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1. Introducción
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La excreción se define como la expulsión
del interior del ser vivo de componentes que pueden ser perjudiciales para sus
procesos metabólicos y que por lo general son producidos por estos. En los
seres humanos la excreción se distingue del proceso de eliminación. La
eliminación es la expulsión de la materia fecal, ¿Por qué entonces el intestino
grueso no hace parte del sistema excretor?
Existen 5 procesos altamente relacionados
especialmente en los animales. La ingestión es el proceso en que el alimento
ingresa al organismo; la digestión es el proceso en que el alimento se
transforma para poder ser absorbido; la absorción es la toma de nutrientes
desde el sistema digestivo a los tejidos; la excreción es la expulsión desde
los tejidos hacia el exterior de los desechos; la eliminación es la expulsión
desde el sistema digestivo de lo que no se absorbió. La luz o cavidad del
sistema digestivo se considera "exterior" con respecto a los tejidos
del ser vivo.
En otras palabras, se confunden los
procesos de eliminación y excreción (Özsevgc, 2007) En términos embrionarios el
interior del sistema digestivo, desde la boca hasta el ano, se considera como
“exterior” a los tejidos del cuerpo. El intestino delgado precisamente se
encarga de internalizar los nutrientes y dejar que el resto siga de largo para
su eliminación (Sadler, 2012).
Figura 1.1. Para los
anatomistas, el lumen o cavidad gastrointestinal es “externa” al cuerpo. Los
residuos fecales no se forman dentro de los tejidos, sino que son solo cosas
que nunca ingresaron, por lo que su expulsión del cuerpo se denomina eliminación.
Así pues, la excreción para ser
considerada como tal se caracteriza porque sus productos de desecho se generan
en los tejidos y no en el sistema digestivo, aun cuando el sistema digestivo
pueda recibir los productos de desecho total o parcialmente como una función
secundaria. Existen dos tipos de desechos, los desechos solubles y los desechos
gaseosos. Ambos tipos de desechos son transportados desde el interior de las
células donde son producidos, hacia el exterior “ya sea el ambiente en los unicelulares
o el sistema circulatorio/linfático en los multicelulares” mediante los
mecanismos de transporte a través de membrana. De hecho, una característica
importante de la excreción es que cuesta energía, por lo que el mecanismo de
transporte a través de membrana más empleado será el transporte activo (Wood,
2001).
1.1 Marcello
Martillion Malpighi
(10
de marzo de 1628 - 29 de noviembre de 1694) Fue un biólogo y médico italiano,
conocido como el "Fundador de la anatomía microscópica, histología y padre
de la fisiología y embriología". El nombre de Malpighi se da a varias
características fisiológicas relacionadas con el sistema excretor biológico,
como los corpúsculos de Malpighi y las pirámides de Malpighi de los riñones y
el sistema de túbulos de Malpighi de los insectos. Los nódulos linfoides
esplénicos a menudo se denominan "cuerpos de Malpighi del bazo" o
corpúsculos de Malpighi. La familia botánica Malpighiaceae también lleva su nombre. Fue la primera persona en
ver capilares en animales y descubrió el vínculo entre arterias y venas que
había eludido a William Harvey. Malpighi fue una de las primeras personas en
observar glóbulos rojos bajo un microscopio, después de Jan Swammerdam. Su
tratado De polypo cordis (1666) fue
importante para comprender la composición de la sangre y cómo se coagula la
sangre. En él, Malpighi describió cómo la forma de un coágulo de sangre difería
en el lado derecho de la izquierda del corazón.
El uso del microscopio le permitió a
Malpighi descubrir que los invertebrados no usan los pulmones para respirar,
sino pequeños orificios en la piel llamados tráqueas. Malpighi también estudió
la anatomía del cerebro y concluyó que este órgano es una glándula. En términos
de endocrinología moderna, esta deducción es correcta porque el hipotálamo del
cerebro ha sido reconocido durante mucho tiempo por su capacidad de secreción
de hormonas.
Debido a que Malpighi tenía un amplio conocimiento tanto de plantas como de animales, hizo contribuciones al estudio científico de ambos. La Royal Society of London publicó dos volúmenes de sus trabajos botánicos y zoológicos en 1675 y 1679. Otra edición siguió en 1687, y un volumen complementario en 1697. En su autobiografía, Malpighi habla de su Anatome Plantarum, decorado con los grabados de Robert White, como "el formato más elegante de todo el mundo alfabetizado".
Su estudio de las plantas lo llevó a
concluir que las plantas tenían túbulos similares a los que veía en insectos
como el gusano de seda (usando su microscopio, probablemente vio los estomas, a
través de los cuales las plantas intercambian dióxido de carbono con oxígeno).
Malpighi observó que cuando se quitaba una porción de corteza en forma de
anillo en un tronco, se producía hinchazón en los tejidos por encima del
anillo, y lo interpretó correctamente como un crecimiento estimulado por la
comida que baja de las hojas y se bloquea por encima del anillo.
2. Equilibrio salino
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2.1 Ósmosis
Las moléculas de agua se mueven mucho más rápido a través de la
membrana que cualquier otra especie química que puede moverse por transporte
pasivo. Dado esto, una célula puede, o mejor dicho puede carecer del control
para que el agua se mueva a través de la membrana intentando igualar las
concentraciones a un lado o a otro de la membrana. Una célula puesta en un
ambiente donde la cantidad de solutos excede al de su contenido interno
rápidamente pierde agua, ya que esta se mueve a través de la membrana por
difusión. Este ambiente se denomina hipertónico o hiper-osmótico y pude
conllevar a la desecación de la célula como si fuera una uva pasa, a este
proceso se denomina crenación.
Si la célula es puesta en un ambiente con solutos en menor
cantidad que su ambiente interno, el agua del ambiente empieza a ingresar a la
célula intentando igualar las concentraciones de la célula, lo que hace que
esta se hinche como un globo hasta explotar. Este tipo de ambientes se denomina
hipotónico o hipo-osmótico, y al mecanismo por medio del cual la célula se
hincha y explota se le denomina lisis. Un ambiente en equilibrio con la célula
se denomina isotónico o iso-osmótico.
En ambientes levemente hipertónicos o isotónicos, la célula puede
recuperarse al hacer que los solutos se muevan a través de la membrana, pero
hacer esto regularmente requiere un esfuerzo de la célula, es decir, invertir
energía. El transporte pasivo de agua a través de la membrana para igualar la
concentración de los solutos se le denomina ósmosis.
2.2 Transporte
a través de membrana mediado por proteínas
La excreción también involucra sacar sustancias muy tóxicas que se
acumulan fácilmente, en otras palabras, sustancias que deben sacarse a las
malas en contra del gradiente de concentración, pues aun cuando la presión
osmótica favorezca su ingreso, su actividad química al interior de la célula es
poco favorable. También se puede dar el caso de que aun cuando su extracción
esté a favor del gradiente de concentración, la velocidad de movimiento a
través de la membrana sea tan lento que se genere toxicidad bioquímica.
En ambos casos se deben emplear proteínas insertadas en la membrana, mediante
los transportes activo y pasivo facilitado. El transporte activo emplea
proteínas que gastan energía celular, lo que les permite transportar sustancias
en contra del gradiente de concentración, mientras que el transporte pasivo
facilitado emplea proteínas que aceleran el paso de sustancias a favor del
gradiente de concentración.
Algunas proteínas empleadas en la excreción son las mismas
empleadas por ejemplo en la formación de los potenciales de acción de las neuronas,
como las bombas de sodio y potasio. Las células son perezosas para hacer
evolucionar nuevas proteínas si es posible reciclar viejas en contextos
diferentes. La proteína en esencia es la misma y hace lo mismo, pero el efecto
a nivel tisular es diferente. Aunque suene simplista, el núcleo de todo proceso
de excreción son estos mecanismos de control osmótico, no hay más. Los tejidos
excretores estarán tapizados por proteínas de transporte que filtran masiva o
selectivamente sustancias, separando desechos de nutrientes.
2.3 Introducción
a la osmoregulación
La sangre, el sudor y las lágrimas saben salado debido a que
poseen una cantidad de iones salinos disueltos. Estos iones pueden incluir los
componentes de la sal común de cocina (ión clururo y ion sodio) pero también
poseen una gran variedad de otros iones. Los iones salinos están presentes en
los seres vivos debido a que de ellos dependen una gran variedad de funciones
vitales, pero para que esto se logre su concentración “cantidad de sustancia en
un determinado volumen” debe mantenerse dentro de ciertos límites. La
concentración de los iones salinos debe mantenerse en niveles de concentración
adecuados, de lo contrario las células que se encuentran bañadas por ellos
deben empezar a esforzarse realizando el transporte activo.
¿Por qué es necesaria la osmoregulación en los seres vivos? ¡Porque de lo contrario se mueren! Si las células se encuentran en un ambiente alto en sales expulsarán agua por ósmosis y se crenan “secan como uvas pasas”, por el contrario, si se encuentran en un ambiente bajo en sales se inflan y explotan “como globos con mucho aire” también debido a la ósmosis. El proceso de ósmosis no puede ser bloqueado ya que es un proceso que emerge de las leyes físicas que gobiernan las membranas celulares, es por esto que la ósmosis como tal solo puede ser regulada, no bloqueada. Es por lo anterior que al control salino en la excreción también se lo denomina osmoregulación. Los iones salinos son sustancias que alteran su concentración al interior de los seres vivos por tres procesos.
Figura 2.1. El desierto es
un ejemplo de un ambiente cálido y seco, donde mantener el equilibrio osmótico
es muy difícil. De hecho, no se había mencionado que, el reflejo fisiológico
que llamamos sed es un síntoma que señala que nuestro cuerpo requiere ingerir
agua para mantener dicho equilibrio.
Evaporación: el agua pierde
cohesión con facilidad en la presión estándar del planeta, y se evapora. A
diferencia de la ebullición en la cual el agua se vuelve vapor a 100°C la
evaporación puede ocurrir a temperaturas inferiores a la de ebullición, y se
favorece cuando el aire circundante es muy seco. En resumen, se pierde agua en
ambientes cálidos y secos.
Consumo de
sales: algunos productos de la dieta “heterótrofos”, que se encuentran
disueltos en el suelo o en el agua externa “autótrofos como las plantas”
contienen altos niveles de iones salinos, superiores a los que el cuerpo
necesita.
Los animales marinos poseen otras condiciones para el
mantenimiento de su equilibrio osmótico ya que el agua de mar posee sales.
Metabolitos: los iones salinos
se generan al interior de las células como productos de desecho o
intermediarios de procesos metabólicos que generan energía. Un ejemplo clásico
son los iones de fosfato que están involucrados en todas partes: respiración
celular aeróbica, anaeróbica, fotosíntesis, síntesis de ADN entre otros. Todos
estos procesos causan que la concentración de sales en la célula no sea
constante, y si los límites de tolerancia se rebasan, las células empiezan a
tener grandes problemas. Si las células individuales de un tejido se crenan, la
estabilidad del tejido como un todo colapsa y se generan desgarros
2.4 Como
recuperar el equilibrio osmótico
La osmoregulación se logra de dos formas, alterando la cantidad de iones salinos, o alterado la cantidad de agua. La ingesta de agua reduce la concentración de iones salinos, pero tarde o temprano estos vuelven a acumularse. Adicionalmente las células y los seres vivos multicelulares poseen límites para la cantidad de agua que pueden ingerir para la osmoregulación. La alteración de iones salinos se logra dependiendo de si están bajos o altos. Si hay pocos iones salinos hay que consumirlos del exterior o producirlos desde el interior.
Figura 2.2. En palabras
simples, la osmoregulación en los seres vivos puede lograrse expulsando agua
con alta concentración de iones "orinar" y consumiendo agua con baja
concentración de iones "beber agua dulce".
Si hay alta cantidad de iones salinos y no hay espacio para
consumir más agua “que es el problema que genera la necesidad de sistemas
excretores y osmoreguladores” es necesario un mecanismo que le permita al ser
vivo expulsar cierta cantidad de estos materiales al ambiente externo, de forma
tal que su ambiente interno permanezca dentro de los límites de tolerancia para
sus reacciones metabólicas normales.
La regulación de la cantidad de iones salinos se puede lograr
mediante su almacenamiento cristalizado en organelos especiales, como si se
tratara de rellenos sanitarios, las plantas no orinan, así que deben almacenar
sus desechos nitrogenados de este modo en las vacuolas (Martinoia, Grill,
Tommasini, Kreuz, & Amrhein, 1993). Los mecanismos para la osmoregulación son
precisamente parte de los sistemas excretores, aunque en los seres vivos
unicelulares el proceso se basa casi que de forma exclusiva por el transporte
activo.
2.5 Tipos de
osmoregulación
Existen dos tipos de osmoregulación, la ormoregulación pasiva y la
osmoregulación activa. La diferencia de las dos es causada por la naturaleza
del ambiente externo en el cual está imbuido el ser vivo. Los osmoreguladores
pasivos “osmoconformistas” se encuentran en
ambientes isotónicos, es decir que poseen concentraciones de sales dentro de
los límites de tolerancia del interior del organismo. En este caso la
osmoregulación puede lograrse mediante la igualación de los iones salinos del
interior del organismo con su ambiente externo. Ejemplos de este tipo son los
animales marinos ya que el agua de mar contiene iones salinos en condiciones
isotónicas.
Los osmoreguladores activos se
encuentran en ambientes en los que las concentraciones de iones salinos
difieren drásticamente de los límites de tolerancia internos. En estos casos es
necesario que el organismo regule de forma constante el equilibrio interno y
externo asegurándose de que siempre sea diferente. Los animales y plantas
terrestres son osmoreguladores activos ya que el aire es un ambiente hipotónico
y seco con respecto al interior que es hipertónico “contiene sales” y es
húmedo.
3. Equilibrio metabólico
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3.1 Equilibrio
de metabolitos
Metabolismo, sin duda una de aquellas palabras tan imbuidas en la
cultura popular, pero que al mismo tiempo nadie entiende realmente. De cierta
manera lo único se entiende es una noción de velocidad, energía y biomasa
aplicada a los deportes, las dietas y el ejercicio. Sin embargo, el metabolismo
es algo más complejo y se relaciona con algo que la mayoría de las personas
concibe como ferozmente complicado, ¡química! De esta manera definiremos
metabolismo como el conjunto de reacciones químicas que mantienen todos los
procesos vitales en movimiento, es decir, mantienen a lo vivo, ¡vivo! (Benner,
Ellington, & Tauer, 1989; Sadava et al., 2014; Wächtershäuser, 1988)
Lo anterior es una vasta generalización ya que acumula una
tremenda diversidad de conversiones bioquímicas. El metabolismo carga con
energía a la mayoría de los procesos biológicos, sin embargo, en el estudio
clásico, el metabolismo generalmente estudia aquellas series de reacciones
químicas involucradas con el flujo inicial de energía, o con el almacenaje de
energía.
De esta manera podemos agrupar series de reacciones en rutas
metabólicas, las cuales poseen redes de reacciones químicas catalizadas por
enzimas. La evidencia estructural sugiere que las enzimas de una ruta
metabólica se encuentran físicamente interconectadas, lo que permite que los
productos intermedios de una reacción puedan ser entregados a la siguiente
enzima de manera eficiente para posteriores transformaciones. Los compuestos
producidos en cada paso intermedio se denominan intermediarios metabólicos o
(metabolitos), los cuales en sucesivas transformaciones generando los
productos.
Los productos finales son moléculas con roles importantes en la
célula, como los aminoácidos, los azucares o el ATP, pero también se producen
desechos. Los desechos deben ser expulsados por el proceso de excreción o
empleados para funciones secundarias, en cuyo caso se denominan metabolitos secundarios.
3.2 Metabolitos
Los metabolitos son compuestos químicos intermediarios en una
serie de reacciones biológicas. Los metabolitos funcionan como una cadena
de montaje o una carretera, es decir la conversión de unos a otros debe
realizarse en serie, si un metabolito intermedio o terminal se acumula toda la
ruta metabólica se queda en un trancón y el organismo puede experimentar
síntomas patológicos o la muerte. En
términos de excreción podemos hablar de dos tipos de metabolitos, los
metabolitos primarios y los metabolitos secundarios (Anderson, Castle, Hird,
Jeffery, & Scotter, 2011).
La ecuación 1 muestra el problema,
para producir energía, el cuerpo debe generar toxinas que se acumulan al
interior de la célula, y es esta acumulación la que genera la toxicidad, un
metabolito puede ser muy toxico pero si se encuentra en bajas concentraciones
al interior de la célula será completamente inocuo.
(Eq. 3.1) El
modelo anterior representa una ruta metabólica simple, el nutriente “N” es
convertido a un intermediario “I”, y este posteriormente a una toxina “T” más
energía. La toxina es luego convertida a un producto desechable “D” que debe
excretarse, so pena de paralizar toda la ruta.
Los iones salinos también pueden tener efectos de metabolitos
aparte de poseer efecto en el equilibrio osmótico. Del mismo modo, productos
metabólicos no iónicos pueden tener efectos en el equilibrio osmótico, o de
parálisis de la ruta metabólica debido a las leyes del equilibrio químico, en
esencia, si se acumula mucho de las toxinas o los desechos, las reacciones se
detienen y la energía deja de generarse.
3.4 Metabolitos
primarios
Los metabolitos primarios son aquellos que hacen parte de las
rutas metabólicas vitales de un ser vivo y siempre deben ser producidos. En
términos de la excreción los metabolitos primarios de importancia son los que
se encuentran al final de las rutas metabólicas. Por lo general en la punta
final de una ruta metabólica se produce un compuesto de desecho, este no es
expulsado de forma directa al medio externo de la célula, así podemos hablar de
metabolitos primarios preterminales y metabolitos primarios terminales que si
son expulsados al exterior de la célula.
Como se mencionó anteriormente, el efecto toxico depende de la
concentración en el medio interno de la célula de un metabolito, aunque algunos
metabolitos intermedios son muy tóxicos debido a que paran muchas rutas
metabólicas. Un ejemplo de eso es el ácido pirúvico, el cual debe ser
convertido en un desecho menos tóxico que puede exportarse al exterior de la
célula con mayor eficacia, en este caso estos desechos pueden ser alcohol
etílico, o ácido propanóico “o algún derivado de este como el ácido láctico”.
Al convertir la toxina en un desecho la toxicidad al interior de la célula
disminuye debido a dos factores
∎ la cantidad del
metabolito preterminal baja al ser convertido en otro y
∎ el metabolito
terminal es menos tóxico y puede almacenarse en mayores concentraciones.
3.5 La
toxicidad como una consecuencia de las leyes de la química
Cada uno de los metabolitos “intermediarios en una ruta de
reacciones” es tóxico con respecto a sus predecesores si se acumula, esto se
debe a que las reacciones orgánicas están sometidas a las leyes del equilibrio
químico, específicamente al principio de Le Chatelier, el cual establece que, si se
acumulan productos, la reacción se detiene o se invierte. En el caso del
metabolito “ácido pirúvico”, si se acumula e invirtiera las reacciones en lugar
de generarse energía para la célula, esta se consumiría, lo cual tendría
efectos tóxicos, matando rápidamente a la célula. Para evitarlo, “el ácido
pirúvico” es convertido a un metabolito de desecho y expulsado del ambiente
celular, ya sea al exterior o al interior de la vacuola.
3.6 Metabolitos
secundarios
Algunas células no expulsan los metabolitos terminales, sino que
los acumulan en organelos especializados llamados vacuolas, donde estas
sustancias se transforman de manera secundaria se compactan y cristalizan. Todo
ser vivo que transforma sus productos de desecho en otras moléculas
aprovechables, se dice que generan metabolitos secundarios, los cuales tienden
a ser venenos defensivos, muy comunes en las plantas, donde los llamamos
alcaloides. Sin embargo, en los animales la tendencia es a expulsar los
metabolitos primarios terminales al medio externo “proceso que llamamos
excreción”.
3.7 Acumulación
de desechos y excreción
Expulsar los metabolitos primarios terminales al medio externo solo es una forma de retrasar la acumulación metabólica. Con un sistema biológico cerrado como por ejemplo un vaso con azucares fermentables y una población de bacterias ilustraremos el problema.
Figura 3.1. El crecimiento
bacteriano obedece a cuatro fases. La primera de adaptación, donde la
regulación genética adapta el metabolismo bacteriano a las fuentes de alimento;
la fase exponencial donde el metabolismo está activo y los desechos se liberan
con facilidad, la fase estacionaria donde la muerte por toxicidad o falta de
alimento iguala los nacimientos; y finalmente la muerte de la población por
falta de alimentos y acumulación de desechos en su medioambiente.
Las bacterias fermentan el azúcar para producir energía e
incrementar su biomasa, pero en el proceso generan el metabolito primario
preterminal llamado ácido pirúvico. El ácido pirúvico es extremadamente tóxico
(Borichewski, 1967; Marı́, Bai, & Cederbaum, 2002) si se acumula en la
célula, por eso este es convertido a otras moléculas menos tóxicas como el
alcohol o el ácido láctico (Russell, 1992). Una vez se da la conversión al
metabolito terminal este puede acumularse un poco al interior de la célula
permitiendo que los procesos metabólicos continúen hasta que nuevamente se
alcanza el límite. En este punto la célula excreta el metabolito primario
terminal al medio externo, con lo cual disminuye su concentración interna. Al
disminuir la concentración interna de metabolito primario terminal este puede
seguir acumulándose y así disminuir la concentración del preterminal, con lo
cual los procesos metabólicos continúan sucediendo. Finalmente, los desechos se
acumulan en el medio externo poniendo punto final al crecimiento de las células,
pues literalmente estas están nadando en sus propios desechos.
Los sistemas biológicos reales no se da la muerte por toxicidad debido a que los desechos de unos seres vivos son los nutrientes de otros, de forma tal que se generan ciclos en los que los metabolitos y los nutrientes fluyen constantemente al interior y al exterior de los seres vivos.
3.8 Metabolitos
secundarios y la excreción
La expulsión de los desechos puede afectar no solo al organismo
productor, sino también a otros seres vivos que están relacionados con él, ya
sea porque viven en el mismo ambiente con necesidades metabólicas semejantes
“competencia” porque se lo comen “depredación”, o porque simplemente viven
juntos “simbiosis”. Algunos seres vivos han encontrado que la modificación de
sus metabolitos primarios terminales puede ayudarles en las relaciones de
competencia y de depredación.
En términos de la competencia el ejemplo es la conversión del
metabolito primario terminal a una forma tóxica para otros, pero no para sí
mismo, esta forma no es esencial para la supervivencia del organismo que lo
produce, y por esta razón se lo denomina metabolito secundario (Price-Whelan,
Dietrich, & Newman, 2006). Cuando excreta el metabolito secundario los
competidores son inhibidos ya sea porque se mueren o porque disminuye sus
capacidades biológicas.
Un ejemplo de este tipo de metabolitos secundarios son los
antibióticos que emplean cierto grupo de bacterias y de hongos para inhibir a
la mayoría de bacterias competidoras en el suelo. En términos de depredación
los metabolitos secundarios se almacenan al interior de las células, por
ejemplo. en organelos especializados llamados vacuolas. Estos metabolitos son
inertes al interior de las vacuolas, pero cuando son liberados debido a la
digestión de los depredadores liberan sus metabolitos secundarios que tendrán
efectos tóxicos. También pueden ser empleados como venenos (Bourgaud, Gravot,
Milesi, & Gontier, 2001; Oksman-Caldentey & Inzé, 2004; Verpoorte &
Memelink, 2002). Un ejemplo de este tipo de metabolitos secundarios son todos
los alcaloides de las plantas que poseen efectos adversos sobre los herbívoros.
4. Perdida y recuperación del equilibrio osmótico
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Los metabolitos se acumulan por las mismas razones que los iones
salinos.
4.1 Evaporación
El agua pierde cohesión con facilidad en la presión estándar del
planeta, y se evapora. A diferencia de la ebullición en la cual el agua se
vuelve vapor a 100°C la evaporación puede ocurrir a temperaturas inferiores a
la de ebullición, y se favorece cuando el aire circundante es muy seco. En
resumen, se pierde agua en ambientes cálidos y secos. Al disminuir la cantidad
de agua los metabolitos se acumulan al incrementar su concentración.
4.2 Consumo
de toxinas y desechos fecales
Algunos productos de la dieta “heterótrofos”, que se encuentran disueltos en el suelo o en el agua externa “autótrofos como las plantas” contienen altos niveles de metabolitos primarios terminales o de metabolitos secundarios. En otras palabras, no se puede consumir lo que el cuerpo preciosamente ha expulsado. Sin embargo, existen límites, la orina por ejemplo puede consumirse en momentos en que la disponibilidad de agua disminuye, pero la cantidad de veces que puede reciclarse el agua es limitada ya que en cada ciclo de consumo y excreción la cantidad de toxinas allí presentes aumentará.
Figura 4.1. Cuando los
metabolitos son filtrados por los riñones el método para recuperar el
equilibrio de metabolitos es bebiendo y orinando. De las dos la más urgente es
beber agua, razón por la cual se pueden beber orines frescos "son
estériles" para recuperar agua, pero esto solo se puede hacer por pocos
ciclos ya que cada vez que los riñones filtran agua de orina, estos deben
extraer más toxinas, el esfuerzo es mayor y los puede dañar.
4.3 Producción
metabólica
Los metabolitos son producidos contantemente por el metabolismo.
Todos estos procesos causan que la concentración de los metabolitos en la
célula no sea constante, y si los límites de tolerancia se rebasan, las células
empiezan a tener grandes problemas.
4.4 Recuperación
del equilibrio de metabolitos
La recuperación del equilibrio de los metabolitos se logra
mediante transporte a través de membrana, especialmente el transporte activo.
Sin embargo, esto es solo para aquellos seres vivos en los que la excreción
implica la expulsión de sus metabolitos. En las plantas por el contrario los
metabolitos son acumulados en las vacuolas y convertidos a metabolitos
secundarios. En los animales multicelulares los metabolitos excretados por las
células comienzan a circular por la sangre y son filtrados por órganos
especializados y expulsados en forma de orina o sudor.
Cabe destacar que los metabolitos primarios terminales también
pueden presentarse en forma de gas, por ejemplo, el dióxido de carbono. Su
acumulación detiene muchas rutas metabólicas, por eso su expulsión del interior
del organismo también hace parte de los procesos de excreción.
5. Excreción en unicelulares y hongos
5.1 La
excreción en las bacterias
Las bacterias al ser el grupo más diverso de seres vivos en el planeta Tierra tienen la capacidad de usar como nutrientes lo que otros seres vivos expulsan como desechos. Esto genera un ciclo natural de reciclaje que evita que los seres vivos se mueran por acumulación de desechos (Black & Black, 2012; Tortora, Funke, & Case, 2010). La expulsión o excreción de desechos en las células bacterianas se logra mediante los mecanismos de transporte a través de membrana: transporte pasivo, transporte activo y transporte pasivo facilitado. El control de excreción en las bacterias y en general en cualquier ser vivo unicelular puede ser activo o pasivo.
Figura 5.1. La excreción y la absorción son pasivos cuando se encuentran en un medio amigable, donde los nutrientes son fáciles de obtener y existen pocas toxinas. En este caso pueden hacer uso de transporte pasivo o transporte pasivo facilitado para nutrirse y excretar.
Figura 5.2. Las condiciones
hostiles generan estrés metabólico y son inductoras de mecanismos de activación
genético, en las bacterias induce la formación de estructuras de resistencia
como las esporas, y en los eucariotas como protistas y hongos induce la reproducción
sexual.
Si el ambiente es hostil, es decir si existen pocos nutrientes y
muchas toxinas en el medio externo las células de las bacterias emplean
trasporte activo para capturar nutrientes y hacerlos entrar a la fuerza, del
mismo modo las proteínas de transporte activo sacan las toxinas que ingresan
del medio externo o que se producen en el interior de la célula.
Estas proteínas de transporte activo pueden evolucionar
rápidamente para adaptar a la célula bacteriana a una amplia gama de agentes
antimicrobianos como los antibióticos (Nikaido, 1998; Piddock, 2006; Webber
& Piddock, 2003). Las bacterias pueden modificar sus desechos para
convertirlos en agentes antimicrobianos aún más tóxicos llamados metabolitos
secundarios “como los antibióticos o las toxinas”.
5.2 La
excreción de los protistas
Los protistas son seres vivos unicelulares de tipo eucariota.
Posee una gama de rutas metabólicas más limitada que las bacterias, pero poseen
la capacidad de aislar secciones de su interior formando organelos (Brusca et
al., 2003; Stern et al., 2008). En ciertos protistas de tipo fotosintético
existe un organelo de gran tamaño llamado vacuola, la cual sirve como
almacenamiento de desecho. En este sentido la excreción no se realiza mediante
expulsión hacia el exterior, sino por el contrario de un almacenamiento en el
interior de la vacuola.
Los desechos son convertidos a metabolitos secundarios que o pueden cumplir la función de almacenamiento en poco espacio, o servir como toxinas en caso de ataque de depredadores. Otros protistas operan igual que las bacterias expulsando sus desechos al medio externo. Sin embargo, ya sea por almacenamiento o expulsión, los desechos deben atravesar las membranas de la vacuola o de la célula y esto se logra mediante los mecanismos de transporte a través de membrana.
5.3 La
excreción en los hongos
Los hongos son seres pluricelulares, es decir, aunque viven en
colonias más o menos organizadas la especialización celular es pobre y solo
obedece a los momentos en que se reproducen ya sea de forma sexual o asexual
(Sadava et al., 2014; Stern et al., 2008). El cuerpo que se alimenta en el
hongo llamado micelio opera de forma similar a las bacterias, absorbiendo los
nutrientes a su alrededor y expulsando los desechos. Cuando el ambiente es
favorable el hongo puede emplear transporte pasivo o pasivo facilitado; cuando
el ambiente es hostil emplea transporte activo.
Al igual que las bacterias, los hongos pueden trasformar sus
desechos en metabolitos secundarios que funcionan como antimicrobianos, estos
repelen a las bacterias competidoras por los alimentos (Schulz, Boyle, Draeger,
Römmert, & Krohn, 2002; Turner, 1971). De hecho, fue en los hongos donde
los antibióticos fueron descubiertos originalmente aun cuando la mayoría de los
antibióticos producidos actualmente proceden de moléculas bacterianas del
suelo.
5.4 La
excreción tisular
Las células de los tejidos operan igual que los organismos
unicelulares, pues se nutren y excretan por los mecanismos de transporte a
través de membrana. La gran diferencia es que el medio en el cual ellas se
encuentran es un medio intersticial, es externo con respecto a ellas, pero
interno con respecto al organismo como un todo (Brusca et al., 2003). Este
medio intersticial tiene la ventaja de ser benevolente la mayor parte del tiempo,
existen muchos nutrientes y pocos desechos, lo cual hace que las células de los
tejidos no estén bajo estrés metabólico.
Los órganos especializados se encargan de que el medio
intersticial esté limpio de desechos y lleno de nutrientes son los capilares sanguíneos,
la sangre que fluye por ellos trae alimento y nutrientes y se lleva los
desechos a gran velocidad (Kardong, 2011). Es bueno recordar que este truco es
empleado por los animales, pues las plantas que poseen vacuolas tienden a
almacenar sus desechos.
5.5 La
excreción por transporte entre membranas
Atravesar físicamente la membrana no es el único mecanismo que tienen las células para eliminar sus desechos metabólicos.
Figura 5.3. En la imagen
anterior podemos ver varios procesos, endocitocis (7) es el proceso en que la
membrana celular se pliega para capturar compuestos del medio externo
encerrándolas en vesículas, las cuales pueden dirigirse al aparato de Golgi
(7b) o combinarse con vesículas digestivas (7a). La exocitosis es el proceso
opuesto en el que una vesícula que ha digerido su alimento y absorbido
nutrientes debe expulsar los desechos (5).
El proceso opuesto a la fagocitosis se denomina exocitosis y es el
transporte de una vesícula membranosa desde el interior de la célula al
exterior (Karp, 2013a). El proceso es análogo a la eliminación de materia fecal
en el sentido de que algunos componentes químicos jamás ingresan al interior
real de la célula “su citoplasma”, permanecen siempre en una vesícula
digestiva, siendo procesados por las enzimas digestivas. La excreción de
desechos por vesículas también sirve para expulsar toxinas por parte de algunos
seres vivos.
6. Sistema excretor en plantas
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Recordemos que la excreción es una función biológica que debe responder dos problemas diferentes, pero altamente relacionados (1) la osmoregulación y (2) la regulación de metabolitos. Las plantas generalmente no excretan sus metabolitos finales, en lugar de ello se transforman en metabolitos secundarios y se almacenan en las vacuolas de forma tan densa que estos se solidifican formando cristales. Estas moléculas son de gran importancia pues son la fuente de las propiedades farmacéuticas o alucinógenas de muchos vegetales, los cuales los emplean en sus relaciones de forrajeo.
Figura 6.1. Los metabolitos
secundarios se almacenan de forma sólida "cristales" en la vacuola al
interior de la célula vegetal. Cuando estos se rompen generan efectos tóxicos
en los herbívoros, en la imagen anterior podemos ver cristales de cafeína.
Uno de los metabolitos finales que las plantas si excretan es el
oxígeno, esto se debe a que la fotosíntesis es más eficiente de la respiración
celular aeróbica, por lo que ellas producen más de lo que requieren como
nutriente, es por esto que es eliminado de la planta por medio de los estomas.
En cuanto a la osmoregulación, las plantas dependen de la absorción de agua en
las raíces y de la evaporación en las hojas. En este punto la vacuola también
es importante ya que estas almacenas grandes cantidades de agua, contrayéndose
o expandiéndose dependiendo de la disponibilidad de agua (Stern et al., 2008;
Wayne, 2009).
6.1 Osmoregulación
en plantas, xerófitos e hidrófitos
En términos de órganos de osmoregulación, los estomas juegan un
papel fundamental en la evaporación del agua en las hojas, ya que estos pueden
cerrarse, impidiendo de este modo que el vapor de agua sea liberado y por lo
tanto que la planta pierda agua. Las hojas y la forma de los tallos poseen
adaptaciones dependiendo del tipo de ambiente y por lo tanto de las condiciones
osmóticas a las que están sometidas las plantas:
Los hidrófitos son plantas que habítan zonas acuosas como los ríos, ellas pueden absorber agua en toda su superficie, y del mismo modo perderla (Stern et al., 2008; Stout & Green, 1986; Wayne, 2009).
Figura 6.2. Hidrófitas o
plantas adaptadas a grandes cantidades de agua circundante.
Los xerófitos son plantas que habitan desiertos, poseen rutas metabólicas que evitan la pérdida del agua, estomas modificados, más tejido esponjoso y hojas con superficies reducidas “por ejemplo el cactus” (Boyce & Jenking, 1980).
Figura 6.3. Xerófitas o
plantas adaptadas a pocas cantidades de agua circundante.
6.2 Osmoregulación
en plantas, halófitos y mesófitos
Los halófitos son plantas que viven en zonas costeras, sus raíces
están adaptadas con mecanismos de transporte activo que evitan que el agua
salga de sus raíces para compensar la diferencia de concentraciones entre el
agua salada del océano y el agua interna de la planta. Algunos halófitos
absorben el agua salada y filtran las sales que son almacenadas en organelos
especializados, para finalmente ser excretadas por glándulas especializadas en
las hojas. Los cristales salinos pueden atrapar vapor de agua que es luego
absorbido por las hojas (Briens & Larher, 1982). Ejemplos de estas
adaptaciones las poseen Salicornia europea y Spartina densiflora. Los
mesófitos son plantas que viven en condiciones templadas, no muy calientes y no
muy frías, ellas emplean sus estomas para la osmoregulación aunque la pérdida
de agua en estos puede ser compensada por la absorción en las raíces (Hanson
& Hitz, 1982).
6.3 Los
alcaloides
Los alcaloides son metabolitos secundarios
generados al modificar desechos de excreción, los cuales poseen grandes
cantidades de oxígeno y nitrógeno. Los alcaloides son generados por varios
organismos vivos, especialmente por las plantas superiores, aproximadamente del
10 al 25% de ellos contienen alcaloides. Por lo tanto, en el pasado el término
"alcaloide" se asociaba con las plantas.
El contenido de alcaloides en las plantas
generalmente está dentro de un pequeño porcentaje y no es homogéneo sobre los
tejidos vegetales. Dependiendo del tipo de plantas, la concentración máxima se
observa en las hojas (beleño negro), frutos o semillas (árbol de estricnina),
raíz (Rauwolfia serpentina) o corteza (cinchona). Además, diferentes
tejidos de las mismas plantas pueden contener alcaloides diferentes.
Además de las plantas, los alcaloides se
encuentran en ciertos tipos de hongos, como la psilocibina en el hongo del
género Psilocybe, y en animales, como la bufotenina en la piel de
algunos sapos y varios insectos, notablemente hormigas. Muchos organismos
marinos también contienen alcaloides. Algunas aminas, como la adrenalina y la
serotonina, que juegan un papel importante en los animales superiores, son
similares a los alcaloides en su estructura y biosíntesis y a veces se llaman
alcaloides. Aunque los alcaloides aparecieron como productos finales del
metabolismo del nitrógeno, sus funciones como metabolitos secundarios generan
presiones para que muchas plantas regulen sus concentraciones con el tiempo.
6.4 Relación
depredador-presa
La mayoría de las funciones conocidas de
los alcaloides están relacionadas con la protección. Por ejemplo, el alcaloide
de la aporfina, liriodenina, producido por el tulipán lo protege de los hongos
parásitos. Además, la presencia de alcaloides en la planta evita que los
insectos y los animales cordados lo coman. Sin embargo, algunos animales están
adaptados a los alcaloides e incluso los usan en su propio metabolismo (Hesse, 2002).
Tales sustancias relacionadas con
alcaloides como la serotonina, la dopamina y la histamina son neurotransmisores
importantes en los animales, sin embargo, es precisamente este medio de acción
una forma de defensa antidepredatoria, ya que, al consumir un alcaloide que
altera el estado de conciencia de un herbívoro, este se hará más vulnerable al
ataque de sus propios depredadores, convirtiendo al alcaloide en un veneno de
efecto secundario o indirecto.
6.5 Secuestración
de alcaloides
Otros herbívoros pueden hacerse inmunes al
efecto del alcaloide, pero en lugar de excretarlo, lo acumulan y concenran aún
más. Un ejemplo de un organismo que utiliza alcaloides para protección es la Utetheisa
ornatrix, más comúnmente conocida como la polilla adornada. Los alcaloides
de pirrolizidina hacen que estas larvas y polillas adultas sean desagradables
para muchos de sus enemigos naturales como escarabajos coccinélidos, alas
verdes, hemípteros insectívoros y murciélagos insectívoros (Conner, 2008).
Otro ejemplo de alcaloides que se utilizan
ocurre en la polilla de la cicuta venenosa (Agonopterix alstroemeriana).
Esta polilla se alimenta de su cicuta venenosa altamente tóxica y rica en
alcaloides (Conium maculatum) durante su etapa larval. A.
asltroemeriana puede beneficiarse dos veces de la toxicidad de los
alcaloides naturales, tanto por la falta de palatabilidad de la especie a los
depredadores como por la capacidad de A. alstroemeriana de reconocer a Conium
maculatum como el lugar correcto para la oviposición (Castells & Berenbaum, 2006).
6.6 Salud
pública humana
Las plantas que contienen alcaloides han
sido utilizadas por los humanos desde la antigüedad con fines terapéuticos y
recreativos. Por ejemplo, se conocen plantas medicinales en Mesopotamia desde
aproximadamente el año 2000 a. C (Merry, 1975). La Odisea de Homero se refirió a un regalo que la reina egipcia
le había dado a Helena, una droga que olvidaba. Se cree que el regalo era una
droga que contiene opio. Un libro chino sobre plantas de interior escrito en
los siglos I y III a. C. mencionaba el uso médico de la efedra y las amapolas
de opio (Merry, 1975). Además, las hojas de coca
han sido utilizadas por los indios sudamericanos desde la antigüedad (Grinspoon & Bakalar, 1981).
Parte del problema moderno con los
alcaloides surge cuando la química orgánica desarrolló métodos de purificación
de estas sustancias a mediados del siglo XIX. Los investigadores franceses
Pierre Joseph Pelletier y Joseph Bienaimé Caventou, que descubrieron la quinina
(1820) y la estricnina (1818), hicieron una contribución significativa a la
química de los alcaloides en los primeros años de su desarrollo. Varios otros
alcaloides fueron descubiertos alrededor de ese tiempo, incluyendo xantina
(1817), atropina (1819), cafeína (1820), coniina (1827), nicotina (1828),
colchicina (1833), esparteína (1851) y cocaína (1860) (Hesse, 2002). El desarrollo de la química de los alcaloides se aceleró con la
aparición de métodos espectroscópicos y cromatográficos en el siglo XX, por lo
que para 2008 se habían identificado más de 12,000 alcaloides.
No tardó mucho para que los químicos se
dieran cuenta del poder que tenían muchas de estas sustancias en estado
purificado, aunque inicialmente estaban pensadas para convertirse en
medicamentos, por ejemplo, la morfina es uno de los más potentes analgésicos
conocidos, y se extrae del opio (Merry, 1975); sin embargo, una vez que el genio salió de la botella ya no pudo
detenerse, los primeros traficantes
crearon tónicos que aumentaban la vitalidad “bebidas de cocaína” o que quitaban
todos los dolores “derivados del opio” (CRACK, 1997; Morgan & Zimmer,
1997). El
problema surgió cuando se dieron cuenta que al estar concentrados, los
alcaloides generaban adicción, una enfermedad del sistema nervioso perturbadora
debido a que genera fuertes cambios de personalidad, y genera tremendos dolores
físicos, e incluso conlleva a la muerte por sobredosis (Mei, Zhang, & Xiao, 2010).
Durante casi medio siglo XIX a casi nadie
le importó el problema de la adicción a los alcaloides, de hecho Sherlok Holmes
el detective del siglo XIX creado por Arthur Conan Doyle es representado como
un adicto a la cocaína; sin embargo esto cambió cuando Estados Unidos instauró
un programa conservador contra todo tipo de sustancias durante la era de la
prohibición, aunque el alcohol es lo más famoso, otras sustancias comenzaron a
ser prohibidas en los años 1920 (Jay, 2010). Durante más de la mitad del siglo XX se generaron normas contra
muchas sustancias, pero la mayoría eran muy laxas, y la aproximación para su
tratamiento era más bien médica, la adicción era una enfermedad, así que ¿Cuál
fue la razón para el inicio de la guerra contra las drogas?
6.7 La guerra
contra los alcaloides
El 27 de octubre de 1970, el Congreso de
USA aprobó la Ley Integral de Prevención y Control del Abuso de Drogas de 1970,
que, entre otras cosas, clasificó las sustancias controladas en función de su
uso medicinal y potencial de adicción.
En 1971, dos congresistas publicaron un informe sobre la creciente
epidemia de heroína entre los militares estadounidenses en Vietnam; del diez al
quince por ciento de los militares eran adictos a la heroína, y el presidente
Nixon declaró que el abuso de drogas era el "enemigo público número
uno" (Inciardi, 1986; Jay, 2010).
Aunque Nixon declaró que el "abuso de
drogas" era el enemigo público número uno en 1971, las políticas que su
administración implementó como parte de la Ley Integral de Prevención y Control
del Abuso de Drogas de 1970 fueron una continuación de las políticas de
prohibición de drogas en los Estados Unidos, que comenzó en 1914, pero el
enfoque aquí era político, no médico.
“La campaña de
Nixon en 1968, y la Casa Blanca de Nixon después de eso, tuvieron dos enemigos:
la izquierda antiguerra y los negros. ¿Entiendes lo que estoy diciendo?
Sabíamos que no podíamos hacer ilegal estar en contra de la guerra o de los
negros, pero al hacer que el público asocie a los hippies con marihuana y a los
negros con heroína, y luego criminalizar a ambos fuertemente, podríamos alterar
esas comunidades. Podríamos arrestar a sus líderes, allanar sus hogares, romper
sus reuniones y vilipendiarlos noche tras noche en las noticias” -
John Ehrlichman, a Dan Baum para Harper's Magazine en 1994, sobre la guerra
contra las drogas del presidente Richard Nixon, declarada en 1971 (Lopez, 2016).
En 1973, se creó la Administración de
Control de Drogas para reemplazar a la Oficina de Narcóticos y Drogas
Peligrosas o DEA, dando inicio a la era de la Guerra Contra las Drogas.
7. Generalidades de la excreción en animales
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Los metabolitos preterminales son una
clasificación desarrollada en estos artículos para definir a aquellas moléculas
que representan el punto final de una ruta metabólica pero que generalmente no
son excretadas por el organismo. Estos metabolitos que
no se excretan poseen el enorme inconveniente de paralizar las rutas
metabólicas de los seres vivos. En las plantas, eucariotas inferiores y
bacterias generalmente no se hace hincapié en el tipo de metabolitos debido a
que estos seres vivos son muy diversos y sus rutas metabólicas o son cíclicas o
demasiado variadas para hablar de generalidades. En los animales por otro lado,
al ser solo un pequeño grupo al interior del árbol de la vida se puede hablar
de forma más específica. Los principales productos de desecho que generan los
animales son agua “reciclable”, dióxido de carbono y residuos nitrogenados.
7.1 Excreción
de dióxido de carbono y agua
El dióxido de carbono y el agua son moléculas que pueden atravesar
las membranas biológicas de forma pasiva, es decir se mueven por transporte
pasivo. La excreción de ellas depende mayoritariamente de las concentraciones a
ambos lados de la membrana. La excreción del agua dependerá de la presión
osmótica, una célula excreta agua cuando su ambiente externo posee más electrolitos
disueltos, y absorbe agua cuando su ambiente interno posee más electrolitos
disueltos.
El dióxido de carbono es excretado solo si el ambiente externo
posee poco dióxido de carbono. Si el ambiente externo está saturado de dióxido
de carbono como en las cercanías de un volcán o en medio de un incendio los
animales se asfixian rápidamente.
7.2 Excreción
de residuos nitrogenados
Los animales no poseen la capacidad para reciclar sus moléculas
nitrogenadas, por lo que deben consumir usar y eliminar constantemente este
tipo de compuestos. Las biomoléculas que más compuestos del nitrógeno poseen
son las proteínas y los ácidos nucleicos. Los desechos nitrogenados son
variados, pero todos están relacionados entre sí, por medio de reacciones
biológicas, estos compuestos son: amoniaco, ácido úrico y urea.
Durante las reacciones de varias rutas metabólicas los compuestos
nitrogenados son transformados al metabolito primario pre-terminal llamado
amoniaco por medio de un proceso llamado deaminación.
👉 Amoniaco: El amoniaco como cualquier metabolito primario preterminal en una
ruta metabólica es extremadamente tóxico y solo algunos pocos animales
terrestres se atreven a excretarlo de forma directa al ambiente (metabolito
primario terminal de desecho". El amoniaco solo almacena unmol de
nitrógeno por cada mol de nitrógeno, es una molécula muy tóxica que puede
almacenarse en bajas cantidades al interior de las células o los tejidos, por
eso es de esperarse que sea convertida a formas menos tóxicas.
Contrario a lo esperado varios animales lo excretan de forma
directa como los animales acuáticos debido a que su ambiente dispersa el
amoniaco rápidamente impidiendo su acumulación, por esta razón los animales
acuáticos tienden a excretar el amoniaco sin transformaciones. La gran mayoría
de los animales terrestres deben transformar el amoniaco en otras moléculas que
son (1) menos tóxicas y (2) más compactas, lo cual permiten un almacenamiento
mayor de nitrógeno de desecho al interior de las células y una excreción más
eficiente de estos desechos.
El ácido úrico es producido desde el amoniaco y desde el final de
la ruta metabólica de los nucleótidos. El ácido úrico no es soluble en agua y
forma cristales que son excretados como una pasta salina, por lo que se pierde
muy poca agua en su eliminación. Por lo anterior, los animales que excretan
ácido úrico pueden a adaptarse a ambientes cálidos y secos, donde lo más
importante es retener el agua en su interior. La adaptación es polifilética y
presenta exponentes en grupos tan dispares como animales, insectos, algunos
reptiles y en las aves.
Como veremos posteriormente el orificio de salida para la
eliminación de desechos alimenticios y de desechos metabólicos en las aves es
el mismo, por eso ambos se mezclan. Este tipo de desecho es blanco debido a la
alta concentración de cristales de sal de urato, la cual es la sal del ácido
úrico.
El ácido úrico no es tóxico y puede almacenarse en grandes
cantidades antes de que el tamaño de los cristales obstruya algún conducto
importante, esto también es una ventaja para los animales que empiezan su
existencia encerrados en huevos, donde almacenar amoniaco envenenaría su
ambiente externo con rapidez y de forma irreversible (Brusca et al., 2003;
Kardong, 2011; Sadava et al., 2014).
La urea es el principal producto nitrogenado de desecho en la
mayoría de los anfibios y los mamíferos como el ser humano. La urea es
sintetizada en el hígado a partir del amoniaco y el dióxido de carbono que
fluye en la sangre y no ha sido excretado por los órganos de intercambio de
gases. La secuencia de reacciones es conocida como el ciclo de la urea.
En términos energéticos, producir urea es más costoso que producir
ácido úrico o amoniaco, pero posee la ventaja de ser menos tóxico que el
amoniaco, pero más que el ácido úrico. Esto implica que la urea puede
almacenarse en el interior de la sangre por más tiempo antes de requerir
extraerla que el amoniaco, pero debe extraerse antes de lo que podía hacerse
con ácido úrico.
El problema es que la urea es soluble en agua, por lo que para
sacarla es necesario perder agua en el proceso. Para no perder tanta agua,
órganos especializados se encargan de filtrar la urea de la sangre y
concentrarla en cierta cantidad de agua, por lo que el líquido que sale es una
solución concentrada de urea y la perdida de agua se controla, pero no puede
compararse con el ahorro de la excreción con ácido úrico.
Figura 7.1. Igual que en la
formación del ácido úrico, “y virtualmente en todas las reacciones biológicas”
el proceso requiere de enzimas que sirven como catalizadores específicos sin
los cuales las reacciones no se dan en la práctica. A demás el proceso
involucra sustancias que pueden derivarse a otras rutas metabólicas.
7.3 Relación
energética entre los metabolitos nitrogenados de desecho
Los tres desechos nitrogenados se relacionan por medio de (1)
reacciones químicas, (2) nivel de toxicidad, (3) energía necesaria para
crearlos y (4) consumo de agua. El amoniaco necesita menos reacciones, después
sigue la urea y finalmente el ácido úrico. Esto implica que el
ácido úrico tarda más en producirse, pero al tener más intermediarios permite
un mayor almacenamiento de desechos nitrogenados al interior del animal.
El amoniaco es el más tóxico, le sigue la urea y finalmente el
ácido úrico. Entre más complicado es sintetizar un desecho más beneficio en
términos de selección natural debe darse. Relacionado con los anteriores, la
inversión de energía es baja en el amoniaco y alta en el ácido úrico. A mayor
energía invertida más desecho nitrogenado puede almacenarse debido a una
disminución en su toxicidad.
Entre más compacta es la molécula menos agua necesita para su
eliminación final, esto está acompañado con el nivel de procesamiento y la
cantidad de energía invertida, a mayor energía y más reacciones intermediarias
la cantidad de agua que se necesita es menor. El ácido úrico es difícil de
sintetizar porque requiere mucha energía, pero es el que más ahorra agua.
8. Sistema excretor en esponjas, cnidarios, platelmintos
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8.1 Esponjas
Continuando con la discusión realizada en la digestión de las esponjas, estas excretan por medio de todas las células de la epidermis y especialmente del pinacodermo. Las esponjas se caracterizan por la ausencia de un medio interno altamente especializado, además debido a que virtualmente todas las células tienen contacto relativamente cercano con el ambiente externo la excreción de sustancias es relativamente sencilla.
Figura 8.1. Las esponjas
hacen todo por su superficie interna en el sistema acuífero por medio del
tejido de coanocitos.
En términos simples la excreción en las esponjas se realiza por
los mecanismos de transporte a través de membrana o por medio de la exocitosis
"proceso opuesto a la endocitosis". En términos del equilibrio de
metabolitos, las esponjas al habitar un ambiente marino pueden excretar
amoniaco, aunque si viven en aguas estancadas estas pueden hacerse tóxicas a
gran velocidad “como en un acuario” (Brusca et al., 2003).
8.2 Cnidarios
Los cnidarios son osmoreguladores pasivos, pero no poseen órganos o tejidos especializados para la excreción. En términos del equilibrio de metabolitos los compuestos importantes son el dióxido de carbono y el amoniaco.
Figura 8.2. Anatomía
general de un cnidario.
Ambas sustancias son liberadas por transporte a través de membrana
por las células de la epidermis tanto en la forma de pólipo como en la de
medusa. En condiciones de estrés osmótico os cnidarios pueden acumular
electrolitos en su cavidad gástrica y expulsarlos en forma de un líquido
concentrado al medio externo.
8.3 Platelmintos
Los platelmintos son gusanos relativamente simples y aún pueden realizar la excreción tanto de metabolitos como de electrolitos por transporte a través de la membrana de las células de la epidermis. El desecho nitrogenado principal es el amoniaco, otros desechos metabólicos de importancia son el dióxido de carbono y desechos de rutas metabólicas fermentativas, esto es porque algunos gusanos planos son anaerobios facultativos, especialmente los parásitos. Sin embargo, muchos gusanos planos ya presentan órganos especializados en el filtrado de metabolitos desde el medio interno, estos órganos se denominan protonefridios.
Figura 8.3. En la imagen
anterior podemos ver (A) que el sistema excretor de una planaria discurre
paralelamente en dos ramas en ambos lados de su cuerpo, el sistema es una red
de tubos ciegos que recolectan los metabolitos de desecho y los electrolitos
mediante un proceso de filtración que emplea al transporte pasivo y el
transporte pasivo facilitado. (B) una ampliación del tubo, la filtración se da
gracias a los flagelos que agitan el agua impidiendo que el gradiente de
concentración se pierda (Brusca et al., 2003).
Los protonefridios son tubos ciegos con una abertura hacia el
exterior del animal. La recolección de nutrientes se realiza por medio de
transporte pasivo y transporte pasivo facilitado por canales ionicos. Esto lo
logran gracias a la presencia de cilios que crean una corriente y un vacío en
el fondo del tubo.
Gracias al vacío, la base del tubo posee una baja concentración de
moléculas de desecho mientras que el tejido que rodea el tubo contiene alta
concentración. Una vez se completa el paso a través de la membrana de las
células que forman la pared del protonefridio, los cilios empujan la solución a
excretar hacia afuera saliendo por el nefridioporo.
9. Sistema excretor en nematodos
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Los gusanos redondos son animales muy
pequeños Figura 9.1,
constituidos por cientos de células o menos, dependiendo de su estilo de vida
pueden poseer o carecer de órganos. Generalmente las formas parasíticas carecen
de sistema digestivo o células excretoras especializadas.
Figura 9.1. Nemátodo parásito atacado
por macrófagos del sistema inmune
Las formas de vida libre poseen un sistema digestivo completo con
boca y ano, así como células especializadas en la excreción de metabolitos y la
osmoregulación. Las estructuras excretoras de los nematodos son realmente
únicas, y no poseen homólogos aparentes entre los protonefridios o los
nefridios de otros animales.
Entre los nematodos existe una secuencia gradual de desarrollo de
los órganos reproductores. La condición aparentemente más ancestral se
encuentra en grupos de vida libre y ha sido modificada por los grupos de vida
parasítica.
9.1 Sistema
excretor de los nematodos
Para entender la excreción en los nematodos hay que saber que son animales con cantidades limitadas de células, son muy pequeños, por ejemplo, el gusano redondo estándar de estudio llamado Caenorhabditis elegans, el cual posee entre 1031 y 959 células. En otras palabras, la función excretora es realizada por grupos de células que no alcanzan a ser llamados tejidos, mucho menos el de órgano o sistema.
Figura 9.2. Caenorhabditis elegans es una especie de nematodo de la familia Rhabditidae que mide aproximadamente 1 mm de longitud y vive en
ambientes templados. Ha sido un importante modelo de estudio para la biología,
muy especialmente la genética del desarrollo, desde los años 1970.
En los grupos de vida libre “Threadworms” el sistema se compone por una o dos glándulas llamadas células de cuajo “Renette cells” las cuales se conectan directamente al poro excretor ubicado en la parte ventral en el centro del cuerpo, así como a un sistema de conductos que recolectan los desechos por medio de los mecanismos de transporte a través de membrana.
Figura 9.3. En la imagen anterior podemos
ver (A) células cuajo y poro excretor; (B) las células cuajo asociadas a
canales excretores que cruzan todo el cuerpo del gusano; (C) y (D) formas
simplificadas en parásitos donde se pierden células cuajo y ductos.
En ocasiones una tercera célula forma una ampolla en la abertura.
9.2 Nemátodos
parásitos
Las modificaciones a este sistema incluyen varias organizaciones
de los ductos de recolección intracelular en las extensiones citoplasmáticas de
las células cuajo. En muchas especies especializadas de forma extrema en el
parasitismo las células cuajo se pierden completamente, dejando atrás solo unos
tubos con forma de H o Y (C y D en la Figura 9.3). Muchas especies de
la subclase Enopla carecen de células
de cuajo completamente “sin tubos”. En su lugar poseen células distribuidas por
todo el cuerpo las cuales poseen un ducto y un poro por donde descargan los
desechos.
9.3 Metabolitos
El metabolismo de los nematodos es heterótrofo y puede alternar
entre fermentaciones y respiración celular aeróbica, por lo que sus productos
metabólicos de desecho pueden alternar entre solo dióxido de carbono y dióxido
de carbono + subproducto de la fermentación. Los gases son volátiles y pueden
excretarse por transporte pasivo a través de la pared del sistema digestivo o
de la cutícula externa. Mientras que los compuestos solubles deben ser
recolectados por los ductos por medio de transporte a través de membrana y
luego excretados junto con agua atreves de las células cuajo.
La mayoría de los nematodos son amonoléticos, es decir excretan
amoniaco como principal residuo nitrogenado de forma concentrada a un ambiente
hipertónico, esto implica que los nematodos son osmoreguladores activos, aunque
las especies marinas son aparentemente osmoreguladores pasivos que se secan
como uvas pasas en el aire.
9.4 Osmoregulación
de los nematodos
La regulación del amoniaco es realizada por las células cuajo,
pero el agua es regulada por toda la superficie del cuerpo por medio de osmosis
regulada, en este caso el agua entra, pero no sale. El sistema es útil en un
ambiente hipertónico con poca agua disponible en el ambiente, pero posee la
desventaja de potencialmente inflar al gusano hasta la muerte en un ambiente
hipotónico con alta disponibilidad de agua.
La eliminación del exceso de agua también es función de las
células cuajo cuando están presentes o por la pared del intestino, esto es
porque el tracto gastrointestinal de los nematodos es completo y pueden
eliminar el agua por la boca una vez excretada en el tracto gastrointestinal.
10. Sistema excretor en anélidos 1, poliquetos
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En los anélidos se presentan dos estructuras relacionadas con el intercambio de sustancias con el celoma, los celomoconductos y los nefroconductos. De los nefroconductos se obtienen los nefridios que pueden ser proto “incompletos o meta “completos”. Los celomoconductos son aberturas entre el celoma y el ambiente externo, esto puede conllevar a que el contenido salino del amiente afecte al medio interno, lo cual es congruente, los celomoconductos solo están presentes en formas osmoreguladoras pasivas, estas no se preocupan por lo que pueda entrar, solo de sacar las toxinas.
Figura 10.1. En el modelo
anterior podemos ver la Imagen anteroposterior desde la cabeza hacia la cola de
un gusano segmentado esquemático. Los gusanos segmentados son animales
celomados triblasticos, es decir poseen tres líneas celulares que forman sus
órganos y tejidos llamados endodermo "la pared interna del tracto
gastrointestinal", mesodermo "órganos internos", y ectodermo
"epidermis y otros órganos"
Existen dos cavidades vacías, una es la cavidad del celoma llena
de fluidos, y la otra el tracto gastrointestinal por donde pasan los alimentos.
El objeto de la excreción aquí es sacar las toxinas en el fluido del celoma
hacia (1) el exterior en el medio ambiente o (2) al tracto gastrointestinal
para que salgan por eliminación en el ano. Los celomoconductos y los
nefroconductos atraviesan las masas de tejido hacia el tracto gastrointestinal
o el exterior.
El órgano de filtración es el nefridio el cual puede o no estar
asociado a los celomoconductos. Cuando los celomoconductos y el nefridio
funcionan de forma conectada se denomina a la estructura resultante nefromezcla
o nefromixia. En formas más avanzadas el celomoconducto desaparece, quedando
como único intermediario entre el celoma y el ambiente el nefridio de tipo
meta. Independientemente a las innumerables variaciones de los diferentes
grupos podemos plantear que los órganos excretores de los gusanos anélidos se
repiten de forma independiente en cada segmento del gusano.
Como todos los gusanos, los anélidos comenzaron su historia evolutiva como animales marinos, y es allí donde se encuentra la mayor diversidad de grupos. Por esta razón el residuo nitrogenado que los anélidos excretan, es generalmente amoniaco disuelto en agua. Los anélidos no poseen formas endoparasíticas de importancia, por lo que la mayoría de las especies son de vida libre, esto implica que están siempre en contacto con el oxígeno y en consecuencia su metabolismo depende de la respiración celular aeróbica.
Figura 10.2. (A) El principal desecho metabólico es el gas de
dióxido de carbono el cual se excretado por la piel o los órganos
especializados en el intercambio de gases. (B)
Como se mencionó anteriormente, cada segmento del gusano expulsa de
forma independiente el dióxido de carbono y el amoniaco producido en ese
segmento.
10.1 El
metanefridio
Los metanefridios son las estructuras que se encargan de filtrar
los desechos solubles en agua en los anélidos, se diferencias de los
protonefridios en que poseen una abertura tanto hacia el poro excretor como
hacia el interior del celoma.
Figura 10.3. En el modelo
anterior podemos ver el sistema excretor en los gusanos filodocidos, en verde
se resalta la estructura excretora en este caso una red de protonefridios que
convergen en un único ducto "nefridioducto" el cuál se conecta a la
abertura final del celomoconducto.
Los dos poros se denominan nefrostoma y nefridioporo. El nefrostoma se encuentra insertado en el celoma del animal “su interior real” y se encarga de recolectar fluidos generales del animal mediante células con cilios que crean una corriente hacia el nefridio. La segunda abertura se denomina nefridioporo y es el orificio de expulsión.
Figura 10.4. En el modelo
anterior podemos ver el metanefridio posee dos orificios, el primero conecta
con el celoma y se llama nefrostoma, está rodeado con células ciliadas las
cuales se agitan para que se genere un flujo hacia el nefridio. El segundo poro
es el nefridioporo y es el orificio de salida ya sea en dirección del
celomoconducto como en el presente caso, o hacia el medio externo (Brusca et
al., 2003).
Los metanefridios son estructuras de nivel
tisular clasificables como glándulas “exocrinas”. La abertura del nefridioporo
puede ser a dos ambientes externos con respecto al celoma del animal. El primer
ambiente externo es el que todos conocemos como externo, es decir el
medioambiente. El segundo ambiente externo es el tracto gastrointestinal “el
cual lo percibimos como interno, pero también es externo con respecto a los
órganos y tejidos del animal”. En el caso que los nefridios abran hacia el
tracto gastrointestinal se denominan como enteronefridios.
A diferencia de los protonefridios en la
que el filtrado de componentes se logra cuando las sustancias atraviesan la
membrana e ingresan al nefridio, en el metanefridio las sustancias ingresan
mezcladas. Las paredes del metanefridio están cubiertas con células ciliadas
especializadas en la reabsorción selectiva de nutrientes raros “y por lo tanto
difíciles de obtener” y agua, dejando pasar el resto hacia el nefridioporo.
Esta operación se lleva a cabo mediante una mezcla de mecanismos de transporte
a través de membrana.
Los poliquetos son el grupo más diverso y
ancestral de gusanos segmentados y “¡oh sorpresa!” son animales marinos. Dado
que son el grupo más antiguo, entre sus representantes debe encontrarse la
condición del sistema excretor más simple en organismos de vida libre “esto es
porque las formas parasíticas pueden simplificar sus estructuras de forma
secundaria” (Brusca et al., 2003).
En términos estructurales la familia Vanadis presenta un sistema excretor aunque aún no emplea el
metanefridio como principal sistema de excreción, en su lugar emplea al
protonefridio cuya función ya estudiamos en los gusanos planos. Sin embargo, el
metanefridio de los Vanadis no abre directamente al ambiente o
al tracto gastrointestinal, en su lugar desemboca en una estructura en forma de
embudo el cual tiene dos aberturas principales, una amplia que abre hacia el
celoma y la otra que abre al ambiente “el nefridioporo se abre en este embudo a
mitad de camino”.
El celomoconducto posee una función
reproductiva ya que es el lugar por donde los gametos son expulsados al medio
externo. En otras especies como los filodocidos el nefridioporo se combina con
el embudo casi al final de este para formar una estructura llamada
protonefromixio.
10.2 Metanefridio
de la mayoría de los poliquetos:
La gran mayoría de los poliquetos ostentan
una estructura más derivada denominada metanefridio. Los metanefridios pueden
estar desconectados de los conductos con forma de embudo que dan al celoma como
en los capillidos, pero en la mayor parte de los casos, los conductos del
celoma y los metanefridios están conectados por los ductos finales formando
verdaderos metanefridiomixiums. En otras ocasiones puede presentarse un único
conducto que funciona como conducto celómico y como nefridio de forma
simultánea, a esta forma se la denomina mixonefridio. Generalmente es llamado
simplemente metanefridio, combinando las funciones de conducto celómico y
nefridio de forma simultánea.
10.3 Simplificación
de la red de nefridios en los poliquetos
Los anélidos son animales metaméricos
generalmente totales, es decir cada segmento es su propio gusano independiente,
poseyendo un septo (barrera) que separa su fisiología del resto del gusano de
forma total. Sin embargo, existen especies derivadas en las que el septo se
pierde parcial o totalmente, lo cual permite que el fluido celómico y las
funciones fisiológicas sean compartidas entre los diferentes segmentos.
Cuando varios segmentos pueden compartir
funciones se da el fenómeno de especialización funcional, en donde unos
segmentos retienen o incrementan sus órganos de filtrado “metanefridios”
mientras que los demás segmentos los pierden y se especializan en otras
funciones. Ejemplos de este tipo de fisiología rara para los gusanos
segmentados son los grupos de serpulidos y sabellidos.
En estos gusanos los segmentos especializados en la excreción se ubican en el frente del animal, “literalmente orinan por la cabeza”, esto es debido a que el resto del cuerpo está enterrado o encerrado en un escudo muy duro.
Figura 10.5. En el modelo anterior podemos ver el mixonefridio de serpulido, se puede notar la ausencia del celomoconducto, el nefridioporo abre directamente al medio externo.
Figura 10.6. Los sabellidos
"izquierda" y los serpulidos "derecha" son gusanos
sedentarios que viven en los arrecifes de coral.
10.4 Osmoregulación
en los poliquetos
La osmoregulación presenta pocos problemas
para la gran mayoría de los poliquetos debido a que habitan ambientes con una
concentración salina relativamente adecuada para los requerimientos internos
del animal y además muy constante en el tiempo “es decir, el océano”.
Sin embargo, las pocas especies que
habitan ecosistemas como estuarios “ecotonos de agua dulce y salada” o zonas de
intermareas pueden sufrir de estrés osmótico. En los estuarios se daría una
hipotonicidad, esto se debe a que los electrolitos oceánicos se diluyen y
difuminan al contacto con el agua dulce que proviene de los ríos, lo cual causa
que el cuerpo de los gusanos tienda a absorber agua. En el caso de la zona de
intermareas, el problema es la desecación por falta de agua durante la marea
baja.
Existen así mismo especies de poliquetos
que habitan en agua dulce, la cual es hipotónica con respecto al agua del
océano, lo cual nuevamente induce al cuerpo del gusano a absorber demasiada
agua. Debido a que la mayoría de las especies habitan el océano no es raro
encontrar que todas ellas son osmoreguladores pasivos, los cuales ajustan su
contenido salino interno al del océano, y de este modo empleando poco el
transporte activo o el transporte pasivo facilitado “que son los mecanismos de
regulación activa” en su excreción.
Dado que los nefridios son órganos
especializados en la osmoregulación activa, los gusanos osmoreguladores pasivos
poseen nefridios poco desarrollados con respecto a otras especies que viven en
ambientes más estresantes. Un ejemplo de este modo de vida son los ejemplares
pertenecientes al clado Arenicola. Algunas de estas especies pueden
excretar por medio de las membranas de sus cuerpos, es decir pueden excretar
por la piel.
Figura 10.7. Ejemplar del clado Arenicola.
10.5 Osmoregulación
en los poliquetos, activos
Aunque pocas, existen especies de osmoreguladores activos que
habitan estuarios, zonas de intermarea, agua dulce y en casos más raros, la
tierra seca. Estos anélidos poseen paredes corporales “piel” más gruesa y dura,
lo cual dificulta la absorción o perdida de agua a través de la piel, lo cual a
su vez fuerza a que los intercambios osmóticos ocurran por los nefridios. Los
osmoreguladores activos tienen dos trucos, la primera es beber agua, la cual
disminuye la concentración de toxinas en el celoma, y la segunda es un desarrollo
más potente de sus nefridios, los cuales pueden filtrar con mayor eficiencia
mediante transporte activo y transporte pasivo facilitado.
11. Sistema excretor en anélidos 2, oligoquetos
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Los oligoquetos son los gusanos segmentados ideales, en el sentido
de que son las especies con las que más tenemos contacto cotidiano de entre
todos los gusanos segmentados. Las lombrices de tierra pertenecen a este grupo.
Los oligoquetos son un grupo de gusanos segmentados con más especies que
habitan ecosistemas de agua dulce o en tierra en comparación con los
poliquetos. Esto plantea una serie de dificultades en la regulación de su
equilibrio osmótico y su excreción de residuos nitrogenados. En primera
instancia al habitar ambientes hipotónicos los oligoquetos deben ser
osmoreguladores activos, lo cual a su vez impone presiones de selección para el
desarrollo y preservación de estructuras excretoras más eficientes que sus
contrapartes marinas. Por otra parte, las especies terrestres deben afrontar el
terrible problema de la desecación, es por esto que la excreción de residuos
nitrogenados debe cambiarse a una molécula que requiere menos agua, pero que
necesita más energía para su producción.
11.1 Excreción
y la selección natural en los oligoquetos
Los dos fenómenos anteriores en términos evolutivos nos ayudan a
visualizar a la selección natural en un marco de referencia muy concreto (1)
ambiente hipotónico; (2) ambiente seco; la cual selecciona formas que pueden
afrontar estos ambientes aun cuando dichas adaptaciones requieren de una
inversión energética considerable. Las especies con sistemas excretoras más
eficientes no son MAS aptas que sus contrapartes marinas en términos absolutos,
están adaptadas concretamente a un medioambiente específico. Si una
población de oligoquetos habita un ambiente osmoticamente estable con el
tiempo sus descendientes retornarían a sistemas excretoras más simples y que
requieren menos energía en su implementación. De lo anterior se espera que
el sistema excretor en los oligoquetos sea más especializado/complejo/eficiente
"pero NO, más perfecta" y que su producto de excreción no sea
amoniaco.
11.2 El
nefridio de los oligoquetos
El órgano excretor de los oligoquetos es el metanefridio, el cual
se organiza en pares en cada segmento excepto por las puntas anterior y
posterior del animal. Estos nefridios son semejantes a los mixonefridios de los
poliquetos, esto tiene sentido ya que la existencia de conductos celómicos no
regulados generaría riesgo para la perdida de agua y electrolitos a ambientes
hipotónicos como el agua dulce o la atmósfera. Muchas especies presentan
modificaciones secundarias al plano del mixonefridio, haciendo difícil la
ilustración de un nefridio típico del grupo. Los nefridios de los oligoquetos
son generalmente más eficientes y mucho más activos ya que deben mantener
constantemente un ambiente hipertónico en el interior.
11.3 Anatomía
del nefridio de los oligoquetos
A pesar de lo difícil que es hablar de un nefridio típico, por
tradición el ejemplo más comúnmente empleado es el perteneciente al clado Lumbricus, es decir el nefridio de las
humildes lombrices.
De tipo meta “metanefridio” significa que posee dos aberturas denominadas nefrostoma y nefridioporo. El nefrostoma es la estructura recolectora que se abre hacia el líquido del celoma, recolectando la hemolinfa gracias a una corriente generada por células ciliadas. El nefridioporo es la parte final y se ubica en la parte lateral ventral del animal y es el orificio por donde sale la orina. Es de tipo mixo en el sentido de que el nefridioducto es la única “tubería” que conecta al celoma con el medio externo, a diferencia de lo que sucede en los poliquetos donde existe una segunda tubería llamada ducto celómico “celomoducto”.
Figura 11.1. En el modelo anterior podemos ver que los nefridios se ubican en parejas en cada segmento, y el orificio de salida se ubica de forma ventral y lateral. En caso de que el tubo no esté en contacto directo con la hemolinfa del celoma se emplean capilares sanguíneos "vasos sanguíneos" que permiten el paso de hemolinfa desde los capilares al nefridio.
Figura 11.2. El nefridio de
los oligoquetos es de tipo meta y de tipo mixo.
La diferencia más notable entre los nefridios de los oligoquetos y
el de los poliquetos es el nivel de especialización del nefroconducto. En los
oligoquetos es más largo y se encuentra enroscado de forma semejante al
intestino delgado en los seres humanos, evidentemente por la misma razón.
Enroscar el tubo permite hacerlo más largo, y al ser más largo la superficie de
filtración se hace más grande.
Su forma no es homogénea, la parte que se conecta con el nefrostoma es muy delgada, y se va dilatando poco a poco a medida que se acerca al nefridioporo. Los protonefridios no son necesariamente menos avanzados que los metanefridios, de hecho, algunas especies de oligoquetos con nefridios altamente eficientes poseen un nefrostoma sellado. ¿Cómo es que absorben materiales si el orificio de entrada está cerrado?
Figura 11.3. Nefridio de la lombriz
de tierra.
Del mismo modo que en los protonefridios, por transporte a través
de membrana. Esto genera una mejora funcional en el proceso de filtración. En
el protonefridio la superficie de filtración es la superficie externa del
nefridio la cual toca al celoma. En el metanefridio la superficie de filtración
es la que forma la pared interna del nefridio.
La mejora del protonefridio secundario consiste en emplear las dos
superficies como sistema de filtración, de este modo la misma estructura puede
filtrar dos veces el mismo material, eliminando con el doble de eficiencia las
toxinas, y recuperando con el doble de eficiencia los electrolitos importantes
(Brusca et al., 2003).
A parte de la absorción simple, los oligoquetos pueden desarrollar
capilares sanguíneos “secciones de sistema circulatorio abierto” especializadas
en intercambiar sustancias entre la hemolinfa del celoma y el interior del
nefridio.
11.4 Fisiología
del nefridio de los oligoquetos
La función de cualquier nefridio es filtrar, y la función de
filtración de los protonefridios secundarios de los oligoquetos puede resumirse
en tres elementos primordiales que ya han sido tratados en los dos artículos
anteriores (Brusca et al., 2003):
👉 Incremento de la longitud del nefroconducto.
👉 Enroscamiento del nefroconducto lo cual incrementa más aun su
longitud.
👉 Empleo de las dos superficies del nefroconducto como estructura de
filtración.
Todas las tres adaptaciones tienen como objetivo final la de
incrementar la superficie de filtración, y a mayor superficie mayor capacidad
de filtrado sin la necesidad de generar proteínas más eficientes o de emplear
más energía en el transporte activo.
11.5 Osmoregulación
en los oligoquetos
Como es de esperarse, las especies acuáticas son amonotélicas, es
decir excretan residuos nitrogenados en forma de amoniaco, el cual consume
mucha agua, pero requiere poca energía. Como viven en el agua, la perdida de
esta es irrelevante. Las especies terrestres por otro lado son parcialmente
urotélicas, es decir excretan principalmente urea. La regulación de metabolitos
“nitrogenados” y de equilibrio salino “osmoregulación” en los oligoquetos es
compleja, especialmente aquellos que habitan en tierra dado que la atmósfera es
un ambiente muy hipotónico. Las superficies de intercambio de gases, y la pared
del tracto gastrointestinal se convierten en puertas de escape para agua y
sales respectivamente.
Las formas acuáticas pueden ser consideradas como osmoreguladores
activos “si habitaban agua dulce”, empleando el nefridio como órgano encargado
de retener o excretar agua; así como para retener sales según sea necesario.
Los oligoquetos terrestres afrontan un problema de desecación muy serio.
Estamos acostumbrados a pensar que la solución es bloquear la superficie del
animal por medio de una cutícula cerosa como ocurre en las plantas. Si esta
fuera la solución podríamos decir que los oligoquetos terrestres son
osmoreguladores activos, pero esto no es cierto, al menos del todo.
Aparentemente los oligoquetos terrestres se han adaptado para
perder agua, algunos pueden perder entre el 20% mientras que otras especies
pueden llegar a extremos de eliminar hasta el 25% del agua interna y aun así
seguir activos. Aun así, los oligoquetos poseen muchos trucos atribuibles a un
osmoregulador activo como:
👉 Excreción de urea que evita la pérdida de agua en comparación con
el amoniaco.
👉 Alta eficiencia del nefridio que permite excretar orina altamente
concentrada.
👉 Reabsorción de agua y electrolitos en el tracto gastrointestinal.
Es probable que existan otras adaptaciones comportamentales y de
microhabitat que permiten a los gusanos segmentados terrestres vivir en
ambientes relativamente secos.
12. Sistema excretor en anélidos 3, hirudinoides
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Los hirudinoides son un grupo de gusanos anélidos común mente
conocidos como sanguijuelas. La mayoría habitan agua dulce pero algunas
especies pueden vivir en tierra o en agua salada. Dado que la mayoría don
hematófagos, la osmoregulación es un asunto de gran importancia, esto se debe a
que la sangre de los animales posee tanto nutrientes como toxinas que pueden
ser absorbidas en su canal gastrointestinal. La mayoría habita ambientes
hipotónicos, por lo que se presume que las sanguijuelas son osmoreguladores
activos y por lo tanto deben presentar un sistema excretor bien desarrollado.
12.1 Nefridio
de la sanguijuela
El sistema excretor de los hirudinoides es estructuralmente diferente del de los oligoquetos y poliquetos; aunque posiblemente son derivaciones del metanefridio. Al igual que los metanefridios se organiza en parejas en cada segmento, pero no en los segmentos terminales anterior y posterior. Algunos hirudinoides presentan una agrupación de sus nefridiostomas en estructuras llamadas órganos ciliados. Los órganos ciliados no abren directo al celoma, sino que están rodeados por una bolsa ciega llamada cápsula nefridial. Puede haber varias cápsulas nefridiales alimentando el mismo nefroconducto.
Figura 12.1. Las más
conocidas en este grupo son las sanguijuelas.
Este truco lo pueden hacer gracias a que sus anillos internos no están
tabicados, por lo que el líquido del celoma “hemolinfa” fluye por todo el
cuerpo mezclado. Cada nefridio conecta a un nefridioporo ubicado de forma
lateral y ventral semejante a lo que ocurre en los oligoquetos. Sin embargo. la
estructura del nefroconducto es estructuralmente diferente del de los demás
nefridios.
12.2 Fisiología
del nefridio de la sanguijuela
Debido a que el nefrostoma se abre a una estructura ciega, se espera que exista un proceso de filtración externo al nefridio por parte de la pared que forma la cápsula nefridial. Una vez en el interior de la cápsula, la orina en formación avanzará a través del nefroconducto el cual procederá a realizar la reabsorción de electrolitos y agua disponible (Brusca et al., 2003). De esta forma se puede decir que la formación de orina en las sanguijuelas es altamente eficiente con dos procesos de filtración en lugar de uno como ocurre en los poliquetos. Al final del nefroconducto se lleca a una cavidad que se dilata para acumular orina denominada vejiga. Cuando se llena lo suficiente la vejiga abre un esfínter que controla al nefridioporo (Brusca et al., 2003).
Figura 12.2. Los nefrostomos
son embudos con bordes ciliados como en cualquier metanefridio, pero se
encuentra asociado a vasos sanguíneos celómicos. Esto se debe a que en estos
gusanos la cavidad celómica general se ha reducido.
12.3 Osmoregulación
en los hirudinoides
Debido a que la mayoría de las especies de sanguijuela son
acuáticas, es de esperarse que su orina contenga como principal desecho
nitrogenado el amoniaco. En términos de regulación osmótica la orina de las
sanguijuelas es muy diluida, lo que evidencia una gran capacidad de reabsorción
de electrolitos por parte del nefridio, capacidad esperable de un osmoregulador
activo. Sin embargo, existen otras razones, el exceso de agua y ciertos iones
salinos son segregados cerca de las superficies de adhesión y ayudan a la
sanguijuela a pegarse a su hospedero en el momento en que va a alimentarse con
su sangre.
13. Sistema excretor en moluscos
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Por lo general los moluscos son animales
mucho más grandes que los anélidos, y por lo menos en lo que refiere a las
especies marinas como los cefalópodos con estilos de vida mucho más activos. Lo
anterior implica la producción de más desechos metabólicos y por lo tanto la
necesidad de un sistema excretor más desarrollado. La mayoría de los moluscos
son acuáticos, por lo que se espera que sean amonotélicos y osmoreguladores
pasivos; mientras que las especies terrestres de grastrópodos deben
osmoreguladores activos, excretando adicionalmente moléculas nitrogenadas con
menor requerimiento de agua.
13.1 Anatomía
general del sistema excretor de los moluscos
El sistema excretor de los moluscos es similar al de los nematodos, pero de mayor tamaño. Básicamente su estructura es la de un metanefridio con dos aberturas, el nefrostoma que abre al interior y el nefridioporo que abre hacia casi el exterior. Debido al tamaño estos metanefridios son en ocasiones denominados riñones. El nefrostoma habre en el celoma del pericardio, debido a que toda la hemolinfa del animal debe pasar por el corazón en algún momento, adicionalmente la presión del corazón sirve para alimentar el nefridio. El nefridioporo abre cerca del ano en el manto del animal. La cantidad de nefridios depende del grupo de moluscos estudisdos: los aplacoforos no tienen; los monocloforos poseen 3, 6 o 7; los nautiloides poseen 4; mientras que la mayoría de los demás moluscos poseen 2. Los gastrópodos solo tienen un nefridio.
Figura 13.1. En el modelo
anterior, el metanefridio y en pericardio están coloreados de color verde oliva
a la izquierda del esquema. Este esquema muestra un sistema excretor
independiente del sistema reproductor que está representado de color morado,
pero en algunas especies los dos conductos se fusionan.
13.2 Fisiología
del sistema excretor de los moluscos
Una vez en el interior del nefridio, la
pared interna del nefroconducto lleva a cabo la reabsorción selectiva de iones
salinos y de agua dependiendo de las necesidades osmóticas del animal.
Paulatinamente el fluido del nefridio es despojado de nutrientes y agua, y se
acumulan las toxinas formando la orina. Para mejorar la eficiencia de la
reabsorción selectiva la pared interna del nefridio se pliega para incrementar
el área de contacto con la orina en formación. Adicionalmente a la recolección
de hemolinfa en el nefrostoma, las superficies de los nefroconductos se
ramifican y entran en contacto con vasos sanguíneos que permiten la reabsorción
de agua y electrolitos, así como una segunda forma de depositar toxinas en
el nefridio. En algunas especies se presenta una pequeña vejiga antes de llegar
al nefridioporo.
13.3 Generalidades
de la osmoregulación de los moluscos
Como se esperaba en la introducción, los
moluscos acuáticos excretan amoniaco “debido a que están rodeados por agua y
perderla es irrelevante” y son osmoreguladores pasivos “solo para las especies
oceánicas debido a que el agua oceánica es isotónica”. Las especies de agua
dulce son osmoreguladores activos, excretan orina con baja concentración de
electrolitos, esto es porque en el ambiente hipotónico del agua dulce recuperar
electrolitos es difícil.
Las especies terrestres excretan ácido
úrico, aunque también están adaptados para poder perder grandes cantidades de
agua sin morir. Las babosas por otro lado evitan la perdida de agua gracias a
la producción se la secreción cerosa, pero sin ellas se secarían rápidamente.
Las píeles de las babosas tienden a dejar pasar agua con mucha eficiencia, y es
común torturar babosas aplicándoles sal encima. La espuma que emerge es el agua
que pierde la babosa al encontrarse súbitamente en un ambiente hipertónico en
la superficie de su piel.
13.4 Excreción
en los gastrópodos
Debido a que el cuerpo de los gastrópodos
posee una torsión para entrar en las conchas, se pierde el espacio para uno de
sus nefridios-riñones. Las formas larvarias poseen el par de nefridios
ancestral, pero los adultos pierden el nefridio-riñón derecho. Algunos
gastrópodos han perdido su nefrostoma, por lo que se pueden considerar a sus
nefridios como protonefridios secundarios, en tales casos la hemolinfa a
filtrar es proporcionada por capilares sanguíneos asociados a los ciegos del
nefroconducto que se encuentran ramificados.
13.5 Unión del
sistema excretor con el reproductor en algunos moluscos
En algunos moluscos y la mayoría de los
gastrópodos, el sistema reproductor se combina con el excretor “una
convergencia evolutiva con los vertebrados terrestres”. El gonoconducto se une
al nefroconducto antes de llegar al nefridioporo, el cual ahora libera no solo
orina, sino también los gametos “células reproductoras”. Cuando en nefridioporo
funciona también como poro genital, se lo denomina poro uirogenital. Así mismo
la región del canal que es compartido por los dos sistemas se lo denominará
canal urogenital.
13.6 Excreción
en los quitones, monoplacoforos, protobranquios y bivalvos
En los pulmonados "gastrópodos"
donde e manto funciona como un pulmón, el canal excretor se proyecta fuera del
ano y en nefridioporo descarga directo en la cavidad del manto. De igual forma
también excretan en la cavidad del manto, los quitones y los
monoplacoforos. En los bivalvos, los dos
nefridios están localizados cerca de la cavidad del pericardio y están plegados
en forma de U. Una de las puntas de la U es glandular y abre en la cavidad del
pericardio; la otra punta forma la vejiga y abre a través de un nefridioporo en
la cavidad subranquial. En los protobranquios las paredes del nefroconducto son
lisas pero muy glandulares a todo lo largo. Existe variación con respecto a la
fusión con el sistema genital, algunos forman canales urogenitales otros los
mantienen separados.
13.7 Excreción
en los cefalópodos
Los cefalópodos retienen el sistema básico
de un metanefridio que drena la hemolinfa desde el pericardio y descarga en el
nefridioporo en la cavidad del manto. Los cefalópodos son por mucho las formas
de vida más activas en los moluscos, por lo que es de esperarse que sus
nefroconductos presentes modificaciones que expandan su superficie de
filtración para poder filtrar las toxinas generadas por sus activos estilos de
vida. A lo largo del nefroconducto se generan pliegues muy profundos y ciegos
llamados sacos renales. Cada uno de los sacos renales puede tener asimismo
otros pliegues ciegos llamados apéndices renales. Los apéndices renales
interactuan con capilares venosos para recolectar hemolinfa y depositar
nutrientes reabsorbidos desde el nefroconducto. Se dice que el sistema excretor
de los cefalópodos es el más eficiente de todos los moluscos debido a sus
estilos de vida activos.
13.8 Relaciones
de simbiosis en el sistema excretor de los cefalópodos
Debido al tamaño, los nefroconductos de
los cefalópodos son un ambiente ideal para organismos simbióticos, como
comensales y parásitos. El epitelio de los apéndices reales provee una perfecta
superficie de adhesión y los poros renales una salida muy simple para las
crías. Los simbiontes de los cefalópodos incluyen virus, hongos, protistas
ciliados, tremátodos, cestodos larvarios, y nematodos juveniles. Es por esta
razón que la comida de mar, por ejemplo, el pulpo debe ser cocinado muy bien,
ya que existe el riesgo de zoonosis, es decir, la infección del ser humano con
parásitos que no son propios de él. Los parásitos del mismo modo, al estar en
un organismo en el que no pueden completar sus ciclos de vida pueden generar
peligrosas reacciones inmunes, que desencadenan enfermedades muy peligrosas.
14. Sistema excretor en artrópodos
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Los artrópodos son animales hemocelómicos,
es decir poseen una cavidad general rellena con un fluido llamado hemolinfa,
básicamente es otra forma de decir que poseen sistema circulatorio abierto. Los
artrópodos por lo general son organismos con estilos de vida muy activos, de
hecho, en el registro fósil los primeros artrópodos revelan ser depredadores
muy activos. Por lo anterior, depender de un metanefridio que recolecta
hemoceloma de forma mecánica resulta poco eficiente.
Los artrópodos han desarrollado una serie de sistemas excretores altamente eficientes para poder filtrar la gran cantidad de toxinas metabólicas que generan sus estilos de vida activos. Adicionalmente a la actividad, los artrópodos son en ciertas ocasiones animales relativamente grandes. Un ejemplo de ello son los especímenes fósiles de la época del carbonífero. Entre más grande el animal, más desechos produce. En el carbonífero existieron artrópodos realmente grandes como esta representación de un ciempiés gigante Figura 14.1.
Figura 14.1. Arthropleura o ciempiés gigante.
Figura 14.2. El nefridio de
los artrópodos es del tipo protonefridio secundario, esto es debido a que su
nefrostoma está cerrado y solo tienen una abertura, el nefridioporo.
La característica común de todos los sistemas excretores de los
artrópodos es que siguen el plano de un protonefridio secundario, es decir
bolsas ciegas que no abren al interior del celoma, por lo que la filtración se
da por medio de los mecanismos de transporte a través de membrana.
Los artrópodos a pesar de ser animales segmentados, presentan una
característica que los distinguen de por ejemplo los anélidos es que sus anillos
están especializados y no están tabicados. De este modo la cantidad de
nefridios se reduce a ciertas áreas muy especializadas.
14.1 Anatomía
del sistema excretor de los artrópodos, glándulas antena, glándulas maxilares y
glándulas coxales
En muchos artrópodos se desarrollan porciones de nefridios en formación durante el desarrollo en varios segmentos, sin embargo, como algunos órganos vestigiales, estos nefridios se pierden y solo perduran aquellos que formaran el sistema excretor en el adulto. En la mayoría de los crustáceos adultos solo persiste un par de nefridios de tipo nefromixos “el nefridio es la única conexión entre el celoma y el ambiente externo”, generalmente asociados a los segmentos de la cabeza. Estos mixonefridios se conocen como glándulas de la antena o glándulas de los maxilares.
Figura 14.3. Los onicóforos
son un grupo de animales cercanamente emparentados con los artrópodos, aunque
no son clasificables como tales debido a la ausencia de articulaciones en las
patas.
anatomía de estos mixonefridios como se mencionó en el artículo
anterior es de tipo protonefridio secundario, es decir el nefrostoma está
sellado, por lo que el tubo del nefroconducto termina en un ciego, y la
filtración se da por paso a través de la membrana y reabsorción al interior del
nefridio similar a como se da en los oligoquetos. En algunos arácnidos la
cantidad de nefridios puede llegar hasta ocho pares, y los nefridioporos se
ubican en la base de las patas funcionales. Cabe destacar a los onicóforos, un
grupo de casi artrópodos, en los que la condición ancestral de la segmentación
no especializada como en los gusanos anélidos persiste, por lo que cada pata
posee su propio nefridio.
14.2 Anatomía
del sistema excretor de los artrópodos, tubos de Malpighi
Un segundo tipo de sistema excretor se da en cuatro linajes de artrópodos terrestres: algunos arácnidos, miriápodos, insectos, y tardígrados. Dado que estos cuatro grupos abarcan casi la totalidad de especies de artrópodos terrestres, su sistema excretor es muy famoso.
Figura 14.4. En el modelo
anterior podemos ver El sistema digestivo de los insectos; en verde se señalan
las estructuras encargadas de la excreción en los artrópodos: los tubos de
Malpighi y el sistema digestivo posterior "intestino".
Esta estructura es denominada tubos de Malpighi. A diferencia de
los nefridios que generalmente segregan sus desechos al medio externo, los
tubos de Malpighi son una serie de ciegos o bolsas que abren al sistema
digestivo. Sin embargo, el desarrollo embrionario y la evidencia genética
sugieren que cada uno de estos grupos ha evolucionado su sistema excretor,
convirtiendo al tubo de Malpighi en otro caso de evolución convergente y/o
paralela como el ojo. Esto demuestra que a pesar de que la variación sea un
proceso aleatorio, la selección no lo es, y que la evolución es un proceso
mucho más limitado de lo que muchas veces nos gustaría pensar.
14.3 Fisiología
del sistema excretor de los artrópodos, protonefridio secundario
La fisiología del sistema excretor de los artrópodos es compleja,
y de hecho ha sido estudiada arduamente; adicional a esto, los artrópodos son
animales muy diversos por lo que presentan un enorme grado de divergencia. Por
lo anterior en el presente artículo solo se presenta un esbozo muy general del
proceso. El funcionamiento se puede resumir al de un protonefridio secundario
en el que hay dos pasos de filtración.
14.4 Fisiología
del sistema excretor de los artrópodos, tubos de Malpighi
Y a pesar de ser famosos, los tubos de Malpighi son un chiste (…)
ya en serio, el sistema excretor que emplea a tubos de Malpighi abarca también
el sistema digestivo, especialmente la región posterior homóloga a nuestros
intestinos “hindgut”. Los tubos de Malpighi funcionan principalmente como órgano
se recolección de hemolinfa y al igual que los protonefridios secundarios, la
recolección es poco selectiva, esto implica que el fluido recolectado en el
interior del tubo de Malpighi es muy similar en composición a la hemolinfa.
Este líquido es segregado al sistema digestivo mezclándose con los nutrientes
en proceso de digestión. Una vez que alcanzan la parte posterior “intestino”
todos los nutrientes “los que proceden del alimento y los que van a ser
reciclados junto con el agua” son absorbidos y reabsorbidos respectivamente.
14.5 Osmoregulación
y residuos nitrogenados de los artrópodos
Los crustáceos acuáticos segregan entre el 70-90% de sus residuos
nitrogenados en forma de amoniaco, el resto es excretado en forma de urea,
ácido úrico, aminoácidos y otros compuestos nitrogenados. Lo anterior resulta
interesante en el sentido de que las definiciones como urotélico o amonotélico
tienden a hacer pensar que el organismo segrega únicamente urea o amoniaco
respectivamente; mientras que en la realidad se pueden dar mezclas. Los
arácnidos terrestres, los miriápodos y los insectos segregan predominantemente
ácido úrico través del ano.
Los insectos, miriápodos y arácnidos terrestres evolucionaron en
la tierra en tiempos donde esta era predominantemente un desierto y pocas
plantas la habían colonizado, es por esto que la evolución favoreció mecanismos
para conservar agua aun cuando estos requirieran de grandes cantidades de
energía. En otras palabras, la capacidad para reservar grades cantidades
de agua ha contribuido al enorme éxito de los artrópodos terrestres.
Los crustáceos por el contrario no se caracterizan por poder
sintetizar ácido úrico en grandes cantidades, lo cual los ha mantenido atados a
cuerpos de agua durante el curso de millones de años. Solo unos pocos linajes
como los isópodos han logrado cambiar esta regla general, lo cual les ha
permitido colonizar ecosistemas terrestres.
(1) La hemolinfa pasa a través de la pared externa del nefridio
que está en contacto con los órganos y el celoma del animal.
(2) la filtración se da por transporte pasivo y transporte activo.
Sin embargo, esta primera filtración no es muy selectiva y la sustancia que se
reúne al interior del nefridio es de composición relativamente similar a la
hemolinfa.
(3) el fluido avanza en el interior del nefroconducto, y las
paredes de este que están tapizadas de proteínas integrales de la membrana
proceden a realizar la reabsorción del agua y a realizar transporte activo para
recuperar electrolitos raros. A esto se lo denomina reabsorción.
La reabsorción es mucho más selectiva como proceso de filtrado que
el paso de recolección de hemolinfa.
15. Sistema excretor en equinodermos, tunicados, y cefalocordados
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15.1 Equinodermos
Los equinodermos “estrellas de mar y
erizos de mar” son animales con estilos de vida poco activos, por lo que sus
tejidos no producen una gran cantidad de desechos o toxinas metabólicas. De lo
anterior se desprende una leve necesidad para la excreción y por lo tanto la
ausencia de un verdadero sistema excretor especializado en la secreción de los
desechos nitrogenados. Adicionalmente los equinodermos son estrictamente
marinos, por lo que son osmoreguladores pasivos.
La excreción y osmoregulación de los
equinodermos depende específicamente de la posibilidad de las superficies para
permitir el paso selectivo a través de la membrana de los epitelios. Las
superficies permisivas a esto pueden variar entre toda la piel, a estructuras
especializadas como el sistema de intercambio de gases, y en tales casos
funcionaría también como sistema excretor. Un ejemplo de esto es el sistema de
intercambio de gases de los pepinos de mar.
👉 Fagocitosis, exocitosis y la excreción en los equinodermos: Algunos equinodermos emplean a células ameboides llamadas
celomocitos no solo como parte de su sistema inmune, adicionalmente también se
encargan de fagocitar desechos nitrogenados y otras toxinas, para
posteriormente descargarlos por diferentes métodos.
El proceso es semejante a la acumulación de moco, los celomocitos
cargados se acumulan en diversas estructuras como las papulas “superficie de
las branquias”, y luego se segrega al medio externo. Los asteroides son un
ejemplo de este sistema. Otros equinodermos como los ofiuroides segregan este
moco excretor en la bursa. Otros pepinos de mar pueden emplear el sistema
digestivo, el ano o el sistema reproductor para segregar el moco excretor.
👉 Osmoregulación en los equinodermos: A pesar de que tanto teórica como experimentalmente se ha
demostrado que la gran mayoría de los equinodermos son osmoreguladores pasivos,
algunas especies han demostrado tener ciertas capacidades actrivas.
Especies como Asterias rubens del mas Báltico; Ophiophragmus filagraneous de
Cedar Key en Florida y varios pepinos de mar del mar negro son capaces de
soportar ambientes hipotónicos, lo que implica que algunas especies poseen
mecanismos de osmoreguladores activos. Dado que son acuáticos, los equinodermos
son amonotélicos, es decir segregan amoniaco como su principal desecho
nitrogenado.
15.2 Tunicados
Los urocordados o tunicados son animales sésiles y marinos. Lo
anterior implica una baja producción de residuos metabólicos (excretan
amoniaco) y que son osmoreguladores pasivos. El sistema excretor de los
tunicados es una modificación de la parte posterior de las branquias denominado
saco del epicardio. La excreción se da por la formación de vesículas
excretoras. Aun así, mucho de la excreción se da simplemente por transporte a
través de membrana.
15.3 Cefalocordados
Las unidades excretoras de los cefalocordados son protonefridios
en red, semejante a algunos anélidos ancestrales. Al ser un protonefridio la
mayor parte de la excreción se da cuando el nefridio recolecta fluidos desde
el sistema circulatorio del animal y lo acumula adentro. Una vez allí el
fluido pasa por el nefroconducto y finalmente por el nefridioporo ubicado en la
parte posterior del animal. Al ser animales acuáticos excretan principalmente
amoniaco. A pesar de las similitudes estructurales algunos autores
consideran que los protonefridios de los anélidos y los cefalocordados son
productos de evolución convergente.
16. Sistema excretor en peces
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Los animales vertebrados son generalmente
de mayor tamaño, sus tejidos son más densos y en algunas ocasiones están
confinados. Muchos poseen modos de vida muy activos, por lo que un adecuado
control de desechos se convierte en una presión de selección bastante evidente.
En el
sistema excretor de los gusanos llamados nefromixias así como en el sistema
excretor de algunos malucos especialmente los cefalópodos ha aparecido un tema
común y es la fusión del sistema reproductor o genital con el sistema excretor
de desechos nitrogenados.
En los vertebrados este tema se hace aún más evidente y muchas
veces debe hablarse de sistema urogenital, más que de sistema excretor debido a
que ambos sistemas comparten muchos órganos y conductos. Sin embargo, el
enfoque de esta serie de artículos será la función excretora y no la
reproductiva.
16.1 La
excreción es llevada a cabo por varios sistemas de órganos
Un aspecto a tener en cuenta en los vertebrados y especialmente en
los humanos es que la función de excreción asumida como control de metabolitos
y regulación de equilibrio salino es llevada a cabo por varios sistemas de
órganos donde el más importante es el sistema urinario. En resumen, los
sistemas que se encargan de mayor o menor medida de alguna función relacionada
con la excreción son:
1- Sistema urinario, órgano “riñones”: regulación de toxinas, agua
y equilibrio salino.
2- Sistema digestivo, órganos “hígado, intestinos”: reabsorción de
agua, sales biliares y excreción de metabolitos tóxicos como la bilirrubina.
3- El sistema integumentario, órgano “piel”: el sudor transporta
tanto desechos nitrogenados como agua y minerales disueltos.
4- El sistema respiratorio, órgano “piel, pulmones, órganos
accesorios de intercambio de gases, branquias”: Excretan el dióxido de carbono.
A pesar de que la excreción puede ser llevada a cabo por un gran
conjunto de órganos, el enfoque de estudio de la excreción en los vertebrados
es el sistema urinario. Y el órgano principal de este sistema de órganos es el
riñón. La función del riñón es la misma de un nefridio, realizar una filtración
de la sangre de forma tal que esta conserve electrolitos en los niveles
requeridos para las actividades biológicas, concentrando un fluido lleno
de toxinas y materiales de desecho llamado orina. Entre más concentrada esté la
sangre con toxinas, los riñones deberán realizar un mayor esfuerzo para poder
filtrarlas. El principal desecho nitrogenado en los animales cambia dependiendo
del estilo de vida y de su historia evolutiva, encontrándose tanto productores
de amoniaco como de urea o ácido úrico.
16.2 El
glomérulo
La unidad excretora de los peces es significativamente similar a la que hemos estudiado en artículos anteriores en los gusanos segmentados oligoquetos, el protonefridio secundario "nefridio con nefrostoma cerrado". Probablemente se trata de un proceso de evolución convergente.
Figura 16.1. Glomérulo o unidad excretora,
consta de un capilar sanguíneo y un nefridio de lo rodea, la excreción se da
por los mecanismos de transporte a través de membrana que filtran las
sustancias, sin embargo, puede haber regiones que mejoran este proceso
posteriormente.
En los vertebrados sin embargo el sistema recibe el nombre de glomérulo. En la Figura 16.1 se ve el glomérulo en rosa y en rojo se encuentra el sistema circulatorio con su sistema capilar. Los capilares de un glomérulo se enroscan en sí mismos para incrementar el área de contacto con el tejido del túbulo del nefridio "rosado".
Figura 16.2. Las ramificaciones del nefridio son las que dan lugar a los glomérulos, dependiendo del tipo de vertebrado, el lugar de ramificación cambia.
Figura 16.3. El riñón "Kidney" de un pez es una estructura
alargada y especular "se desarrolla en parejas, uno a la derecha y otro a
la izquierda", se ubica en la región posterior del animal "hacia la
cola" y tienen forma de una salchicha relativamente alargada. En la imagen
no se representa la conexión del nefroconducto con el sistema digestivo.
En cualquier caso, un protonefridio secundario es una bolsa con
una sola abertura llamada nefridioporo la cual expulsa la orina al medio
externo o a otro conducto que si termine en el medio externo. Sin embargo,
debido a que los vertebrados poseen un sistema circulatorio completamente
cerrado el protonefridio secundario debe interactuar con el sistema
circulatorio por medio de los archiconocidos sistemas de capilares.
Recordando, los capilares son regiones del sistema circulatorio
que permiten el intercambio de sustancias entre diversos tejidos.
Específicamente para el sistema excretor los capilares que permiten el
intercambio de sustancias se denominan glomérulos.
16.3 Ramificación
del nefroconducto y el riñón
El protonefridio secundario “nefridio con nefrostoma cerrado” se
desarrolla como un tubo largo que corre de forma paralela al eje
anteroposterior del cuerpo “o sea, de adelanta hacia atrás”, sin embargo, este
único nefridio en los vertebrados experimenta una rápida ramificación.
Las ramificaciones son las que desempeñan la función de recolectar
sustancias del sistema digestivo y poseen los glomérulos. El tubo largo pasará
a denominarse nefroconducto o arquinefroconducto. Dependiendo de la zona
en que aparecen las ramificaciones estas adquieren ciertos nombres.
Las ramificaciones que aparecen en la punta se denominan
colectivamente pronefros. Las ramificaciones que aparecen en el medio se
llamarán mesonefros. Las ramificaciones que aparecen cerca al nefridio poro se
conocerán como metanefros.
Adicionalmente todas las ramificaciones se encuentran imbuidas en
un tejido denominado cresta nefrogénica, la cual forma la imagen externa del
riñón con forma de salchicha alargada.
16.4 Sistema
excretor de los mixinos
Los mixinos son peces que poseen una anatomía muy antigua, de
hecho, estos animales no son en sentido estricto “vertebrados” debido a
que NO TIENEN VERTEBRAS, solo poseen un cráneo cartilaginoso. Los mixinos
también poseen el sistema excretor más primitivo en términos de la anatomía de
sus riñones. Los túbulos anteriores “más lejanos al nefridioporo” carecen de
glomérulos “interacciones con el sistema circulatorio”, mientras que los
túbulos finales su poseen glomérulos.
De forma semejante a como ocurre en los cefalópodos, a medida que
el organismo crece y se desarrolla se genera una serie de ciegos a lo largo del
nefroconducto en su región intermedia, los cuales crecen para formar túbulos
glomerulares. Debido a que se forman a la mitad del camino se los denomina
mesonefros. El riñón larvario o profénico se empequeñece y degenera.
En los mixinos la función de filtración pasa del pronefros al
mesonefros a medida que el animal envejece. El mesonefros es el riñón funcional
de los adultos. Cada par de mesonefros consiste entre 30 am 35 túbulos
altamente glomerulares organizados de forma segmentada al nefroconducto. El
nefridioporo no abre directamente al medio externo, sino que se conecta con el
sistema digestivo, formando una región llamada cloaca, donde la eliminación de
desechos digestivos se mezcla con la orina.
16.5 Sistema excretor de las lampreas
Figura 16.4. (A)Riñón
larvario de un mixino, los primeros túbulos que se forman no son funcionales
debido a la carencia del espacio del glomérulo. (B) En el adulto todos los
túbulos ya sea que posean glomérulos o no se agrupan de forma compacta formando
una estructura denominada pronefros. (C) Riñón de las lampreas. El sistema de
intercambio de sustancias es denominado glomus y es abastecido por más de un
vaso sanguíneo. El riñón profrénico de la lamprea es interesante debido a la
presencia de nefrostomas abiertos hacia el celoma. Esto solo ocurre en las
larvas, en los adultos los túbulos no poseen nefrostomas abiertos.
En las lampreas se pueden identificar dos regiones de filtrado, la
primera se ubica cerca al peritoneo y al corazón, y la segunda se encuentra más
posteriormente cerca del nefridioporo. Ambas regiones operan de manera
diferente; la zona anterior denominada pronefros no posee glomérulos, sino otro
mecanismo de intercambio de sustancias con el sistema circulatorio llamado
glomus. La diferencia entre el glomus y el glomérulo es que cada glomus puede
estar asociado a varios vasos vasculares mientras que el glomérulo solo
interactúa con uno.
Adicionalmente a esto los túbulos ramificados del pronefridio
funcionan como metanefridios, es decir están abuiertos a una región del celoma
de la lamprea llamada peritoneo por medio de embudos ciliados. El pronefridio
es la única estructura excretora de las larvas de la lamprea, pero al igual que
en los mixinos con el desarrollo la metamorfosis en la región intermedia
del nefroconducto se desarrolla una segunda estructura de filtrado. Esta
segunda estructura se forma en la región intermedia del nefroconducto mediante
una serie de ciegos que se convierten en túbulos ramificados que interactúan
con el sistema circulatorio por medio de glomus. En la mayoría de las lampreas
el pronefridio se degenera y los embudos al peritoneo se cierran, aunque en
algunos casos no lo hacen del todo.
16.6 Sistema
excretor y osmoregulación de los peces óseos
En los demás peces el sistema funciona y se desarrolla de forma similar a los mixinos; los túbulos del pronefros se desarrollan primero, pero se hacen poco funcionales, a medida que los túbulos del mesonfros aparecen. El riño adulto está constituido prácticamente de túbulos del mesonefros exclusivamente.
Figura 16.5. Al ser animales
acuáticos la mayoría de los peces son amonotélicos, es decir excretan sus
residuos nitrogenados principalmente en forma de amoniaco soluble en agua.
La excreción puede ocurrir por la piel y por las branquias. Los
peces marinos son osmoreguladores pasivos debido a que el océano es un ambiente
isotónico, pero los peces de agua dulce o que afrontan temporadas de sequía
deben poseer riñones con más ramificaciones para afrontar los retos de una
osmoregulación activa.
¿Beben agua los peces?, la verdad es que no todos. Los peces de
agua salada si beben agua, esto es porque el agua salada al tener el mismo
nivel salino que su sangre no altera su equilibrio osmótico. Los peces de
agua dulce por el contrario no beben agua, consumirla afectaría su equilibrio
osmótico debido a que el agua dulce es hipotónica. Si los peces de agua dulce
bebieran agua, las células de su cerebro explotarían "debido al ambiente
hipotónico" y el pez se moriría de una encefalitis.
17. Sistema excretor en anfibios
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17.1 Mesonefros,
metanefros y opistonefros
El sistema de nefronas de los vertebrados tiene una nomenclatura algo compleja. Ya hemos visto las definiciones de pronefros y mesonefros en los peces. El metanefros genera los túbulos en la región más próxima al nefridioporo. Hasta aquí todo normal y entendible, ahora el problema viene con el opistonefros, una estructura cuya definición es problemática. El opistonefros se define como riñón funcional adulto. Por lo general se puede decir que el opistonefros proviene en su mayoría del mesonefros, con algún reclutamiento o del pronefros “raro” o del metanefros. En casos como en los mamíferos el opistonefros está compuesto exclusivamente por el metanefros “riñón con forma de frijol”
Figura 17.1. En el modelo
anterior podemos ver a la Izquierda: riñón de los mixinos adultos; Medio: Riñón
de algunos peces: Derecha: riñón de reptiles. Opistonefros es el riñón
funcional, el cual puede abarcar dos o tres regiones, aunque generalmente es el
mesonefros. En los mamíferos el opistonefros está constituido solo por el metanefros.
17.2 El
sistema excretor de los anfibios
Dentro de los anfibios con renacuajos activos de vida libre el
riñón comienza su desarrollo a través del pronefros el cual es funcional por
algún tiempo. Antes de la metamorfosis el mesonefros comienza a desarrollarse y
los primeros túbulos del pronefros empiezan a degenerarse. En el adulto solo
uno o dos túbulos del pronefros contribuyen a la formación del riñón adulto
“opistonefros”. Durante la metamorfosis el mesonefros da lugar al riñón adulto.
Los nefridios al interior del opistonefros tienden a diferenciarse en dos
regiones, la proximal y la distal antes de unirse a los nefroconductos que de
aquí en adelante debido a su tamaño serán denominados conductos urinarios. En
los anfibios, así como en muchos tiburones, peces óseos los conductos urinarios
posteriores pueden transportar espermatozoides debido a que las gónadas están
literalmente conectadas al sistema excretor.
La piel de los anfibios es altamente permeable al agua. También funciona como un órgano respiratorio principal, a través del cual obtienen oxígeno y expulsan dióxido de carbono, y la piel debe mantenerse húmeda para que ocurra el intercambio de gases. Las especies acuáticas absorben agua fácilmente y deben lidiar con un exceso de agua, mientras que las especies terrestres o arbóreas a menudo enfrentan el problema opuesto de perder agua rápidamente y arriesgarse a deshidratarse. Esta rápida pérdida de agua por evaporación limita el tiempo de actividad de las especies terrestres. Los anfibios han desarrollado numerosos mecanismos fisiológicos y respuestas conductuales para lidiar con la pérdida o ganancia de agua y así mantener el equilibrio osmótico. La temperatura afecta todas las funciones de los anfibios, incluida la tasa metabólica, la locomoción, la digestión, la tasa de desarrollo y la tasa de llamada, y se entrelaza con el equilibrio hídrico.
Figura 17.2. En el modelo
anterior tenemos el sistema urogenital de la salamandra. El sistema reproductor
literalmente pasa a través del sistema excretor. de forma tal que los
espermatozoides generados en las gónadas lleguen a la apertura de la cloaca y
de allí al medio externo.
Los anfibios adquieren agua principalmente a través de la piel, un
proceso a veces denominado consumo cutáneo. También adquieren algo de agua de
los alimentos (llamada agua preformada) y obtienen una cantidad limitada de
agua a través de procesos metabólicos cuando se digieren los alimentos. A
diferencia de los reptiles y la mayoría de los vertebrados, los anfibios no
beben agua por vía oral.
La evaporación puede ser una fuente importante de pérdida de agua
en especies terrestres e incluso semiacuáticas de anfibios. La piel de los
anfibios no impide la pérdida de agua por evaporación, como suele ocurrir en los
reptiles. Los experimentos realizados a principios del siglo XX revelaron que
las ranas de piel y normales pierden agua a la misma velocidad, y ambas pierden
agua a la misma velocidad que los modelos que se evaporan libremente del mismo
tamaño y forma. En condiciones áridas sin capacidad para regular su pérdida de
agua, la mayoría de los anfibios no sobrevivirían más de 1 día. El agua se
pierde no solo por evaporación sino también durante la respiración y la
excreción.
En los anfibios acuáticos, en los que el agua se absorbe
continuamente a través de la piel, la excreción de orina diluida ayuda a
mantener el equilibrio osmótico. Los anfibios acuáticos y semiacuáticos son
capaces de producir orina a altas velocidades para compensar la alta afluencia
de agua a través de su piel permeable. Se produce orina muy diluida para
conservar las sales. Por el contrario, cuando los anfibios terrestres comienzan
a deshidratarse, la producción de orina disminuye rápidamente para conservar el
agua. La tasa de filtración glomerular disminuye dentro de los 30 minutos a 1
hora después de que una rana o sapo comienza a deshidratarse. Los sapos pueden
tener sensores osmóticos cutáneos que detectan cambios en el volumen de líquido
extracelular.
Además de su papel en la osmorregulación, la vejiga anfibia
altamente distensible funciona como un órgano de almacenamiento de agua. Las
especies terrestres de ranas y salamandras pueden contener hasta el 20–50% de
su masa corporal como el agua de la vejiga, mientras que las especies acuáticas
como Xenopus tienen vejigas pequeñas capaces de contener solo del 1 al
5% de su masa. Una rana australiana del desierto, Litoria platycephala,
puede contener hasta el 130% de su masa corporal normal en el agua de la
vejiga, y, como es lógico, esta especie se llama la rana "que retiene el
agua". Muchas especies de ranas son capaces de reabsorber el agua de su
vejiga para mantener niveles adecuados de solutos en plasma. El agua de la
vejiga extiende el tiempo de supervivencia de los anfibios en entornos en los
que están perdiendo agua.
Figura 17.3. Rana
australiana del desierto, Litoria platycephala
Las modificaciones morfológicas de la piel en los anfibios ayudan
en la absorción de agua. Las diferentes regiones del cuerpo tienen diferentes
grados de permeabilidad. La piel varía de lisa a granular. En general, los anfibios
acuáticos, las especies semi-terrestres que viven cerca del agua como Lithobates
y Rana, o las especies terrestres de la selva tropical como Leptodactylus
y Dendrobates, tienen una piel ventral lisa, mientras que las especies
terrestres en ambientes más secos tienen piel ventral granular. La piel
granular está más vascularizada y mejora la absorción de agua; por lo tanto,
los sapos y las ranas arbóreas suelen tener pieles granulares. La superficie
granular de la piel de los anuros, especialmente los sapos, también crea surcos
estrechos que sirven como canales de agua para mantener húmeda la piel de la
superficie dorsal del cuerpo. La evaporación desde la parte posterior atrae el
agua hacia la parte posterior a través de la adhesión molecular, y la acción
capilar extrae el agua de la piel, que está en contacto con el suelo. Las
salamandras tienen numerosas ranuras verticales en el cuerpo, la mayor de las
cuales son las ranuras costales que canalizan el agua desde la parte inferior
de la salamandra hasta su espalda.
Figura 17.4. Sapo de puntos
rojos Anaxyrus punctatu.
Un área especializada de la piel, el "parche pélvico",
está presente en la región posterior del vientre y en las superficies ventrales
de los muslos en muchas especies de anuros. Esta región está más vascularizada
que otras superficies de la piel. Al presionar estas superficies para humedecer
el suelo o regar las hojas, por ejemplo, una rana puede absorber agua
rápidamente. Este comportamiento se llama respuesta de absorción de agua y está
mediado por la hormona AVT. Este mecanismo proporciona hasta un 70–80% de la
absorción total de agua en algunas especies de sapos. Los parches pélvicos de
muchos sapos son particularmente visibles, como en el sapo de puntos rojos Anaxyrus
punctatu. Los sapos varían en la forma en que se deshidratan antes de comenzar
a mostrar esta respuesta. El sapo con manchas rojas comienza a mostrar la
respuesta de absorción de agua después de perder solo 1–3.6% de su peso
corporal, aunque otras especies de sapos pueden perder mucho más peso corporal
antes de mostrar la respuesta. El tamaño del cuerpo y si el hábitat es árido o
mesico se han propuesto como determinantes de cuándo se inicia la respuesta de
absorción de agua.
Los ajustes de comportamiento son los mecanismos primordiales para
la retención de agua en los anfibios terrestres. La mayoría de las especies
ajustan la actividad diaria y estacional para minimizar la pérdida de agua, y
buscan refugios húmedos o cerrados, como grietas o madrigueras cuando están
inactivos. Los anfibios deshidratados o en reposo suelen adoptar posturas que
conservan el agua. Estas posturas incluyen doblar los brazos y las piernas
firmemente debajo del cuerpo y aplanar la superficie ventral cerca del
sustrato. Al emerger (por la noche, por ejemplo), muchas especies buscan
sustratos húmedos de los que absorben agua. En la postura absorbente de agua,
las ranas y los sapos mantienen las extremidades posteriores alejadas del
cuerpo y presionan las superficies ventrales sobre el sustrato. Si el sustrato
contiene agua renovable (por ejemplo, el borde de un estanque), la rana
permanece en la misma posición; sin embargo, si el sustrato no es poroso, la
rana reajusta continuamente su posición para absorber agua adicional.
En algunas ranas, las modificaciones de la piel o el uso de
glándulas u otras estructuras en la piel reducen la pérdida de agua. Varios
grupos de ranas arbóreas, colectivamente llamadas ranas impermeables, han
desarrollado mecanismos especializados de forma independiente para soportar
condiciones áridas al disminuir la permeabilidad de la piel. El mecanismo para
la reducción de la pérdida de agua en ciertas especies de Phyllomedusa,
un género de híbridos sudamericanos, implica la secreción de lípidos de
glándulas cutáneos especializados. En P. sauvagii, las glándulas
secretan una variedad de lípidos, con los ésteres de cera más abundantes. Las
ranas tienen un comportamiento estereotípico asociado, en el cual usan
sistemáticamente sus brazos y piernas para esparcir los lípidos de manera
uniforme sobre todas las superficies de sus cuerpos. La piel se vuelve
brillante e impermeable al agua, y las ranas reducen la pérdida de agua por
evaporación mientras se encuentran en sus perchas arbóreas. En las ranas
enceradas, la tasa de pérdida de agua es baja a bajas temperaturas, pero por
encima de 35 ° C, la cera se derrite y ya no forma una barrera de evaporación.
Figura 17.5 Rana mono de
vientre pintado Phyllomedusa sauvagii.
Phyllomedusa sauvagii vive en zonas áridas de Bolivia
y países adyacentes, donde las temperaturas ambientales más altas se producen
durante la temporada de lluvias, cuando las ranas se reproducen; por lo tanto,
la deshidratación no es un problema en ese momento. Una especie más pequeña, Phyllomedusa
hypochondrialis, es similar en la producción de lípidos y el comportamiento
de limpieza, aunque es de dos a cuatro veces más efectiva para reducir la
pérdida de agua por evaporación que otras especies de Phyllomedusa, y es
la única especie que tiene una disposición específica de lípidos dorsales
-secreción de glándulas. Phyllomedusa hypochondrialis vive en hábitats
abiertos en América del Sur que experimentan altas temperaturas durante el día
y tienen una estación seca prolongada.
18. Sistema excretor en reptiles
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En los reptiles el tema de la degeneración del pronefros se hace más evidente, ya ni las formas larvarias desarrollan túbulos de pronefros y cuando lo hacen generan muy pocos túbulos. Las formas larvarias poseen un mesonefros bien desarrollado, a medida que el animal se desarrolla la parte más próxima al poro de salida empieza a desarrollar sus propios túbulos “metanefros”, mientras que el pronefros se vuelve un tubo sin ramas que sirve como canal reproductivo. El metanefros es drenado por un nefroconducto completamente nuevo denominado uréter. Estos metanefridios son de hecho los riñones con forma de frijol que poseemos los mamíferos. Al interior de cada riñón hay una serie de ramificaciones que se subdividen hasta alcanzar el nivel capilar, pero cerca del final hay una serie de conductos enrollados levemente, estas circunvoluciones aumentan la eficiencia de filtrado. En animales más adaptados a la sequedad una de esas circunvoluciones se pronuncia más y se denomina asa de Henle. El asa de Henle es típica de aves y mamíferos.
Figura 18.1. Durante la
evolución de los vertebrados, los grupos más recientes han tenido la tendencia
a generar su riñón funcional más cerca de la cloaca o uretra. Sin embargo, los
conductos del viejo pronefros fueron secuestrados o cooptados para servir como
conductos para el transporte de gametos en los sistemas reproductores. Esto explica
la razón por la cual el sistema urinario y genital usen los mismos conductos.
A diferencia de los anfibios, la mayoría de los reptiles ganan o
pierden casi nada de agua a través de su piel impermeable, que es en gran
medida resistente al movimiento del agua o los iones. La pérdida y ganancia de
agua debe mantenerse en equilibrio, y los reptiles pierden y obtienen agua de
varias maneras. Beber agua dulce es una fuente importante de ganancia de agua,
y los reptiles logran este comportamiento de varias maneras. Algunas lagartijas
del desierto (por ejemplo, Coleonyx
variegatus y Xantusia vigilis)
beben agua que se condensa en la piel cuando entran en madrigueras frescas.
Algunas tortugas sudafricanas recogen agua en sus caparazones durante la
lluvia. Al elevar el caparazón posterior más alto que la región anterior, un
individuo puede hacer que el agua corra a lo largo de los bordes del caparazón
estriado hacia su cabeza. Este comportamiento puede ser más común de lo que se
conoce actualmente. Por ejemplo, dos tortugas tropicales, Kinosternon scorpioides y Platemys
platycephala, pasan gran parte de su tiempo en tierra y tienen caparazones
profundamente estriados. Ambos experimentan estaciones secas prolongadas.
Existe la posibilidad de que también usen sus conchas para capturar agua.
Figura 18.2. La tortuga
estuche (Kinosternon scorpioides), también conocida como casquito
escorpión, morrocoy de agua, tapaculo y tortuga de pecho quebrado, es una
tortuga de la familia kinosternidae, que vive en lagunas y ríos de
América tropical desde México hasta el norte de Argentina.
La pérdida de agua ocurre en reptiles a
través de una combinación de procesos metabólicos y evaporativos. El agua se
pierde en las heces y la orina relativamente concentrada. El agua perdida en
las heces oscila entre el 8 y el 70% de la que absorben los alimentos. Los
reptiles terrestres pierden algo de agua durante la respiración y, en muchos
casos, usan la pérdida de agua respiratoria para ayudar en la termorregulación.
La producción de agua metabólica contribuye a la osmorregulación en algunas
especies de reptiles. Por ejemplo, el agua metabólica contribuye con el 12% de
la ganancia total de agua en Dipsosaurus
dorsalis. Sin embargo, los reptiles no pueden producir agua metabólica a
una velocidad que excede su pérdida de agua por evaporación. La temperatura a
la que un reptil digiere su alimento afecta la cantidad de agua metabólica
producida.
Figura 18.3. La iguana del desierto (Dipsosaurus dorsalis) es uno de los lagartos más comunes de los
desiertos de Baja California, Baja California Sur, Sonora y Mojave, en el
suroeste de Estados Unidos y el noroeste de México. También se hallan en varias
islas del Golfo de California
Los reptiles tienen una variedad de sitios
de almacenamiento de agua que ayudan a compensar la pérdida de agua. La vejiga
es un sitio común de almacenamiento de agua. Por ejemplo, las vejigas de las
tortugas del desierto pueden ocupar más de la mitad de la cavidad peritoneal.
Los monstruos de Gila deshidratados (Heloderma
suspire) pueden aumentar la masa corporal en un 22% al beber en exceso, lo
que resulta en una reducción del 24% en la osmolalidad del plasma y un gran
aumento en el agua de la vejiga en 24 horas. La vejiga urinaria actúa como un
depósito fisiológico, proporcionando agua que amortigua los aumentos en las
concentraciones de iones plasmáticos cuando no hay alimentos ni agua
disponibles. Además, cuando los lagartos están completamente hidratados, su
resistencia al caminar se reduce, lo que sugiere que la ingesta de grandes
cantidades de agua conlleva un costo de rendimiento. Otros sitios de
almacenamiento de agua incluyen el estómago en la lagartija Meroles anchietae.
19. Sistema excretor en aves
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Los riñones de las aves provienen casi exclusivamente del
metanefros, por lo que el nefroconducto que transporta la mayoría de la orina
en formación es el uréter, mientras que el pronefros sirve como conducto para
los gametos desde las gónadas. Los riñones de las aves son mucho más grandes en
comparación con los de los mamíferos y otros amniotas. Poseen tres lóbulos, uno
superior, uno intermedio y finalmente uno inferior. Carecen de córtex, medula o
pelvis renal definida como si ocurre con el riñón de los mamíferos.
El uréter es largo y llega a conectarse con el sistema
gastrointestinal formando una cloaca. Cada lóbulo contiene millones de nefronas
glomerulares con asas de Henle, típico de los amniotas. Las aves y otros
amniotas tienen un conducto único de excreción de metabolitos y eliminación de
desechos llamada cloaca, además de que allí se fusionan los conductos
reproductivos (imagen anterior).
19.1 Osmoregulación
en las aves
La vida tal como la conocemos requiere
agua, que a veces se denomina el "solvente universal". La mayor parte
del cuerpo de un pájaro es agua, generalmente 60-70%, aunque un poco menos en
aves muy gordas porque la grasa contiene menos agua que otros tejidos. La
mayoría de las reacciones químicas para la vida tienen lugar en un ambiente
acuoso. El agua es un componente de muchas de esas reacciones, y el agua unida
a muchas macromoléculas como las proteínas es necesaria para su función. Si el
contenido de agua de una célula disminuye o aumenta de tal manera que la célula
se encoge o se hincha, su función puede verse comprometida. Si el contenido de
agua de la sangre de un ave disminuye o aumenta de manera tal que su presión
sanguínea disminuye o aumenta, el ave puede perder la capacidad de suministrar
sangre adecuada a los tejidos vitales. Sin embargo, a pesar de la importancia
de mantener el contenido de agua dentro de un rango particular, hasta un 25%
del agua corporal total en un pájaro pequeño puede "volcarse" todos
los días, ya que se pierde en el medio ambiente o se consume en reacciones
químicas. Estas pérdidas deben recuperarse mediante el consumo de agua y la
descomposición de otras moléculas para liberar agua.
El equilibrio de agua y sales se puede
lograr en parte regulando la ingesta y minimizando las pérdidas de agua a
través de la piel y las superficies respiratorias permeables. Pero la variación
diaria en la ingesta de sal y agua significa que el ajuste fino del equilibrio
de sal y agua recae en los riñones, el intestino y las glándulas de sal del
ave. Las aves más pequeñas con mayores tasas de gasto de energía en general
pueden producir orina más concentrada que las aves más grandes. No hay vejiga
urinaria en las aves, y los uréteres renales se vacían directamente en la
cloaca. La cloaca y el intestino inferior pueden modificar aún más la orina
antes de que se excrete, una hazaña que no es posible en los mamíferos. Las
glándulas de sal se encuentran esencialmente en todas las aves marinas y en
algunas aves del desierto, y es su capacidad para eliminar el exceso de sal del
cuerpo lo que les permite beber agua salada
del océano o consumir muy poca agua libre.
19.2 El riñón
aviar
Las aves, como otros vertebrados, tienen un par de riñones que están bien abastecidos por la sangre. Los riñones de las aves poseen algunas características en común con las de los mamíferos y los reptiles. La función principal de los riñones es excretar sales y desechos nitrogenados, mientras se minimiza la pérdida de agua en la orina. Cada riñón se divide en numerosos lóbulos que contienen unidades funcionales llamadas nefronas, pequeñas estructuras tubulares que producen la orina (Figura 19.1). Cada lóbulo se vacía en un cono medular central que drena las nefronas en los conductos colectores comunes y luego en los uréteres, de los que se vacía la orina a través de la cloaca.
Figura 19.1. Lóbulo de un riñón aviar. Dentro del riñón aviar, algunas nefronas,
las estructuras que producen orina, tienen asas de Henle, necesarias para
concentrar la orina, al igual que los riñones de mamíferos. Estos se encuentran
en el interior del riñón, con asas muy largas que se extienden hasta el cono
medular. La mayoría de las nefronas aviares, como las nefronas reptilianas,
carecen de bucles de Henle. Tenga en cuenta que el riñón aviar se conecta
directamente al uréter, el vaso que transporta la orina para salir del cuerpo
(la orientación se muestra en el diagrama inferior).
En general, los riñones no regulan la
composición de la sangre al eliminar los materiales no deseados y simplemente
excretarlos. Por el contrario, una gran fracción (a menudo alrededor del 20%)
del plasma y los iones disueltos que fluyen hacia el riñón se filtra a la
entrada del túbulo de nefrona, dejando atrás las células sanguíneas y las
moléculas grandes como proteínas. Luego, las paredes de las nefronas reabsorben
selectivamente las moléculas que necesitan ser recuperadas. Algunas moléculas
como el ácido úrico también se secretan en la nefrona y se agregan a la orina.
Debido a que el flujo sanguíneo al riñón es bastante grande, el volumen sanguíneo
completo del ave se puede filtrar varias veces al día de esta manera. La tasa
de filtración puede ser muy variable y esta es una forma importante de lograr
el equilibrio osmótico. En los gorriones domésticos (Passer domesticus),
la tasa de filtración puede caer hasta la mitad con la deshidratación,
conservando así el agua. En algunos casos, como los estorninos europeos muy
cargados de sal (Sturnus vulgaris), la tasa de filtración aumenta y la
reabsorción de
19.3 Las dos nefronas
aviares
Las nefronas en las aves se presentan en
dos tipos reconocibles: las que son estructuralmente similares a las nefronas
reptiles y las que son similares a las nefronas de mamíferos. Las nefronas de
aves con aspecto de reptil son pequeñas, estructuralmente simples y ubicadas
alrededor de la periferia de sus riñones. Las nefronas más grandes, parecidas a
las de los mamíferos, se encuentran más profundas en el lóbulo renal y son
reconocibles por el asa característica de Henle que se sumerge en el corazón
del cono medular. El asa de Henle es importante porque crea un gradiente
osmótico que luego se puede usar para extraer agua de la nefrona y volverla a
la sangre, produciendo orina con una concentración de sal más alta que la de
los otros fluidos dentro del cuerpo del ave. Las diferentes especies de aves
tienen nefronas que pueden ser más o menos similares a las nefronas de tipo
reptil o de mamífero. Cuanto mayor sea la proporción de nefronas similares a
mamíferos con largos bucles de Henle, mayor será el gradiente osmótico que se
puede establecer y mayor será el potencial para concentrar la orina. Las aves
que habitan en el desierto que deben conservar el agua, por lo tanto, tienden a
tener más nefronas similares a los mamíferos.
Las estructuras de nefronas que concentran
la orina siempre están presentes en los riñones de un ave, pero la cantidad de
orina que realmente se concentra es muy variable y está bajo control hormonal.
Por ejemplo, la permeabilidad al agua en el conducto colector de la nefrona
está controlada por la hormona antidiurética (ADH); En las aves, la hormona ADH
es la arginina vasotocina. La orina que sale del riñón aviar puede ser mucho
más diluida que los fluidos corporales si los niveles de ADH son bajos o, en
algunas especies, 2-3 veces mayores que las concentraciones de fluidos
corporales (casi tan salados como el agua de mar) si los niveles de ADH son
máximos.
19.4 El asa de
Henle
El asa de Henle es un bucle en forma de U cuya función primordial es la reabsorción de agua y electrolitos desde el interior de la nefrona al sistema linfático y capilar a su alrededor. El asa de Henle es una estructura que sirve para incrementar el área de intercambio de sustancias al interior de la nefrona, adicionalmente solo se encuentra en dos linajes de amniotes los mamíferos y las aves, aunque se encuentra ausente en los reptiles actuales. Aparentemente, el asa de Henle es el principal mecanismo de filtración de las nefronas de las aves y mamíferos produciendo prácticamente orina definitiva. En la Figura 19.2 anterior tenemos una representación de la fisiología del Asa de Henle: De izquierda a derecha:
Figura 19.2. El asa de Henle en las aves es semejante a como se presenta en los
mamíferos.
👉 Corpúsculo renal (azul): glomérulo, zona de recolección de la orina primaria, la cual
contiene exceso de agua, baja concentración de úrea y alta concentración de
iones salinos.
👉 Tubos en bucle próximos “proximal convulated tubules” o tubos enrollados cercanos
(café): zona de reabsorción primaria, entra desecho nitrogenado en forma de
úrea/ácido úrico según sea el caso y salen azúcares, iones y agua.
👉 Asa de Henle (verde): Exprime lo que quede de agua y iones salinos como el
sodio (I) y el cloro (I). El agua solo es exprimida en la primera mitad, la
segunda es impermeable al agua.
👉 Tubos en bucle
distales o tubo enrollado
alejado (rosa): ingresan iones innecesarios lo cual incrementa la presión
osmótica permitiendo exprimir iones necesarios como el Sódio (I), el Calcio
(II) y el cloro (I).
👉 Ducto colector (púrpura): debido a su tamaño absorbe cantidades considerables de
agua y iones salinos concentrando la orina.
19.5 Fisiología
del sistema excretor de las aves
Los glomérulos permiten la recolección de la sangre desde los
capilares arteriales. Esto es importante, los capilares arteriales poseen mayor
presión sanguínea ya que vienen con el impulso del corazón “sístole
ventricular”. Recuérdese que las venas se mueven con la succión del corazón o
diástole auricular, de ambos movimientos la mayor presión se da en la sístole
ventricular. La mayor presión permite una recolección de orina primaria en el
glomérulo mucho más fácilmente. Los epitelios de los capilares y el glomérulo
ejercen ciertos poderes de filtrado, específicamente evitan que elementos de la
sangre como los glóbulos rojos ingresen a la nefrona. Esta es la razón del
color de la orina que es básicamente plasma concentrado con toxinas.
Una vez en este punto la superficie interna de la nefrona empieza
la operación de reabsorción recapturando el agua y los iones salinos, mientras
el amoniaco es acumulado paulatinamente. El ácido úrico es acumulado en las
nefronas de baja eficiencia. Una vez que el ácido úrico empieza a cristalizarse
los túbulos de las nefronas lo rodean con una capa de proteínas solubles que
permiten que esta sustancia fluya y no forme los peligrosos cálculos que
obstruirían los riñones. Una vez el cristal es recubierto se transporta por el
uréter hacia la cloaca donde es combinado con los desechos fecales del sistema
gastrointestinal. Por lo general las bacterias del sistema digestivo degradan
la capa de proteínas liberando los cristales de ácido úrico, esto altera el
equilibrio salino de la cloaca permitiendo que iones de importancia puedan
ingresar a través del epitelio. El ácido úrico también posee una segunda función
en la cloaca y es la de atraer radicales libres que pueden causar cáncer en los
tejidos de la cloaca.
19.6 Osmoregulación
en las aves
Otro papel de los riñones en todos los
vertebrados es la excreción de productos de desecho de nitrógeno generados por
el metabolismo de las proteínas, aunque la naturaleza química de este nitrógeno
varía según los grupos de vertebrados. En peces y anfibios acuáticos para los
cuales el agua es abundante, el principal producto excretor es el amoníaco, que es altamente tóxico y se trata por
dilución. Los mamíferos excretan principalmente urea,
que es menos tóxica y requiere menos agua para su excreción. Las aves y los reptiles excretan principalmente ácido úrico,
que es relativamente no tóxico, pero no es muy soluble en agua. En consecuencia,
se excreta como una pasta semisólida blanca.
Un beneficio de producir ácido úrico es que se pierde poca agua en el proceso.
Sin embargo, el costo energético de producir ácido úrico como producto de
desecho nitrogenado es relativamente alto en comparación con la producción de
amoníaco o urea. Para las aves, este equilibrio evolutivo entre la conservación
del agua y la conservación de la energía parece haber caído hacia la
conservación del agua.
Las aves pueden tolerar las
concentraciones de ácido úrico en la sangre a niveles que causarían gota
(cristales de ácido úrico en las articulaciones) en humanos. Aunque no lo
sabría al observar la naturaleza pastosa de la caída de un pájaro, la
estructura física del ácido úrico es en realidad bastante compleja y
maravillosamente adaptada para evitar la pérdida de agua al unirse con otras
moléculas. Esto ayuda a las aves a excretar el exceso de sal y evita que el
ácido úrico se precipite como cristales que de lo contrario podrían formar
cálculos renales.
19.7 Intestinos
y cloaca
En las aves, la orina que sale de los riñones no es el producto final para la excreción como lo es en los mamíferos. Esto se debe a que los uréteres aviarios se vacían en la cloaca del ave, lo que permite una mayor modificación de la orina a medida que los iones se extraen activamente del líquido, seguido de agua (Figura 19.3). Si la orina estuviera tan altamente concentrada como en algunos mamíferos, en este punto las sales que contiene volverían a ingresar fácilmente al cuerpo por transporte pasivo, y, por el contrario, el agua del cuerpo del pájaro podría ser extraída hacia la cloaca y, por lo tanto, perderse. En cambio, las aves han desarrollado métodos alternativos de conservación del agua.
Figura 19.3. La cloaca aviar. (A) La cloaca es la cámara común donde convergen
el colon y los uréteres del riñón. Esta configuración permite que la orina
retroceda hacia el intestino, donde el agua y la sal pueden ser absorbidas
antes de que los productos de desecho sean expulsados a través de la
ventilación. (B) Esta capacidad es especialmente importante para las aves que
no obtienen mucha agua de su dieta, como esta Galah (Eolophus roseicapilla) que
come semillas.
En las aves, la orina que sale de los
riñones no es el producto final para la excreción como lo es en los mamíferos.
Esto se debe a que los uréteres aviarios se vacían en la cloaca del ave, lo que
permite una mayor modificación de la orina a medida que los iones se extraen
activamente del líquido, seguido de agua (Figura 19.3). Si
la orina estuviera tan altamente concentrada como en algunos mamíferos, en este
punto las sales que contiene volverían a ingresar fácilmente al cuerpo por
transporte pasivo, y, por el contrario, el agua del cuerpo del pájaro podría
ser extraída hacia la cloaca y, por lo tanto, perderse. En cambio, las aves han
desarrollado métodos alternativos de conservación del agua.
El sistema excretor del ave en realidad
puede correr hacia atrás: el contenido de la cloaca puede refluir hacia el
colon y el intestino delgado del ave. Esto ha complicado armar una imagen
completa de la osmorregulación en las aves porque es difícil saber exactamente
cuánto se ha modificado la orina vacía antes de la excreción de la cloaca, o
cuánto se ha mezclado con el material fecal del intestino. En un colibrí que ha
consumido recientemente una gran cantidad de néctar acuoso, la orina diluida se
anula en pocos minutos y es poco probable que la modificación cloacal desempeñe
algún papel. Por otro lado, en algunas especies, especialmente las aves que se
alimentan de semillas como los Galahs (Eolophus
roseicapilla), Gorriones domésticos (Passer
domesticus) y pollos domésticos (Gallus
gallus domesticus), NaCl sustancial (hasta 70% de eso que proviene de los
riñones) y del 10 al 20% del agua puede recuperarse en la cloaca y el colon.
Los riñones de los Emus (Dromaius
novaehollandiae) producen orina con una concentración osmótica ligeramente
superior a su plasma, pero aún pueden recuperar agua de la orina en la cloaca y
el colon. Este no es un medio para eliminar el exceso de NaCl del cuerpo, pero
sí recupera agua que de otro modo se perdería.
19.8 Glándulas
de sal
Aunque las aves no pueden alcanzar la
orina fenomenalmente concentrada de algunos pequeños roedores que habitan en el
desierto, muchos pueden secretar un líquido claro que está varias veces más
concentrado con sales que su orina. Aparentemente, todas las aves tienen
glándulas salinas emparejadas en sus cabezas, generalmente ubicadas justo por
encima de la órbita del ojo, pero solo las aves que tienen una historia
evolutiva de vivir en hábitats marinos o desecantes han desarrollado la
capacidad de secretar soluciones salinas.
Estas glándulas de sal liberan al cuerpo
del exceso de sales, principalmente NaCl, lo que permite a estas aves beber
agua de mar o comer presas, como calamares y cangrejos, que son tan saladas
como el agua de mar. Las glándulas de sal altamente desarrolladas se encuentran
en todas las aves marinas, incluidos los pingüinos, gaviotas, auks, patos,
albatros, pelícanos y garzas. Las glándulas de sal también se encuentran en el
Gran Correcaminos (Geococcyx
californianus), un miembro de la familia del cuco que se encuentra en los
desiertos del suroeste de América del Norte, y en varias aves rapaces. La
solución de la glándula salina sale a través de las fosas nasales del ave en la
parte superior del pico y corre o se sacude de la punta.
20. Sistema excretor en mamíferos
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20.1 El riñón
de los mamíferos
En los mamíferos el opistonefros o riñón funcional del adulto procede exclusivamente del metanefros, es decir de la formación de nefronas más cercana al poro que conecta con el sistema digestivo. De lo anterior se deduce que el principal nefroconducto que transportaba la orina es el uréter. Como cualquier grupo de nefronas, los metanefros se desarrollan en parejas ubicados en la zona dorsal cerca de la cintura pelviana. En los mamíferos el sistema urinario y el sistema genital son literalmente uno mismo. Sin embargo, se da una separación importante, la generación de un tabique en la cloaca hace que el conducto de salida de la orina se separe del canal gastrointestinal y ahora excrete la orina directamente al medio externo. Esta nueva estructura derivada de la cloaca se denomina seno urogenital.
Figura 20.1. En la imagen
anterior tenemos el modelo del sistema urogenital de un mamífero macho: Bladder "vejiga", Ureter
"uréter", Kidneys
"riñones", Uretra "uretra".
20.2 Anatomía
del riñón de los mamíferos, corte longitudinal
Un corte longitudinal del riñón de los mamíferos revela dos
regiones generales: la corteza externa que rodea a una médula interna
“la tubería”. La corteza está rodeada por una capa delgada de tejido
epitelial “endotelial” denominada cápsula, esta forma por así decirlo la “piel”
del riñón. El tejido sanguíneo es de dos tipos, venas y arterias. Al alimentar
al riñón se las conoce como arteria renal y vena renal.
El sistema circulatorio es quien le proporciona al riñón de los nutrientes requeridos para que este pueda hacer sus funciones, así como la materia prima para trabajar, la sangre con desechos. Como en cualquier tejido, las venas y arterias se hacen pequeñas hasta formar capilares, los cuales conectan a las venas con las arterias, haciendo que el sistema circulatorio sea un sistema continuo.
Figura 20.2. Por lo general
los riñones del tipo metanefros tienen una típico forma de frijol, y donde se
encuentra el ombligo del frijol es donde ingresan todas las conexiones del
riñón que son de dos tipos: tejido sanguíneo y tejido renal; todos formando
conductos.
La orina es producida por el mecanismo filtrador ubicado en la
frontera del córtex y los radios medulares que no son otra cosa que los tubos
colectores. Los tubos colectores avanzan y empiezan a fusionarse unos con otros
haciéndose más grandes en el proceso. A medida que su tamaño crece se los
va denominando calix menor, luego calix mayor y finalmente la pelvis renal que
es la cámara donde se recolecta toda la orina justo en la salida del riñón. La
cámara pelviana del riñón da lugar al uréter que avanza a la vejiga natatoria
la cual sirve como una cámara de almacenamiento para la orina, la cual es
liberada directamente al medio externo sin mezclarse con los residuos fecales a
través de la uretra.
20.3 La
nefrona
El mecanismo filtrador es microscópico y también es denominado unidad urinífera. Está compuesta por una nefrona y un tubo colector. A su vez la nefrona está compuesta por un glomérulo que rodea a un capilar arterial y un asa de Henle que incrementa la eficiencia de filtración. El riñón excreta sus propios desechos nitrogenados, pero el dióxido de carbono debe ser depositado en la sangre, y para hacer esto existe un segundo sistema capilar en la cual la sangre arterial pasa a ser venosa.
Figura 20.3. Micrografias al
microscopio electrónico "izquierda" y coloreado por computadora
"centro" de un capilar glomerular.
Modelo del glomérulo “derecha” o también conocido como la punta de la
nefrona, o cápsula de Bowman.
Cabe resaltar que los riñones filtran en la parte arterial del
circuito sanguíneo, por lo que los desechos producidos en todos los tejidos
deben pasar de las venas a través del corazón y los pulmones hacia las
arterias. La razón de no filtrar en el
lado venoso del sistema circulatorio “y por ende filtrando las toxinas casi tan
pronto como son producidas” es que el lado arterial tiene mayor presión
sanguínea, y la presión facilita la recolección del plasma sanguíneo a través
del glomérulo. Posterior a la acción glomerular, la orina en desarrollo debe
pasar por el asa de Henle.
20.4 El asa de
Henle
El asa de Henle es una porción larga y en forma de U del túbulo que conduce la orina dentro de cada nefrona del riñón de reptiles, aves y mamíferos. La función principal del asa de Henle parece ser la recuperación de agua y cloruro de sodio de la orina. Esta función permite la producción de orina mucho más concentrada que la sangre, limitando la cantidad de agua necesaria como ingesta para la supervivencia. Muchas especies que viven en ambientes áridos como los desiertos tienen bucles altamente eficientes de Henle.
Figura 20.4. El largo bucle
de la nefrona de una rata canguro del desierto conserva el agua, evitando la
deshidratación.
Los mamíferos con asas de Henle
relativamente largas para su tamaño corporal tienden a tener una capacidad de
concentración urinaria mayor que el promedio, aunque las excepciones son
muchas. Existe una relación significativa entre el grosor de la médula interna
(correspondiente a la longitud de la extremidad ascendente delgada del asa de
Henle) y la capacidad de concentración, lo que implica un efecto multiplicador
de proteínas de transporte activo, lo cual le permite a roedores desérticos
tener una de las orinas más concentradas del reino animal.
21. Sistema excretor Humano
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Hemos examinado comparativamente las
estructuras renales de diferentes grupos se seres vivos, desde las células
aisladas hasta los mamíferos. Esta perspectiva ha sido realizada desde un
acercamiento de anatomía comparada. Ahora nos enfocaremos en la fisiología del
riñón humano, el cual es de hecho un riñón de mamífero. Vale la pena aclarar
que con esto no quiere darse a entender que el riñón humano sea el pico del
desarrollo de las estructuras excretoras. Probable es que muchos organismos
posean riñones más eficaces y eficientes. El objetivo de fijarnos en la
fisiología del riñón humano es que este es precisamente nuestro riñón, y
conocerlo a profundidad no tiene una importancia exclusivamente académica, es
un conocimiento muy importante para una rama de la biología aplicada llamada
medicina.
21.1 Funciones
generales de los riñones
Los riñones del ser humano poseen la estructura típica de un riñón
de mamífero, y llevan a cabo una variedad de funciones homeostáticas, es decir
que regulan el equilibrio dinámico del cuerpo humano. Los riñones sirven como
el principal mecanismo de filtración de desechos y toxinas desde la sangre y el
fluido extracelular (ECF por sus siglas en ingles). Al igual que en los
protonefridios secundarios la función renal humana consta de dos pasos, una
recolección del fluido a filtrar y una reabsorción de materiales importantes
como agua, glucosa, aminoácidos y iones salinos. Finalmente, los riñones
también poseen función endocrina al producir hormonas incluyendo el calcitriol
“forma activa de la vitamina D”, la renina, y la eritropoyetina indispensable
para la producción de nuevos glóbulos rojos.
21.3 El cortex renal
Cada riñón de un ser humano adulto pesa alrededor de 150 gramos y
su volumen es de alrededor de un puño. A pesar de este tamaño relativamente
pequeño, los riñones reciben alrededor del 20% de la sangre que proviene del
corazón.
Si el riñón humano se corta
longitudinalmente se aprecian dos regiones, una parte externa llamada córtex y
una parte interna llamada médula. El córtex posee la apariencia de una masa de
tejido rojiza y una textura granular, sin poseer fibras aparentes a simple
vista. Todos los glomérulos, nefronas y tubos colectores se encuentran en esta
zona, de forma cercana a la médula.
21.4 Médula renal
La médula posee un color más claro y posee una apariencia estriada “fibrosa” y representan tubos colectores que se han engrosado, su disposición es paralela a las asas de Henle y a los capilares no glomerulares que alimentan el tejido renal. La médula puede ser dividida en la médula externa que está más cercana al córtex y la medula interna más alejada del córtex. El tejido medular no es otra cosa que los conductos que finalmente dan lugar al uréter, es decir son tubos de recolección de orina.
Figura 21.1. Modelos del (a)
riñón, (b) la pirámide renal y (c) la nefrona.
21.5 Lóbulos
renales y calix menor
El riñón humano está organizado en una serie de lóbulos, que generalmente oscilan entre 8 y 10. Cada lóbulo consiste en tejido medular organizado de forma radial, como si fuera una pirámide cuya punta es la zona donde convergen los tubos de recolección que ya son mínimamente visibles. Adicionalmente estos túbulos están rodeados de tejido cortical. La punta de la pirámide recibe el nombre formal de papilla renal, y es el punto donde la médula renal pasa a recibir el nombre de cáliz menor.
Figura 21.2. “El ombligo del
frijol” donde se encuentra la pelvis renal es conocido como hilium y es el
orificio por donde el uréter, los vasos sanguíneos principales, los nervios y
los vasos sanguíneos linfáticos ingresan o salen del riñón.
21.6 Hilium y
caliz mayor
De forma semejante los cálices menores se unen formando un tubo
más grande llamado cáliz mayor. Los cálices mayores se unen a la altura de la
pelvis renal “el ombligo del frijol” formando el uréter. Movimientos
peristálticos permiten el movimiento de la orina desde los túbulos menores
hacia el uréter de forma gradual, de forma tal que la orina se almacena gota a
gota en el punto donde finaliza el uréter llamado vejiga.
22. Ultra-anatomía renal
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Cada riñón es alimentado y drenado por medio de una arteria
renal y una vena renal respectivamente. Cuando se estudia el sistema
circulatorio se aprende que este opera como un circuito cerrado en los seres
humanos. Este circuito tiene dos lados, uno arterial y otro venoso.
También se aprende que el lado arterial posee oxígeno y el lado venoso posee
dióxido de carbono como principales gases metabólicos y que son ellos quienes
determinan el color de los vasos sanguíneos. Ahora bien, en cuestión de otros
nutrientes la designación no va de acuerdo a estos colores, por ejemplo, muchos
nutrientes salen del hígado por medio de venas hepáticas.
En cuanto a los productos de desecho estos generalmente se
descargan en el lado venoso del circuito sanguíneo, por lo que cabría esperarse
que la filtración de toxinas se diera justo en el momento en que todas las
venas se unen antes de llegar al corazón. Pero esto no se da así, los riñones
están ubicados para filtrar en el lado arterial, lo que implica que las toxinas
le dan la vuelta al circuito pasando por el corazón y los pulmones, y la razón
de esto es fisiológica. Aunque se amplificará en esto en artículos posteriores,
la respuesta a esto es la presión, las arterias poseen mayor presión y eso
afecta la eficiencia de filtración.
22.1 De los
grandes vasos sanguíneos renales al glomérulo
La sangre que ingresa al riñón es arterial, pero la liberada es
venosa, esto implica que, a pesar de ser un órgano de excreción, no lo puede
excretar todo, aunque volveremos sobre este problema más tarde. Al ingresar la
arteria renal se divide en dos arterias, la arteria renal anterior y la arteria
renal posterior. Cada una de ellas a su vez se subdivide en 5 arterias
segmentales. Cada arteria segmental se divide a su vez en arterias interlobares
que pasan a través del córtex entre los lóbulos renales. En la frontera entre
el córtex y la medula, las arterias interlobares se dividen en arterias
arqueadas, las cuales a su vez forman arterias corticales más pequeñas que
pasan a través del cortex hacia la superficie del riñón. Posteriormente
arteriolas corticales se forman a partir de las arterias corticales. Y
finalmente cada arteriola cortical forma un único glomérulo, que no es otra
cosa que varios vasos capilares enrollados en forma de pelota rodeados por el
tejido renal de la nefrona.
22.2 De los
glomérulos a los capilares secundarios renales, capilares del córtex
Los capilares glomerulares no pierden demasiado oxígeno, por lo que cuando se vuelven a fusionar para formar el vaso de salida “vaso eferente” este sigue siendo un vaso arterial. Es por esto que en la anatomía de los glomérulos se habla de una arteriola que ingresa, formalmente denominada arteriola aferente; y una arteriola que sale, formalmente llamada arteriola eferente Sin embargo la arteriola aún tiene una segunda función que realizar. Cuando se transformó en glomérulo esta ejecuta su función de excreción desplazando toxinas y otras sustancias hacia el tejido renal a través de la cápsula de Bowman (glomérulo).
Figura 22.1. Modelo de los
capilares peritubulares y Vasa recta que rodea al asa de Henle.
Sin embargo, en términos coloquiales el tejido renal también “come
y respira”, el tejido renal requiere de grandes cantidades de energía y por lo
tanto también genera desechos. Es altamente probable que los desechos
nitrogenados y las toxinas sean ingresadas al tejido de filtración en el mismo
riñón y no sean depositados a la sangre. Sin embargo, existe una molécula de
desecho que el riñón no puede excretar y es el dióxido de carbono. Las
arteriolas que salen de los glomérulos forman otras redes capilares secundarias
con un funcionamiento más clásico, proporcionando nutrientes y oxígeno al
tejido renal y recolectando el dióxido de carbono. Estos capilares secundarios
se denominan capilares peritubulares y se ubican rodeando a los riñones.
22.3 De los
glomérulos a los capilares secundarios renales, capilares de la médula
El tejido de la médula también requiere nutrientes y realizar intercambio de gases, por lo que también requiere de un suministro de capilares no glomerulares. Esta tercera red capilar emerge de los capilares peritubulares. Se diferencian de los anteriores en el sentido de que forman vasos alargados que penetran en el tejido medular suministrando nutrientes y recolectando el dióxido de carbono. Debido a que estos vasos capilares son alargados y rectos reciben el nombre formal latino de Vasa Recta.
Figura 22.2. Modelo de la
médula renal, A la izquierda los vasos capilares arteriales, los peritubulares
están en el cortex, mientras la vasa recta de incrustan en la médula.
Algunos vasa recta penetran profundamente en el tejido medular,
mientras que otros permanecen en la región intermedia dividiéndose
formando una red capilar clásica. Evidentemente todos los capilares se
transforman en capilares venosos. Los capilares vasa recta son todos rectos,
sin importar si vienen desde lo profundo de la medula o de la región intermedia
recolectando el dióxido de carbono. Una vez en este punto los capilares venosos
se fusionan para formar vénulas y así sucesivamente hasta forman la vena real
que sale del riñón por el hilium.
22.4 Y ¿qué
desechan los riñones?
En resumen, los riñones deben hacer intercambio de sustancias,
pero como son ellos, los riñones, pueden hacerse cargo de sus propias toxinas y
desechos nitrogenados. El dióxido de carbono es sin embargo imposible de
excretar por ellos mismos, así que es depositado en los capilares peritubulares
y los vasa recta para que salgan por medio de la vena renal hacia los pulmones.
Una vez allí el dióxido de carbono es excretado. El dióxido de
carbono se considera como material de excreción debido a que esta molécula es
producida al interior de las células como desecho normal de sus procesos
metabólicos.
22.5 Tejido ne rvioso renal
Los riñones también poseen una rica inervación de tejido nervioso,
específicamente de fibras nerviosas del sistema simpático. Estas fibras
provienen de los nervios torácicos espinales X, XI y XII del nervio
lumbar espinal I. La estimulación de las fibras simpáticas causa constricción
de los vasos sanguíneos renales y disminuyen el flujo sanguíneo renal “RBF por
sus siglas en inglés” Las fibras del sistema nervioso simpático también se
conectan con el tejido tubular y pueden causar un incremento en la reabsorción
del ion sodio (I).
Adicionalmente la estimulación de los nervios simpáticos
incrementa la secreción de renina por parte de los riñones. Los riñones
también poseen fibras nerviosas sensoriales que pueden ser afectadas por
estímulos mecánicos o por la acción de varios químicos en el parénquima renal.
El riñón también posee una rica red de sistema circulatorio linfático, aunque
poco es conocido sobre sus funciones, puede presumirse que se trata del sistema
de defensa de los riñones dado que el sistema linfático hace parte del sistema
inmune.
22.6 Funciones
homeostátocas del riñón
Los riñones son órganos responsables por muchas funciones
homeopáticas en el cuerpo humano.
👉 Los riñones regulan la presión
osmótica de los fluidos
corporales mediante la producción de orina diluida o concentrada, esto impide
que las células exploten o de arruguen como uvas pasas, especialmente las del
tejido nervioso.
👉 Conectado con la anterior, los riñones regulan las concentraciones de numerosos iones en el plasma sanguíneo
como el sodio I, el potasio I, el magnesio II, el cloro I, los iones del ácido
carbónico “ion carbonato II, y el ion bicarbonato I”, el ion sulfato y el ion fosfato.
👉 Juegan un rol esencial en el balance ácido base mediante la eliminación de iones hidrogeniones cuando hay
exceso de ácido carbónico en la sangre.
👉 Los riñones regulan el volumen
de fluido de la matriz extracelular controlando las concentraciones de agua y ion sodio I
reabsorbidos.
👉 Los riñones ayudan a mantener la presión
arterial ajustando la
concentración del ion sodio I o mediante la producción de hormonas como la
renina.
👉 Los riñones eliminan productos
de desecho del metabolismo
incluyendo urea ácido úrico “producido por el metabolismo de las purinas” y
creatinina “producto de desecho del metabolismo muscular”.
👉 Filtran muchas
drogas como la penicilina o toxinas
foráneas, función compartida con el hígado.
👉 Los riñones poseen función de órgano endocrino, produciendo numerosas hormonas como la renina y la
eritropoyetina, esta última necesaria para la correcta producción de glóbulos
rojos de la sangre desde los órganos eritropoyéticos como los huesos largos.
👉 Degradan varias
hormonas de base polipeptídica
incluyendo la insulina, el glucagón y la hormona paratiroides. De esta forma
regulan la capacidad metabólica de la glucosa por parte de la sangre y otros
tejidos.
👉 Sintetizan amoniaco, la cual si bien es
un producto de desecho es necesaria en bajas cantidades para mantener el
equilibrio ácido base. El amoniaco es una base y regula el ácido carbónico de
forma tal que el pH sanguíneo se neutraliza.
23. La nefrona
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Figura 23.1. Partes
de la nefrona humana.
La nefrona es la unidad funcional del riñón y consta de varias
secciones que ya han sido nombradas en sus detalles anatómicos cuando se
estudió en riñón de los mamíferos. En resumen podemos enumerar brevemente las
siguientes partes:
👉 Glomérulo y capsula
de Bowman: función vital de recolectar plasma para filtrar.
👉 Túbulo contorneado
próximo: primera fase de reabsorción.
👉 Asa de Henle: segunda fase de
reabsorción.
👉 Túbulo contorneado
distal:
tercera fase de reabsorción.
👉 Túbulo colector: recolección de
orina y cuarta fase de reabsorción.
Básicamente es el mismo proceso que ya estudiamos en la excreción
de las aves, solo que el producto nitrogenado de desecho es la menos eficiente urea.
23.1 Tipos de
nefronas en el riñón humano
Existente res grupos de nefronas distinguidas en base a la
localización de sus glomérulos en el córtex:
👉 Nefronas con glomérulos superficiales.
👉 Nefronas con glomérulos midcorticales “en medio”.
👉 Nefronas con glomérulos juxtamedulares “junto a la medula, en la
profundidad”
Las nefronas juxtamedulares representan solo 1/8 del total de
nefronas del riñón. Debido a su posición, las nefronas juxtamedulares difieren
de las otras nefronas en que poseen asas de Henle más largas, un contenido de
renina más bajo, diferente permeabilidad tubular lo cual afecta la capacidad de
reabsorción, entre otras.
23.2 Aparato
juxtaglomerular
Es el aparato que rodea al glomérulo en la cápsula de Bowman y sus alrededores. Por lo general se señala dos estructuras, la macula densa y las células granulares. La macula densa es un punto denso en el vértice de la arteriola que ingresa a la cápsula para formar el glomérulo.
Figura 23.2. Modelo del
aparato juxtaglomerular.
Consiste en células epiteliales tubulares. Su función es responder
ante la composición Esta región funciona como osmoreceptor sensible a la
cantidad de sodio filtrada en el glomérulo y actúa liberando adenosina e
inhibiendo la secreción de renina en el aparato. Se forma a partir de la
sección gruesa del asa de Henle. Las células granulosas también denominadas
células juxtaglomerulares son tejido vascular modificado “tejido muscular liso
modificado”, localizado principalmente en la sección que ingresa “aferente” de
la arteriola al glomérulo. Estas células sintetizan renina, una enzima
proteolítica.
23.3 Formación
de la orina
La formación de la orina involucra tres procesos: (1) filtración
en el glomérulo; (2) reabsorción tubular; (3) secreción tubular.
La filtración glomerular involucra la interacción entre el capilar
sanguíneo y el glomérulo, proceso que involucra un ultrafiltrado del plasma
sanguíneo. En ese punto se emplea el proceso de transporte activo a través de
membrana, proteínas del capilar capturan específicamente los iones y sustancias
de desecho y las trasladan a la fuerza hacia el glomérulo. Evidentemente e
proceso cuesta energía y será más costoso en la medida que el plasma carga más
desechos. El filtrado que es una mezcla de agua, desechos, iones y fármacos
ingresa al espacio urinario de la capsula de Bowman y fluye a través del lumen
tubular. Es te primer proceso no es perfecto, el proceso es por decirlo
demasiado eficiente y filtra no solo lo necesario, por lo que este primer
fluido porta azucares, así como iones salinos que pueden ser reciclados. Por
esta razón la superficie endotelial del tubo debe garantizar que no se pierdan
estas sustancias de forma errónea.
La reabsorción tubular involucra el transporte de sustancias hacia
los tubos colectores de orina vigilando que se de una adecuada separación de
los desechos o excesos de los nutrientes que pueden recuperarse. Las sustancias
se recuperan por los mismos procesos, un transporte activo a través de membrana
que reabsorbe sustancias desde el lumen urinario hacia capilares sanguíneos.
Algunas sustancias que se reabsorben típicamente son los iones: sodio(1+),
potasio(1+), calcio(2+), magnesio(2+), cloro(1-), bicarbonato y fosfato; así
como glucosa, aminoácidos y agua. Nuevamente, el proceso es tan eficiente que
se alcanzan a recuperar productos de desecho como urea y ácido urico, aunque
sus cantidades no son significativas normalmente.
La secreción tubular involucra el transporte de sustancias hacia
los tubos colectores de orina. Por ejemplo, muchos aniones y cationes hacia el
lumen urinario. En resumen los procesos son, filtrado que va de la sangre a las
células intersticiales del capilar sanguíneo y del glomérulo, estas células no
se llenan sino que realizan la secreción tubular hacia el lumen urinario y
finalmente se da la reabsorción tubular que recupera los excesos y concentra la
orina.
La filtración glomerular es un proceso que no es tan selectivo
como se esperaría debido a que traslada tanto desechos como nutrientes –algo
semejante a lo que sucede con el sudor. En contraste el transporte tubular es
selectivo; diferentes sustancias son trasladadas por mecanismos diferentes.
Algunas sustancias son reabsorbidas, otras so secretadas y otras dependerán del
equilibrio osmótico. Para la mayoría, la cantidad de sustancia excretada en la
orina dependerá principalmente de la magnitud del flujo de sustancias en el
túbulo. El transporte de varios solutos y del agua difiere incluso entre los
segmentos de una misma nefrona.
Cuando el fluido llega al asa de Henle se da el proceso de
concentración, los solutos fluyen pero el agua no debido a que ese segmento
carece de acuaporinas, proteínas especializadas en el transporte del agua. La
concentración de solutos de la orina no es constante, toda la longitud de la
nefrona puede regularse dependiendo de los requisitos osmóticos de la sangre,
de forma tal que la orina puede ser hiposmótica o hiperosmótica con respecto al
plasma sanguíneo dependiendo de las condiciones y requerimientos dinámicos del
animal.
23.4 Hormonas
y función renal
Nuestra salud depende del mantenimiento de la homeostasis
osmótica, es decir de mantener equilibrios dinámicos de agua e iones salinos. Y
esto, como hemos visto es el objeto principal de los riñones. Esta labor es todo
un desafío debido a que las actividades del animal crea fluctuaciones en esas
concentraciones, por no mencionar las fluctuaciones medioambientales. Por
ejemplo, en un día caliente o después de hacer ejercicio podemos perder grandes
cantidades de agua y iones a través de la transpiración. En contraste, el
consumo de alimentos puede aumentar la concentración de sales. Los riñones
deben enfrentarse a estos cambios y ajustarse a las concentraciones cambiantes
de solutos para que la orina equilibre la homeostasis osmótica del plasma.
Para ayudar a la función renal, la concentración de los solutos es
regulada por tres hormonas: ADH, aldosterona y péptido atrial natriuretico. La
hormona antidiurética o ADN por sus siglas en inglés es segregada por el
hipotálamo y viaja por el sistema porta a la pituitarua. Esta hormona regula
las cantidades de agua que se pierden o se reabsorben en las nefronas
dependiendo de la concentración de solutos en el fluido cerebral. Si el
fluido alrededor del hipotálamo se satura con iones, este segrega ADH la cual
ordena a las nefronas la reabsorción del agua, por el contrario, si el fluido
alrededor del hipotálamo se diluye este retiene la ADH y las nefronas permiten
una mayor pérdida de agua.
El hipotálamo y la ADH también regulan la sensación de la sed,
cuando el hipotálamo se satura con iones se crea la sensación de sed debido a
procesos neuronales mediados por la ADH. No todos los fluidos que bebemos
sirven para disminuir la concentración iónica, por ejemplo el alcohol en un día
caluroso crea lo opuesto, aumenta la sensación de sed debido a que es una
sustancia diurética. Los diuréticos son sustancias que promueven la perdida de
agua acelerando la producción de orina. La aldosterona es una hormona segregada
por el córtex adrenal. Esta se encarga de regular el sodio(1+) uno de los
principales iones salinos del plasma por medio de la nefrona. La aldosterona le
ordena al epitelio túbulos a segregar la bomba de sodio y potasio, entre más
bombas trabajando, mayor será la eficiencia de la reabsorción. La reabsorción
del sodio es importante debido a que el agua sigue al sodio por mera
osmosis.
Si se separa el sodio del agua concentrándola a un lado de la
membrana no se demora mucho a que se genere presión osmótica creando un flujo
neto de agua hacia el lado donde hay más sodio. La producción de aldosterona es
un proceso complejo de retroalimentación que depende de la presión de la sangre
que ingresa al glomérulo, a mayor presión se genera una cascada de reacciones
enzimáticas que inicia en el riñón, pasa al hígado y llega al cerebro. La
hormona final que influencia la función renal es el péptido natriuretico atrial
o ANP por sus siglas en ingles. A diferencia de las otras dos hormonas, la ANP
es producida por el atrio derecho del corazón. Si el corazón registra un
aumento sostenido de la presión sanguínea dará la orden se sacar agua del
cuerpo para disminuir la presión sanguínea y viceversa mediante la producción
de la ANP.
23.5 Eritrocitos
y vitamina D
Los riñones tienen dos funciones adicionales que son importantes
para el mantenimiento de la homeostasis, pero que no están directamente
relacionados con la producción de orina. Los riñones producen eritropoyetina,
una hormona que viaja a través del tuétano óseo, donde estimula la
eritropoyesis, es decir la formación de glóbulos rojos. En segunda instancia,
los riñones tienen un efecto en la vitamina D. La vitamina D es una sustancia
provista por algunos alimentos en nuestra dieta o puede ser producida por la
piel expuesta a la luz solar.
Sin embargo esta forma de la vitamina D es inactiva, y debe
atravesar el riñón para modificar su estructura a calcitrol, la cual es su
forma activa, la cual es importante en la absorción de calcio y fosfato para
formar hidroxiapatita en los huesos.
23.6 Orinar
Es el proceso en el cual la orina recolectada en la vejiga sale del cuerpo, completando de esta forma la mayoría de la función de excreción de los mamíferos. Este proceso involucra procesos voluntarios e involuntarios. El riñón produce orina de forma rítmica, como si fuera un reloj. Gota a gota se va formando en el canal de recolección principal llamado uréter, los cuales la conducen a la vejiga urinaria donde se almacena temporalmente.
Figura 23.3. Sistema
excretor humano.
Cuando se almacena al menos 200ml de orina se activan receptores
neuronales en la parte baja de la médula espinal, esto conlleva a la generación
del estímulo involuntario, en este punto el individuo se hace consiente, pero
la liberación última depende del esfínter urinario que es regulado
voluntariamente.
24. Osmoreguladores especiales en los mamíferos
Normalmente cuando
discutimos el sistema excretor nos enfocamos únicamente en el modelo del ser
humano, sin embargo existen mamíferos que tienen modos de vida especialmente
adaptados a entornos donde la osmorregulación es complicada. dichos ambientes
pueden clasificarse en 2 tipos muy extremos, los ambientes marinos que son
altamente hipertónicos, y los desiertos.
24.1 Ratas
canguro
La pérdida de agua varía mucho,
dependiendo de la actividad, el estado fisiológico y la temperatura ambiental.
Se pierde agua en la orina y las heces, en la evaporación de las glándulas
sudoríparas y las superficies respiratorias, y durante la lactancia. Los
mamíferos en ambientes muy secos tienen muchos mecanismos conductuales y
fisiológicos para reducir la pérdida de agua. La rata canguro, llamada así por
su hábito de saltar sobre grandes patas traseras, es capaz de conservar el agua
en extremo. Es originaria de los desiertos del suroeste de los Estados Unidos y
México, y sobrevive sin beber agua.
Figura 24.1. Dipodomys
es un género de roedores castorimorfos de la familia Heteromyidae
conocidos vulgarmente como ratas canguro. Son pequeños roedores nativos de
Norteamérica. El nombre deriva de su forma bípeda, saltan como pequeños
canguros. Sin embargo, las ratas canguro y los canguros solo están lejanamente
emparentados. Se conocen 22 especies. Su tamaño varía de 10 a 20 cm, con una
cola de tamaño igual o ligeramente más larga; el peso puede ser entre 35 y 180
gramos. La característica más distintiva de las ratas canguro son sus muy
largas patas traseras.
Sus heces son casi secas y sus hábitos
nocturnos reducen la pérdida de agua por evaporación. La condensación a medida
que el aire caliente en las vías respiratorias se encuentra con las vías
nasales más frías minimiza la pérdida de agua respiratoria. Una dieta baja en
proteínas, que reduce la producción de urea, minimiza la pérdida de agua
excretora. Las semillas casi secas que come la rata canguro son fuentes ricas
en carbohidratos y grasas. La oxidación metabólica de los carbohidratos produce
agua como subproducto.
24.2 Camellos
Los camellos adaptados al desierto han
desarrollado adaptaciones fisiológicas que reducen la cantidad de agua perdida
o pueden tolerar cantidades significativas de pérdida de agua. Cuando el
forraje verde está disponible en climas templados, el camello puede pasar
varios meses sin beber. Durante el invierno y las estaciones frías del año, los
camellos pueden pasar meses sin agua. Ni siquiera beben cuando les ofrecen
agua. En condiciones de mucho calor, puede beber solo cada ocho a diez días y
perder hasta el 30 por ciento de su peso corporal por deshidratación. Cuando la
temperatura media alcanza los 30-35 ° C, los camellos pueden pasar 10-15 días
sin agua, pero cuando la temperatura excede los 40 ° C, se necesitan períodos
más cortos entre riegos (Gebreyohanes & Assen, 2017).
Los tractos digestivos y urinarios están
bien especializados en la conservación del agua. El ganado pierde de 20 a 40
litros de líquido diariamente a través de las heces, mientras que los camellos
pierden solo 1.3 litros. Este es uno de los principales métodos para resistir
la privación de agua en el desierto. El líquido se absorbe en la parte final de
los intestinos, donde se producen las pequeñas bolas fecales (Gebreyohanes & Assen, 2017).