Una sustancia pura es un material que está compuesto
por un solo tipo de átomo o molécula, sin ninguna mezcla de otros componentes.
Las sustancias puras pueden clasificarse en elementos y compuestos.
El estudio de la química depende de poder aislar, identificar
y registrar las propiedades de las sustancias puras. Los químicos han aislado y
caracterizado un estimado de 9 millones de sustancias puras y la cifra aumenta
cada fin de semestre. Un número muy pequeño de estas sustancias puras, 118 para
ser exactos, son diferentes de todas las demás. Ellos son los elementos. Todo
el resto, los millones restantes, son compuestos. ¿Qué distingue a un elemento
de un compuesto?
Los elementos son sustancias que no pueden
descomponerse en sustancias más simples mediante reacciones químicas. Están
formados por átomos del mismo tipo, como el oxígeno (O), el hidrógeno
(H) o el oro (Au). Por otro lado, los compuestos son
sustancias formadas por la combinación de dos o más elementos químicos en
proporciones fijas, unidos por enlaces químicos. Un ejemplo común de compuesto
es el agua (H₂O), que está formada por dos átomos de hidrógeno y uno de
oxígeno. La distinción entre elementos y compuestos es fundamental para
entender las interacciones químicas y las propiedades de los materiales.
Compuestos
Un
compuesto es una sustancia pura que se puede descomponer en dos o más
sustancias puras más simples por medios químicos. El agua es un compuesto. Por
medio de una corriente eléctrica, el agua se puede descomponer en los gases
hidrógeno y oxígeno, que son elementos. Los mayores productos de descomposición
para cualquier compuesto son elementos.
Las
propiedades de un compuesto son siempre diferentes de las de sus elementos
componentes, porque los elementos se combinan químicamente en lugar de
combinarse físicamente en el compuesto. Aunque dos o más elementos se obtienen
de la descomposición de los compuestos, los compuestos no son mezclas.
¿Por qué esto es tan? Las sustancias se pueden combinar física o químicamente.
La combinación física de sustancias produce una mezcla. La combinación química
de sustancias produce un compuesto, una sustancia en la que las entidades que
se combinan están unidas. No se produce dicha unión durante la combinación
física.
Los compuestos están formados por moléculas
compuestas, que son entidades formadas por la unión de átomos de diferentes
elementos químicos. Estos átomos, al unirse, forman estructuras que tienen
propiedades distintas a las de los átomos por separado. La combinación de los
elementos sigue generalmente las proporciones definidas por la ley de las
proporciones definidas de Proust, que establece que en un compuesto los
elementos siempre se combinan en una relación fija y constante de masas. Sin
embargo, esta regla no se aplica en todos los casos, ya que existen compuestos
que pueden tener variaciones en sus proporciones dependiendo de condiciones
específicas, como las mezclas sólidas o ciertos compuestos iónicos.
Elementos
Un elemento es una sustancia pura que está
formada por átomos de un solo tipo, todos con propiedades químicas constantes.
Sin embargo, este concepto es distinto al de un átomo de un elemento,
que hace referencia a una unidad indivisible con propiedades químicas
definidas. Un mismo tipo de átomo puede generar diferentes materiales
elementales en forma de moléculas elementales, como es el caso del dioxígeno
(O₂) y el ozono (O₃). Ambos están formados por átomos de oxígeno,
pero sus propiedades son muy distintas. El dioxígeno es esencial para la
respiración y la combustión, mientras que el ozono actúa como un
protector de la atmósfera, absorbiendo radiación ultravioleta. Así, aunque
ambos son compuestos de oxígeno, sus propiedades materiales y sus funciones son
claramente diferenciadas.
Los alotrópos son diferentes materiales elementales
formados por un mismo tipo de átomo, pero que adoptan distintas estructuras
moleculares, lo que les confiere propiedades muy distintas. Un ejemplo claro de
alotropía es el carbono, que puede existir en varias formas alotrópicas,
como el diamante, el grafito y el fullereno. En el diamante,
los átomos de carbono están dispuestos en una estructura tridimensional
extremadamente fuerte, lo que le otorga una dureza incomparable. En el grafito,
los átomos de carbono se organizan en capas planas, lo que permite que las
capas se deslicen fácilmente unas sobre otras, otorgándole propiedades de
lubricante. El fullereno, por otro lado, forma moléculas esféricas o
cilíndricas. A pesar de ser todos ellos formas de carbono, sus propiedades
físicas y químicas son profundamente diferentes debido a la disposición de los
átomos.
La identidad química de un átomo está vinculada a la carga
positiva en su núcleo, es decir, al número de protones presentes en
el núcleo, conocido como el número atómico. Este número determina a qué
elemento pertenece el átomo y, por tanto, sus propiedades químicas. Otros
factores, como el número de neutrones o electrones, pueden variar
sin alterar la identidad química del átomo. Por ejemplo, los átomos de un mismo
elemento, como el carbono, pueden tener diferentes isótopos, es decir,
distintas cantidades de neutrones, pero todos ellos siguen siendo carbono
porque su número atómico (su carga nuclear) sigue siendo el mismo. Además, la ionización
del átomo (la pérdida o ganancia de electrones) tampoco cambia su identidad
química, solo su carga eléctrica.
Actualmente, la tabla periódica consta de 118
elementos confirmados, con el oganésón (Og) siendo el elemento de
número atómico 118, el más pesado descubierto hasta la fecha. Sin embargo,
muchas tablas periódicas comerciales que se utilizan en materiales
educativos y de consulta mantienen formas más hipotéticas de la tabla,
particularmente al referirse a los elementos con números atómicos superiores al
118. Por ejemplo, el elemento con número atómico 118 se ha denominado en
algunas tablas como unoctio (Uuo), en lugar de su nombre oficial oganésón
(Og). Esto ocurre porque muchas de estas tablas fueron creadas antes de la
confirmación oficial de los elementos más recientes, o bien porque los cambios
en la nomenclatura no se han actualizado en todos los recursos disponibles al
público.
La mayoría de los elementos de la tabla periódica son
metales, lo que les otorga propiedades características como buena
conducción de calor y electricidad, maleabilidad (capacidad de ser
moldeados) y ductilidad (capacidad de estirarse en hilos). Los metales
ocupan gran parte de la tabla periódica, particularmente en los grupos 1, 2 y
en las tres primeras series de transición (incluyendo las tierras raras). Solo
unos pocos elementos son no metales, como el oxígeno (O), el nitrógeno
(N), el carbono (C) y los gases nobles, que tienen propiedades como
la baja conductividad y la fragilidad. La división entre metales
y no metales es una de las más notables en la tabla periódica, y estos grupos
presentan una diferencia fundamental en sus propiedades químicas y físicas.
Referencias
Brown, T.
L., LeMay, H. E., Bursten, B. E., & Lancaster, M. (2022). Chemistry: The
central science (15th ed.). Pearson.
Chang, R.
(2021). Chemistry: The central science (14th ed.). Pearson.
Seager, S. (2022). Chemistry for today: General, organic, and biochemistry (10th ed.). Cengage Learning.
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