Joseph Louis Proust fue un químico francés nacido el 26 de septiembre de 1754 en Angers. Hijo de un boticario, estudió química en el taller de su padre y más tarde en París, donde fue nombrado boticario en jefe de la Salpêtrière y colaboró con el aeronauta Pilâtre de Rozier en la enseñanza de la química. Por influencia del rey Carlos IV de España, Proust se trasladó a España, donde enseñó en la Escuela de Química de Segovia y en la Universidad de Salamanca. Sin embargo, con la invasión napoleónica, su laboratorio fue destruido, y se vio obligado a regresar a Francia. Falleció en Angers el 5 de julio de 1826. En su honor, se nombró el mineral proustita (Ag₃AsS₃).
El mayor aporte de Proust fue la formulación de la ley de las proporciones definidas en 1797, también conocida como Ley de Proust, que establece que los compuestos químicos están formados por los mismos elementos combinados en proporciones fijas de masa. Para demostrar esta ley, Proust comparó el carbonato de cobre natural con uno sintético, verificando que ambos contenían cobre (Cu), carbono (C) y oxígeno (O) en proporciones idénticas. Asimismo, estudió diferentes óxidos de estaño y sulfuros de hierro, demostrando que no existían compuestos intermedios entre ellos. Aunque publicó su trabajo en 1797, la ley no fue aceptada plenamente hasta 1812, cuando Jöns Jacob Berzelius la respaldó públicamente.
Proust también se interesó en el estudio de azúcares presentes en frutas y vegetales dulces. En 1799, demostró a sus estudiantes en Madrid que el azúcar de las uvas era idéntico al que se encuentra en la miel. Cabe destacar que existen excepciones a la ley de las proporciones definidas, como los compuestos no estequiométricos, denominados berthólidos, entre los que se encuentra el óxido ferroso (FeO), cuya fórmula real es aproximadamente Fe₀.₉₅O debido a vacancias cristalográficas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario