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jueves, 10 de julio de 2025

Secciones 8.20 hasta 8.25

(Actividad 8.20.) Dentro de los escamados, las serpientes son, sin duda, el grupo que exhibe la mayor kinesis craneana. Su cráneo diápsido ha evolucionado para poseer un número extraordinario de articulaciones móviles entre sus huesos, permitiendo una flexibilidad asombrosa que les faculta para engullir presas mucho más grandes que sus propias cabezas. En serpientes, incluso los huesos de la mandíbula superior (como el maxilar y el palatino) tienen cierto grado de movilidad independiente, y la mandíbula inferior, a menudo, no está fusionada en el mentón, lo que permite que cada lado se mueva por separado. Esta hiperkinesis, que incluye la movilidad de un hueso en la región de las "mejillas" (como el hueso cuadrado o el pterigoideo) que "sobresale" o se articula de una manera que amplía la abertura bucal, es fundamental para su estrategia de alimentación de tragar presas enteras, adaptándose a dietas diversas.

El concepto popular de que las serpientes "dislocan" su mandíbula para tragar presas grandes es un malentendido. En realidad, las serpientes no tienen una mandíbula localizada única y rígida como la mayoría de los vertebrados. En su lugar, cada lado de la mandíbula inferior es independiente, no está fusionado en el mentón. En una posición de descanso, la mandíbula parece normal, pero cada lado puede moverse de forma separada, casi como si fuera un brazo independiente. Las serpientes alternan el movimiento lateral de cada lado de la mandíbula inferior, "caminando" sobre la presa. Este movimiento les permite abrir la boca varias veces de forma secuencial y progresiva, tragando el alimento. Esta capacidad de movimiento independiente de cada lado de la mandíbula y la asombrosa flexibilidad de los huesos del cráneo en general son la razón por la que se dice que su kinesis craneana es extrema, permitiéndoles engullir presas que son significativamente más grandes que sus cabezas.

Los dientes de las serpientes también varían enormemente, especialmente en relación con la producción y entrega de veneno. Las serpientes no venenosas suelen tener dientes sólidos, pequeños y curvados hacia atrás, diseñados para sujetar a la presa y ayudar a su progresión por el esófago.

(Actividad 8.21.)

Emerald Tree Boa Skull

Boa Constrictor (Boa constrictor) Guia – AnimalXop

(Actividad 8.22.)

Sin embargo, algunas serpientes venenosas tienen una morfología de cabeza que puede no ser distintivamente triangular como la de las víboras avanzadas, lo que resalta la amplia diversidad y la imprudencia de fiarse solo de la forma de la cabeza para identificar una serpiente venenosa. Evolutivamente, la administración del veneno muestra una gradación: las más ancestrales serpientes venenosas simplemente poseen saliva modificada que "enjuaga" el colmillo con veneno al morder (ej. algunas culebras opistoglifas como la culebra bastarda, Malpolon monspessulanus).

En una etapa intermedia, encontramos serpientes donde el colmillo tiene un surco incompleto a lo largo del cual fluye el veneno por capilaridad (ej. algunas especies de cobras o mambas, aunque estas ya son más avanzadas). Y solo las víboras más avanzadas (ej. cascabeles como Crotalus durissus, o víboras europeas como Vipera aspis) y algunas elápidas (ej. mambas, Dendroaspis spp.) poseen colmillos especializados y huecos que funcionan como jeringas hipodérmicas, inyectando el veneno de forma eficiente y rápida. Esta especialización de los colmillos se correlaciona con la sofisticación del veneno. Los venenos más primitivos tienden a ser predominantemente citotóxicos, heredando la capacidad de la saliva para digerir tejidos, causando necrosis y daño local. En contraste, las víboras avanzadas y muchas elápidas han desarrollado neurotoxinas potentes que actúan sobre el sistema nervioso, paralizando el corazón y el cerebro de la presa, lo que permite una inmovilización rápida y eficiente.

(Actividad 8.23.)

Crotalus horridus skull | Timber rattlesnake skull. | Flickr

(Actividad 8.24.) Dentro del diverso grupo de los escamados, la historia fósil nos revela formas verdaderamente espectaculares y, a menudo, sorprendentes. El más impresionante de todos ellos es, sin duda, el grupo de los mosasaurios. Estos gigantescos reptiles marinos del Cretácico, que dominaron los océanos después de la extinción de los ictiosaurios, alcanzaban tamaños colosales y poseían una morfología adaptada a la vida acuática depredadora. Su cráneo, aunque masivo y robusto, es estructuralmente semejante al de un lagarto monitor moderno, exhibiendo un alto grado de kinesis craneana, una característica distintiva de los escamados. Esta similitud resalta su cercanía filogenética con lagartos terrestres actuales.

Sin embargo, lo que hacía a los mosasaurios particularmente temibles era una característica única en su mandíbula. Poseían una especie de "segunda mandíbula" interna o un complejo sistema de dientes y huesos en el paladar altamente articulados, que les permitía un agarre excepcional y un movimiento de tracción de la presa hacia la garganta una vez que la boca inicial la había sujetado. Esta configuración, que recuerda inquietantemente a la mandíbula faryngeal del xenomorfo de la película Alien, les proporcionaba una capacidad de prensión y deglución asombrosa para sus presas resbaladizas y a menudo grandes. Era una adaptación de la kinesis craneana llevada al extremo, permitiéndoles manipular y tragar presas enteras con gran eficiencia.

La funcionalidad de esta "segunda mandíbula" ha sido objeto de fascinantes estudios científicos. Investigaciones modernas han incluido experimentos con cráneos metálicos que simulan la acción precisa de estas dos "mandíbulas" (la principal y la interna/palatina) en el laboratorio. Estos estudios, realizados por grupos de investigación especializados en biomecánica y paleontología, han permitido comprender con mayor detalle cómo estos depredadores acuáticos lograban su formidable potencia de mordida y su eficiente deglución, revelando la sofisticación de sus adaptaciones craneales y musculares, que son una manifestación extrema de la kinesis de los escamados.

(Actividad 8.25.)

Fossilguy.com: Mosasaur Facts and Information - The Great Marine Reptiles  of the Cretaceous