En la lección anterior, profundizamos en la Ley de Raoult
y sus aplicaciones directas, analizando sus variantes para calcular el descenso
de la presión de vapor en función de cantidades expresadas en moles, masa
(gramos) y volumen líquido. Sin embargo, la Ley de Raoult abarca una
serie de situaciones avanzadas que, por su complejidad, no suelen
abordarse en un curso de secundaria y requieren un análisis más detenido. Estos
casos específicos se centran en escenarios donde la simplicidad del soluto no
volátil y el solvente volátil se rompe, introduciendo nuevas variables y
comportamientos.
Estos casos avanzados, si bien derivan de los principios
fundamentales de la Ley de Raoult, exigen una comprensión más profunda de la coligación
de las mezclas y la interacción entre las fases líquida y de vapor,
abriendo la puerta a aplicaciones más sofisticadas en la ingeniería química y
otras disciplinas.
Presión de vapor de más de un componente volátil:
Hasta ahora, hemos considerado sistemas donde solo el
solvente es volátil. Sin embargo, en muchas mezclas reales, tanto el
solvente como el soluto (o múltiples solutos) pueden ser volátiles,
contribuyendo individualmente a la presión de vapor total de la solución.
Analizar este escenario requiere una extensión de la Ley de Raoult usando la ley
de presiones parciales de Dalton, donde la presión de vapor total es la
suma de las presiones parciales de cada componente volátil, y cada presión
parcial se calcula utilizando la fracción molar de ese componente en la fase
líquida y su presión de vapor como sustancia pura.
Distinguiremos dos variantes. Estas, aunque
interrelacionadas, difieren en su enfoque y en la complejidad de los cálculos
involucrados.
La primera variante, que podríamos llamar la
"directa" o "simplificada", se enfoca en la presión
total de la atmósfera sobre una disolución de sustancias volátiles donde
las fracciones molares de los componentes volátiles son directamente conocidas.
Aquí, la clave es una aplicación combinada de la Ley de Dalton de las
presiones parciales y la Ley de Raoult para cada componente. La
presión total del vapor se calcula simplemente sumando las presiones parciales
de cada componente volátil. Cada presión parcial, a su vez, se obtiene
multiplicando la fracción molar de ese componente en la fase líquida por su presión
de vapor como sustancia pura a la misma temperatura. Este enfoque es
"directo" en el sentido de que los datos necesarios ya están en el
formato ideal, simplificando la determinación de las presiones parciales y la
presión total. Es un cálculo que prioriza la comprensión del concepto
fundamental sin enredarse en conversiones previas.
Figura
1. La presión total sobre una disolución se calcula sumando las
contribuciones de cada componente volátil. Cada contribución es la fracción
molar multiplicada por la presión estándar del componente puro. Si
una sustancia no es volátil, su contribución es cero. Este modelo general
unifica los principios de la Ley de Raoult. Demostración.
La segunda variante, que denominaremos "basada en
masa" o "de conversión", introduce una capa adicional de
complejidad al considerar las masas de las sustancias volátiles
presentes en la disolución. A diferencia del caso anterior, donde se nos
proporcionan las fracciones molares directamente, aquí debemos partir de las
masas de cada componente. Esto significa que, antes de poder aplicar la Ley de
Raoult y la Ley de Dalton, es indispensable realizar un paso intermedio
crucial: convertir estas masas a moles y, posteriormente, calcular las fracciones
molares de cada componente volátil en la fase líquida. Este paso adicional,
que exige el uso de las masas molares de cada sustancia, eleva la dificultad
del problema y demanda una mayor atención a la precisión en la conversión de
unidades. Es "basada en masa" porque, aunque los principios
fundamentales son idénticos, la necesidad de manipular datos de masa y
transformarlos a una base molar hace que la resolución sea más laboriosa y
potencialmente más propensa a errores si no se sigue un procedimiento riguroso.
Este escenario, además, refleja con mayor fidelidad las situaciones comunes en
el laboratorio, donde las cantidades suelen medirse en masa.
Figura
2. Para mezclas de dos componentes
volátiles, el teorema de la Ley de Raoult es conciso y de una sola
línea. Sin embargo, su aplicación por factores de conversión requiere
cuatro pasos: calcular moles individuales, moles totales, fracciones molares y
la presión total. Aunque los factores de conversión parecen adaptables a más
componentes, los teoremas son superiores, ya que pueden implementarse
fácilmente en hojas de cálculo, demostrando ser más versátiles. Demostración.
Casos de enriquecimiento
Estos escenarios se refieren a cómo cambia la composición de
la fase de vapor en equilibrio con la fase líquida. A menudo, la fase de
vapor se "enriquece" en el componente más volátil, lo que es la
base de procesos como la destilación. Entender el enriquecimiento es crucial
para diseñar y optimizar procesos de separación, ya que permite predecir la
composición del destilado y del residuo en función de la composición de la
mezcla líquida original.
Para los casos de enriquecimiento en las disoluciones
volátiles, donde la composición de la fase de vapor difiere de la fase líquida,
es común que se nos solicite calcular y comprender varias relaciones clave.
Estas relaciones nos permiten interpretar cómo se distribuyen los componentes
entre las fases líquida y gaseosa en equilibrio, lo que es fundamental para
procesos de separación como la destilación.
La primera es la relación molar en fase gaseosa, que
a menudo se expresa como el cociente de las presiones parciales de los
componentes en la fase de vapor. Esta relación nos indica cómo la composición
del vapor se ha enriquecido en el componente más volátil en comparación con la
fase líquida. Por ejemplo, si tenemos una mezcla de componentes i y j, (P_{i/j}\) podría ser la relación de la presión parcial de i a la presión parcial de j en
la fase de vapor. Su utilidad reside en predecir la composición del destilado.
Figura
3. La ratio de presiones parciales (relación molar en equilibrio) indica
la contribución del soluto a la atmósfera. Un valor alto significa mayor
volatilidad del soluto, crucial para entender su distribución entre fases
líquida y gaseosa. Nuestra notación i/j facilita su interpretación, siendo
vital para optimizar procesos como la destilación y el control de la
composición.
La segunda es la relación molar en fase líquida, que
representa el cociente de las cantidades de sustancia (moles) de los
componentes en la fase líquida. Esta nos da la composición de la mezcla líquida
en equilibrio con el vapor. Al comparar (n_{i/j}\) con (P_{i/j}\), podemos observar
directamente el grado de enriquecimiento que ocurre al pasar del líquido al
vapor. Si ni/j es la relación de moles de i a moles de j en el líquido, entonces
nos informa sobre la concentración de los componentes en la mezcla que se está
evaporando.
Figura
4. La relación molar en fase líquida (ratio de cantidades de sustancia)
describe la composición de la mezcla líquida en equilibrio con su vapor.
Es fundamental para entender cuánto soluto se encuentra en la fase
gaseosa respecto al solvente. Esta medida es clave para aplicar la Ley
de Raoult y esencial en el diseño de procesos de separación como la
destilación.
Finalmente, el factor de enriquecimiento (a veces
referido como cociente de presiones estándar de los componentes puros) es una
métrica más general que describe la capacidad relativa de un componente para
volatilizarse más que otro. Se calcula como el cociente de las presiones de
vapor puras de los componentes a una temperatura dada. Este factor nos sirve
para interpretar la selectividad de la separación: un valor mayor indica
que el componente en el numerador es significativamente más volátil que el del
denominador, facilitando su separación por procesos como la destilación. Al
entender estas relaciones, podemos predecir y controlar la composición de las
fases en equilibrio, lo cual es vital para diseñar y optimizar procesos
industriales.
Figura
5. El factor de enriquecimiento define la separación líquido-vapor. Es
la ratio de presiones parciales en el vapor sobre la de cantidades de
sustancia en el líquido. Si la "atmósfera" absorbe más soluto, su
presión de vapor aumenta y la cantidad líquida disminuye, enriqueciéndose. Esto
es vital para optimizar procesos como la destilación, indicando la
afinidad del soluto por la fase gaseosa.
Figura 6. El factor de
enriquecimiento también se calcula con presiones de vapor estándar.
Esto significa que es una propiedad intensiva, constante para cualquier
par de sustancias volátiles, sin importar su composición en la disolución. Su
valor predice la viabilidad y eficiencia de separación, siendo crucial
para el diseño y optimización de procesos como la destilación. Demostración.
Fracción molar con presiones
estándar y presión total de solución
Finalmente, llegamos al último de los casos especiales en la
aplicación de la Ley de Raoult: la Fracción molar con presiones estándar y
presión total de la solución. Este escenario es particularmente desafiante
porque nos exige determinar las cantidades de sustancia de los
componentes de la disolución, ya sean moles o sus fracciones molares, partiendo
únicamente de los datos de presión. La complejidad aquí radica en
"remontar" el cálculo, es decir, ir en la dirección opuesta a la
habitual: desde las propiedades de la fase gaseosa, que son las presiones,
hacia la composición de la fase líquida.
Para abordar este tipo de problema, debemos combinar los
principios de la Ley de Raoult con los de la Ley de Dalton de las
presiones parciales. Imagina que tienes una mezcla líquida con dos
componentes que pueden evaporarse. La Ley de Raoult nos dice que la presión que
cada uno de ellos ejerce en el vapor depende de qué tanta parte de él hay en el
líquido y de qué tan propenso es a evaporarse cuando está puro. Por otro lado,
la Ley de Dalton establece que la presión total sobre la solución es
simplemente la suma de las presiones individuales que cada componente volátil
ejerce. El desafío surge porque, en estos problemas, conocemos la presión total
medida y las presiones que cada sustancia tendría si estuviera pura, pero lo
que queremos averiguar es la proporción de cada sustancia en el líquido. Esto
nos obliga a usar estas leyes de forma conjunta y, a menudo, resolver un
pequeño "rompecabezas" matemático para encontrar las fracciones
molares que desconocemos.
Figura
7. Calcular la fracción molar del
soluto a partir solo de las presiones de vapor y la presión total
es complejo. Los factores de conversión puros generan ambigüedades.
Aunque existen "cuasi-ecuaciones" para simular el proceso, la forma óptima
es traducir el teorema directamente, permitiendo una resolución algebraica
más limpia y eficiente, destacando la superioridad de la elegancia teórica en
estos problemas inversos. Demostración.
Este es un ejemplo claro de cómo, en la práctica, un teorema
aparentemente directo se convierte en un desafío. La belleza inherente del
teorema de Raoult está en su capacidad de conectar de manera concisa la
composición de la fase líquida con la presión de vapor que genera. Sin embargo,
para resolver los problemas de "ingeniería inversa" —donde las
presiones son el punto de partida y la composición de la mezcla el objetivo—,
se requiere un análisis cuidadoso de las relaciones entre las variables. Este
tipo de ejercicio avanzado es fundamental para entender cómo se comportan las
mezclas en sistemas complejos y tiene aplicaciones cruciales en campos como la
ingeniería química, donde a menudo se necesita inferir la composición de una
mezcla líquida a partir de las presiones que se miden en el vapor en equilibrio
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