Las pastillas efervescentes como Alka-Seltzer están formuladas para contener todos los reactivos químicos necesarios en una mezcla seca y estable. Entre los componentes principales se encuentran el bicarbonato de sodio (NaHCO₃) y un ácido orgánico, como el ácido cítrico (C₆H₈O₇). En estado sólido, estos compuestos no reaccionan entre sí porque no tienen la movilidad molecular necesaria para interactuar de forma efectiva. El estado seco limita la difusión de los iones, impidiendo que se establezca una reacción química espontánea, aunque los reactantes estén en contacto físico directo dentro de la tableta.
La situación cambia completamente cuando la pastilla se introduce en agua. Ambos componentes comienzan a disolverse, lo cual permite la liberación de iones en solución. El ácido cítrico dona protones (H⁺) al medio acuoso, mientras que el bicarbonato actúa como base, reaccionando con esos protones para producir dióxido de carbono (CO₂), agua (H₂O) y iones citrato. Esta reacción ácido-base es altamente conocida por su efervescencia característica: la formación de burbujas de CO₂ gaseoso que se liberan en el líquido. El gas sube rápidamente a la superficie y escapa, mientras los demás productos se distribuyen homogéneamente en el líquido, listos para su absorción.
Este sistema de activación por agua es un ejemplo eficaz de control de la reactividad química mediante el estado físico. Los reactivos permanecen inactivos en estado sólido y solo se activan al cambiar a fase acuosa, lo cual permite su uso seguro y prolongado en tabletas almacenables. Este mecanismo también demuestra el papel del agua como medio disolvente esencial para facilitar la química en muchas aplicaciones cotidianas. La pastilla efervescente, por lo tanto, es un modelo simple pero poderoso de cómo la estequiometría y las condiciones de reacción se aplican en productos de consumo diario.
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