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jueves, 8 de mayo de 2025

Teorema. Molaridad de disoluciones líquidas

En el caso de las disoluciones líquidas, la molaridad se define como el número de moles de soluto disueltos en un litro de disolución. Esta definición, aunque sencilla, admite varias formulaciones que expresan el mismo principio desde distintos enfoques matemáticos. En la figura correspondiente se presentan tres formas de definir este axioma de la molaridad en disoluciones líquidas. El primero es un enfoque algebraico riguroso, basado en la notación de Viète, donde se plantean teoremas en sentido amplio, es decir, enunciados que usamos como si fueran proposiciones demostradas, aunque en realidad se trata de una definición no sujeta a prueba: un axioma. Este estilo es útil porque permite derivar propiedades coherentes con otros sistemas matemáticos formales y facilita la integración con otros conceptos químicos rigurosos.

La segunda forma es a través de un factor de conversión homólogo, que expresa la molaridad como una fracción dimensional que permite convertir entre unidades con facilidad. Por ejemplo, si conocemos los moles y el volumen en litros, el cociente directo se convierte en una unidad de concentración con aplicación inmediata en cálculos de estequiometría.

La tercera formulación es más flexible: la definición por cuasiecuaciones, donde se expresa la molaridad como "mol de soluto por litro de disolución", sin un rigor formal estricto, pero de amplia aceptación en libros de texto y útil para cálculos rápidos. Aunque esta forma es válida y funcional en contextos estáticos, para el estudio de variaciones dinámicas (como en cinética o equilibrio) preferiremos los teoremas algebraicos y factores de conversión, que garantizan consistencia matemática y coherencia conceptual.

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