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jueves, 10 de julio de 2025

Secciones 7.1 hasta 7.5

Sistema circulatorio

(Actividad 7.1.)  La sangre es el fluido vital que recorre el cuerpo de los vertebrados, transportando oxígeno, nutrientes, hormonas y desechos. Para cumplir su función, se mueve a través de una intrincada red de vasos sanguíneos: las arterias, las venas y los capilares, cada uno con características y funciones especializadas.

Las arterias son los vasos sanguíneos de alta presión que transportan la sangre rica en oxígeno (excepto la arteria pulmonar) desde el corazón hacia el resto del cuerpo. Sus paredes son notablemente gruesas y elásticas, compuestas por varias capas de tejido, incluyendo una robusta capa muscular. Esta estructura les permite soportar la fuerza del bombeo cardíaco y mantener el flujo sanguíneo constante a medida que la sangre se distribuye por todo el organismo.

Por otro lado, las venas son los vasos encargados de recoger la sangre a baja presión de los tejidos y órganos para llevarla de vuelta al corazón. A diferencia de las arterias, las venas tienen paredes más delgadas y menos musculares. Para contrarrestar la baja presión y la gravedad, especialmente en las extremidades, muchas venas, sobre todo las de mayor calibre, están equipadas con válvulas especiales. Estas válvulas unidireccionales se abren para permitir el paso de la sangre hacia el corazón y se cierran para evitar que la sangre se devuelva o retroceda.

Sin embargo, si estas válvulas se enferman o se sobrecargan (por ejemplo, debido a una presión prolongada o debilidad inherente), pueden dejar de funcionar correctamente. Cuando esto sucede, la sangre puede acumularse y estancarse, lo que lleva a un aumento de la presión en la vena. En respuesta a esta sobrecarga, el músculo alrededor de la vena puede aumentar su grosor en un intento de compensar la deficiencia de la válvula. Este engrosamiento y la dilatación de la vena son lo que conocemos como várices, una condición común que puede causar dolor, hinchazón y una apariencia abultada en la piel

(Actividad 7.2.)

el sistema circulatorio de los peces ayudaaaaaaaaa ​ - Brainly.lat

(Actividad 7.3.) El sistema circulatorio de los peces es fundamentalmente un circuito simple y cerrado, donde la sangre realiza un único recorrido a través del corazón en cada ciclo. Este diseño comienza con la aorta ventral emergiendo del corazón, la cual se dirige directamente a las branquias. En las branquias, la sangre se ramifica en capilares finos donde ocurre el intercambio gaseoso: se libera dióxido de carbono y la sangre se oxigena. Es crucial recordar que, aunque se represente en azul en los esquemas, la sangre desoxigenada es de un color rojo oscuro o purpúreo, y al oxigenarse en las branquias, adquiere un tono rojo brillante.

Desde las branquias, la sangre ya oxigenada no regresa al corazón, sino que fluye a través de la aorta dorsal para irrigar directamente todos los tejidos y órganos del cuerpo. Allí, entrega el oxígeno y los nutrientes necesarios para las funciones celulares y recoge los productos de desecho, como el dióxido de carbono. Las venas son las encargadas de recolectar esta sangre desoxigenada y, en el proceso, también reciben la sangre rica en nutrientes de las venas hepáticas que provienen del sistema digestivo.

Sin embargo, es importante no tomar este modelo como universalmente representativo. La realidad es que los peces, especialmente los peces óseos, presentan un sinfín de variaciones en sus sistemas circulatorios. Estas adaptaciones pueden complicar el circuito básico, incorporando órganos accesorios como la vejiga natatoria, la piel o diversas mucosas (en la boca, faringe, etc.) que también participan en el intercambio de gases. Estas particularidades influyen directamente en la complejidad del flujo sanguíneo y en la distribución de nutrientes y oxígeno en sus cuerpos

(Actividad 7.4.)

 

Diagrama

El contenido generado por IA puede ser incorrecto.

  (Actividad 7.5.) El corazón de los peces es a menudo descrito simplísticamente como bicameral, pero para los anatomistas, es más preciso considerarlo un órgano con cuatro cámaras en serie: el seno venoso, el atrio (o aurícula), que se encargan de recoger la sangre; el ventrículo, que contiene la mayor parte del tejido muscular (miocardio) y bombea la sangre; y el cono arterial, desde donde emerge la aorta. Al igual que el sistema circulatorio, los corazones de los peces presentan notables variaciones. Por ejemplo, en los peces pulmonados, tanto el atrio como el ventrículo pueden tener septaciones parciales o totales, creando separaciones laterales que generan circuitos paralelos. Curiosamente, a pesar de estas particiones incompletas, la mezcla de sangre oxigenada y desoxigenada es leve, en parte debido a diferencias en la densidad de las sangres. Anatómicamente, los corazones de los peces también muestran una transición evolutiva, pasando de una forma más lineal a una más compleja en forma de "S".

En los anfibios, esta diversidad cardíaca es aún más marcada. La mayoría de los anfibios adultos pierden la septación completa en el ventrículo, por lo que sus corazones se describen comúnmente como de tres cámaras (dos aurículas y un ventrículo). No obstante, la mezcla de sangre en el ventrículo único sigue siendo limitada debido a mecanismos de flujo interno. Un grupo particular de anfibios, las sirenas, destaca por poseer corazones de cuatro cámaras paralelas (dos aurículas y dos ventrículos). Esta característica sugiere que el ancestro común de los anfibios pudo haber tenido un corazón de cuatro cámaras, y que esta configuración se conservó o evolucionó de forma independiente hacia los amniotas.

Los amniotas, que incluyen reptiles, aves y mamíferos, presentan corazones fundamentalmente semejantes, caracterizados por una separación completa o casi completa de la sangre oxigenada y desoxigenada. Sin embargo, incluso aquí existen particularidades. Los cocodrilianos son una excepción fascinante; poseen un corazón de cuatro cámaras, pero con una singularidad: un foramen de Panizza entre las dos aortas que les permite, en situaciones de emergencia (como inmersiones prolongadas), desviar la sangre directamente de la arteria pulmonar a la aorta sistémica, aislando temporalmente los pulmones y recirculando sangre desoxigenada. Este mecanismo es funcionalmente análogo al foramen oval en los corazones fetales de mamíferos, que permite la derivación de sangre pulmonar antes del nacimiento.

 

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