Partimos de la forma vectorial de la segunda ley de Newton, que relaciona la fuerza, la masa y la aceleración:
→F=m⋅→a(1)
Asumiremos un sistema unidimensional en el que la presión de un gas ejerce una fuerza expansiva en dirección opuesta a la fuerza que la atmósfera ejerce sobre el gas. La magnitud de la aceleración es |→a|=g.
Figura
1. Estas ecuaciones están diseñadas para un cubo con un émbolo móvil que contiene un gas perfecto sin fugas. El émbolo alcanza su punto de equilibrio o estado de equilibrio cuando la fuerza expansiva del gas se iguala a la fuerza compresiva ejercida por la atmósfera
Sin embargo, dado que la presión es una magnitud escalar, podemos considerar el valor absoluto de ambas magnitudes:
|→F|=m⋅|→a| (2)
F=m⋅g (3)
Ahora supongamos que el contenedor del gas tiene un volumen constante, afectado únicamente por uno de sus lados. Para simplificar, definimos su forma como un prisma cúbico de altura y área determinadas:
V=h⋅A (4)
Además, definimos que el gas dentro del contenedor tiene una densidad dada por la razón entre masa y volumen:
ρ=mV (5)
Despejamos la masa a partir de la densidad y sustituimos el volumen por su equivalente en altura y área:
m=ρ⋅h⋅A (6)
Reemplazamos ahora en la forma ajustada de la segunda ley de Newton para un sistema lineal:
F=ρ⋅h⋅A⋅g (7)
Despejamos el cociente fuerza sobre área:
FA=ρ⋅h⋅g (8)
Con lo que obtenemos dos definiciones de presión:
P=FA (9)
P=ρ⋅h⋅g (10)
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