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martes, 19 de agosto de 2025

Secciones 10.1 a 10.6

(Actividad 10.1.) Cráneos en las aves
Hablar de aves no implica un “salto” evolutivo repentino, sino una transición gradual. De hecho, es difícil trazar la línea exacta de cuándo dejamos de hablar de un dinosaurio paraviano y pasamos a hablar de un ave. Por eso, en este curso preferimos usar el término avialanos, que incluye a todos los dinosaurios comprendidos entre Archaeopteryx lithographica y el gorrión común (Passer domesticus), junto con todo lo que se encuentre en ese camino evolutivo.

El famoso Archaeopteryx es considerado la “primera ave” no porque sea el verdadero origen, sino porque fue el primer dinosaurio con plumas reconocibles descubierto por la ciencia. Tenía el tamaño aproximado de un cuervo, un esqueleto típico de dinosaurio pero cubierto de plumas de vuelo, y gracias al estudio de sus melanosomas sabemos que su coloración era probablemente negra con reflejos metálicos. Además, conservaba características de sus parientes paravianos, como el segundo dedo del pie hiperextensible, lo que lo conecta con depredadores icónicos como Troodon, Deinonychus o Velociraptor, aunque con un cuerpo más grácil y adaptado al planeo y posiblemente al vuelo.

(Actividad 10.2.a)

New observations on the skull of Archaeopteryx | PalZ

(Actividad 10.2.b)

Archaeopteryx lithographica by sphenaphinae on DeviantArt

(Actividad 10.3.) Sapeornis es otra ave primitiva muy importante dentro de los avialanos. Aunque su cráneo resulta un poco extraño, todavía conserva rasgos reconocibles de un dinosaurio, como la presencia de fenestras (aberturas en los huesos de la cabeza). Sin embargo, en el resto de su esqueleto ya vemos cambios mucho más avanzados: su cola ósea comienza a reducirse y los huesos terminales empiezan a fusionarse en el pigóstilo, una característica típica de las aves modernas.

Su especie tipo es Sapeornis chaoyangensis, del Cretácico temprano de China. Medía cerca de 30 a 35 cm de largo y probablemente pesaba entre 300 y 400 gramos, un tamaño comparable al de una paloma grande. Sus alas eran ya plenamente funcionales para el vuelo, aunque seguramente no tan potentes como las de las aves actuales. Este animal representa un paso evolutivo clave: mantiene el “cabezal de dinosaurio” con fenestras, pero un cuerpo que ya se acerca mucho más al diseño aerodinámico de las aves modernas.

(Actividad 10.4.a)

Untitled Document

(Actividad 10.4.b)

Sapeornis by Peter Schouten.

(Actividad 10.5.) Otra de estas aves primitivas con dientes son los enantiorniformes, como Protopteryx fengningensis. En su cráneo, aún retiene fenestras, e incluso se puede observar una reversión a la condición diapsida de las fenestras posorbitales, aunque hay pérdida de otras fenestras posorbitales, lo que genera una bóveda craneal. Sin embargo, conserva la fenestra posorbital y los dientes, lo que indica que su cráneo todavía posee características de un dinosaurio no aviar moderno, mientras que el resto de su esqueleto es claramente aviario. Por ello, se trata de un fósil de transición, con una combinación de caracteres que ha generado múltiples confusiones en su interpretación evolutiva.

(Actividad 10.6.a)

(Actividad 10.6.b)

Protopteryx | Dinopedia | Fandom

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