Partiendo de una relación lineal entre la energía
consumida y la unidad de tiempo o la unidad de distancia, el
objetivo es determinar el número de porciones de un combustible
(o alimento) necesarias para mantener un rendimiento específico en
función de dichos parámetros.
Dado que se consideran dos variables independientes
(el tiempo transcurrido y la distancia recorrida), la determinación del número
de porciones resultará en dos respuestas separadas. Es crucial, no obstante,
recordar que el consumo de energía en el cuerpo es un proceso
intrínsecamente simultáneo y no se disocia por tiempo o distancia de forma
aislada. Para establecer esta relación de proporcionalidad lineal, tal
como se asume, ambas variables deben ser medidas y cuantificadas previamente
con precisión.
La primera relación establece la energía consumida () como una función lineal
del cambio de posición lineal (o desplazamiento) en el eje x (
), mediada por una constante
de proporcionalidad (
).
La segunda relación define la energía consumida como
una función del cambio de tiempo (o tiempo transcurrido).
El razonamiento anterior se puede extender para cualquier
tarea que denominaremos alfa ()
Si la tarea () consume energía
linealmente “lo que debe ir en el enunciado” entonces.
Con base en esto, podemos emplear el Portion Fuel Value
(PFV) para relacionar el número de porciones de un combustible o
alimento con la energía total adicionada o disponible para ser
consumida, permitiendo mantener el rendimiento deseado.
Igualamos [4] y [5], y despejamos el número de porciones.
Tenga en cuenta que número de entidades es adimensional, a menos que estemos trabajando con tareas moleculares, donde las unidades serían moles. El teorema puede verse en su versión didáctica en este enlace.