Menú de Química

Buscar este blog

Translate

domingo, 3 de agosto de 2025

Figura. Química de Homo erectus

Homo erectus, que habitó la Tierra entre 1,8 millones y 300 mil años atrás, constituye un avance fundamental en la historia de la tecnología química primitiva. A diferencia de Homo habilis, no solo utilizaba herramientas, sino que también dominaba el fuego de forma controlada, lo que marcó una transformación decisiva en la relación del ser humano con la materia. El fuego permitió cocer alimentos, mejorar su digestibilidad y valor nutricional, además de reducir patógenos. También se usaba para endurecer madera, fabricando lanzas más eficaces, y posiblemente para modificar pigmentos minerales, anticipando formas tempranas de manipulación de compuestos inorgánicos.

La capacidad de mantener fogatas implica no solo habilidades técnicas, sino también una comprensión empírica del proceso de combustión, es decir, del uso del calor como agente transformador. Esta gestión térmica permitía crear ambientes controlados para modificar materiales, lo que representa un dominio primitivo pero eficaz de la química térmica. Además, Homo erectus fabricaba herramientas más complejas y simétricas, lo que sugiere una planificación estructural basada en propiedades específicas como la resistencia y fractura de ciertas rocas, indicando una noción intuitiva de mecánica de materiales.

En contraste con Homo habilis, quien utilizaba el fuego de manera oportunista, Homo erectus lo convirtió en una herramienta tecnológica. Esta gestión activa del calor como medio de transformación marca el inicio de una química aplicada, en la que la materia deja de ser solo aprovechada y comienza a ser modificada intencionalmente. Así, este homínido no solo avanzó en la biología evolutiva, sino que dio origen a una nueva forma de inteligencia: la que transforma el entorno mediante el conocimiento material.

No hay comentarios:

Publicar un comentario