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viernes, 16 de mayo de 2025

Figura. Filtración.

La filtración es una técnica de separación de mezclas heterogéneas que se aplica cuando uno de los componentes es un sólido no disuelto y el otro es un líquido. Esta técnica se fundamenta en la diferencia de tamaño de partícula entre las fases: el sólido posee partículas suficientemente grandes para quedar retenidas en un material poroso o filtro, mientras que el líquido puede atravesar los poros sin dificultad. El filtro puede ser de papel, tela o incluso materiales más sofisticados como membranas sintéticas.

El procedimiento de la filtración consiste en verter lentamente la mezcla sobre el filtro, el cual está generalmente sostenido por un embudo u otro soporte. Al pasar la mezcla, las partículas sólidas quedan retenidas formando el residuo, mientras que el líquido que atraviesa el filtro se recolecta como filtrado. Este método se usa ampliamente en laboratorios y en la vida cotidiana. Por ejemplo, al preparar café con filtro, los granos molidos actúan como sólido y el agua caliente extrae los compuestos solubles, quedando las partículas no disueltas atrapadas en el filtro.

La filtración es especialmente eficaz para separar mezclas como agua y arena, agua con carbón activado, o incluso en procesos industriales como el tratamiento de aguas residuales. Sin embargo, no es útil cuando el sólido está disuelto en el líquido (como en el caso de la sal disuelta en agua), ya que las soluciones homogéneas requieren otros métodos como la evaporación o la destilación.

La filtración es una técnica simple, accesible y muy versátil que permite separar fases sólidas y líquidas en una mezcla, con una clara aplicación tanto en contextos científicos como domésticos.

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