El Zafiro Logan, con un peso impresionante de 423
quilates, se considera el zafiro azul natural más importante del mundo,
destacado tanto por su tamaño como por su calidad excepcional.
Originario de Sri Lanka, este ejemplar posee un color azul intenso
que ha permanecido inalterado, ya que no ha recibido tratamientos térmicos,
lo que lo convierte en una de las piedras más puras y codiciadas por
coleccionistas y expertos en gemología. Su brillo y tonalidad son un
testimonio de la excelencia de los zafiros de Sri Lanka, reconocidos
históricamente por producir algunas de las piedras más finas y uniformes a
nivel mundial.
El Zafiro Logan perteneció originalmente a la socialite
Rebecca Logan, quien adquirió la piedra por su belleza excepcional y su
rareza. En 1960, el zafiro fue donado al Smithsonian Museum de Washington,
donde se ha convertido en una de las gemas más admiradas de la colección. Su talla
cushion (cojín) realza la profundidad del color y la luminosidad de la
piedra, mostrando de manera óptima su transparencia y reflejos internos. Aunque
no presenta la característica de estrella que poseen algunos zafiros estelares,
su magnitud, color uniforme y perfección estructural lo hacen igualmente
impresionante y único en su categoría.
Más allá de su valor estético, el Zafiro Logan posee un valor histórico y cultural significativo, consolidándose como un referente dentro del mundo de la gemología. Su tamaño y pureza lo sitúan entre los zafiros azules más grandes jamás tallados, y su exhibición en el Smithsonian permite que millones de visitantes puedan apreciar su grandeza. Esta gema es un ejemplo perfecto de cómo la combinación de rareza, belleza y procedencia puede convertir una piedra preciosa en un símbolo de lujo, prestigio y admiración internacional, reforzando la posición de los zafiros de Sri Lanka como piedras de colección de primera categoría.
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