en Idomeneo (1781) y La Clemenza di Tito (1791, el año de su muerte). Hoy en día, hay una escasez mundial de castrati (gracias a Dios). Pero estas y muchas óperas barrocas todavía se producen para audiencias apreciativas. En las producciones actuales, las partes escritas para un castrati a menudo son cantadas por sopranos y mezzo sopranos, mujeres que requieren un enorme entrenamiento vocal. Pero sin cantantes castrati, el público de hoy no está escuchando las mismas óperas que pretendían los compositores y el público barroco.

Imagina cómo debe haber sido escuchar a Farinelli (1705–1782, nacido Carlo Broschi), uno de los castrati más famosos. Disfrutaba de un estatus casi mítico. Aprovechó al máximo su belleza andrógina y su altura para obtener una presencia escénica dominante. Pero fue su voz lo que lo marcó como posiblemente uno de los mejores cantantes de todos los tiempos, muy elogiado por su belleza, pureza, agilidad y poder. Según las fuentes contemporáneas expertas en canto, su registro de voz abarcó tres octavas y media, y se dijo que podía cantar 250 notas de una sola vez. Los relatos contemporáneos aumentaron elocuentemente sobre las maravillas de su voz y pueden explicar el grito "eviva il coltello", que surgió del público embelesado después de una actuación.

A pesar de los números y la popularidad de los castrati, la castración intencional fue oficialmente prohibida. La Iglesia Católica castigó, por excomunión, a cualquiera que castrara deliberadamente a un niño. Pero la fama y la fortuna eran demasiado tentadoras. Para satisfacer a la Iglesia, cada castrado tenía su propia historia de cómo se separó de sus gónadas. Una caída de un caballo me dejó castrado; otro habló de un ataque de un jabalí. A medida que se usaban explicaciones simples, las historias de tapa se hicieron más fantasiosas. Un castrato afirmó haber sido atacado por un grupo de gansos que mordisqueó sus testículos. Los estudiosos de la música estiman que, en el apogeo del período barroco, el 70% de todos los cantantes de ópera masculinos eran castrati. Debido a la prohibición de la Iglesia, los materiales y métodos de castración no están bien documentados. Aparentemente, se extirparon los testículos o se cortaba el suministro de sangre. Después de la administración de una droga anestésica potente, como el opio, el niño era colocado en un baño caliente y la operación se realizaba.

No todos los chicos castrados llegaron a ser grandes en el mundo de la ópera. La mayoría nunca desarrolló la gran voz que aseguraba mucho dinero. Terminaron cantando en coros locales o fueron contratados como entrenadores de música. Pero los exitosos, como Farinelli, disfrutaron de una gran riqueza y fama internacional. Y al igual que los héroes modernos de la música y el deporte, disfrutaron de la atención y estuvieron rodeados de séquitos y fanáticos siempre presentes, muchos de los cuales llevaban medallones con fotos de su castrato favorito. Adorado por las mujeres tanto por sus gloriosas voces como por su aspecto romántico y andrógino, cada castrato tenía una reputación que mantener no solo en el escenario sino también en el dormitorio.

Pero, ¿podrían los hombres castrados realmente estar a la altura de las circunstancias: erección y orgasmo? Probablemente, pero es difícil decirlo con certeza. La destreza sexual se ve afectada por la mente y las expectativas sociales, así como por las gónadas. Un castrati, que se consideraba altamente deseable socialmente, debe haber estado bajo una presión considerable para lograr un desempeño satisfactorio. Pero indudablemente diferían entre sí en sus habilidades sexuales tanto como otros hombres no mutilados, y dependían mucho de la edad a la que fueron castrados: cuanto más cerca de la pubertad, más probabilidades tenían de tener éxito en actividades sexuales. Ciertamente los castrati eran estériles. Sin esperma, sin fertilización. Pero ese podría haber sido precisamente su atractivo; las mujeres podían seguir adelante sin temor a quedar embarazadas.

Los castrati continuaron cantando en las iglesias italianas hasta finales del siglo XIX. En 1922, el último de los castrati, Alessandro Moreschi, director del Coro Sixtino, murió. Tenía 64 años. No tenemos una grabación directa de su voz en su mejor momento. Solo dejó una grabación de una voz envejecida. Quizás las voces sintetizadas en las computadoras recrearán electrónicamente lo que el público de la ópera escuchó de manera elocuente y directa durante más de dos siglos. Mientras tanto, se aconseja a los niños pequeños que tengan cuidado con los gansos merodeadores o de ir a cazar jabalíes.


Referencias bibliográficas

|| Regresar al Índice ||

Alberts, B., Johnson, A., Lewis, J., Morgan, D., Raff, M., Roberts, K., & Walter, P. (2015). Molecular biology of the cell (5th ed.). Garland Science.

Arshad, M., & Frankenberger Jr, W. T. (1991). Microbial production of plant hormones. Plant and Soil, 133(1), 1–8.

Bari, R., & Jones, J. D. G. (2009). Role of plant hormones in plant defence responses. Plant Molecular Biology, 69(4), 473–488.

Belk, C., & Maier, V. B. (2013). Biology Science for Life with physiology. (Pearson, Ed.) (4th ed.).

Berta, A., Sumich, J. L., & Kovacs, K. M. (2015). Marine mammals: evolutionary biology. Academic Press.

Brenner, M. L., & Cheikh, N. (1995). The role of hormones in photosynthate partitioning and seed filling. In Plant hormones (pp. 649–670). Springer.

Brusca, R., Brusca, G. J., & Haver, N. J. (2003). Invertebrates (2nd ed.). Sinauer Associates.

Campbell, M. K., & Farrell, S. O. (2009). Biochemistry (6th ed.). USA: Thomsom Brooks/Cole.

Cheong, S. P. S., Huang, J., Bendena, W. G., Tobe, S. S., & Hui, J. H. L. (2015). Evolution of ecdysis and metamorphosis in arthropods: the rise of regulation of juvenile hormone. Integrative and Comparative Biology, 55(5), 878–890.

Cottier, F., & Mühlschlegel, F. A. (2011). Communication in fungi. International Journal of Microbiology, 2012.

Cox, M. M., Doudna, J. A., & O’Donnell, M. (2012). Molecular biology (1st ed.). Freeman.

Davies, P. J. (2010). The plant hormones: their nature, occurrence, and functions. In Plant hormones (pp. 1–15). Springer.

Feurtado, J. A., Ambrose, S. J., Cutler, A. J., Ross, A. R. S., Abrams, S. R., & Kermode, A. R. (2004). Dormancy termination of western white pine (Pinus monticola Dougl. Ex D. Don) seeds is associated with changes in abscisic acid metabolism. Planta, 218(4), 630–639.

Fingrut, O., & Flescher, E. (2002). Plant stress hormones suppress the proliferation and induce apoptosis in human cancer cells. Leukemia, 16(4), 608–616.

Fonseca, S., Radhakrishnan, D., Prasad, K., & Chini, A. (2018). Fungal production and manipulation of plant hormones. Current Medicinal Chemistry, 25(2), 253–267.

Goodenough, J., & McGuire, B. (2012). Biology of Humans, Concepts, Applications and Issues (4th ed.). San Francisco: Pearson, Benjamin Cummings.

Grennan, A. K. (2006). Gibberellin metabolism enzymes in rice. Plant Physiology, 141(2), 524–526.

Hartenstein, V. (2006). The neuroendocrine system of invertebrates: a developmental and evolutionary perspective. Journal of Endocrinology, 190(3), 555–570.

Hoefnagels, M. (2015). Biology: concepts and investigations (3rd ed.). McGraw-Hill New York.

Kardong, K. V. (2011). Vertebrates, comparative anatomy, function, evolution (6th ed.). McGraw-Hill New York.

Kardong, K. V. (2014). Vertebrates: Comparative Anatomy, Function, Evolution (7th ed.). McGraw-Hill Education.

Karp, G. C. (2013). Cell and Molecular Biology, Concepts and Experiments (7th ed.). USA: Wiley Online Library.

Kende, H., & Zeevaart, J. (1997). The Five" Classical" Plant Hormones. The Plant Cell, 9(7), 1197.

Kües, U., & Navarro-González, M. (2009). Communication of fungi on individual, species, kingdom, and above kingdom levels. In Physiology and Genetics (pp. 79–106). Springer.

Lovette, I. J., & Fitzpatrick, J. W. (2016). Handbook of bird biology. John Wiley & Sons.

Mackean, D. G., & Hayward, D. (2014). Biology (3rd ed.). IGCSE Cambridge.

Mader, S. S. (2010). Biology (10th ed.). McGraw-Hill Education.

Mader, S. S., & Windelspecht, M. (2015). Biology (12th ed.). McGraw-Hill Education.

Mader, S. S., & Windelspecht, M. (2018). Essentials of biology (5th ed.). McGraw-Hill Education.

Marieb, E. N., Wilhelm, P. B., & Mallatt, J. (2017). Human Anatomy (8th ed.). Pearson.

Mason, K. A., Losos, J. B., Singer, S. R., & Raven, P. H. (2014). Biology (7th ed.). McGraw-Hill New York.

Murray, R. K., Bender, D. A., Botham, K. M., Kennelly, P. J., Rodwell, V., & Weil, A. (2012). Harpers Illustrated Biochemistry (29th ed.). McGraw-Hill Medical.

Pollard, T. D., Earnshaw, W. C., Lippincott-Schwartz, J., & Johnson, G. T. (2017). Cell Biology (3rd ed.). Elsevier.

Reece, J. B., Urry, L. A., Wasserman, S. A., Cain, M. L., Minorsky, P. V, & Jackson, R. B. (2014). Campbell Biology (10th ed.). Pearson Higher Ed.

Rhoades, R. A., & Bell, D. R. (2013). Medical Physiology, Principles for Clinical Medicine (4th ed.). Baltimore: Lippincott Williams & Wilkins.

Ritchison, G. (2015). Bird biogeography. RITCHISON, G. Avian Biology: Everything You Wanted to Know about Birds… and More. Eastern Kentucky University,[Sd]. Disponível Em:< Http://People. Eku. Edu/Ritchisong/Birdbiogeography1. Htm>. Acesso Em, 9.

Sadava, D., Berenbaum, M., & Hillis, D. (2014). Life the Science of Biology (10th ed.). Sinauer & MacMillian.

Sadler, T. W. (2012). Medical Embryology. (C. Taylor, Ed.) (12th ed.). Baltimore: Lippincott Williams & Wilkins.

Shier, D., Butler, J., & Lewis, R. (2015). Hole’s Human Anatomy & Physiology (14th ed.). McGraw-Hill Education.

Simon, E. J., Dickey, J. L., & Reece, J. B. (2013). Essential biology (Pearson).

Sipes, D. L., & Einset, J. W. (1983). Cytokinin stimulation of abscission in lemon pistil explants. Journal of Plant Growth Regulation, 2(1–4), 73–80.

Solomon, E., Martin, C., Martin, D. W., & Berg, L. R. (2014). Biology (10th ed.). Cengage Learning.

Starr, C., Evers, C., & Starr, L. (2013). Biology: Today and Tomorrow With Physiology (4th ed.). Brooks/Cole.

Taylor, M. R., Simon, E. J., Dickey, J. L., Hogan, K., & Reece, J. B. (2018). Biology, Concepts and conections (9th ed.). Boston: Pearson education.

Torres Vera, R. (2017). Role of strigolactones in plant defense: Hormonal cross-talk and implication in arbuscular mycorrhizal symbiosis.

Vitt, L. J., & Caldwell, J. P. (2014). Herpetology An Introductory Biology of Amphibians and Reptiles (4th ed.). Oklahoma: Elsevier Inc.

Wang, Y., Liu, C., Li, K., Sun, F., Hu, H., Li, X., … Duan, Y. (2007). Arabidopsis EIN2 modulates stress response through abscisic acid response pathway. Plant Molecular Biology, 64(6), 633–644.

Weaver, R. F. (2012). Molecular biology (5th ed.). McGraw-Hill Education.

Yan, J., Tsuichihara, N., Etoh, T., & Iwai, S. (2007). Reactive oxygen species and nitric oxide are involved in ABA inhibition of stomatal opening. Plant, Cell & Environment, 30(10), 1320–1325.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario