[Química de gases] Sección 2
[La
temperatura y su medición]
[Como
medir el volumen de un gas]
Temperatura es una propiedad física que, desde
una perspectiva macroscópica, indica cuán caliente o frío está un
cuerpo y determina el flujo de calor entre dos sistemas en
contacto. A nivel cotidiano, se mide con instrumentos como el termómetro y se
expresa en unidades como grados Celsius o kelvins.
Desde una visión microscópica, la temperatura
refleja el grado de agitación o movimiento interno de las
partículas que constituyen la materia. A mayor temperatura, mayor es el
movimiento desordenado de las partículas. Así, la temperatura no solo es un
indicador externo del estado térmico, sino también una manifestación interna
del comportamiento dinámico de los átomos y moléculas dentro
de un sistema.
Figura 1. La temperatura refleja la energía cinética de las moléculas en traslación (A) y rotación (B). No todas poseen la misma energía, pero la mayoría se concentra en un promedio, definido como temperatura molar. Al aumentar la temperatura, las moléculas se mueven y giran más rápido, generando colisiones más intensas que incrementan la presión o expanden el volumen del sistema.
Sistemas de medición
El instrumento que mide la temperatura se
llama termómetro, y este permite inferir el movimiento
cinético promedio de las partículas de un sistema, aunque lo hace de
manera indirecta. Los termómetros han evolucionado considerablemente a lo largo
de los años, utilizando diferentes principios físicos y dando lugar a
diversas escalas de medición, como se explica en la sección
correspondiente. Sin embargo, en la práctica, solo tres escalas son de uso
común.
Figura
2. El texto explica que la temperatura mide la energía cinética
promedio de las moléculas. Estas vibran, rotan y se trasladan, moviéndose
más rápido cuando la temperatura aumenta. A nivel microscópico, el calor es la
transferencia de energía entre partículas. Así, la temperatura conecta la
visión macroscópica de un termómetro con la microscópica, donde
los átomos y moléculas en constante movimiento determinan las propiedades
físicas de la materia.
La primera es la escala Celsius (o más
precisamente, la nueva escala Celsius, una versión refinada de la original).
Esta se basa en las propiedades térmicas del agua pura,
estableciendo el punto de congelación en 0 °C y
el punto de ebullición en 100 °C a una atmósfera de presión.
La segunda es la escala Fahrenheit, una escala
del sistema imperial que aún se utiliza principalmente en Estados
Unidos. Fue desarrollada usando una mezcla de alcohol y salmuera como
sustancia de referencia, y fija el punto de congelación del agua en 32 °F y
su ebullición en 212 °F, lo que da lugar a divisiones más finas por grado que la
escala Celsius.
Finalmente, está la escala Kelvin, también
conocida como la escala absoluta de temperatura. Esta comienza en
el cero absoluto, que representa el punto teórico en el que las
partículas dejan de moverse por completo. A diferencia de las otras dos, no
tiene valores negativos y es la escala preferida en la ciencia, especialmente
en física y química, por estar directamente relacionada con las leyes
termodinámicas.
Conversiones
Las conversiones entre unidades de temperatura pueden
resultar complejas, ya que el manejo constante de unidades puede ser engorroso
en algunos contextos. Para simplificar este proceso, seguiremos el algoritmo
Clausius-Clapeyron-Ragnault, el cual permite, por comodidad
didáctica, omitir temporalmente las unidades durante la
resolución de fórmulas de conversión, siempre y cuando se comprendan e
interpreten correctamente al final del cálculo.
La conversión más común es la que ocurre entre la escala Kelvin y la escala Celsius (también llamada centígrada), en la que simplemente se suma o resta 273.15, ya que ambas escalas tienen la misma magnitud de intervalo entre grados, pero difieren en su punto de inicio.
[1-6]
Fórmulas de conversión de temperatura, ingrese la temperatura sin su unidad al
interior del paréntesis. Para
ampliar la imagen pulse aquí.
[Ejercicios resueltos de conversión de temperatura]
Referencias
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Chang, R.
(2010). Chemistry (10th ed.). McGraw-Hill New York.
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Matamala, M., & González Tejerina, P. (1975). Química (1ª
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Seager, S.
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(10th ed.). Cengage Learning.
Zumdahl, S. S., Zumdahl, S. A., DeCoste, D. J., & Adams, G. (2018). Chemistry (10th ed.). Cengage Learning.
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