La figura representa la estructura de Lewis de la molécula de diazufre (S₂), en la cual se observa la formación de un enlace covalente doble entre dos átomos idénticos. Cada átomo de azufre posee seis electrones de valencia y necesita dos adicionales para completar su octeto. Para lograrlo, ambos átomos comparten dos pares de electrones, representados mediante dos barras de enlace (═) situadas entre ellos. Cada barra simboliza un par de electrones, y al haber dos, esto equivale a cuatro electrones enlazantes que son contables y compartidos por ambos núcleos.
Además de los electrones que forman parte del enlace, cada azufre
conserva dos pares de electrones no compartidos o pares libres, los
cuales se ubican alrededor del átomo pero no participan directamente en el
enlace. Estos pares se representan con puntos en la notación de Lewis. En
conjunto, cada átomo de azufre cuenta con cuatro electrones compartidos (los
del enlace doble) y cuatro electrones no compartidos, lo que suma un total de
ocho electrones en su capa de valencia. De esta manera, ambos átomos alcanzan
la configuración estable de gas noble, cumpliendo así la regla del octeto.
La representación mediante barras no debe interpretarse como
un puente físico entre los átomos, sino como un campo electrostático generado
por los electrones compartidos, que son atraídos por ambos núcleos de manera
simultánea. En consecuencia, el doble enlace covalente es más fuerte y
más corto que un enlace simple, lo que explica la gran estabilidad de la
molécula de azufre. Este ejemplo es fundamental en química porque ilustra cómo
la combinación de electrones compartidos y no compartidos permite a los átomos
alcanzar estabilidad, y cómo la notación de Lewis facilita la visualización del
cumplimiento del octeto y la naturaleza de los enlaces en las moléculas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario