Menú de Química

Buscar este blog

Translate

jueves, 10 de julio de 2025

Secciones 8.26 hasta 8.31

(Actividad 8.26.) Dentro del linaje de los diápsidos —reptiles que originalmente presentan dos aberturas temporales en el cráneo— no todos pertenecen al grupo de los escamosos (lagartos y serpientes). Algunos linajes siguieron caminos evolutivos completamente distintos, desarrollando adaptaciones al medio acuático. Uno de los casos más sorprendentes es el de los ictiosaurios, un grupo de reptiles marinos que protagonizaron una transformación morfológica profunda, pasando de formas similares a lagartos elongados (Utatsusaurus) a cuerpos altamente hidrodinámicos, comparables a los delfines. Esta evolución convergente —es decir, el desarrollo de estructuras similares en grupos no emparentados— puede rastrearse a través de fósiles intermedios como Mixosaurus, Stenopterygius y Temnodontosaurus, que muestran un perfeccionamiento gradual de la forma natatoria: hocico prolongado, aletas desarrolladas y cola con forma de medialuna.

Uno de los cambios anatómicos más llamativos ocurrió en el cráneo. Las fenestras típicas de los diápsidos se redujeron o fusionaron, mientras que las órbitas oculares aumentaron de tamaño hasta volverse gigantescas. En especies como Ophthalmosaurus, el ojo era tan grande que incluía un anillo esclerótico óseo para sostenerlo bajo la presión del agua, alcanzando un tamaño de más de 20 cm de diámetro. Este rasgo convierte a los ictiosaurios en los vertebrados con la mayor proporción entre ojo y cerebro conocida, lo que sugiere una dependencia extrema de la visión para la caza. Esto indica que eran probablemente depredadores visuales activos en aguas someras y luminosas, cazando durante el día con una percepción visual aguda, adaptada al entorno marino costero.

Además de sus similitudes externas con los delfines, los ictiosaurios también convergieron en su forma de reproducción: a diferencia de la mayoría de los reptiles, eran vivíparos, es decir, daban a luz crías vivas directamente en el agua. Este rasgo ha sido confirmado por fósiles excepcionales que conservan embriones en posición intrauterina o en proceso de nacimiento. Así, los ictiosaurios combinaban un cuerpo aerodinámico, sentidos altamente desarrollados y una estrategia reproductiva interna, todo lo cual los posiciona como uno de los casos más claros y completos de convergencia evolutiva entre reptiles y mamíferos marinos. Su historia ilustra de manera impresionante cómo la selección natural puede moldear respuestas similares a partir de linajes totalmente distintos.

(Actividad 8.27.)

Ophthalmosaurus - Wikipedia, la enciclopedia libre

(Actividad 8.28.) Los pliosaurios de cuello corto fueron algunos de los reptiles marinos más imponentes del Mesozoico. Su cráneo es uno de los más claramente diápsidos conocidos, con grandes aberturas temporales y una mordida poderosa. Aunque a simple vista pueden parecer más impresionantes que los mosasaurios, su reinado fue más limitado. Los mosasaurios, que evolucionaron más tarde —a finales del Cretácico—, los desplazaron competitivamente, como lo demuestra el registro fósil, en el que los restos de pliosaurios se vuelven escasos justo cuando los mosasaurios comienzan a dominar los mares. Esta sustitución ecológica muestra cómo la presión evolutiva y los cambios ambientales favorecieron a los nuevos depredadores más especializados.

El grupo de los pliosaurios tiene una importancia especial en Colombia, ya que en la región de Villa de Leyva se han encontrado fósiles de un gran pliosaurio de cuello corto, el Kronosaurus boyacensis. Este hallazgo, aunque sorprendente por estar en una región andina actual, se explica por el hecho de que durante el Cretácico Inferior el mar cubría una gran parte del territorio colombiano. La línea costera llegaba hasta los actuales Llanos Orientales, extendiéndose entre lo que hoy es Colombia y Venezuela. Por tanto, los pliosaurios habitaron un mar poco profundo y cálido que cubría el centro del país, dejando abundante evidencia fósil en los depósitos marinos de esa época.

A pesar de que los pliosaurios y los mosasaurios compartieron un hábitat marino y algunas similitudes superficiales, como sus formas hidrodinámicas y su gran tamaño, presentaban diferencias anatómicas notables. Los pliosaurios tenían cuerpos más robustos, con aletas delanteras desproporcionadamente grandes y una cola corta, lo que sugiere un estilo de natación más por impulso. En contraste, los mosasaurios poseían cuerpos más serpentiformes, con colas largas en forma de paleta y movimientos ondulatorios similares a los de los dragones marinos. Esta diferencia en la morfología refleja también una estrategia locomotora divergente, en la que los mosasaurios se adaptaron mejor a la persecución activa de presas en mares abiertos, lo que pudo haber sido clave para su éxito evolutivo.

(Actividad 8.29.)

Monquirasaurus | Prehistoria Fandom | Fandom

(Actividad 8.30.) Los pliosaurios de cuello largo (plesiosaurios), a diferencia de sus parientes de cuello corto, desarrollaron una morfología especializada para un estilo de caza más sigiloso. Su cráneo, aunque derivado de antecesores diápsidos, muestra una apariencia peculiar: la fenestra temporal inferior parece estar ausente o muy reducida, mientras que la superior es amplia y bien definida. Esta condición ha sido interpretada como una especie de sínapsido convergente, pues da la impresión de tener una sola abertura en el cráneo, similar a la de los mamíferos, aunque su origen evolutivo sea diferente. A pesar de esta solidez craneal, poseían dientes largos, cónicos y entrelazados, diseñados para capturar presas pequeñas como peces y cefalópodos.

El rasgo más distintivo de este grupo es su cuello extremadamente largo, formado por decenas de vértebras cervicales (hasta 70 en algunos géneros como Elasmosaurus), lo que les daba un alcance excepcional sin necesidad de mover el cuerpo entero. Se ha propuesto que esta adaptación les permitía introducir lentamente la cabeza dentro de bancos de peces o cardúmenes, sin espantarlos con su volumen corporal. También pudo ser útil para explorar cavidades en el fondo marino o entre arrecifes. Este estilo de caza, basado en el sigilo y la precisión, contrasta con la estrategia de fuerza bruta de otros reptiles marinos.

Aunque compartían con sus parientes una silueta hidrodinámica y cuatro aletas transformadas en remos, los plesiosaurios de cuello largo tenían un cuerpo compacto, una cola corta y rígida, y un estilo de natación basado en el vuelo subacuático. Esta forma de desplazamiento, similar al batido de alas, les daba gran maniobrabilidad en aguas someras. Si bien eran menos veloces en mar abierto, su combinación de alcance cervical, agudeza visual y capacidad de giro les permitió ocupar un nicho ecológico estable durante más de 80 millones de años, coexistiendo con pliosaurios, ictiosaurios, tiburones y, más tarde, mosasaurios.

.

(Actividad 8.31.)

Elasmosaurus Facts, Adaptation, Classification and Species

Elasmosaur - Encyclopedia of Alabama