La eutrofización es un proceso de enriquecimiento excesivo de nutrientes, especialmente nitrógeno y fósforo, en cuerpos de agua como lagos, ríos y océanos. Este fenómeno es principalmente causado por la contaminación debido a actividades humanas, como el uso excesivo de fertilizantes agrícolas, el vertido de aguas residuales urbanas y la liberación de detergentes que contienen altos niveles de nutrientes. Estos nutrientes, principalmente nitratos y fosfatos, actúan como fertilizantes en el agua, estimulando el crecimiento desmesurado de algas y plantas acuáticas.
El aumento de algas en la superficie del agua bloquea la luz solar, lo que afecta a las plantas acuáticas subterráneas y altera el equilibrio de oxígeno en el agua. A medida que las algas mueren y se descomponen, el proceso de descomposición consume oxígeno, lo que puede provocar zonas muertas, áreas con niveles de oxígeno tan bajos que no permiten la supervivencia de especies acuáticas. Esto afecta negativamente la biodiversidad, matando peces y otros organismos acuáticos.
Además de su impacto ambiental, la eutrofización también tiene consecuencias económicas. Las zonas afectadas por la proliferación de algas pueden volverse impracticables para la pesca, el turismo y el suministro de agua potable. En algunos casos, las algas pueden producir toxinas que son perjudiciales para la salud humana y animal.
La eutrofización es un problema creciente en muchas partes del mundo, incluyendo Colombia, donde el uso intensivo de fertilizantes en la agricultura ha contribuido a la contaminación de ríos y lagos. Controlar este proceso requiere una gestión adecuada de los nutrientes y la reducción de la contaminación por desechos industriales y urbanos.
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