El alambique industrial es una estructura de gran escala, completamente automatizada y adaptada según su función específica. A diferencia de los modelos de laboratorio o artesanales, estos sistemas están construidos en acero inoxidable o materiales resistentes a la corrosión, y pueden incluir desde columnas de destilación de varias etapas hasta sistemas de reflujo para maximizar la separación de componentes. Cada alambique industrial se diseña de manera especializada: algunos optimizados para la extracción de aceites esenciales mediante destilación por arrastre de vapor, otros para la producción de espirituosos como whisky, ron o vodka, donde el control de temperatura, la altura de la columna y el número de platos internos son críticos para alcanzar la pureza deseada.
Su capacidad y eficiencia están orientadas a la producción masiva y a la optimización del proceso. Para ello, se emplean sensores de presión, termopares y controladores lógicos programables (PLC) que regulan el flujo de vapor, el nivel de líquido en cada plato y la recolección continua de fracciones. Este nivel de automatización permite realizar destilaciones continuas o por lotes de forma ininterrumpida, reduciendo costos energéticos y tiempos muertos. Los sistemas modernos también integran recuperadores de calor y intercambiadores que aprovechan el calor residual, mejorando la sostenibilidad y reduciendo la huella de carbono de la planta.
En la imagen observamos un alambique industrial destinado a la destilación de bebidas alcohólicas para alcanzar porcentajes de alcohol superiores a los que permite la fermentación. La fermentación tradicional se detiene cuando el contenido alcohólico supera cierto límite, ya que las levaduras y bacterias mueren al superar concentraciones típicas de 12–15 % v/v. El alambique, mediante una columna de platos y un adecuado reflujo, concentra el etanol hasta niveles de 40 %, 60 % o más, sin depender de la viabilidad microbiana. Así, la destilación industrial supera las barreras biológicas, garantizando bebidas con graduaciones precisas y reproducibles, imprescindibles en la industria licorera moderna.
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