Menú de Química

Buscar este blog

Translate

viernes, 11 de julio de 2025

Figura. Issac Newton

Isaac Newton (1642–1727) es una figura cumbre que consolidó la revolución científica iniciada por Copérnico y Galileo, al formular principios que unificaron la física terrestre y celeste bajo un conjunto de leyes matemáticas universales. Su obra maestra, Philosophiæ Naturalis Principia Mathematica (1687), no solo es uno de los libros más influyentes en la historia de la ciencia, sino que marcó un antes y un después en la comprensión del cosmos. En ella, Newton introdujo sus tres leyes del movimiento —principios fundamentales que describen cómo se comportan los objetos en movimiento y en reposo— y la revolucionaria ley de la gravitación universal.

La genialidad de Newton residió en su capacidad para demostrar que los mismos principios que rigen fenómenos cotidianos, como la caída de una manzana hacia la Tierra, explicaban también el majestuoso movimiento de los planetas alrededor del Sol, las mareas y la trayectoria de los cometas. Esta síntesis monumental entre la observación empírica, la experimentación rigurosa y un inquebrantable rigor matemático elevó el método científico a un nivel de sofisticación y poder predictivo sin precedentes. Newton ofreció un marco coherente para entender el universo como un sistema ordenado y regido por leyes inmutables.

Newton fue el heredero intelectual directo del legado de Galileo Galilei. Tomó las bases sentadas por Galileo sobre la física del movimiento y la observación telescópica, y las llevó a su máxima expresión teórica y matemática. Al igual que sus predecesores, Newton se desprendió por completo de la lógica escolástica medieval y de la dependencia en la autoridad de textos antiguos. En su lugar, afirmó categóricamente que el conocimiento de la naturaleza debía basarse exclusivamente en pruebas verificables, experimentos y deducciones matemáticas. Esta filosofía sentó un precedente inquebrantable para toda la investigación científica posterior.

La influencia de Newton fue tan vasta que su obra marcó el inicio de la ciencia moderna tal como la conocemos hoy. Sus leyes no solo permitieron predecir con asombrosa precisión el comportamiento de los cuerpos celestes y terrestres, sino que también proporcionaron las herramientas conceptuales y matemáticas para futuras exploraciones científicas. El universo newtoniano, predecible y gobernado por leyes mecánicas, dominó el pensamiento científico durante siglos, transformando radicalmente la filosofía natural y allanando el camino para la era de la Ilustración y los avances tecnológicos que le seguirían.

No hay comentarios:

Publicar un comentario